El Franquismo: Desarrollo Económico y Transformación Social (1939-1975)
Desarrollo Económico Durante el Franquismo
Con los años, los falangistas dieron prioridad a debilitar el poder de los tecnócratas del Opus Dei. El Plan de Estabilización fue creado en 1959, con el objetivo de enterrar la autarquía económica y dar paso a iniciativas privadas para la reconversión del país.
Últimos Quince Años del Franquismo (1960-1975)
El Plan de Estabilización de 1959 tuvo éxito. La economía experimentó un crecimiento medio anual del 7%. La industria se expandió significativamente. La mecanización agrícola provocó un éxodo rural masivo desde Andalucía, Aragón, Extremadura, Galicia y Castilla hacia Europa (especialmente Alemania) y las zonas industrializadas del País Vasco, Cataluña, Valencia y Madrid. La construcción de nuevos barrios tuvo un impulso increíble. Se abrieron escuelas para una población en crecimiento, y los niveles de ingresos aumentaron, acercándose a los de las naciones europeas más ricas.
Este rápido desarrollo se sustentó en tres fuentes principales de ingresos:
- El dinero del turismo: las playas de España se convirtieron en un destino de moda para los veraneantes europeos.
- Las remesas de los inmigrantes: millones de españoles trabajaban en Europa (especialmente en Alemania) y enviaban sus ahorros a España.
- La inversión de capital extranjero: los bajos salarios y la ausencia de conflictividad laboral hacían de España un lugar rentable para las compañías internacionales.
Durante los años 60, la memoria traumática de la Guerra Civil fue desapareciendo en una nueva generación. Estudiantes y profesores universitarios, obreros en huelga y manifestaciones, y sacerdotes progresistas clamaban por la libertad. Surgieron partidos políticos clandestinos y sindicatos ilegales como Comisiones Obreras. A partir de 1968, con un Franco visiblemente envejecido, las huelgas, manifestaciones, publicaciones políticas y atentados se hicieron continuos.
El Franquismo en el País Vasco
Tras la Guerra Civil, a los fusilamientos, detenciones y exilio se sumó la abolición del Estatuto Vasco de Autonomía, el Gobierno Vasco, el Parlamento Vasco y la policía autonómica. La normalización del País Vasco iniciada durante la República quedó truncada. El euskera quedó relegado por el temor de la población. Además, Franco retiró a Bizkaia y Gipuzkoa (pero no a Álava) el Concierto Económico, por haber sido territorios republicanos durante la guerra.
Los años de la posguerra fueron duros: hambre, privaciones, crisis económica… Sin embargo, con el proteccionismo de la autarquía, la industria vasca se adaptó relativamente bien. El desarrollo industrial vasco durante la autarquía fue espectacular. Se extendieron por todas partes talleres y cooperativas, como las de Mondragón, que ofrecieron muchos puestos de trabajo y atrajeron a cientos de miles de inmigrantes de Castilla, Galicia y Extremadura. Se construyeron nuevos barrios en ciudades y pueblos, con un gran impulso a la construcción. El crecimiento del nivel de ingresos fue extraordinario, llegando a ser el más alto de España.
En el País Vasco, las huelgas de trabajadores, que habían sido de las primeras contra Franco, se hicieron continuas años más tarde, con la participación de sindicatos como CCOO. En los años 60, muchos jóvenes, influenciados por sacerdotes vascos contrarios a la dictadura, se implicaron en la creación de escuelas en euskera, diarios y editoriales vascas. En 1959 se fundó ETA (Euskadi Ta Askatasuna – País Vasco y Libertad), que se escindió del PNV en 1968. Este grupo armado combinaba nacionalismo y socialismo. El juicio de Burgos (1970) y el asesinato de Carrero Blanco (1973) fueron sus acciones más conocidas.