Pueblos Prerromanos de la Península Ibérica
Se denomina pueblos prerromanos al conjunto de sociedades indígenas que habitaban la península Ibérica cuando los romanos iniciaron la conquista (año 218 a.n.e.). Los conocemos principalmente por los historiadores griegos y romanos, como Estrabón y Plinio.
En función del grado de desarrollo cultural, se distinguen tres áreas:
- Los pueblos del sur y este de la Península, de cultura ibérica (turdetanos, bastetanos, contestanos), en contacto con los colonizadores, son los que muestran mayor desarrollo: agricultura mediterránea, minería, cerámica a torno, ciudades, moneda y escritura.
- Los pueblos de la Meseta y oeste (arévacos, vacceos, carpetanos, lusitanos) tienen mayor relación con la cultura celta y su evolución cultural es inferior: agricultura más elemental o ganaderos. Es frecuente la trashumancia y el nomadismo; dominan la metalurgia del hierro y tienen una estructura social tribal.
- Los pueblos del norte (galaicos, astures, cántabros y vascones) son los que muestran un mayor grado de primitivismo: neolitización parcial (ganaderos), indiferenciación social y matriarcado.
Los Vascones: Un Pueblo Prerromano No Indoeuropeo
Los vascones eran un pueblo prerromano no indoeuropeo del norte peninsular. Se extendían entre los Pirineos occidentales y el Ebro, ocupando un hábitat algo más amplio que la actual Navarra. Por el Oeste llegaban hasta el Cantábrico (Oyarzun), por el Sur a la Rioja baja y por el Este hasta la comarca de Jaca.
Se distinguen dos zonas:
- En la montaña (Saltus vasconum) practicaban una economía de subsistencia basada en la ganadería trashumante. Vivían muy aislados. La romanización fue débil y mantuvieron su lengua preindoeuropea, el euskera.
- En la zona llana del sur (Ager vasconum), practicaban la agricultura y vivían en poblados, llegando a colaborar con Roma.
La dinastía vascona de Iñigo Arista fundó el reino de Pamplona.
La Conquista Romana de Hispania (218 – 19 a.C.)
La conquista romana de Hispania fue el proceso histórico de dominación territorial de la Península Ibérica por la Antigua Roma. Tuvo lugar entre los años 218 y 19 a.C. en varias etapas:
- Primera etapa (218-197 a.C.): Dentro del contexto general de la Segunda Guerra Púnica entre Roma y Cartago. Los romanos desembarcaron en Emporion y lograron expulsar a los cartagineses y dominar la costa mediterránea y el sur peninsular.
- Segunda etapa (197-133 a.C.): Lograron conquistar la Meseta tras vencer la feroz resistencia que opusieron los pueblos indígenas, especialmente lusitanos y celtíberos.
- Tercera etapa (133-29 a. C.): Conquista de las tierras centrales y occidentales y las islas Baleares.
- Última etapa (29-19 a.C.): Fueron sometidas las tribus de cántabros y astures, con lo que se dio por finalizada la conquista de la Península.
La Romanización de Hispania (Siglo III a.C. – Siglo V)
La romanización fue el proceso histórico de aculturación que experimentaron los pueblos conquistados por Roma entre el siglo III a.C. y el siglo V. Estos grupos fueron asimilando los rasgos propios de la cultura romana: el latín, el derecho, las instituciones, las costumbres y las creencias religiosas (paganas primero y cristianismo después).
Los factores que favorecieron este proceso fueron la integración de los jefes indígenas en la administración, el asentamiento de colonos latinos, la urbanización del territorio y la concesión del derecho de ciudadanía romana. Las sociedades indígenas hispanas alcanzaron un grado de romanización intenso, salvo en el caso de los pueblos del norte.