El Siglo XX y las Primeras Estructuras Administrativas Españolas Dedicadas al Turismo
En este siglo se emprende desde el Estado la organización administrativa del turismo. El objetivo es fomentar unos destinos de calidad que atraigan al viajero extranjero. El despertar de esta nueva actividad será beneficioso para el Patrimonio Histórico, ya que recibirá la atención siempre reclamada de las instituciones culturales.
En 1900 se crea el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, al que se adscribe la Dirección General de Bellas Artes. Supuso la centralización de competencias del Patrimonio Histórico.
La Comisión Nacional de Turismo
El Conde de Romanones, en 1905, propone al Rey la creación de una Comisión Nacional de Turismo. El Real Decreto de 6 de octubre de 1905 funda esta Comisión, y esta regulación turística es pionera respecto a otros países.
El Conde de Romanones orienta las funciones de esta Comisión a captar al viajero extranjero como fuente de divisas que acelera la economía. El Decreto ofrece amplias expectativas no sólo para la nueva empresa, sino también para el progreso general del país, promocionando la imagen de España en el exterior.
Se celebran distintos Congresos Internacionales de Turismo en ciudades españolas. El V Congreso fue decisivo a la hora de contemplar la importancia que poseía el patrimonio para la industria turística. Además, acordó acometer la catalogación el Patrimonio como medida de protección.
Por último, propuso la mejora del servicio de ferrocarriles, de carreteras y los alojamientos.
El Marqués de la Vega-Inclán y la Comisaría Regia de Turismo
La Comisaría Regia de Turismo sustituye, por Real Decreto de 19 de junio de 1911, a la Comisión Nacional de Turismo y nace con mayor poder ejecutivo. A su frente está el Comisario Regio y ocho funcionarios ministeriales. La Comisaría tuvo una larga vida, hasta abril de 1928, en que fue sustituida por el Patronato Nacional de Turismo.
Es importante resaltar que en la Exposición de Motivos del Real Decreto permanecen los Bienes Artísticos como principal destino de turismo, que insiste en la conservación de la riqueza artística, y que no sólo considera la perspectiva del viajero extranjero, sino que abre las puertas al turismo interior.
El Marqués de la Vega-Inclán es el verdadero artífice de los éxitos de esta Comisaría. Él mismo fue un incansable viajero, experto en arte, conocedor de la organización de los museos más importantes de Europa y diseñó un programa de gestión turística con el fin de revitalizar la economía nacional.
Promocionó un turismo de alto nivel que introdujo a la Península en los circuitos del turismo europeo, pero sus objetivos se vieron reducidos al desencadenarse la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, en este tiempo aprovechó para divulgar la imagen de España.
La actuación del Marqués y de la Comisaría se puede resumir en una serie de ejes principales:
Infraestructuras de comunicación viaria y ferroviaria
La Comisaría intentó modificar la situación estructural e influir en la mejora de la entrada de viajeros. Las gestiones encaminadas a potenciar el desembarco en ciertos puertos, proponiendo viajes e itinerarios organizados al interior, supresiones de visados para los viajeros y fijando las tarifas de trenes especiales al interior, propiciaron el conocimiento de numerosas ciudades monumentales.
Infraestructuras hoteleras y red de alojamientos
Un aspecto digno de atención, entre lo realizado por la Comisaría Regia, fue la puesta en marcha de un nuevo tipo de hospedaje. En respuesta a la demanda del viajero de principios de siglo se habían construido grandes hoteles como el Ritz de Madrid y Barcelona, el Carlton en Bilbao y el Alhambra Palace de Granada.
Con todo, faltaban los hoteles medios que satisficieran a un público más amplio, de menor poder adquisitivo. Era otro objetivo que esperaba cumplir. Comienzan a implantarse este tipo de alojamientos con la Hospedería de Santa Cruz en Sevilla como iniciativa privada del marqués.
Le siguieron el Parador Nacional de Gredos en 1928 y el de Mérida en 1931, ya disuelta la Comisaría, y que fueron el origen de la posterior Red de Paradores Nacionales y Albergues de Carretera.
Propaganda para la difusión de la riqueza artística
El marqués fue una de las primeras figuras del siglo en viajar a EE.UU. e Inglaterra para promocionar nuestro país en el exterior. Para ello elaboró una cuidada labor diplomática con embajadores y personalidades de interés.
Centró la atención desde el primer momento en preparar su participación en las grandes exposiciones internacionales. La experiencia sirvió para dar a conocer España en un mercado emergente como el de EE.UU.
Otro punto que intentó la Comisaría fue la apertura de oficinas de turismo en el exterior. Con el fin de difundir el conocimiento de la historia y la cultura entre el público, se editaron durante la vigencia de la Comisaría cerca de doscientos títulos.
Conservación y rehabilitación de monumentos
La recuperación de monumentos urbanos fue una de las preocupaciones del artífice de la Comisaría. Se patrocinaron distintos proyectos para subsanar el abandono en que se encontraba la riqueza monumental y poder demostrar toda la belleza del Patrimonio de la nación.
El proyecto más importante se realiza en Sevilla, donde se interviene en los jardines del Alcázar y se restaura el recién descubierto Patio del Yeso.
Nuevas leyes de protección
Como resultado de la labor de la Comisaría se promulgaron nuevas leyes de protección de la Naturaleza, como la Ley de creación de Parques Nacionales de 1916 que condujo a la declaración como tales de los de Covadonga y Ordesa.
También se promulga:
- El Real Decreto de 1923: con la intención de acabar con el expolio, prohibiendo la enajenación de obras en posesión de la Iglesia.
- Decreto-Ley sobre protección y conservación de la riqueza artística de 1926: regulando la exportación y el comercio de antigüedades.
El Patronato Nacional de Turismo
El Patronato Nacional de Turismo sustituye a la Comisaría Regia en 1928 por Real Decreto de 25 de abril. Para entonces ya se había creado por Real Decreto, en 1926, la Junta Central del Patronato para la protección, conservación y acrecentamiento del Tesoro Artístico Nacional.
La organización administrativa del nuevo organismo dedicado al turismo dependerá del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. En la exposición de motivos del Decreto de 1928 se justifica la creación de este Patronato aludiendo al progreso “muy estimable” realizado durante los últimos tres años con “mínimos” recursos.