Evolución de las Monarquías en Francia e Inglaterra: Un Estudio Comparativo

Evolución de las Monarquías en Francia e Inglaterra

Tanto en Francia como en Inglaterra hay elementos comunes en su evolución, ya que ambos se mantienen al margen de los conflictos del emperador con el Papado y ambas monarquías se consolidan en la hereditariedad.

La Monarquía Francesa

  • En Francia va conformándose una monarquía centralizada desde mediados del siglo X hasta finales del siglo XII. Los Capetos tienen un poder limitado, ejerciendo poder únicamente en los alrededores de París y en Orleáns. De 1060 a 1180 se suceden tres monarcas, como son Felipe I (1060- 1108), Luis VI (1108- 1137) y Luis VII (1137- 1180). En este periodo se va configurando un poder real centralizado. Hay tres planos, donde se observa esta reacción:

I. Aspectos territoriales y organizativos. Van consiguiendo un aumento de las rentas del poder real y consiguen promover aquellos linajes más fieles, intentando dificultar el desarrollo de los hostiles. Influyeron en el mantenimiento de la paz, caracterizándose por una política de concesión de cartas de franquicia. Se favorece una política de roturaciones y de protección del comercio.

II. Política eclesiástica. Muestran sintonía con el Papado, que a menudo se refugia en los reyes de Francia. Todo ello pese que a los reyes intervienen en la elección de obispos y control de monasterios. La Iglesia proveerá de poder sacral a la monarquía. Hay una figura clave con Luis VII y Luis VIII, como es el abad Suger, de Saint- Denis.

III. Plena involucración del rey en el esquema feudovasallático. En principio el rey interviene cuando puede y luego se conforma como una figura clave, con los homenajes de los vasallos de los principados franceses.

El mapa político continuará siendo complejo. Frente a un centro y a un noroeste controlado, el occidente y el sur no están bajo el influjo real. Esta situación se complica con el repudio que Luis VII hace de su esposa, Leonor de Aquitania, privándose de ese territorio a la corona francesa. Posteriormente contraerá matrimonio con el duque de Normandía y Anjou, futuro rey inglés. Frente a esto la monarquía se consolida y es claro el principio hereditario de la monarquía, ungido el príncipe con el sacrum. El entorno del rey está más organizado, con numerosos vínculos de fidelidad hacia el rey. Esto se consolida con el monarca Felipe II Augusto (1180- 1223), con los objetivos de luchar contra los dominios de los Plantagenêt y contra la influencia de los reyes de Inglaterra, desde Enrique II. Para ello fomenta las desavenencias entre los hijos del rey (Godofredo, Juan sin Tierra, Enrique y Ricardo Corazón de León). Tras la muerte del Enrique II, hace lo mismo con Ricardo Corazón de León y con Juan sin Tierra, al que se le incautan los territorios franceses tras la Batalla de Bouvines en 1214, quedando sólo Gascuña como territorio de los Plantagenêt. Por otro lado intenta dominar el midi francés, a través de la participación en la cruzada contra los cátaros (en 1218 se toma Toulouse). Tras Felipe II aparece Luis VIII (1223- 1226), sucedido por la regencia de Blanca de Castilla. Desde 1223 a 1270 reina Luis IX, incluida una gran regencia, en la que la monarquía consigue rodearse de colaboradores e influir en el midi. Hacia 1250, coincidiendo con la muerte de Blanca de Castilla y con la derrota de la cruzada en Egipto, San Luis extiende su influencia hacia Navarra, que durará hasta el siglo XV. Asimismo apuntala su presencia en Flandes. En sus últimos años se vuelca en el Mediterráneo, apoyando a Carlos de Anjou, rey de Sicilia, hasta que las Vísperas Sicilianas truncan este avance. Un dato significativo es que, ya desde Felipe Augusto, el título será el de Rex Franciae, y no Rex Francorum.

La Monarquía Inglesa

  • Después del dominio danés de la corona inglesa, con Knut el Grande, la monarquía vuelve a manos de Eduardo el Confesor, penúltimo rey anglosajón del reino de Inglaterra. En 1066 el rey fallece y llega al trono Harold Godwinson, pero Guillermo el bastardo o el conquistador, duque de Normandía invade Inglaterra para exigir sus derechos al trono. Se produce la Batalla de Hastings, en 1066, donde se enfrentan los partidarios de Godwinson y los de Guillermo. Con el cambio de anglosajones por normandos también se produce un cambio en lo referente a la lengua, ya que aparece un dialecto anglonormando que se convertirá en lengua predominante. Se inaugura una nueva época en la monarquía inglesa, con un duque normando que controla territorios peninsulares e insulares, surgiendo una nobleza normanda, de origen danés, a la que el rey entrega tierras que luego podrá recuperar. El rey hace esta distribución cuidadosamente, y de cada condado o shires el rey será el mayor propietario (con la excepción de las marcas fronterizas de Gales y Escocia). Estos nobles no tenían sus tierras concentradas, para evitar la formación de bloques nobiliarios. En esta época aparece el Domesday Book, especie de catastro que registra las propiedades y las características de las tierras de los nobles. Guillermo I (1066- 1089) se asegura regalías como la acuñación de moneda, la construcción de fortalezas y la alta justicia. También promueve la llegada de la reforma gregoriana a las islas. Aun así este cambio no se debe sólo a la herencia normanda, sino también a otras herencias que el rey inglés aprovecha. Por ejemplo, el fyrd o hueste, el danegeld o impuesto destinado a los gastos de defensa cobrado por los normandos. Al frente de cada shire habrá un earl, pero la presencia real se personaliza en el sheriff o funcionario del rey. Al morir Guillermo sus propiedades se dividen entre Roberto, que recibe Normandía y Guillermo el rojo, que recibe Inglaterra. Roberto le cederá el ducado de Normandía a su hermano, que será sucedido por Enrique I (1100- 1135), que unifica estos territorios, al conquistar en 1105 el ducado de Normandía a su hermano Roberto. Enrique crea jueces itinerantes, reafirma las regalías y crea el exchequer u órgano centralizador de impuestos. A su muerte hay un problema sucesorio, que lleva al trono a Esteban I en 1135, sobrino del rey, en detrimento de Matilde, hermana de Enrique, y casada con Godofredo Platagenêt, conde de Anjou. Entre 1139 y 1150 tiene lugar en Inglaterra una guerra civil, entre los partidarios de Matilde y los de Esteban. Matilde y Godofredo tienen un hijo, el futuro Enrique II Plantagenêt (1154- 1189), casado con Leonor de Aquitania, repudiado por Luis VII. Esteban le reconoció como sucesor y llegó al trono Enrique II, como duque de Normandía, conde de Anjou y Maine y con poder en Aquitania. Enrique II se consagra a restaurar el poder real tras Esteban I, que había construido fortalezas sin regalías. También inicia el dominio sobre Gales, Escocia e Irlanda. Su reinado se denominará como periodo angevino. Todos estos reyes se centran más en lo que sucede en Francia que en lo acontecido en Inglaterra. Pese al conflicto con Thomas Becket, logra controlar a la Iglesia con las constituciones de Clarendon. También se rodea de una aureola sacral, siendo Rex Gratia Dei. Su reinado tiene importancia en lo jurídico, ya que se consolida la Common Law o derecho común consuetudinario, teóricamente consensuado entre rey y pueblo, no de origen romano. En lo militar continúa el fyrd, imponiendo gravosas prestaciones. También culmina la organización administrativa, con los curiales. Se distinguen dos planos en las rentas del Estado, las del propio rey, concentradas en el Hôtel Regio y las del Estado, con el exchequer, con sede en Winchester. También se consolida el territorio real, con el agregado del bosque a la corona. Tras la muerte de Enrique II reina Ricardo Corazón de León (1189- 1199), con la tercera cruzada y el combate a Felipe Augusto. Durante este decenio se intensifica el poder financiero. Con Juan sin Tierra (1199- 1216) se pierden todas las propiedades inglesas en Francia. Esta situación provoca crisis en Inglaterra, ya que los barones pierden sus posesiones, produciéndose una revuelta y apareciendo la Magna Carta, origen del Parlamento inglés. Tras su minoría de edad llega al poder Enrique III (1226- 1258), durante el cual se consolida el poder del rey y de su consejo, configurándose el Parlamento Medieval, formado por 24 barones, 12 elegidos por el rey y 12 elegidos por el Parlamento. En 1258 los barones contaban con un líder, en la figura de Simón de Montfort (1258- 1265), que cuenta con el título de Senescal del rey. En este periodo de dictadura se consolida el Parlamento, que no actuará sólo en lo fiscal, sino también en lo referente a legislatura. Tras la muerte de Simón se estableció un paz que llevaría al gobierno a Eduardo I.

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