De las Sociedades Rurales a la Ilustración
Sociedades Rurales: La Agricultura como Base Económica
La agricultura (y la ganadería) de autoconsumo predominaban, aunque algunos sectores iniciaban procesos de especialización. Los rendimientos eran bajos, con utillaje y técnicas tradicionales, y una fuerte afección de enfermedades y plagas. Las malas cosechas provocaban alzas de precios, generando crisis de subproducción y subsistencia en cada generación. La tierra, su propiedad, dominio y trabajo, seguía siendo la base de todo, con poca disponibilidad en el mercado.
Sociedad Orgánica
Se caracteriza por:
- Biológica: Depende del ciclo biológico (energías y equilibrio población/recursos).
- Natural: Depende del ritmo de la naturaleza (tradición).
- Integrada: Cada individuo cumple una función con sentido social.
- Concepción como Organismo Vivo: Campesinos que trabajan y producen, sacerdotes que explican el mundo y señores que protegen a todos.
- Carácter Cerrado: Todo para la comunidad, nada para el individuo, nada procede del exterior.
- Estructura Corporativa: Estamentos, linajes, órdenes, colegios, gremios, territorios, universidades, cofradías, rangos, consejos, vecindades, etc.
1. La Sociedad Estamental: Jerárquica, Desigual y Privilegiada
Ausencia de derechos individuales, pero con “fueros” grupales. Escasa movilidad social, con un difícil tránsito entre estamentos. Cargas desigualmente repartidas, como impuestos y levas. Privilegios exclusivos de ciertos grupos, como cargos, oficios, exenciones y diezmos. Un mundo simbólico visibilizaba esa división social: “Honor, estatus, privilegio y prestigio pugnan frente a la riqueza material. Pureza, linaje y casta son sentidos extendidos en todo el mundo tradicional”. Existían profundas diferencias internas en los estamentos.
2. La Continuidad Estamental se Protege con Normas
En la Tierra:
Se reducía su disposición/circulación o la competencia. La tierra estaba amortizada y vinculada, fuera del circuito de bienes de compra/venta. Mayorazgo, manos muertas y comunales eran expresiones de la vinculación. El objetivo era proteger la continuidad orgánica y comunitaria. El mayorazgo protegía el patrimonio: heredaba uno solo; era indivisible (no se preveía la mengua de patrimonio/prestigio); indisponible (el propietario usufructuaba). La tradición determinaba las técnicas y modos de explotación de la tierra: tipo de vinculación señorial o de relación libre (aparcería indefinida sobre cosecha; arrendamiento corto a pago fijo), impuestos y cargas a señores e Iglesia (diezmo y primicia), formas de explotación, derechos de paso o de uso tras la cosecha, solidaridad comunitaria, etc.
En los Oficios de la Manufactura:
Se protegían con los gremios y sus ordenanzas. Todo estaba regulado, controlando una economía cerrada frente a la innovación. El sistema de aprendizaje incluía maestro, oficial y aprendiz. El gremio era un espacio comunitario: físico, ritual, de solidaridad y jerarquía. Los no cualificados y los rurales no tenían oficios. Surgió una oportunidad para los innovadores: el Verlagssystem. Este procedimiento esquivaba al gremio y disociaba capital/trabajo. Los conflictos en torno a los gremios se debían a su excesivo control (que terminó en su abolición y en el laissez faire), su cerrazón a nuevos miembros y su rechazo a productos generados al margen de ellos.
En el Comercio:
Se aplicaban políticas de precios. Los mercados estaban muy regulados, al servicio del abastecimiento y el precio (para evitar conflictos). La libertad de comercio llegó en el siglo XVIII para estimular la producción de grano, dando lugar a tensiones, incremento de precios y fin de la protección tradicional. También se implementó el proteccionismo. El comercio internacional funcionaba con compañías privilegiadas por la corona, con exclusividad para comerciar en un área (Indias Occidentales y Orientales). Pero sus exigencias desbordaban los límites (necesitaban mucho capital, previsión, seguros, gestión), dando lugar a las sociedades mercantiles con títulos de propiedad parcial (acciones, bolsa, seguros) que anticipaban el futuro capitalista. Destacaron empresas inglesas y holandesas.
Imperios y Estados-Nación
a) Los Estados-Nación: Tienen solo tres siglos y se generalizaron hace 70 años. No son una forma política inevitable, natural, necesaria, mejor o más avanzada. Fueron la forma más eficaz para la moderna competición por los recursos. Buscan la igualdad y homogeneidad (un único pueblo en un único espacio formando una unidad política), desde la idea de autonomía: “política de la igualdad” (igualdad como obsesión). Se apoyan en una soberanía impermeable, indiscutida, única y total.
b) En los Imperios: Se desarrollaron algunas ventajas típicas de los Estados-Nación. Estos surgieron de los imperios, pero luego aquellos tomaron la forma imperial. Los imperios fueron el escenario en el que los pueblos calibraron sus posibilidades. Son grandes unidades políticas estatales que se soportan en la diversidad y la desigualdad gobernadas desde un centro despótico: “política de la diferencia” (la diferencia como oportunidad y hecho, no como obsesión). Manejan una soberanía compartida, fragmentada, estratificada, diversa y hasta difusa.
Ninguna realidad política es natural; todas son contingentes. Pero imperio y Estados-Nación no presuponen garantías de despotismo o derechos. Son sociedades equilibradas inestablemente, pero cuyo desarrollo tiene un límite, [solo rompiendo el ciclo, incidiendo desde fuera, introduciendo factores externos, se puede alterar su desarrollo].
Revolución Agraria desde el Siglo XVII
Se caracterizó por una mentalidad individualista, enclosures en Inglaterra y Gales, selección de semillas y razas, innovaciones en rotación de cultivos, abonos ajenos al ciclo orgánico, cuestionamiento de las garantías para la»economía mora» e innovaciones de utillaje y maquinaria.
Grandes Cambios en la Manufactura
El Verlagssystem esquivó las limitaciones gremiales y disoció capital y trabajo. Los comerciantes y los innovadores introdujeron nuevas técnicas. A partir de la lanzadera volante se revolucionó la tecnología del algodón. La racionalización alcanzó al control de tiempos de trabajo y sus formas: sobre esa novedad organizativa incidieron las innovaciones tecnológicas. El incremento de los negocios forzó nuevas formas mercantiles y financieras.
1. Monarquía Absoluta, pero Soberanía Fragmentada
La monarquía absoluta (vg. Luis XIV) era el modelo: síntesis rey-estado-pueblo en un territorio, soportada en una administración cada vez más eficaz y con más recursos (fiscalidad). El poder del príncipe era por definición incondicionado, absoluto, único e ilimitado, pero no arbitrario (sometido a tradición, fueros y contratos), y legitimado por Dios o la tradición. Sin embargo, el Estado era incapaz de llegar a todo el territorio, ni lo precisaba: concentraba su presencia en espacios y funciones. Para generalizar su presencia pactaba con señores y poderes locales: es la soberanía fragmentada. El príncipe trataba de recuperar poder frente a sus “gestores” (asambleas), lo que daba lugar a conflictos.
2. Absolutismo Ilustrado: Recuperar el Atraso o Fortalecer el Estado para Fortalecer al Príncipe
Objetivo: Imponerse a los cuerpos intermedios: nobleza, iglesia, territorios, ciudades, asambleas, etc., que se aprovechaban de un Estado no suficientemente extendido, inacabado.
Cómo: Modernizando, organizando mejor, racionalizando y concentrando/centralizando el poder.
Consiguiendo: Un poder más extendido, con menos trabas, organizado y eficaz, con recursos, con dimensiones y capacidad, unificador, percibido en su fortaleza dentro y fuera.
Medidas: Reforzar el ejército; modernizar el sistema fiscal y burocrático estatal; limitar diversidades territoriales; visibilidad interna y externa (unidad idioma estatal, infraestructuras culturales, sociedades patrióticas: ¿una pulsión protonacional?); justicia más benigna (monarca poderoso y magnánimo, avances en libertad de conciencia); modernizar la economía (adelantos técnicos, fisiocracia, infraestructuras, reales fábricas, liberalización precios, compañías privilegiadas, repoblación de comarcas, explotación privada de tierras); mejorar la instrucción pública (universidades, pero no escuelas).
3. Choque entre Poderes
Con la Iglesia: Un Estado dentro de otro Estado: un antiguo pulso de poderes y legitimidades. El príncipe respondía limitando sus capacidades y privilegios, y favoreciendo mayor tolerancia de conciencias. El choque favorecía el regalismo (galicanismo; a otro nivel, anglicanismo). En ocasiones también la expulsión de los jesuitas, confiscación de bienes.
Con los Territorios (el Pulso Foral): Concentración del poder del príncipe a través de sus funcionarios. Reducción de jurisdicción de los agentes locales. Supresión de diversidades de fuero, privilegios, gobiernos propios. Unificación jurídica.
Con los Nobles, las Ciudades, los Territorios, los Gremios: Búsqueda de recursos por muchos gastos del Estado: más presión fiscal, control contrabando, estancos, obligaciones de comercio, privilegios comerciales, liberalización de precios y mercados, competencia de reales fábricas, aduanas a fronteras, supresión de privilegios fiscales, etc. Asambleas suspendidas o no convocadas.
Movimiento de la Ilustración
Primacía de la razón (universal, igual para todos). Papel esencial de la ciencia y de la técnica. Afirmación del derecho a la libertad y la felicidad terrenas. Rechazo de la explicación providencialista. Desacralización y laicización de la sociedad y de la vida. Cuestionamiento de todo conocimiento fundado en la tradición, la revelación, el prejuicio, la rutina o la autoridad no contrastada.
La»Gran Brech»
1 (Explicación). Paso de un sistema mundial policéntrico a otro dependiente, con un centro (Europa NW) y una periferia. La distancia que se establece (e incrementa) entre las regiones desarrolladas y las no desarrolladas del mundo.
2 (Explicación). Los desequilibrios mundiales en el control de las riquezas que se producen entre 1780 y 1830. Desarrollo del potencial del área NW europea por la Revolución Industrial. Estancamiento productivo de las áreas tradicionalmente dinámicas (China e India). Política agresiva (militar y comercial; finalmente colonialista) del “mundo blanco” para controlar la economía mundial. Extensión de los modelos productivos y comerciales aprendidos de la economía esclavista.
Fundamentos Ideológicos de la Contemporaneidad
Ideas y Fundamentos de la Contemporaneidad
Una idea: el individualismo liberal. Una fórmula política: el constitucionalismo. Una relación con la naturaleza: el desarrollismo industrial. Dos sistemas económicos de aplicación de ese desarrollismo: el capitalismo y el comunismo.
Imperativo Categórico de Kant
Actúa como si fueras legislador de un reino universal de los fines. Actúa como si tu juicio pudiera convertirse en ley universal. Considera al ser humano siempre como fin y no como medio. El valor moral de la acción lo determina el motivo, no el resultado. El Deber (resistir al impulso del mal) es la más alta facultad moral. Libertad individual – autonomía moral de la persona – ser humano como fin.
Soportes Ideológicos de la Modernidad
La confianza en el futuro. La fe en el progreso. La fuerza de la razón. El desafío de la libertad.
Contractualismo
Responde a la pregunta de por qué los humanos vivimos en sociedad y examina la naturaleza, origen y justificación del poder político. Una sociedad es liberal cuando sus ciudadanos pueden presentar sus diferencias de opinión como personas libres e iguales en una discusión pública y bajo condiciones justas: Igualdad ante la ley (Estado de derecho). Igualdad de oportunidades de participación (derecho real e igual al voto y al espacio público). Una dotación suficiente de oportunidades en la vida social. Sus autores principales fueron Hobbes (“El Leviathan”), John Locke (“Ensayo sobre el Gobierno Civil”) y Rousseau (“El Contrato Social”).
- Thomas Hobbes: Concepción humana: pesimista; cesión del poder: absoluto; forma política: absolutismo monárquico; desarrollo futuro: Estado fuerte.
- John Locke: Concepción humana: no entra al tema; cesión del poder: revocable; forma política: democracia liberal; desarrollo futuro: Estado no intervencionista.
- Jean Jacques Rousseau: Concepción humana: optimista; cesión del poder: controlado; forma política: democracia directa; desarrollo futuro: comunitarismo.
(Definición): La búsqueda del beneficio particular, desarrollada libremente en determinadas condiciones, propicia el beneficio colectivo o universal por acumulación de intereses y resultados.
(Consecuencias): La felicidad proviene de la libertad individual más que de la planificación a cargo del Estado. El Estado solo debe proporcionar las garantías básicas para el desarrollo de la libertad. La búsqueda de la felicidad personal mediante el beneficio o la riqueza ya no es considerada egoísta o viciosa. El mercado armoniza la sociedad y la confrontación de intereses particulares.
Ideología
Conjunto compartido de conceptos y valores que pretenden describir el universo político, señalar objetivos para intervenir y definir las estrategias necesarias para alcanzarlos.
Grandes Mutaciones Técnicas o Económicas que Generan Grandes Cambios en los Sistemas de Valores
- En Sociedades Agrarias (Economías de Subsistencia): Valores de tradición, jerarquía, autoridad, etc. Respuesta fatalista y conservadora de una humanidad ante los límites de su conocimiento humano sobre el mundo y la sociedad.
- En Sociedades Industrializadas (Economías de Producción): Valores de progreso, cambio y competitividad socioeconómica, productivismo, libertad política, etc. Respuesta optimista: el hombre es capaz de construir el futuro de la sociedad, de hacerla avanzar hacia un progreso ilimitado basado en la aplicación de la ciencia y la tecnología.
- En Sociedades Postindustriales (Economías de la Información): Valores de realización personal, diferenciación individual frente al grupo, autonomía en el trabajo, libertad de relación social y sexual, etc. Respuesta relativista: ya no se trata de riesgos ignorados o incontrolables sino de los riesgos de futuro que el mismo ser humano genera (enemigos invisibles, riesgo ambiental, crisis nuclear, etc.).
Los»Ismo»
- Liberalismo: Propone un orden diferente al Antiguo Régimen. Individuo (contractualismo). Progreso y dinamismo social. Libre competencia. Propiedad. Estado y autoridad política limitados. Legitimidad de autoridad política por adhesión.
- Conservadurismo: Reacción de las clases privilegiadas al liberalismo. Comunidad antes que individuo. Comunidad natural y orgánica (no por contrato). Jerarquía y tradición legitiman poder y sociedad. Pesimismo antropológico. No confianza en cambios (progreso). Temor y descreimiento de las abstracciones políticas. Estado reducido al verse con temor. Defensor de la sociedad: familia, religión, patria, etc. Propiedad (derecho natural), pero paternalismo. Tradicionalismo o legitimismo: negación de todo lo liberal.
- Socialismo: Contra las contradicciones del liberalismo. Optimismo humano: ser sociable, solidario, justo. Igualdad y utopía igualitaria. Distribución de los recursos. Confianza en el progreso; legitimidad en el futuro. Papel organizador del Estado. Dos vías (de organización sociopolítica y de acceso al poder): Gradualismo y democracia (socialismo, laborismo). Revolución y poder popular (comunismo, leninismo).
- Anarquismo: Rechazo de la autoridad. Supremacía del individuo. Poder como causa negativa principal. Autogestión y federalismo organizativo. Sociedad como acuerdo libre de individuos. Acción y democracia directa. Propiedad colectiva.
- Nacionalismos: La nación como expresión simbólica central y protagonista de la acción política. La semejanza cultural como vínculo social básico. El individuo inserto en la comunidad histórica: su proyecto se vincula al de ella. Una forma estatal para cada comunidad nacional (y solo uno). La nación sin Estado es un proyecto inacabado que reclama la acción política. La unidad nacional convertida en fundamento social.
- Fascismos: Solución superadora del impasse de sociedades liberales, pero contra el socialismo internacionalista. Individuo subsumido en la comunidad nacional. Jerarquía y Estado autoritario y corporativo. Estado extremadamente fortalecido y despotismo social. Nacionalismo exacerbado como expresión de la comunidad. Concepción desigual: élites, razas superiores e inferiores. Hostilidad a lo extraño y rechazo de minorías. Culto y obediencia al líder supremo (Führer, Duce, Caudillo).
- Fundamentalismos: La creencia religiosa organiza la sociedad civil. La comunidad de creyentes como sujeto político. Pensamiento uniforme y rechazo de la diferencia.
De la Rebelión a la Revolución Social
Rebelión vs. Revolución
Rebelión: Reacción popular espontánea respondiendo a decisiones del poder sobre precios, subsistencias, impuestos (gabelas), rentas o temas simbólicos. No pretende cuestionar la autoridad ni el sistema, sino corregir un mal concreto. Es solo reactiva. Su palabra es “contra”, “abajo”, “no”.
Revolución: Lo cuestiona todo. Pretende transformación radical. Planifica una acción. Aprovecha y da forma a un descontento. Es alternativa y reconstructiva, aspira a un orden diferente del anterior. Su palabra es “por”.
Revolución como Proceso
1) La Conquista del Poder: Crisis profunda que reduce legitimidad y que da soporte al poder. Alternativa formulada con pertrecho ideológico y estrategia de acceso. Hecho concreto desencadenante. Sustitución del poder político.
2) Consolidación de la Revolución: Reacción del poder desplazado. Compiten sectores revolucionarios. Surgen propuestas sociales en la revolución política. La revolución se detiene en un punto y se identifica políticamente.
Jacobinismo
No es centralismo. La concepción de que son nacionales los que respetan una misma ley y están sometidos a un mismo poder establece una tradición centralista por reacción a la presión interior (Vendée) y exterior (potencias absolutistas), y por desarrollo político de la unificación del universo de los ciudadanos (ley, escuela, servicio militar, tradición republicana, etc.). El jacobinismo es la base del nacionalismo francés. Es una manera de entender la revolución y la política. Concepto básico de “voluntad general” (Rousseau). El poder legítimo no es la suma de voluntades individuales, sino esa “voluntad general” (bien común) interpretada por el revolucionario. El bien común se impone por fuerza (y por su bien) al ciudadano, hasta llegar incluso al terror virtuoso o a justificar la violencia política. Concepción dogmática, determinista, totalitaria e innegociable (el problema del totalitarismo en la utopía y su sentido ajeno a la voluntad humana). La libertad verdadera es el sometimiento del individuo a la colectividad (subordinación del derecho individual al interés colectivo; de Rousseau a Lenin).
Antirrevolución
Al individualismo; al utilitarismo hedonista; a la relación no mediada con el estado; al iusnaturalismo; a la consiguiente soberanía nacional; a la centralización estatal; al autoritarismo social; al progreso; a la idea de bondad humana; al hombre abstracto; al contractualismo; al pensamiento abstracto; a las utopías; a la ingeniería social; a las consecuencias de la conciencia histórica; al espíritu innovador.
Respuestas Reaccionarias, según Hirschman
La afirmación de la igualdad ante la ley y los derechos civiles (Revolución Francesa) es respondida con la idea de la perversidad (toda acción deliberada para mejorar el orden social solo consigue empeorar el objeto). La afirmación del derecho universal al sufragio y a la democracia es respondida con la idea de la futilidad (las tentativas de transformación social resultarán a la postre inválidas, ineficaces en su objetivo). La afirmación del Estado social o benefactor es respondida con la idea de riesgo (el coste del cambio es demasiado alto y pone en riesgo logros anteriores y apreciados).
Revolución Social
La revolución que prospera en el siglo XIX es de carácter político, liberal y burgués. En su seno se han manifestado demandas de orden social importantes, sin éxito. Las demandas sociales siguen ocupando gran papel en las nuevas revoluciones políticas. La revolución de contenido social se suma a la de tipo político liberal (y a la nacionalista). 1848 es el momento de eclosión de esa demanda social en las revoluciones. La Comuna parisina (marzo-mayo 1871) señala el fracaso de esa revolución social decimonónica. El socialismo se formula como ideología de esta revolución social. La difícil situación socioeconómica del pueblo empuja las revoluciones políticas. El elemento popular va de la mano del burgués en la revolución. Pero los resultados y beneficios finales son contradictorios. Sus demandas son políticas, de derechos, pero también las del maximun o el abastecimiento urbano. Esos motivos animan las journées revolucionarias (más que cualquiera otro). El elemento popular se expresa en grupos como los sans-cullotes o los levellers. Proponen en general sociedades utópicas de pequeños propietarios frente a los acaparadores.
Causas Sociales del Malestar Popular en las Revoluciones: Crisis económicas de sociedades de Antiguo Régimen (y de después). Fin de la “economía moral” (y reglamentada) por exigencias del desarrollismo capitalista. Efectos muy negativos iniciales de la industrialización (salarios, urban penalty). Exclusión social y política del pueblo (no acceso a derechos civiles reales; pérdida del control del trabajo).
Lo Social antes del Socialismo:
1) Sujeto: Enragés, radicales y cartistas UK, republicanos continentales, pueblo liberal, conspiradores carbonarios, demócratas, socialistas, progresistas, revolucionarios, comunistas, societarios, sindicalistas, etc. [Conforman o coinciden con el Movimiento Obrero, pero no siempre o en todos los casos: no todo movimiento social es obrero].
2) Idea: Derechos civiles, protección social y una idea general de igualdad (nivelación).
3) Ideología: El socialismo en sus diferentes versiones y fases, apoyado en la idea de que la libertad política y jurídica de la Revolución Burguesa es incompatible/imposible en la realidad práctica con la desigualdad social.
4) Objetivo: Una sociedad igualitaria (en diversas fórmulas) donde la propiedad esté al servicio de la mayoría social, del pueblo.
Las Tres Corrientes del Socialismo Moderno
1) Sigue la Influencia de Proudhon: Sobre todo en Francia, pero no solo. Muy penetrado en la cultura artesanal en proceso de proletarización. Partidario de la asociación obrera al margen del Estado (y sin que este intervenga en lo social). No participación política electoral (aunque Proudhon fue diputado). El mutualismo incrementará la presencia popular y obrera hasta hacerse con el control de la sociedad. No formula una propuesta revolucionaria, sino progresiva. El poder del pueblo se hace patente en su creciente presencia y no en sus enfrentamientos puntuales.
2) El Socialismo Marxista: Se desarrolla sobre todo en Alemania y UK (aquí sin propuesta revolucionaria). La burguesía se apropia de trabajo no pagado (plusvalía) y eso lleva a la confrontación de clase. A esa confrontación hay que darle respuesta política y social. La revolución expropia el poder y la riqueza burguesas, y propicia la emancipación obrera. El estadio social revolucionario es el socialismo y el comunismo. En ellos, el trabajador acaba con la alienación a que le condena el trabajo asalariado.
2.1) Estrategia Marxista: Lucha política. Acción institucional (electoral) y revolucionaria (conflicto laboral y social). Derribar el Estado burgués y sustituirlo por otro proletario. A través de partidos jerarquizados y disciplinados. La revolución como proceso final planificado. La desigualdad económica como causa de males. Transformar la sociedad para transformar a las personas.
3) Socialismo Libertario: Se extiende por España, Italia, Suiza, Francia, USA, América Latina, Japón, Corea, etc. Revolucionario, colectivista o comunista. Contra la propiedad privada. Contra el sistema de poder burgués. Confrontación de clase inevitable. El “sujeto histórico” no es tanto el obrero como el explotado, el rebelde social. Confía en la espontaneidad revolucionaria del pueblo y no en estrategias ajenas o en élites políticas revolucionarias. No hay necesidad de conquistar el Estado para transformar las cosas; hay que destruirlo. No a la participación electoral ni a los partidos. Acción fuera del sistema. El origen de los males es el poder. Solo el “hombre nuevo” alumbra la nueva sociedad (confianza en educación, conciencia, realidades anteriores a la revolución, vivir como si la revolución fuera un hecho). Organización de la sociedad futura mediante comunidades autónomas relacionadas por acuerdo libre federal.
El Estado Moderno y la Construcción de la Nación
Estado Moderno
1) Definición: Es una organización política que, en ejercicio de su soberanía, reclama para sí el monopolio de la violencia legítima en un territorio delimitado por las correspondientes fronteras, cubriendo estos objetivos mediante la especialización y subsiguiente integración de una parte de la población en una administración pública profesional y permanente.
2) ¿Cómo se Hace?: Ese monopolio se ejerce a través de medios coercitivos que preserven la seguridad interior y exterior (policía, ejército), y a través de un sistema de recaudación (hacienda) que proporcione recursos para esa y otras necesidades. La especialización de una parte de la población en tareas permanentes y profesionales de gestión pública. La necesidad de homogeneizar el derecho en el interior del territorio y de sostener con el mismo la seguridad jurídica de los ciudadanos (derechos y propiedad) en lo público y también en lo privado (“son nacionales los gobernados por una misma ley”). La identidad de derechos soporta y se soporta en las identidades colectivas (nacionales) que necesita el Estado para su existencia más allá de lo formal (una cultura política y una cohesión social que lo sostenga sin coacción expresa). El Estado supone la despersonalización última del poder político, la objetivación del poder, su racionalización, al ser identificado como Institución (con algo tan abstracto como la nación o el pueblo) y no con los hombres o mujeres que lo ejercen.
3) Características del Estado Contemporáneo: Monopoliza la soberanía en nombre de un poder despersonalizado y abstracto (la nación o el pueblo y no el monarca) y llega progresivamente a todo el territorio y a sus ciudadanos, asumiendo nuevas funciones. En definitiva, deja de ser un poder fragmentado.
Las 3 D’s
1) La Disposición del Estado hacia los Problemas de sus Ciudadanos: Abordar los problemas ciudadanos antes mediante programación integrada y sistemática (presupuesto, ministros, gobierno, leyes, planificación, poderes divididos, etc.): del Estado reglamentista del siglo XVIII al previsor moderno; de la reacción a la intervención planificada. La distancia entre público y privado se difumina también (por la emergencia de lo social y) por:
a) Estatización de la Sociedad: El Estado se ve llamado a actuar en todo [se empieza a considerar la administración del Estado como la de “una familia cuyos asuntos cotidianos han de ser cuidados por una administración doméstica gigantesca y de alcance nacional”].
b) Socialización del Estado: Se le demanda más atención y capacidad [por eso es asumido como necesidad y como propio por los ciudadanos]. Su extremo final es el estado de bienestar (“de la cuna a la tumba”; segunda mitad del siglo XX). Dotado de recursos (presión fiscal) e interviniente en las esferas privadas (reglamenta todo). Razones de fuerza histórica y de desarrollo del liberalismo utilitarista e igualitarista: el Estado ha de proveer bases de igualdad para hacer real la libertad. El Estado como otra “industria de la economía”.
2) El Despliegue de Sucesivas Fases de Derechos de los Ciudadanos:
Fase I: Revolución liberal burguesa: primero derechos civiles (libertad de conciencia y expresión, igualdad jurídica, defensa de la propiedad). Pero contradicción entre libertad e igualdad. Estado liberal-burgués apoyado en aristocracia-burguesía (frente al pueblo y a la aristocracia tradicional y su sociedad orgánica y paternalista). Derechos civiles solo teóricos: un ciudadano tan libre como desprotegido. El estado como protector de los propietarios (“consejo de administración del capital”).
Fase II: Presión para alcanzar el sufragio y cambiar las cosas en términos de igualdad social. El estado se democratiza: (sufragio universal, derechos civiles, intervencionismo, el pueblo en la agenda política, más servicios, mejor fiscalidad) visión preventiva y/o paternalista-religiosa (nostálgica del comunitarismo). Cambia la visión del estado y gana en base social de apoyo: de enemigo a “tabla de salvación” (o como instrumento para lograr la igualdad) para socialdemócratas (Lassalle, Bernstein) y católicos (Rerum Novarum), pero no para revolucionarios.
Fase III: Estado del Bienestar tras 1ª y 2ª Guerra Mundial: más Estado y más legitimado en tanto que proveedor de bienes y servicios a la comunidad. Se atenúan la confrontación de clase y las tendencias revolucionarias. El estado somos todos (propiedad y al servicio de los ciudadanos). Luego, todo quiebra (o al menos cambia) con la crisis de comienzos del siglo XXI.
3) La Dotación Progresiva de Recursos Materiales e Ideológicos: Más funciones, más derechos que proteger, más responsabilidades, más jurisdicción llevan a mayores dimensiones del estado (en lo material y en lo ideológico; solo a finales siglo XIX). Necesidad de organizar a la población a gran escala: gran importancia del factor militar y fiscal (para lo militar), y afán por clasificar (ordenar y controlar para cobrar impuestos) a la población y al territorio.
Obligaciones del Estado
:
1) Asegurar y unificar el primer derecho: una declaración de derechos es garantía para los ciudadanos y obligación para el Estado. El poder del Estado es el de “llevar el derecho” a todos los ciudadanos y a todo su territorio. La obligación del Estado conlleva su poder y derecho a regular y controlar la vida ciudadana. La ley igual y para todos es el argumento ideológico principal del Estado moderno. El Estado moderno se apoya en una idea universal y positiva del nuevo derecho (Código Napoleón). Son ciudadanos los que responden a la misma ley; el Estado solo se obliga con sus nacionales. 2) La guerra «engorda» el Estado: la guerra obliga a la recluta masiva, lo que supone controlar y conocer la población, y estimularla mediante la pasión (nacional, ideológica) o el recurso económico. La guerra moderna precisa de muchos recursos, dinero y organización. La tecnología militar cada vez es más cara. Ello obliga a controla la población de nuevo para extraer de ella recursos fiscales. También hay que mejorar su capacidad para tener más y mejores soldados. Ello propicia una atención a su salud básica y un estímulo de la natalidad. También el adiestramiento básico y hasta la formación. Pero la necesidad de nueva tecnología obliga a investigar, hacer grandes inversiones estatales (ferrocarril, comunicaciones rápidas, almacenamientos), incentivar y apoyar empresas (metalúrgicas, navales), acordar con banqueros, prestamistas y comisionistas.La guerra “engorda” el Estado y los dos se convierten en una economía para los privados. 3) Seguridad interior: el Estado se debe imponer como la única violencia. Eso le legitima como instrumento para asegurar el imperio de la ley común e igual. El Estado impuso por la fuerza su monopolio de la violencia y del uso de las armas (y los ciudadanos tenían muchas). Esa “conquista” fue muy costosa: el siglo XIX fue muy convulso y violento en el interior de los países. El Estado crea policías especializadas distintas del Ejército. En ello hay una clara dimensión de clase: defender la paz interior y la propiedad (Hobbes). El Estado aparece así como el enemigo supremo de los disidentes políticos y sociales (revolucionarios). Es una violencia con dimensión de clase: el Estado como el enemigo de la revolución. 4) Jurisdicción estatal: sanidad y abastecimiento, y normas sociales: tener más sanos y mejor alimentados a sus futuros soldados y actuales ciudadanos; desarrollar cuerpos de sanidad y técnicas preventivas. Educación: formar a la población en conocimientos básicos y normas de comportamiento para cada grupo o género, así como identificaciones nacionales y culturales con el Estado. Intervención social preventiva: pensiones y seguros de enfermedad, y medidas para proteger al individuo en situación de incapacidad para el trabajo. Formación de una burocracia y una policía eficaces:. Desarrollo de una agricultura y de un comercio que provea continuamente de recursos a la población y que proteja la posición de las economías del país conforme a lo que interesa en cada momento. Instituciones económicas que aseguren desde el Estado la continuidad y posición de las empresas del país: banca nacional, deuda pública, estabilidad de la divisa. Infraestructuras públicas: transportes y comunicaciones, desarrollo de las ciudades, visibilidad exterior e interior por la vía de símbolos y recursos culturales. Por necesidades de las guerras o por la mera extensión de su actividad, la jurisdicción del Estado.
El proceso de nacionalización:
El Estado moderno aspira a un control monopolístico de la lealtad de sus ciudadanos. En ese proceso choca con otras lealtades grupales (religiosa, territorial, étnica…). Necesita imponer su adhesión por encima de otras en un proceso de homogeneización y cohesión ciudadana constante y dinámico. La adhesión a un poder abstracto (nación, pueblo) necesita de un imaginario colectivo nuevo y corporeizado. Hay que construir una lógica y un sentimiento que una a personas que no se conocen. Porque una nación es “una comunidad imaginada». El proceso de nacionalización es lento y dinámico, imprevisible, y en el actúan tanto el Estado como otros mecanismos y protagonistas de orden social (élites, iglesias, asociaciones, publicistas…). La forma política (Estado) es esencial en la creación del espíritu nacional (patriotismo). Los nacionalismos alternativos al Estado-nación operan básicamente desde su cuerpo social.
La nación se construye:
La idea de nación como “cultura compartida” es una construcción social. Hay instrumentos de construcción de la nación, mecanismos de nacionalización:
escuela y Ejército; pero también urbanización, organismos nacionales, prensa y opinión pública, campañas, oposición al “otro” (guerras nacionales), hitos nacionales (héroes, mitos). Proceso costoso en el tiempo, de resultados diversos y que genera tensiones. La homogeneización puede chocar con otros proyectos nacionales internos o externos. La homogeneización nacional es paralela a la política (ciudadanía igual) y a la industrial. El nacionalismo (en su versión estatal o en la de aspirante a un estado) crea la nación. Sobre un precedente de identificación (no “inventa” la nación) que se toma por esencial. Pero la nación no es previa, salvo en visiones primordialistas. El tiempo de la nación es el del Estado contemporáneo: sin uno no hay otra (Gellner). El nacionalismo se resume en “a cada nación un Estado, un Estado para cada nación”. El nacionalismo no dice cómo organizar la sociedad sino quién pertenece a ella: por eso necesita un complemento ideológico concreto (liberal, socialista, conservador…).
Dos modelos tradicionales de nación (y de nacionalismo):
El cívico o político: adhesión voluntaria individual, soportada en igualdad jurídica, común sometimiento a una ley y participación en esa voluntad. El cultural o étnico: reacción contra la anterior cosmopolita y abstracta. La nación es previa, constituida por raza, lengua, historia, costumbres, religión, espíritu… Confronta el individualismo liberal abstracto/universal ilustrado con la reivindicación del hombre concreto y miembro de una comunidad natural, el pueblo. Objetivo/subjetivo. La nación y sus caracteres proporcionan identidad al ciudadano, su destino individual ha de ligarse al de la nación. La nación es superior al individuo y al Estado, y anterior a él. Este se realiza en el seno de la nación. Planteamiento habitual en naciones sin Estado. Las abstracciones universales sirvieron a algunos estados para imponerse sobre otros en pos de la idea de “progreso”. Pero la idea de superioridad “natural” de la nación sobre el “artificio” estatal fue característico de las exageraciones históricas del nacionalismo del siglo XX.
La política en la contemporaneidad:
La nación supone una “sociedad política”: se construye una nación porque hay una nueva sociedad soportada en otras legitimidades, voluntarias y participativas. Se es nacional porque se tienen derechos y éstos se han de ejercer. De otra manera, la nación no sería tal y la ciudadanía no existiría: los derechos son exigencias de la nueva legitimidad del poder. La política ya no es patrimonio de pocos, ni tampoco algo excepcional o recóndito. La política invade la contemporaneidad. Se pasa del dogma único, de la jerarquía ajena y de la exclusión de la mayoría a la competencia de opciones para sostener unos mandatarios cambiantes por decisión de mayorías. Al menos en teoría. Las sociedades se unen para hacerse nación y se dividen a un tiempo entre sus diferentes proyectos cuando hacen la nación. La soberanía nacional efectiva y la política moderna se traducen básicamente en el sufragio. Se establece una fórmula de democracia representativa o delegada. La Restauración establece la relación entre voto y propiedad. Aparece el sufragio censitario (por los censos o impuestos pagados por propiedad). Solo decide el que tiene que perder. El voto es más función (electiva) que derecho (ciudadano como soberano).
Los partidos políticos:
Con el sufragio se eligen representantes en el parlamento. El proceso previo (elección) y posterior (parlamentarismo) se articula desde partidos político (identifican grandes culturas políticas). Los partidos dan forma al pluralismo social y lo convierten en pluralismo político. Median entre individuo y Estado(¿cuerpos intermedios nuevos?). Fortalecen sociedad respecto del Estado, le dan autonomía. Por su acción crítica y propositiva, el Estado puede cambiar. Gran responsabilidad de los partidos en mantener pluralismo social y no acaparar la acción de la sociedad o del Estado. Los partidos surgen desde dentro y desde fuera: son hijos inevitables y directos del parlamentarismo. Desde dentro cuando estructuran un grupo parlamentario (comités, lealtad, líderes, línea, cultura política). Desde fuera cuando los ausentes se organizan para llegar y llevar sus intereses al parlamento. La estructuración nacional (superando demarcación uninominal) estimula proceso articulación de partidos. Partido político: asociación de individuos unidos por un mismo interés, organizados jerárquicamente, con la intención de permanecer en el tiempo y con el objeto de acceder al poder político y desplegar desde ahí su programa.
Tema 5
Productividad por persona se incrementa en la Revolución Industrial:
El uso de una energía abundante (carbón y vapor) ajena al ciclo biológico. La gran cantidad de innovaciones aplicadas. La eficiente división y organización del trabajo en fábricas. La especialización económica regional articulada a través del comercio internacional. El cambio estructural: más renta disponible potenció inversamente los tres sectores y el paso de uno a otro. La caída de los costes de producción y consiguientemente de los precios. El incremento de la demanda que contribuye a sostener el crecimiento.
Ferrocarril en el siglo XIX:
Impulsó nuevamente la demanda de carbón, hierro y acero (y de otras manufacturas y recursos). Trasladó personas, mercancías e ideas a mayor velocidad,
distancia y cantidad, y a menor costo económico. Unió física e intelectualmente los países. Generó procedimientos empresariales y de captación de capitales más complejos y modernos. Propició los grandes desplazamientos humanos (emigraciones, turismo y viajes, ejércitos…). Posibilitó la obtención de mayores beneficios al capital invertido. Estimuló importantes decisiones estatales (políticas de atracción de capital, definición de trazados, adquisición masiva de bienes de equipo, importancia de profesionales como ingenieros, abogados…).
El capitalismo es el sistema:
1) Jurídico (leyes, códigos). 2) organizativo (sociedades, bolsa, banca). 3) ideológico (propiedad, beneficio, mercado).
El capitalismo es un sistema económico [conjunto de instituciones y normas] soportado en: la propiedad privada y la búsqueda del beneficio particular. El mercado libre, sin obstáculos ni limitaciones, donde el trabajo y los bienes se venden al mejor precio. Una visión crítica del capitalismo se centraría en: su control y explotación de la naturaleza hasta su extremo. El desarrollo de un mercado de consumo exacerbado [economía de oferta]. La productividad extrema del trabajo y del capital. Y apuntaría como consecuencias: la profundización de la brecha entre países los problemas de insostenibilidad ambiental.
El capitalismo como modo de producción: las relaciones sociales del capitalismo las preside la propiedad privada y el libre mercado. Nuevos medios de producción (innovaciones tecnológicas) cambian las relaciones de producción si hay clases que empujan en esa dirección. En cada modo de producción hay clases sociales características: burguesía y proletariado en el capitalismo. Las experiencias de acumulación de capital de las compañías mercantiles preludian las formas financieras del capitalismo. El dinero pasa de instrumento de cambio a convertirse en capital, en otro medio de producción. A la vez, el sistema por acciones: capta capital de pequeños y medianos inversores; difunde conceptos como ahorro, riesgo, inversión, beneficios diferidos, rentabilidad del capital, renta de capital…; asume las complejidades y exigencias de las nuevas aventuras empresariales; disocia las figuras del propietario y del gestor de la propiedad; en definitiva, desarrolla la economía a la que darán forma los bancos con el sistema financiero.
El capitalismo: convierte al hombre en fuerza de trabajo; urbaniza el campo (lo invade y lo hace dependiente de la ciudad); transforma las herramientas en máquinas e inventa la fábrica.
La fábrica es útil: el tamaño de las máquinas y su costo como inversión. La dependencia de una materia prima y fuerza motriz concentradas (carbón/vapor). La ventaja de concentrar obreros especializados por la división del trabajo). La posibilidad de contratarles a más bajo costo. El empleo de mujeres y niños en tareas no pesadas y de habilidad. La disciplina horaria/comportamientos incrementan la productividad. El control del trabajador es total, así como su homogeneización. Cada vez más se extiende el automatismo mecanicista.
Proceso de racionalización del trabajo fabril: fijación de los trabajadores a un espacio productivo (la fábrica) y vital (la ciudad). Nueva concepción y reparto del tiempo, presidida por la rigurosidad del horario. Formulación e imposición de nuevas costumbres: disciplina, puntualidad, respeto al código de fábrica… Modificación de las condiciones de vida obrera para contar con una mano de obra masiva, disponible y barata.
La disciplina fabril: coacciones: multas, castigos, despidos, amenazas, presión de los capataces. Estímulos: premios, destajos, tarea o pieza, primas. Extensión de una cultura del trabajo: respetabilidad. Incertidumbre cotidiana, falta de futuro. La imposible vuelta al campo. Violencia del medio (capataces, dureza). Sindicatos prohibidos. Trabajo regulado por Ley de Comercio. La ley atendía la palabra del empresario.
El salario: bajó pronto al principio por abundancia de mano de obra. Grandes diferencias por lugares, oficios, condición, sexo o edad. Pero por debajo del costo de la dieta obrera. Salario principal el del varón. Mucha ocupación femenina poco pagada. Menos aún los niños (textil, minería). La leyes de protección reducen su presencia. Se recupera la femenina en la Primera Gran Guerra. El aprendiz aprende por ósmosis. Los niños tardan a ir a la escuela: poca presión estatal.
El consumo: cobra gran importancia ahora. El abastecimiento urbano es un problema. La industria alimentaria se dispara. Un salario menor que el coste de la dieta obliga a: limitarse a productos de primera necesidad. Gastar poco o nada en limpieza, calor, ocio, sanidad, cultura. Se compra en cantinas: nuevo control patronal. A veces hay cooperativas o economatos. También hay salarios complementarios. Pero lo normal es reducir gastos: comprando productos baratos y con riesgo. Comprando mucho pan o patatas o nabos. Estando subalimentado (enfermedad).
Las duras condiciones laborales: jornadas muy largas (más con luz eléctrica): 12 o 14 horas. Los “3 ochos” solo tras Primera Gran Guerra. Alta tensión y reiteración del gesto físico. Alta siniestralidad laboral (primeras leyes y protecciones). Condiciones de entorno fabril muy degradadas. Siniestralidad de oficio o “dolencias particulares”. Entornos urbanos y de vivienda deplorables.
La vivienda obrera: reducida (promiscuidad). Con mucha gente. Húmeda, mal ventilada, fría. Convivencia con animales. Sin agua ni saneamiento ni luz. “Cama caliente” en minas. Varias familias. Buhardillas y sótanos.
El barrio obrero: la calle como espacio de sociabilidad y convivencia. Segregación social horizontal y vertical. Sin servicios ni profesionales, o marginales, poco accesibles. Urbanización precaria y caótica-sin alcantarillado y servicios -barro y polvo- confusión de residencia e industria -sin presupuesto municipal- sin unos servicios y con demasiados “otros”.
La taberna y el alcohol: espacio de sociabilidad del obrero varón. El alcoholismo se dispara en el inicio de la industrialización. Evasión privada del mundo vs. elemento socializador. Violencia social: las clases laboriosas como “peligrosas”. Campañas obreristas en contra y por la respetabilidad. Intentando enfrentarlo con la cultura y la emancipación.
Contra la pobreza la marginalidad y la exclusión, se enfrentan: sindicatos y organismos obreros. Higienistas médicos. Conservadores paternalistas. Iglesias. Empresarios. Gobiernos finalmente mediante la confrontación social y política. Publicística y medidas. Protección de colectivos. Reorganización de la comunidad. Mutualidades obreras o patronales. Legislación protectora.