La Primera Globalización y la Industrialización en el Siglo XIX
1. El Concepto de “Primera Globalización” según Williamson
Williamson, al resumir las características de la ‘gran explosión comercial’ que vivió el mundo entre comienzos del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial, destaca que los motores de la misma fueron: la política comercial liberal, la revolución de los transportes y el rápido crecimiento de la industria manufacturera. Por tanto, la expansión de la industrialización se estudia en una doble perspectiva: por un lado, el análisis de las modalidades nacionales del fenómeno y su distancia, mayor o menor, respecto del modelo británico; y por otro, lo que supone de crecimiento de la economía internacional y de impulso al proceso de globalización económica, así como al establecimiento de unas relaciones de intercambio entre las áreas industrializadas del mundo desarrollado y las zonas del planeta que se integran en un espacio económico cada vez más global en una posición periférica. Esta posición se caracteriza por un patrón comercial estrictamente definido por su especialización en la exportación de materias primas agrarias y minerales.
2. Evolución del Grado de Apertura Internacional (1830-1992)
Se observa una primera globalización y sus dificultades en el último tercio del siglo XIX, como antecedente de la reacción proteccionista que se asentará después de la Gran Guerra. El gráfico recoge las dificultades de la integración económica internacional y ayuda a corregir la impresión de que el proceso de globalización es constante e imparable. La ralentización del mismo, como consecuencia del impacto de la depresión de fin de siglo, resulta evidente.
3. Los Procesos de Convergencia (Catching Up) según Gerschenkron
Gerschenkron (1962) estudió las características de los procesos de convergencia (catching up) que permitirían aproximar a pioneros y rezagados en el proceso de industrialización. Este autor destacó la importancia de la implicación del Estado o la Banca en el impulso a la industrialización en los países seguidores, a fin de suplir la ausencia de aquel conjunto de condiciones previas que habrían posibilitado la transformación industrial británica. La creación de una industria pesada y de bienes de equipo, sumada a la espectacular mejora en la productividad por la aplicación rápida de las innovaciones tecnológicas de las áreas más avanzadas, permitiría, en opinión de Gerschenkron, sostener la existencia de unas ciertas ventajas en el atraso relativo. En estas regiones de industrialización reciente, el círculo virtuoso que conectaba la innovación con la mejora de la productividad en la industria se recorrería más rápidamente que en el país pionero de la industrialización, ya que los avances técnicos, superada la incertidumbre y los costes asociados a la mejora y la experimentación, serían aplicados inmediatamente en las industrias en desarrollo.
4. Evolución del PIB per Cápita en Varios Países
El liderazgo británico se mantuvo a lo largo del siglo XIX, aunque su distancia respecto a otros países disminuyó, al tiempo que se produjeron cambios en la posición relativa de éstos, sustituyendo Alemania a Francia en el segundo puesto a partir de 1860. En la segunda mitad de este siglo, Estados Unidos competía con Gran Bretaña, y en 1900 era ya la primera potencia capitalista mundial. En 1914, la economía británica seguía siendo la segunda del mundo, la primera de Europa y la principal potencia comercial del mundo, pero resultaba menos dinámica que la de sus principales competidores, Estados Unidos y Alemania, lo que tuvo como consecuencia la pérdida de su hegemonía. En 1900 existía una región industrializada, formada por Gran Bretaña, Francia, Alemania y Estados Unidos; una periferia, constituida por el norte y sur europeo y Japón, y el resto del mundo que seguía anclado en economías preindustriales. La distancia respecto al centro aumentó a lo largo del siglo XIX, pero al iniciarse el siglo XX el atraso que era la periferia se había diversificado: los países escandinavos habían escalado posiciones y se habían convertido en parte integrante del centro; otros, como Italia, Hungría y en parte Rusia, habían emprendido con fuerza su industrialización, mientras que el resto de los países de la Europa meridional y suroriental apenas habían iniciado el camino o, como España, manifestaban un impulso parcial y muy insuficiente.
5. La Transición Energética
En este periodo se dan dos nuevas formas de energía: la electricidad y el petróleo. Con ellas se incrementaron las disponibilidades energéticas. La electricidad tuvo una mayor trascendencia en los primeros años, ya que, además de aplicarse a diversos medios de transporte público, era también fuente de alumbrado, y en la industria ofrecía ventajas sobre la energía tradicional de vapor. La difusión de la electricidad incrementó la productividad en las grandes empresas, pero también en las de mucha menor dimensión, lo que colaboró al crecimiento económico. El lapso de tiempo que separa la década de 1870 del estallido de la Primera Guerra Mundial fue suficiente para que un grupo de investigadores facilitasen una evolución tecnológica relativamente rápida para pasar de las centrales térmicas a la producción hidroeléctrica. Los decisivos cambios que se produjeron durante este periodo los determinó la aparición de la corriente alterna, que permitía el transporte de la energía desde largas distancias, el desarrollo de las lámparas para alumbrado y los motores empleados en la maquinaria. Por lo que se refiere al petróleo, su desarrollo estuvo vinculado a la evolución del motor de combustible y del automóvil. El empleo del petróleo tenía ventajas frente al uso del vapor porque podía emplearse de forma intermitente, era más limpio y de más fácil empleo.
6. La Gran Empresa: Integración Vertical y Horizontal
En algunos sectores, la respuesta a un mercado más grande, una competencia mayor y una tecnología más productiva fue la creación de la gran empresa como un producto de diferentes estrategias no excluyentes, entre las que destacaban la concentración horizontal y la integración vertical. Se pueden distinguir tres tipos de combinaciones horizontales: cárteles, consorcios e integraciones horizontales. En todos los casos, el principal incentivo que tenían era el de aumentar el poder de mercado. El cártel se limitaba a la fijación de precios y reparto de mercados entre distintas empresas en un sector. Cuando estos acuerdos establecían el reparto de los beneficios, se trataba entonces de consorcios. Por lo que respecta a la integración vertical, se trata de una estrategia por la que una empresa posee distintas actividades productivas relacionadas entre sí. La integración vertical puede realizarse hacia atrás, esto es, asumiendo el control de la fabricación de los inputs. La integración vertical hacia adelante se refiere al control de las actividades desarrolladas por sus antiguos clientes en fases de producción sucesivas o en la distribución del producto. La integración vertical ofrecía a los fabricantes la oportunidad de reducir los costes de transacción y aumentar la productividad por medio de una administración más efectiva de los procesos de producción y distribución.
7. Esquema del Funcionamiento del Patrón Oro
Cuando en un país aparece déficit en la balanza de pagos, el país tiene dificultades para disponer de moneda extranjera y tenderá a ofrecer más unidades de moneda nacional para adquirirla, lo que tiene como consecuencia que la moneda perdiese valor. Un país con un déficit en la balanza de pagos sufrirá una disminución de sus reservas de oro. Y en este punto actúan las reglas de juego. Con una reserva menor, el país debe reducir la circulación de papel, con una restricción del crédito y un aumento del tipo de interés. A su vez, estas disminuirán los precios, mientras los tipos de interés más altos atraerán capitales del exterior. Todo esto lleva a reequilibrar la balanza de pagos e impedir la devaluación efectiva de la moneda. El mecanismo funciona también a la inversa, para reequilibrar un avance de pagos con superávit, que experimenta una entrada de oro y, por tanto, una expansión de la circulación de papel, que lleva de este modo a la repartición de la carga del reajuste entre países con déficit y países con superávit. A veces los países con superávit preferían aumentar sus reservas, evitando la ampliación de la circulación monetaria y creando mayores dificultades al país con déficit. El peso de esta carga podía obligar a algún país a salirse del patrón oro y dejar fluctuar su moneda, pero las desventajas de no formar parte del club de las naciones “que estaban en su sitio” era grande y los gobiernos recurrían a esta medida solo temporalmente cuando no había más remedio.
La Crisis de 1929 y la Gran Depresión
1. Consecuencias del Nacionalismo Económico en Tiempos de Paz
La paz aumentó los problemas económicos por dos motivos. En primer lugar, porque levantó una creciente inestabilidad financiera y monetaria, y en segundo lugar, porque estimuló un nacionalismo económico. Keynes anunció desastrosas consecuencias para toda Europa si se mantenían las exigencias de las reparaciones. El imperio austrohúngaro se dividió tras la guerra y surgieron nuevos Estados. Rumanía, aliada con las potencias occidentales, amplió sus fronteras a costa de territorios húngaros. Bulgaria fue tratada como enemiga de guerra y perdió terreno a favor de Yugoslavia, Grecia y Rumanía. Italia ganó Trieste, el Trentino y el sur del Tirol de Austria. Y por último, el imperio turco perdió todas sus enclaves en Europa. Los pequeños estados, que surgían de la fragmentación de los viejos imperios, intentaron salvaguardar su independencia adoptando unas políticas económicas de corte proteccionista. La situación tras la guerra hacía anticuada la autosuficiencia económica de estos pequeños países, por lo que la recuperación fue difícil y la inestabilidad política se convirtió en moneda común.
La economía internacional también fue causante del derrumbamiento, y las alteraciones financieras y monetarias tenían el problema de las reparaciones de guerra.
2. Causas Principales de la Crisis de 1929
Una de las primeras razones fue la desorbitada alza de las cotizaciones, ya que el boom de los valores mobiliarios no puede durar indefinidamente y la especulación conlleva su propia ruina. También fue causa de esta crisis el juego especulativo de los años 1927-1929, que fue el resultado de una inflación monetaria originada en la política de dinero barato y por la facilidad de los créditos que otorgaba la Reserva Federal. Además, la velocidad de circulación del dinero y las previsiones de los especuladores arrasaban con todo.
Galbraith ha señalado que otras causas tuvieron mayor relevancia, entre ellas destaca la excesiva fragmentación de la estructura bancaria de Estados Unidos y la estructura organizativa de las empresas estadounidenses favorecía este tipo de abusos. El desarrollo de los holdings y los trusts fomentaron la intensa especulación. Por otra parte, se abusó de prácticas mercantiles poco honradas, repletas de manejos turbulentos, estafas y de negocios donde abundaba el fraude. También las autoridades monetarias se mostraron incapaces de actuar para prevenir la crisis.
3. Aspectos Relevantes del New Deal
Se intentaron acciones internacionales que hicieran olvidar la crisis. En el caso de Estados Unidos, se adoptaron medidas conocidas con el nombre de New Deal, que desarrolló una administración de corte intervencionista. Este programa se desarrolló con el objetivo de reactivar el consumo y la inversión, reformar los mercados financieros y sostener a las capas más pobres de la población. El primer objetivo fue la reflación. La siguiente medida fue la Banking Act, con el propósito de solucionar los problemas estructurales del sistema bancario y proteger a los depositantes mediante la creación de un seguro sobre los depósitos bancarios.
En junio de 1933 se puso en marcha la National Industrial Recovery Act, cuyo objetivo principal consistía en reactivar la economía evitando la sobreproducción y elaborando códigos de libre competencia. La política económica que presentó el New Deal ha contado con muchas críticas. Los resultados alcanzados no fueron muy relevantes, ya que el paro seguía siendo alto y la inversión no se recuperaba. El New Deal representa en la historia del desarrollo capitalista la primera experiencia de intervención estatal. Además, en el terreno social, el plan Roosevelt fue beneficioso.
4. El Objetivo de la “Reflación” en la Recuperación Económica (Administración Roosevelt)
Con la finalidad de sostener los precios y levantar el poder adquisitivo de la población, el primer objetivo fue la reflación: lanzar los precios al alza, devolver la confianza a los inversores y que los consumidores tuvieran capacidad de compra. Se pueden distinguir dos etapas: una primera en 1933, identificada como los “Cien Días de Roosevelt”, con medidas destinadas a la obtención de una mejoría de la economía a corto plazo, y cuya primera disposición prohibió atesorar y exportar oro. La segunda concedió al presidente poderes extraordinarios para obligar a la Reserva Federal a otorgar créditos. Con estas leyes, el presidente podía crear tanta inflación como estimara conveniente. En 1933 se devaluó el dólar con la finalidad de fomentar las exportaciones y de hacer subir los precios. La tercera medida fue la Banking Act, con el propósito de solucionar los problemas estructurales del sistema bancario y proteger a los depositantes mediante un seguro. Esta ley prohibía la concesión de créditos para financiar la especulación en la Bolsa. La situación mejoró.
5. Resultados de las Medidas de Roosevelt (1933-1939)
El plan de Roosevelt fue beneficioso, por ser muy humanitario. La ayuda a los parados y las prestaciones a los grupos más desfavorecidos permitieron el mantenimiento de la actividad económica, la seguridad social, la sanidad, la vivienda, los recursos naturales, el transporte y las comunicaciones en general. Es difícil establecer un balance conjunto del New Deal, pero resulta evidente que el Estado tenía que intervenir ante esta situación. No desapareció el paro ni se reactivó lo suficiente la economía, pero se contribuyó a mejorar la crisis. En conjunto, aunque la legislación y las medidas adoptadas no fueron del todo aceptadas, lograron una mejora del poder adquisitivo de los trabajadores de la industria y de los campesinos, a la par que una reactivación económica evidente.
6. Medidas Dirigistas de Hitler sobre la Economía Alemana
Alemania fue la primera nación industrial que consiguió la recuperación completa, gracias a la aplicación de una economía dirigida con carácter general y sistemático tras la llegada al poder de Hitler. Uno de los principales objetivos económicos de la política económica nazi fue lograr la autosuficiencia de la economía alemana en caso de guerra. También se potenciaron los acuerdos comerciales con países de Europa oriental y los Balcanes, que favorecían el intercambio de productos manufacturados alemanes por materias primas. Asimismo, se promovió la inversión hacia sectores como el transporte y la construcción. En los primeros años de Hitler se habían alcanzado tasas de pleno empleo. La ayuda del Estado a las empresas mediante subvenciones era muy elevada. Estos hechos reforzaron la popularidad del régimen, que orientó todo el esfuerzo productivo hacia una economía de guerra.
El objetivo de Hitler era crear un stock de armamentos que permitiese una guerra relámpago.
La autarquía fue otra de las prácticas económicas que suscitaron para impulsar el rearme. Y tuvo cierta relevancia en la industria química.
En definitiva, el nazismo utilizó la economía para fines bélicos, aunque no alcanzó los niveles de eficiencia que pretendió, ni logró sincronizar los ritmos productivos con las operaciones militares.
El Orden Económico de Posguerra y el Estado de Bienestar
1. Bretton Woods: Idea Principal y Funcionamiento
La idea principal era establecer un sistema de cambios fijos que potenciara el comercio internacional. Funcionaba de la siguiente manera:
- Las reservas de los países las constituían el oro y las monedas de reserva (dólar y libra esterlina). El oro era depositado en la Reserva Federal de los EE. UU.
- Cada moneda establecía su paridad con el oro o con el dólar, por lo que las monedas podían relacionarse entre sí.
- Para alcanzar la estabilidad en los tipos de cambio, se tomó del patrón oro el sistema de Gold Point del siglo XIX, es decir, bandas de fluctuación del tipo de cambio de moneda de un país, quedando los gobiernos obligados a intervenir en el mercado para mantener la cotización de su moneda.
2. Objetivos del FMI, BIRD y GATT
El FMI (Fondo Monetario Internacional) era el encargado de la cooperación financiera entre los países, velando por los cambios y facilitando los pagos internacionales con préstamos a los Estados que carecían de divisas, con el objetivo de equilibrar sus balanzas de pagos e impedir las devaluaciones. El BIRD (Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo, actual Banco Mundial) tenía como función proveer los créditos a largo plazo a los países devastados por la guerra. Más tarde se empleó en los países en vías de desarrollo. El GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) se encargaba de regular el comercio, defendiendo: la consolidación de las tarifas de los obreros, la prohibición de prácticas discriminatorias contra productos extranjeros, la adopción de la cláusula de nación más favorecida para todos los firmantes, la prohibición del dumping y preveía la derogación de estos mecanismos liberales en caso de superproducción agrícola.
3. El Plan Marshall
Objetivos: la renovación de las infraestructuras, el incremento de la producción (energía y acero), la localización equilibrada de la industria pesada europea y la creación de estructuras que dieron lugar a la estabilidad económica. El plan entró en vigor en 1948 y en 1951 se integró en el programa de asistencia para la defensa mutua, sobre todo la militar.
4. Fundamentos del Intervencionismo Estatal según Keynes
Keynes creía que el Estado debía intervenir para garantizar la sostenibilidad del sistema mediante la corrección del reparto inicial de la renta, y en periodos de crisis y de desempleo, contribuir al descenso del tipo de interés y a la utilización de déficit presupuestario.
5. Principios y Funciones según William Beveridge
Beveridge defiende el establecimiento de un sistema de ayuda sobre tres principios novedosos: universalidad, cobertura extendida a la sociedad, unidad y uniformidad. El Estado debía tener como objetivos el pleno empleo de una sociedad libre. El Estado controla los horarios y tiene tres funciones: la función presupuestaria, la redistribución y la estabilización.
6. La Comunidad Económica Europea (CEE)
Sus objetivos eran promover, mediante el establecimiento de un mercado común y la progresiva aproximación de las políticas de los Estados miembros, un desarrollo de las actividades económicas, una expansión continuada y equilibrada, una estabilidad creciente, una elevación del nivel de vida y relaciones más estrechas entre los Estados que la integran. Se constituye en 1959 la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) y la Política Agraria Común (PAC) en 1960.