Expansión Ultramarina y Formación del Imperio Colonial
El Descubrimiento de América
A mediados del siglo XV, el mundo conocido por los europeos abarcaba Europa, el norte de África y el Próximo Oriente asiático. Todo lo demás era absolutamente desconocido. La cristiandad occidental vivía en una especie de oasis geográfico, aislado de las civilizaciones del resto del mundo. En el «mundo europeo» reinaba la seguridad de lo conocido, pero más allá reinaban el desconocimiento, el misterio y el temor a lo desconocido. En esta época de navegación astronómica, ya se podían calcular de forma bastante fiable las coordenadas. A diferencia de las expediciones de los portugueses por África, en las que, sin variaciones de longitud, se descendía desde Sevilla a la extremidad sur de África, los españoles, al cruzar el Atlántico, seguían la misma latitud e iban grados de longitud. Los pilotos se guiaban por «su instinto marinero»; normalmente iban en dirección norte o en dirección sur hasta alcanzar la latitud deseada. Los mapamundis eran escasos, generalmente dibujados «de oído» y, por tanto, muy inexactos. Los únicos mapas marítimos relativamente fiables eran los denominados portulanos.
Antes de que Portugal y España iniciasen sus grandes expediciones navales, ya existían algunas relaciones comerciales a muy larga distancia entre Europa y territorios muy lejanos que los europeos no sabían muy bien dónde ubicar en sus mapas. Existía, por ejemplo, la Ruta de las Especias y la Ruta de la Seda. Sin embargo, a pesar de existir en teoría un floreciente comercio entre Europa y lugares muy lejanos y ajenos al «mundo europeo», fueron muy pocos los aventureros europeos que se atrevieron a viajar en persona hasta esos lejanísimos lugares. El más famoso de esos aventureros fue Marco Polo.
Ya durante el siglo XIII, navegantes portugueses habían intentado buscar una ruta naval que conectara la península ibérica con Sudán. Metódica política de exploración, el padre de esta política fue el infante Enrique el Navegante y el instrumento de la misma, la Escuela de Pilotos de Sagres. En 1444, las naves portuguesas llegaban a Cabo Verde.
Cuando Colón fue rechazado por Juan II de Portugal, acudió a los Reyes Católicos de España. El gran navegante genovés partía de la base teórica de que la Tierra debía ser redonda y que, por tanto, viajando hacia el oeste se podía llegar a la India. Se ha dicho que Colón, cuando salió de Palos con sus barcos, no sabía dónde iba, y que cuando llegó a América no sabía dónde estaba. Después de obtenido el permiso de los reyes, se aparejó una pequeña flota de tres naves, que partió del puerto de Palos el 12 de octubre de 1492. Colón llegó a la isla de Guanahaní. Entre Europa y Asia había un continente.
Conquista y Colonización
Las islas Antillas fueron la principal base de operaciones de las flotas españolas en América. Desde ellas partió Núñez de Balboa hacia Panamá para medir la anchura del continente. Como consecuencia de esa expedición se descubrió el océano Pacífico. Desde México y Florida, los conquistadores españoles Cabeza de Vaca, Coronado y Hernando de Soto penetraron profundamente en el territorio de América del Norte, y desde Panamá, Pizarro conquistó Perú. Entre 1519 y 1522, la expedición de Magallanes dio la primera vuelta al mundo, demostrando así definitivamente la redondez de la Tierra.
En 1494, España y Portugal habían firmado el Tratado de Tordesillas, por el que se dividían el mundo mediante el trazado de un meridiano que pasaba a la altura de las bocas del Amazonas. El lado este quedaba reservado a Portugal y el oeste a España. Ninguno de los dos países ibéricos respetó este tratado.
Esta conquista fue realizada por particulares que aparejaban sus propias flotas y reclutaban a sus propias huestes. Las tierras conquistadas quedaban bajo soberanía de los reyes y estos recompensaban a los conquistadores con derechos de explotación de parte de los recursos que encerraba la nueva tierra. La conquista, en muchos territorios, fue un auténtico genocidio. Con frecuencia, la guerra era un enfrentamiento de exterminio en el que los indios siempre llevaban la peor parte. Si a esto le añadimos la explotación económica y la esclavitud a la que fue sometida la población indígena… Las religiones indígenas fueron proscritas y se impuso por la fuerza el catolicismo.
Gobierno y Administración
Geográficamente, los europeos escogieron para asentarse en mayor número las tierras tropicales de América (las Antillas, México, los Andes centrales). Económicamente, a la economía indígena de subsistencia se superpuso una economía típica colonial dedicada a la exportación de productos de todo tipo a Europa. La actividad fundamental fue la explotación minera de los metales preciosos, sobre todo el oro y la plata. Las grandes minas eran directamente propiedad del Estado, mientras que las pequeñas se explotaban en régimen de arrendamiento a particulares. La ganadería extensiva se desarrolló rápidamente, así como el cultivo de plantas tropicales. Los colonos importaban casi todo lo que necesitaban de la metrópoli. Todo este sistema dio lugar a un continuo trasiego comercial entre América y la metrópoli.
Prácticamente desde los primeros tiempos de la colonización, los portugueses comenzaron la introducción en América de esclavos negros traídos de África. Su mucho mayor rendimiento en el trabajo hizo que este comercio alcanzase cotas masivas. La monarquía organizó todo el comercio con América en régimen de monopolio, centralizado por la Casa de Contratación de Sevilla. La enorme cantidad de metales preciosos que llegó a España desde el continente americano no sirvió para mejorar sensiblemente su economía. Jurídicamente, los nuevos territorios no tenían el estatus de colonia, sino que eran reinos. La Corona de Aragón no participó para nada en los asuntos americanos.
La administración suprema de América estaba en España y se basaba en dos organismos importantísimos: la Casa de Contratación de Sevilla y el Consejo de Indias. El primer organismo se encargaba de la administración económica de los territorios americanos y de planificar la explotación de sus recursos. El segundo era una especie de ministerio de asuntos americanos y se encargaba de la organización política de los nuevos territorios. Sobre el terreno, la administración se basaba en los virreinatos. Había otras divisiones políticas: gobernadores, capitanías generales, corregimientos. El poder municipal residía en los cabildos y el judicial en las audiencias.
Impacto de América en España
El descubrimiento y la colonización tuvieron una enorme repercusión en España:
- España se convirtió de pronto en un imperio ultramarino que tenía que administrar nuevas gentes.
- El control militar y la política de América exigían el dominio de las rutas navales.
- El dominio de América convirtió a España en una superpotencia y favoreció su papel hegemónico en Europa y en el mundo.
- España tuvo que gastar enormes cantidades de dinero en construir y mantener una enorme flota de guerra.
- España tuvo que competir con Portugal, Francia, Gran Bretaña y Holanda para mantener su imperio y sus rutas navales.
- España hizo frente con todos los medios disponibles a la piratería.
- El comercio entre España y América se basó en el régimen de monopolio. España no permitía a los otros países europeos comerciar con América.
- La ciudad de Sevilla se convirtió en el principal puerto de Europa.
- España importó de América enormes cantidades de metales preciosos y exportó todo tipo de productos básicos a sus colonias americanas.
- El reino de Castilla perdió población y se sumió en una crisis profunda porque sus mejores hombres emigraban a América.
- España trajo de América productos tropicales que rápidamente se exportaron a todo Europa.
- España favoreció el traspaso de población negra de África a América para sustituir a los indios.
- Desde los puertos americanos del Pacífico, España garantizó el control de las islas Filipinas.