Fluctuaciones Económicas y Crisis Global (1918-1939): Impacto y Reconstrucción

FLUCTUACIONES Y CRISIS (1918-1939)

1. El período de 1918 – 1921: los problemas de las posguerras.

1.1.- Los efectos de la guerra.

La Primera Guerra Mundial tuvo efectos económicos muy profundos y duraderos, que alteraron las bases del capitalismo. Los países suspendieron el patrón oro, y las transacciones pasaron a ser controladas por los Gobiernos. Se aumentó notablemente el proteccionismo. La profunda alteración que trajo consigo la Primera Guerra Mundial, desencadenó múltiples efectos: efectos demográficos, económicos y políticos.

Los efectos demográficos.

La enorme amplitud del enfrentamiento armado en la Primera Guerra Mundial ocasionó millones de víctimas. Además de los fallecidos, fueron muchos los que quedaron incapacitados o seriamente heridos, y es que la guerra se extendió más allá de los campos de batalla. Las pérdidas demográficas fueron más señaladas donde la guerra fue más prolongada. Las mayores pérdidas absolutas se produjeron en Alemania y Rusia. En términos cualitativos, la guerra también tuvo gran importancia porque afectó sobre todo a jóvenes que representaban una importante parte de la población trabajadora. Además, hay que añadirle a las bajas militares, las bajas civiles (extensión de enfermedades, del hambre). En términos absolutos, los más afectados fueron Austria-Hungría, Alemania e Italia. En términos relativos los más afectados fueron Serbia y Montenegro. Asimismo, habría que tener en cuenta la gran reducción de natalidad, que se produjo debido a las condiciones que había provocado la guerra (déficit alto: Alemania, Austria-Hungría, Italia). En conjunto, la pérdida total por esta causa fue similar a la causada por muertes militares y civiles. Las mayores pérdidas absolutas fueron soportadas por Alemania y Austria-Hungría, pero en términos relativos Serbia y Montenegro fueron las que más padecieron. El caso de Rusia es singular, las bajas militares fueron relativamente pequeñas, pero fueron millones las víctimas durante la revolución y la guerra civil que vinieron a continuación. A esta enorme cifra hay que añadirle las numerosas víctimas que se produjeron por causas asociadas a la guerra en el período posterior: epidemia de gripe, hambre. En total, la suma de pérdidas demográficas entre 1914 y 1921 se situaría entre 50 y 60 millones, de los que Rusia sumaría la mitad. En definitiva, estamos ante una enorme tragedia humana.

Destrucción física y pérdidas de capital.

El valor del stock de capital durante la guerra se deterioró en Europa. La guerra destruyó el crecimiento normal de unos 3 ó 4 años de las rentas derivadas de la propiedad en Europa aproximadamente, y a esto hay que añadirle una cantidad desconocida por el deterioro del stock de capital existente. Europa también perdió activos fijos como consecuencia de la destrucción y el daño físico. A esto, habría que añadirle las pérdidas de territorio y propiedades que sufrieron los países a consecuencia de los acuerdos de paz. Aunque globalmente las pérdidas de capital no fueron desastrosas, la incidencia por países fue muy desigual, mientras que los países neutrales no sufrieron daño alguno, los beligerantes sufrieron un apreciable deterioro de su stock de capital. Indudablemente, los territorios ocupados sufrieron la peor parte. Bélgica y Francia sufrieron la carga principal. Bélgica sufrió una devastación generalizada, ya que todo el país fue invadido. En el caso de Francia, las pérdidas se concentraron en la parte más rica y avanzada del país.

También en términos relativos, las pérdidas tuvieron gran significación en países como Polonia, Serbia, zonas de Austria y Rusia. En el caso de Alemania su pérdida se basó en los activos exteriores, que fueron vendidos o embargados. La mayor parte de las pérdidas físicas en Gran Bretaña fueron buques. Francia perdió unas 2 terceras partes de sus activos exteriores. En consecuencia, tras la guerra, la tarea de reconstrucción era de grandes dimensiones y tuvo que afrontarse en unas difíciles circunstancias determinadas por otras secuelas económicas de la guerra y por los acuerdos políticos recogidos en los tratados de paz.

El legado financiero de la guerra.

Aldcroft estima que el coste de la guerra fue grande. Los mayores gastos correspondieron a Gran Bretaña, EEUU, Alemania, Francia, Austria-Hungría e Italia, en este orden. Además del enorme volumen del gasto bélico, un problema añadido fue la forma de financiarlo. Los Gobiernos abandonaron precipitadamente la ortodoxia financiera, lo que significó el abandono del patrón oro y el recurso a la financiación con déficit. Las operaciones de crédito fueron la principal fuente de financiación de la guerra. Alemania y Francia, por ejemplo, confiaron casi por completo en el préstamo. Un 80% o más del gasto total de la guerra de los beligerantes se financiaron por medio de préstamos. Este método de financiar la guerra no tenía por qué haber sido excesivamente inflacionista si los préstamos se hubieran obtenido de auténticos ahorros, pero de hecho gran parte de la financiación procedía del crédito bancario. A partir de ese mecanismo, las deudas públicas aumentaron rápidamente, incrementándose la proporción de la deuda a corto plazo; la oferta monetaria aumentó considerablemente y las reservas metálicas de los bancos cayeron notablemente. En general, la degradación de las condiciones financieras fue más aguda en los países de Europa Central. Ese método de financiación, junto con las condiciones extraordinarias de la economía internacional durante el periodo bélico, dio lugar a un crecimiento acelerado de la inflación y provocó la consecuente depreciación monetaria. La mayoría de los países experimentaron aumentos del doble al triple de sus precios. Una vez terminada la guerra, los Gobiernos tuvieron que afrontar tarde o temprano políticas de estabilización para intentar favorecer la reconstrucción económica.

Los desequilibrios comerciales y la deuda exterior.

El acelerado consumo de recursos para alimentar la maquinaria militar tendió a provocar un grave déficit en la balanza comercial. Los países en guerra importaron de forma masiva bienes de los países neutrales, al mismo tiempo que se reducían sus exportaciones. Parte del déficit se saldó con masivas exportaciones de oro hacia los países proveedores. EEUU aumentó de forma considerable sus reservas de oro. Francia e Inglaterra se hubieran quedado sin existencias de oro si hubieran tenido que liquidar todo su exceso de importaciones, pero EEUU les concedió créditos. Los países vencedores estaban en deuda con EEUU, mientras que éste no debía a nadie. EEUU insistió en que los países deudores pagaran. Pero Gran Bretaña y Francia defendían que no podrían pagar hasta que no cobraran los créditos que habían concedido, y si los países vencidos pagaban las indemnizaciones por los daños causados. La exigencia de EEUU se hizo mayor cuando se negó a seguir proporcionando créditos. Las potencias centrales, sobre todo Alemania, pasaron a una situación aún más crítica cuando los aliados comenzaron a solicitar las indemnizaciones de guerra, con lo que resultó extremadamente difícil restablecer su equilibrio financiero interno y externo.

Los cambios en la economía internacional: el declive europeo.

Europa sufrió una disminución de su crecimiento económico y de su renta. Muchos países pasaron a ser dependientes de fuentes exteriores y otros se vieron obligados a vender activos nacionales y extranjeros. Como consecuencia de la mala situación europea, otros países aprovecharon para aumentar su producción industrial y agrícola. Los indicadores que muestran el declive europeo son la evolución del PIB de la producción industrial o de la actividad comercial. Pero lo más importante de este declive europeo, fue que otros países aprovecharon su mala situación. EEUU y Japón fueron los principales beneficiarios del declive europeo. En EEUU, Norteamérica abandonó su situación de deudor y pasó a ser acreedor a gran escala. Japón aumentó su industrialización y también pasó de ser deudor a acreedor. También en el sector agrario se produjeron cambios de interés. Durante la guerra, la producción agrícola de los países beligerantes se contrajo y aumentaron los precios, y para evitar la escasez, los gobiernos favorecieron las importaciones de los países ultramarinos, con lo que la producción de éstos creció. Tras la guerra, los agricultores europeos se movilizaron para aumentar las barreras arancelarias y limitar las importaciones y así una caída de los precios.

Los efectos políticos.

La guerra desencadenó también en nuevas demandas políticas que defendían un régimen democrático y una mayor igualdad. Los regímenes democráticos se extendieron por Europa. En Rusia el enfrentamiento político y social llevó a un proceso revolucionario que terminó con la formación del régimen soviético. Al mismo tiempo, también se produjeron demandas de reforma agraria. En conjunto, doce países europeos llevaron a cabo reformas agrarias, las tierras fueron concedidas a antiguos arrendatarios, trabajadores sin tierra y propietarios de pequeñas parcelas. Los regímenes democráticos, no solo tuvieron que enfrentarse a la inflación, al endeudamiento exterior e interior, o a la reestructuración industrial y agrícola, sino también al nuevo marco político recogido por los tratados de paz firmados tras la guerra.

En primer lugar, cabe subrayar que los tratados de paz recogieron importantes cambios territoriales. Las potencias perdedoras sufrieron importantes pérdidas, destacando Alemania. La fragmentación política provocó graves trastornos en la producción y el comercio. Este proceso de segmentación económica contribuyó a agravar los problemas de la reconstrucción.

Pero los tratados de paz también impusieron cuantiosas sanciones económicas a las potencias derrotadas. Para los aliados se trataban de unas reparaciones de guerra que las potencias agresoras debían satisfacer para pagar el coste de la guerra y favorecer la reconstrucción. En 1921, la comisión de reparaciones impuso una sanción a Alemania, además de todo lo que los aliados se cobraron de inmediato en forma de requisa de su flota, ganado… Era una cantidad excesiva, aunque Alemania debía pagarla en 30 años. Cada anualidad suponía un 6% del PIB Alemán. Además, se exigió que el pago fuera en oro. Todo esto suponía no solo que los alemanes restringieran su consumo interno, sino que sus exportaciones superaran a las importaciones, lo que no fue fácil ya que los demás países establecieran políticas proteccionistas. En definitiva, las reparaciones de guerra se convirtieron en un problema que obstaculizó la reconstrucción económica europea.


1.2.- Las fluctuaciones entre 1919 y 1921. Las dificultades de la normalización de la economía.La inmediata posguerra en Europa y la ayuda exterior.

En el período posterior a la guerra el principal problema de Europa fue la ayuda. La mayor parte del continente se empobreció, el hambre era inminente, los sistemas de transportes estaban desorganizados y los precios fuera de control. Las condiciones eran peores en Europa central y oriental, ya que en algunos países los sistemas económicos se encontraban al borde del colapso. Las posibilidades de recuperación eran muy limitadas sin una fuerte ayuda exterior. El alimento escaseaba, ya que la producción agrícola había disminuido enormemente durante la guerra. Algunos países aliados proporcionaron ayuda. El núcleo principal de la ayuda fueron organizaciones norteamericanas, principalmente la American Relief Administration. Este organismo envió alimentos a Europa, parte de los cuales se proporcionó sobre la base de pagos al contado o mediante créditos. A partir de 1919, los programas de ayuda oficial fueron recortados, y se limitaron a organizaciones privadas. Básicamente, la tarea de proporcionar alimentos se dejó a los Gobiernos. El programa de ayuda estuvo por debajo de las necesidades reales. La ayuda contra el hambre fue solo el primer paso en el proceso de reconstrucción. Europa andaba escasa de materias primas, capital y bienes de consumo. Pero nunca se concibió una ayuda y esfuerzo internacional efectivo en este sentido. Muchos países tuvieron que aumentar su endeudamiento para importar materias primas y bienes de equipo.La fase expansiva de 1919 y 20. Al mismo tiempo que algunos países hacían frente al hambre, otros, los países aliados y neutrales, experimentaron un gran auge económico. En los primeros meses tras la guerra se produjo una suave recesión, pero que pronto dejó paso a un gran auge económico. Este gran crecimiento duró aproximadamente 1 año. Una de las características fue el aumento de los precios en un momento en el que la producción se estaba recuperando. El auge fue más notable en EEUU, GB y Japón, y en algunos países neutrales, ya que eran los que estaban más preparados para hacer frente al repentino aumento de la demanda. Una de las fuerzas principales de este auge fue la guerra. Se había creado una gran demanda de mercancías, que en un principio sólo provocó una subida de precios. Las políticas gubernamentales desarrolladas también contribuyeron al auge. Los controles sobre la actividad económica fueron disminuyendo ante las presiones de distintos sectores. Esto llevó a un brusco aumento de los precios. El gasto gubernamental continuó en un alto nivel y los gobiernos comenzaron a establecer políticas fiscales y monetarias que acentuaron el movimiento al alza. La espiral inflacionista se aceleró y el crecimiento económico se frenó de forma brusca.La fase recesiva desde 1920 y 21. La fase de expansión económica se agotó rápidamente. A partir de 1920 la actividad económica comenzó a disminuir en EEUU y GB. La producción, las exportaciones y los precios cayeron mucho y deprisa, mientras que el paro subía bruscamente. El año 1921 fue uno de los peores que se habían registrado. Pocos países se salvaron del freno de la actividad, excepto aquellos en los que la moneda estaba tan depreciada que disfrutaron de un estímulo de las exportaciones (Alemania, Austria…). Pero este estímulo duró poco y la inflación acelerada terminó en desastre. En términos generales, la recesión de 1920 fue profunda pero breve. En 1922, la mayor parte de los países comenzaron a dar señales de recuperación. Fueron varios los factores que explican esta brusca contracción: en primer lugar, el crecimiento continuado de los precios agotó el aumento de la demanda. En segundo lugar, las políticas fiscales y monetarias restrictivas, sirvieron para frenar la expansión. El auge y la depresión tuvieron importantes consecuencias para los países europeos deudores. Durante el auge, les fue difícil conseguir suministros y tuvieron que pagar precios elevados. Cuando los precios de las mercancías se derrumbaron durante la recesión, la carga de la deuda se incrementó. Tanto los problemas estructurales heredados de la guerra, como las situaciones que se dieron después, fueron obstáculos para la reconstrucción económica europea.


2: La reconstrucción y la expansión económica, 1922 – 1929.

2.1.- Deudas de guerra y reparaciones.

Las deudas de guerra y las reparaciones resultaron ser el principal problema del período de entreguerras. A parte de crear malestar internacional, el cobro de las deudas dificultó el funcionamiento de la economía internacional y debilitó seriamente a Alemania, el principal deudor. Muchos fueron los países implicados en las deudas y reparaciones. Los países más implicados fueron Alemania, EEUU, Gran Bretaña, Francia, Italia y Bélgica. Alemania era el principal deudor. La mayor parte se debía a EEUU y Gran Bretaña. La carga impuesta a Alemania se debía pagar, en su mayor parte, a Francia y Gran Bretaña. La tesis expuesta por Keynes a favor de que se redujera el peso de las deudas y reparaciones para no obstaculizar la reconstrucción económica, fue impugnada. Francia insistió en cobrar al enemigo y EEUU esperaba el pago por los servicios prestados a los aliados, pero el pago de las deudas por parte de los aliados dependía de las reparaciones que vinieran de Alemania. Alemania debía pagar las reparaciones a partir de 1922. Las nuevas autoridades alemanas consideraron las sanciones como excesivas. La situación de Alemania estaba muy deteriorada y las repetidas solicitudes alemanas de una moratoria fueron rechazadas. A finales de 1922, Alemania no tenía capacidad para hacer frente a los pagos, y en 1923 las tropas francesas y belgas invadieron el Ruhr. Esta invasión aceleró el hundimiento del sistema financiero alemán. El objetivo de la invasión era forzar el pago mediante el control directo del sistema industrial del Ruhr, pero la resistencia pasiva de Alemania acabó con los esfuerzos franceses, cuya financiación generó un proceso de hiperinflación. Tanto la invasión del Ruhr como la política de resistencia pasiva no facilitaron una solución a los problemas. El gobierno alemán abandonó la política de resistencia pasiva e inició una política de estabilización monetaria con la introducción de una nueva moneda: Rentenmark. Por otro lado, propuso una ampliación del periodo de pago y una reducción de los pagos a cantidades más asequibles. Las anualidades fueron pagadas regularmente gracias al préstamo extranjero. Toda esta crisis sobrevino cuando los préstamos norteamericanos fueron recortados y los bancos extranjeros pidieron la devolución de los préstamos a Alemania. Hubo un último intento para solucionar el tema de las reparaciones en un comité celebrado en 1929, pero no se cumplieron los acuerdos. EEUU modificó su dura posición inicial y dio facilidades, aun así las deudas no se llegaron a abonar en su totalidad. Hubo pagos, pero a través de un proceso complejo: EEUU dio préstamos a Alemania, que pagó a sus acreedores, y éstos a su vez a EEUU, en liquidación de sus propias deudas. El proceso continuó hasta que el flujo de fondos de Norteamérica se interrumpió, y los aliados se vieron obligados a renunciar a sus reclamaciones contra Alemania, y las deudas dejaron de pagarse. Gran Bretaña, Francia, Italia y Bélgica (aliados) fueron los responsables de los pagos a Norteamérica y cobraron la mayor parte de las reparaciones.


2.2.- La estabilización monetaria.

Los países necesitaban estabilizar la capacidad de compra de sus monedas tanto en el interior como en el exterior. El primer objetivo implicaba cortar la inflación. El segundo era establecer un tipo de cambio fijo y retomar al patrón oro. A partir de 1920, los Gobiernos intentaron llevar a cabo políticas de estabilización para frenar la inflación y devaluación de sus monedas. Un primer grupo de países iniciaron esas políticas de estabilización, como EEUU y GB, que consiguieron reducir la inflación y estuvieron en disposición de retornar al patrón oro.

Un segundo grupo de países no pudieron controlar la inflación tan rápidamente. El control de los precios se produjo hacia 1926 o 1927. La mayoría de los aliados se encontraban en esta situación: las tensiones por los costes de la guerra crearon conflictividad y el gobierno tuvo un comportamiento proinflacionista. Pero finalmente, los Gobiernos optaron por restablecer la ortodoxia monetaria. Por lo general, este grupo de países tendió a devaluar su moneda. Un tercer grupo de países (Alemania, Austria, Hungría…) sufrió un acelerado proceso de hiperinflación del que sólo pudieron salir con una reforma monetaria, creando nuevas monedas. Así, hubo grandes diferencias en el ritmo de estabilización de los distintos países. Los tipos de cambio se habían alterado y habían perdido estabilidad. La mayoría de los países creían que el retorno al patrón oro permitiría llegar de nuevo a la estabilidad de los tipos de cambio. En la conferencia económica internacional celebrada en Bruselas en 1920 se acordó que el sistema internacional de pagos debía fundamentarse en el oro, los países debían establecer una paridad fija de sus monedas con respecto al oro. EEUU retornó al oro, pero a la mayoría de los países les resultó difícil dar ese paso. La Sociedad de Naciones convocó una segunda conferencia en 1922 para dar soluciones al problema. Se estableció el llamado “patrón de cambios oro”: se fijaba el tipo de cambio con respecto a una moneda fuerte directamente convertible en oro. El problema fue que no hubo coordinación en este proceso (1922-1928). Además de ser un proceso lento, también hubo problemas con el tipo de cambio elegido por cada país. Unas monedas quedaron fuertemente sobrevaloradas (libra), y a otras les ocurrió lo contrario. Las economías con monedas muy depreciadas aumentaron su competitividad y aumentaron también sus exportaciones. Por el contrario, en los países con monedas sobrevaloradas, redujeron sus exportaciones y crecimiento económico. Además, este patrón de cambios oro también comportaba algunos riesgos: los países que tenían monedas aceptadas como monedas clave debían responder ante el resto de países. GB acumuló un enorme volumen de países exigibles. Además, otro problema es que el sistema estableció paridades demasiado rígidas y los Gobiernos tendieron a limitar los ajustes provocados por los desequilibrios exteriores. Los países con superávit, practicaban una política de esterilización, para evitar que el aumento de las reservas se trasladara a una ampliación de la cantidad de dinero y subida de precios. Por otro lado, las naciones con déficit fueron reacias a someterse a la disciplina deflacionista, ya que podía provocar un periodo recesivo. Las dos economías con gran capacidad de ahorro de la época (Francia y EEUU) siguieron una política de esterilización, lo que les permitió absorber una cantidad desproporcionada de las reservas mundiales de oro. En conclusión, el mecanismo de ajuste del patrón oro no funcionó, no obstante se mantuvo durante algunos años gracias a que los movimientos de capitales actuaron como una fuerza estabilizadora.


2.3.- Los movimientos de capitales.

Durante los años 20 los flujos de capital alcanzaron grandes magnitudes y ejercieron una gran influencia en los países deudores y acreedores. EEUU se convirtió en el gran proveedor de capital. A gran distancia se encontraban Francia y GB. GB sólo pudo desempeñar la función de prestamista internacional durante este periodo gracias a los saldos mantenidos en Londres. Francia retrajo su inversión exterior debido a las pérdidas sufridas por la negativa a pagar la antigua deuda pública rusa. Entre el grupo de países que recibían inversiones, destacó Alemania, que recibió más de 1/3 de la inversión exterior mundial. La recuperación y expansión económica alemana de esos años dependió mucho de la inversión exterior. Destacan también como destinatarios de las inversiones Austria e Italia. Tras las perturbaciones de la guerra, los flujos de capitales se reactivaron a partir de 1924, una vez encauzado el problema de las reparaciones y comenzados los procesos de estabilización monetaria. EEUU recibía activos fijos europeos, especialmente alemanes, pero el capital norteamericano tendió a retornar desde 1928 ante el auge bursátil de Nueva York. Ante este cambio de dirección, los países europeos más endeudados tuvieron que afrontar serios problemas de financiación.

financiación

2.4.- El alcance del crecimiento económico.

A mediados de la década de los años 20, las condiciones económicas y políticas en Europa eran algo más estables que en los primeros años 20. La expansión económica en la segunda mitad de los años 20 tuvo un alcance mundial, aunque el mayor auge se produjo en Norteamérica. Esta fase expansiva tuvo rasgos específicos: las tasas de desempleo se mantuvieron altas, los precios bajaban lentamente, hubo rasgos típicos de una fase expansiva como el aumento de la producción, pero en Europa en su conjunto progresó más rápidamente que la mayoría de los regímenes del mundo en ese período. No obstante la expresión económica fue diferente en los distintos países europeos. En el caso de GB, su limitado crecimiento no sólo se debió a la sobrevaloración de la libra, otro problema del comercio de exportación era de carácter estructural. Además, el mercado interior no compensó la debilidad de las exportaciones. La inversión creció poco a poco, la construcción se hundió y las industrias de servicios crecieron poco. La trayectoria de Francia y Bélgica fue diferente, la estabilización monetaria fue tardía. La expansión económica francesa fue muy destacada. La producción industrial creció, llegando a ser mayor que antes de la guerra y las exportaciones también. Esta expansión fue en parte consecuencia de un aumento en la capacidad industrial. Alemania también consiguió una cierta reactivación tras el desastre de la hiperinflación y la posterior estabilización monetaria. La afluencia de capital exterior fue muy importante. Pero aunque se logró una cierta expansión, gran parte de ella fue sólo para recuperar el terreno que habían perdido. El crecimiento económico alemán también mostró ciertos puntos débiles: ciertos sectores permanecieron deprimidos, el paro siguió siendo alto, y las exportaciones no crecieron mucho. En la Europa oriental también se registró un cierto progreso económico. Creció la producción del sector primario e industrial. Pese al progreso que se produjo en esta parte de Europa, la renta per cápita creció poco. Los niveles de renta eran mucho más bajos que en Europa Occidental. A finales de la década de los años 20, Europa Oriental seguía estando atrasada: dependía mucho de la exportación de productos primarios y de la importación de capital. En conclusión, el crecimiento económico europeo fue importante, pero sus fundamentos fueron frágiles. Hubo signos de debilidades en países concretos y en el funcionamiento de la economía internacional en su conjunto. Durante la fase de expansión, se pudieron ocultar, pero luego se hicieron evidentes cuando comenzó una etapa recesiva de gran intensidad.

3: La crisis de 1929.

3.1.- Los antecedentes y las manifestaciones de la crisis.

Los orígenes reales de la depresión que se extendió a partir de 1929 se localizaron en EEUU. Los acontecimientos en EEUU, junto con la influencia de este país en la economía mundial, determinaron la gravedad y la duración de la depresión. EEUU provocó dos fuertes tensiones en el sistema económico mundial: la sacudida inicial llegó con la reducción del préstamo exterior y la segunda con el punto máximo del auge norteamericano en el verano de 1929. EEUU y Francia fueron los responsables del bloqueo inicial del préstamo extranjero. El préstamo francés fue el primero en disminuir, lo que produjo tensiones en los principales centros de crédito y en Alemania. La principal influencia desestabilizadora llegó con el hundimiento del préstamo norteamericano. Su hundimiento fue activado por el auge interior y la acción de la Reserva Federal para controlarlo mediante tipos de interés altos. La reducción del préstamo ejerció un poderoso impacto deflacionista en la economía mundial. La situación de los países deudores se deterioró entre 1928 y 1929, debido a la caída en sus entradas de capital. En el verano de 1929, el crecimiento económico norteamericano comenzó a mostrar signos de agotamiento, esto, junto con una restricción en el crecimiento de las rentas, llevó a un deterioro de la confianza en los negocios.

La crisis bursátil.

La caída de la demanda y el anuncio de algunas quiebras bancarias en Londres provocaron fuertes descensos en la bolsa de Nueva York. El 24 de octubre, la corriente vendedora entró en pánico, y en las semanas siguientes se produjo un hundimiento en el precio de las acciones. Todo esto mostró la enorme burbuja especulativa que se había ido formando durante los años 20. Todo este proceso se generó por las prácticas arriesgadas de las empresas e inversores y los bajos tipos de interés. El aumento de los tipos de interés puso de manifiesto el endeudamiento de empresarios e inversores. La falta de liquidez de éstos hicieron que las ventas en bolsa se dispararan, el mercado se colapsó y los precios se desplomaron.

La crisis bancaria.

El hundimiento de la bolsa provocó un efecto devastador sobre el sistema financiero norteamericano. La falta de liquidez provocó un pánico bancario como consecuencia de las peticiones masivas de retiradas de fondos. La débil estructura del sistema bancario no pudo resistir la presión. Además, la Reserva Federal se negó a aumentar la oferta crediticia y subieron los tipos de interés. Los activos de los Bancos se deterioraron y fueron incapaces de responder a las peticiones de reembolso. La destrucción de los depósitos de los Bancos provocó una caída de la cantidad de dinero. Tal caída avivó el proceso deflacionista: los precios cayeron al derrumbarse la oferta monetaria y crediticia.

El desencadenamiento de la recesión.

La crisis bursátil provocó una pérdida de riqueza que contrajo el consumo. La reducción de la demanda, junto con la bajada de los precios, provocó un descenso de los ingresos de las empresas. Además, éstas sufrieron restricciones para financiar su actividad, ya que los tipos de interés subieron. El resultado de todo ello fue la recesión: descendió la producción industrial y la inversión, y creció de forma acelerada el desempleo.

La difusión de la crisis. Los canales de transmisión.

La depresión se difundió a la economía mundial a través de dos canales: el comercio y las finanzas internacionales. El comercio mundial sufrió un auténtico colapso. EEUU extendió la crisis al tener un importante peso en el comercio y economías mundiales. La disminución de la demanda de importaciones por parte de EEUU provocó en muchos países la caída de sus exportaciones. La contracción del comercio mundial se reforzó con las políticas comerciales proteccionistas adoptada por la mayoría de los países. Fue el propio EEUU el que inició este aumento del proteccionismo, y provocó una reacción proteccionista por parte de otros países para hacer frente a los productos norteamericanos. Hasta Gran Bretaña impuso importantes medidas proteccionistas. También se extendieron las restricciones a las importaciones, lo que provocó una drástica reducción de los intercambios. La contracción de los intercambios comerciales fue una vía de propagación de la crisis económica y un factor que agravó y lastró la recuperación de los países. La dirección de los movimientos de capitales tras la crisis bursátil también contribuyó a extender la crisis. Desde este momento cesaron las exportaciones de capital de EEUU. Pero, además, los inversores estimaron que los deudores no harían frente a los pagos y repatriaron sus capitales. La retirada de capital tuvo efectos desastrosos para las economías más endeudadas, ya que estos países tenían una gran dependencia del capital exterior. Estalló entonces una crisis de deuda, que se combinó con una crisis bancaria, todo esto se propagó por los distintos países y terminó afectando al sistema económico internacional. El propio sistema monetario internacional acabó por desmoronarse.

El abandono del patrón de cambios oro.

La desintegración del sistema monetario comenzó por la periferia. Las economías que formaban parte de ella fueron las más perjudícales por la deflación. Los precios de los productos que exportaban (productos primarios) cayeron más deprisa que los de las importaciones (productos manufacturados). El desequilibrio comercial resultó desestabilizador al conjugarse con el déficit de capital. A mediados de 1931 los productores de bienes primarios, entre otros, ya habían salido del patrón oro y habían depreciado sus monedas. Todos ellos y muchos más emprendieron una restricción de las importaciones y emprendieron una estrategia de industrialización sustitutiva de importaciones. Todo ello acompañado de una moratoria generalizada del pago de la deuda. La crisis de la balanza de pagos de los países deudores y otros productores de bienes primarios no tardó en afectar a los acreedores. Todo esto hizo estallar el patrón oro. El origen de esta nueva fase de crisis financiera estuvo en Austria. La dificultad para acceder a nuevos créditos tras la crisis bursátil y la crisis financiera norteamericana terminó por precipitar la quiebra del gigante bancario austriaco. El patrón oro impidió al banco central austriaco que pudiese actuar como prestamista. Ante la extensión de la crisis financiera, los responsables económicos de las grandes potencias no llegaron a establecer una cooperación internacional. La desconfianza se extendió entre los inversores, que se apresuraron a desinvertir. Las quiebras en los países centroeuropeos minaron el sistema monetario internacional. Tanto los países deudores, como aquellos que habían concedido créditos a los centroeuropeos retiraron sus depósitos de Londres. Ante una demanda que desbordaba sus reservas, Gran Bretaña decidió abandonar el patrón oro.


3.2.- Las dificultades de la recuperación y las políticas económicas.

Dsde una perspectiva general,en el año 1932 se llegó al fondo de la depresión.A partir d ese momnto,la economía mundial fue rehaciéndose hasta el inicio d la 2ªguerra mundial,aunq la recuperación resultó muy débil y parcial.En la producción d alimentos se registró un crecimiento ínfimo.La deflación no sólo persistió,sino q se intensificó. Los precios agrícolas retrocedieron.En los precios d las mat primas ocurrió algo parecido.En lo q respecta a la producción industrial,se produjo un incremento d la producción,xro los precios d los productos se debilitaron d manera +acusada q los d otros tipos d bienes.Hubo unas tasas d desempleo muy altas,no obstante,se produjeron diferencias entre los distintos países respecto al ritmo y alcance d la recuperación económicaEl “bloque del oro”.Las dificultades financieras d los países d la periferia y d los europeos provocaron el abandono dl patrón oro,sobre todo dsde q GB lo suspendió.Los países q mantuvieron +tiempo el patrón oro tuvieron +dificultades xra recuperarse y crecieron con +lentitud.Los integrantes d este“bloque dl oro”aplicaron políticas monetarias y fiscales restrictivas xra corregir sus desequilibrios.Estas políticas provocaron una intensa deflación.Ade+,su moneda tendió a revalorizarse,x lo q perdieron competitividad xra la exportación.Ante el déficit d la balanza comercial aplicaron políticas deflacionistas y levantaron barreras alas importacions.xro la diferencia entre el nivel d precios internos y los internacionales eran demasiado grandes, y los desequilibrios no pudieron ser corregidos cn políticas deflacionistas.Finalmente, tuvieron q abandonar el patrón oro e implantar devaluaciones.

GB y el área de la libra.En 1931,GB abandonó el patrón oro.GB optó por una depreciación d su moneda y el establecimiento d bajos tipos d interés.Esta estrategia d dinero +barato contribuyó ala recuperación d los precios y d la actividad económica.No hubo muxas obras públicas ni intervención estatal,el Gobierno se limitó a proporcionar condiciones favorables xra la recuperación d la empresa privada.Los bºdel dinero barato fueron débiles y duraron poco,probablemnte dio un >impulso al mdo d la construcción q a la inversión industrial.En definitiva,el componente fundamental d la recuperación económica británica estuvo en la reanimación del mdo interior,aunq tb aumentaron las exportaciones.La tasa d crecimiento d GB fue +favorable q en otros países, xro siguieron siendo imptantes los niveles d desempleo.

EEUU: Roosevelt y el New Deal.Cuando en 1933 F. Roosevelt ocupó la presidencia d EEUU la situación económica seguía siendo dramática:parados,crisis bancaria,etc.Roosevelt impulsó un plan d actuación xra conseguir la recuperación d la economía.Modificó la política monetaria:en 1933 prohibió las exportacions d oro, lo q implicó el abandono del patrón oro.Favoreció una política monetaria expansiva,aumentaron los precios y la actividad económica se reactivó.Impulsó tb una reforma del sist bancario norteamericano.En el sector agrario:se aprobó la ley d ajuste agrícola d 1933,cn el objetivo d recuperar los precios y las rentas d los agricultores.Intentó disminuir el desempleo cn un extenso programa d obras públicas.En el campo d la Industria,Roosevelt promovió la aprobación d la National Industrial Reconstruction Act(NIRA) cn la finalidad d reactivar la producción industrial y recuperar los precios y salarios.Se pretendía prohibir el trabajo infantil,establecer un salario mín,asegurar un bºal industrial. Xro en 1933, la NIRA,fue declarada inconstitucional x el tribunal supremo.Por último,tb cabe destacar la aprobación d la ley d seguridad social en 1935,en la q se fijó un sist público d pensiones,la jubilación a los 65 años,el seguro contra el desempleo y otras ayudas sociales.

Francia.

Los Gobiernos franceses mantuvieron el patrón oro, lo que bloqueó su recuperación. La política deflacionista fue ineficaz y la razón era clara: el mantenimiento del patrón oro en un momento de devaluación general significaba que el peso del ajuste recaía sobre la economía interior. Las consecuencias adversas de la política deflacionista fueron las responsables de la arrolladora victoria de la coalición de izquierdas. El nuevo Gobierno del Frente Popular, dirigido por Blum, trató de llevar a cabo un programa de recuperación inspirado en el New Deal.

Se abandonó el patrón oro, se devaluó el franco, se estableció un programa moderado de obras públicas. La economía francesa experimentó un estimulo personal, pero pronto hubo un nuevo estancamiento a finales de 1937. Seguidamente, las políticas de Blum se modificaron pero no hubo una cierta mejora hasta 1938-1939 con el aumento de los gestos militares.

Alemania.

La economía alemana tuvo dos características únicas en los años treinta: la fuerza de la recuperación y el grado de intervención del Estado en los asuntos económicos. Aunque Alemania sufrió la depresión más que la mayoría, también llevo a cabo una de las recuperaciones más solidas a partir de 1932.

Las políticas deflacionistas de los Gobiernos anteriores a 1933 no reactivaron la economía. La ruptura con el patrón oro y la devaluación del marco tampoco consiguió la recuperación económica.

Con el ascenso de los nazis al poder en 1933 se puso en marcha un programa masivo de obras publicas que implicó un gran gasto. Este gasto contribuyó a la creación de empleo, poniendo en marcha la recuperación. A partir de 1934 se dio prioridad al rearme y los preparativos para la guerra, con lo que el gasto gubernamental experimentó un gran aumento. El gasto público tuvo mayor importancia que el gasto privado. El Gobierno nazi mantuvo un estricto control sobre la inversión privada.

También se intentó restringir las importaciones y estimular las exportaciones. Los resultados en términos de exportaciones fueron decepcionantes, pero la política de importación tuvo más éxito. Al mismo tiempo, el comercio exterior de Alemania se dirigía principalmente a aquellos países con los que había establecido convenios bilaterales de pagos.

Aunque el grado de intervención estatal en los asuntos económicos fue muy extenso, el sistema de producción, distribución y consumo que construyeron los nazis era una combinación de algunas características del capitalismo y una economía muy planificada.


4: La Revolución Rusa y la consolidación del modelo soviético.4.1.- La Rusia zarista.

Una industrialización tardía.En los añs q precedieron a la guerra y la revolución,el imperio ruso había alcanzado un desarrollo apreciable.El imperio ruso se extendía dsde Finlandia hasta Vladivostok.En el s.XIX Rusia protagonizó un notable proceso d industrialización.La indust siderúrgica y dl petróleo había crecido bastante.Xro el crecimiento económico fue débil debido a q el sector agrario tenia gran importancia en la renta nacional,xro su crecimiento fue lento.El desarrollo d la industria fue geográficamente muy desigual.La industria moderna se concentró en San Petersburgo y Moscú.En el resto del país la industria era escasa y predominaba la artesanía.Tb las diferencias entre la pequeña y la gran industria eran muy notables.Había desigualdad en el crecimiento d los distintos sectores.La industria metalúrgica,textil y dl petróleo tenían un crecimiento impresionant,mientras q la d maquinaria prmanecía muy atrasada.La>part dl equipo industrial procedía dl extranjero.El proceso d industrialización estuvo lastrado x la escasez d capital y d un sist bancario desarrollado.No obstante,comnzaron a surgir cada vez un >nºd empresarios rusos d tipo moderno y aunq el crecimiento d las inversiones extranjeras era superior a las nacionales,el d estas últimas aumentó notablemente.Los bcos rusos establecieron vínculos cn bcos extranjeros,lo q contribuyó a la cartelización d la industria rusa.La inversión d capital extranjero suponía 1probl:había q conseguir suficiente excedente en el comercio xra hacr frent a los reembolsos y pagos d intereses.La política d Witte intentaba aumentar el excedente exportable d productos agrícolas,limitando o restringiendo el consumo d los campesinos.Esta política q pretendía fortalecer el poder del Estado frente a las potencias exteriores, limitó el crecimiento del mdo interior y terminó por agudizar los desequilibrios sociales.La agricultura y los campesinos.La abolición dla servidumbre inauguró 1nueva era enlas relaciones sociales rusas.Sin embrgo,sta reforma agraria causó insatisfacción.En primer lugar,la tierra se repartió entre los terratenients y los campesinos,sin embargo los campesinos consideraban q qienes la cultivaban debían poseer su pleno uso.En 2ºlugar,los campesins qedaron obligados a comprar su parte d tierra a plazos(dchos d redención).En 3ºlugar,los campesins no consiguieron igualdad ante la ley ni libertad personal.Las tierras no le prtenecían a ellos,sino ala comunidad local.El campesino no podía abandonar la aldea sin autorización dla comunidad.En4ºlugar,el rápido aumento d la población presionó sobre los medios d subsistncia.El tamaño d las parcelas y los métodos tradicionales dificultaron podr alimentar a una población cada vez >.Ade+,los incentivos xra aplicar nuevos métodos eran insuficients.La situación empeoró cnla creación d impuestos.El ministro Stolypin intentó realizar una nueva reforma agraria:fueron abolidos los dchos d redención,los campesins fuern libres d abandonar las comunidades,adquirir las tierras.La finalidad era crear una clase d campesnos propietarios q fuera próspera,económcamnt eficient.El desarrollo d la agricultura comercial se aceleró dspués d esta reforma,no obstante,la reforma d Stolypin no tuvo un gran impacto social o político x 2razons:pq la reforma no afectó a las propiedades d los señores y nose mejoraron los graves desequilibrios sociales en las zonas rurales.Los campesinos pobres no mejoraron sus condiciones,sino q la mayoría emigraron.X otro lado,la producción agrícola aumento,x las condiciones climatológicas,la reforma,mejores métodos d cultivo.El alza d los precios estimuló el crecimiento d la producción.En resumen,el imperio ruso en 1913 estaba experimentando un progreso,xro un progreso desigual q provocaba tensiones sociales y políticas.La falta d reformas democráticas y el estallido d la 1ªguerra mundial provocaron nuevas tensiones q desembocaron en una profunda crisis del Estado ruso.


4.2.- La guerra y el estallido de la revolución.

Rusia entró en la guerra con una industria de armamento débil y unas comunicaciones malas. Rusia carecía de preparación para el enorme gasto que suponía una guerra moderna. A partir de la ofensiva alemana de 1915, los rusos se vieron obligados a una continúa retirada. Todo esto mermó la popularidad del régimen zarista. La falta de transporte agudizó los problemas de abastecimiento.Fue la escasez de alimentos y el cansancio de la guerra, los principales factores que originaron las huelgas y manifestaciones de 1917, que originaron la caída del Gobierno y la abdicación del zar.El vacío de poder lo ocupó el Gobierno Provisional que propuso establecer un régimen parlamentario y se pronunció a favor de mantener a Rusia en la guerra. El Gobierno provisional tomó algunas medidas socialmente progresivas: dictó leyes protectoras del trabajo y aprobó la implantación de comités de fábrica. Para asegurar suficiente pan a precios fijos, decretó el monopolio estatal para la compra de cereales. Los campesinos fueron reacios a entregar sus productos al gobierno.La situación de la industria tampoco mejoró ya que siguió la escasez de materias primas, maquinaria y transportes suficientes. Tampoco se redujo la conflictividad laboral de las empresas.El Gobierno provisional fue incapaz de controlar una situación verdaderamente caótica (derrotas militares, hambres en las ciudades, resistencia campesina) y terminó por sucumbir al golpe de Estado de los Bolcheviques a finales de 1917.El triunfo de los Bolcheviques en 1917 abrió un nuevo período crítico en la historia rusa. A la desorganización económica se unió una grave crisis política. Finalmente, esta crisis ocasionó una cruel guerra civil, en la que la coalición anti Bolchevique intentó desalojar a los Bolcheviques del poder.Se conoce como “comunismo de guerra” al período comprendido entre el control Bolchevique en 1917 y el final de la guerra civil en 1921.Las medidas que se tomaron durante este periodo fueron varias. Se nacionalizó la tierra, se supervisó la distribución de la misma. El tamaño medio de las parcelas disminuyó y el número de explotaciones familiares campesinas aumentó.Además, todos los Bancos privados fueron nacionalizados.A pesar de las medidas tomadas por el nuevo Gobierno, el deterioro de la situación económica fue creciendo, muchos tuvieron que abandonar la ciudad, las fábricas cerraron por falta de mano de obra. El hambre afectó mucho a la sociedad.Las escaseces se hicieron cada vez más agudas, a medida que la guerra civil se extendió por Rusia. Además, se extendió una epidemia de tifus. En este contexto, los Bolcheviques aceleraron su programa de nacionalizaciones y trataron de reforzar el control estatal.Un primer elemento fue el control de los ferrocarriles.Asi mismo, la escasez de alimentos se intentó superar incautando los stocks de campesinos y comerciantes. Se impusieron entregas forzosas de cereal que obligaron a los campesinos a entregar sus excedentes al Estado. Se estableció así una lucha encarnizada entre el Gobierno y los campesinos. Se desarrollaron motines por parte de los campesinos, y aunque las cantidades recogidas por el Estado aumentaron, no se mejoró el abastecimiento de las ciudades y el mercado negro siguió extendiéndose.En estas angustiosas circunstancias, el rublo se hundió. La mayoría del gasto público se cubría con la máquina de imprimir billetes.Conforme el dinero perdió todo su valor, el comercio privado fue declarado ilegal y se abordó la nacionalización de todas las empresas industriales. La crisis alimentaria y el hambre siguieron extendiéndose.Terminada la guerra civil, los Bolcheviques se plantearon la necesidad de una revisión económica ante la urgente tarea de reconstrucción económica.Los acontecimientos forzaron las cosas. Las revueltas de los campesinos ganaron en intensidad.Los líderes Bolcheviques terminaron por aceptar la necesidad de una profunda rectificación para evitar el hundimiento del nuevo Estado.


4.3.- El afianzamiento de la economía soviética: de la N.E.P. a la planificación.

El giro en la política económica comenzó en 1921, tras las revueltas campesinas, cuando los órganos del partido y del Soviet aprobaron la sustitución de la confiscación de los excedentes a los campesinos por un impuesto en especie. La situación originada fue dramática: murieron millones de personas. La supresión de las requisas pretendía estimular la producción agraria. En 1924, el impuesto en especie fue sustituido por un tributo en dinero.En el sector industrial también hubo rectificaciones: las empresas pequeñas que no habían sido nacionalizadas fueron autorizadas para reanudar la actividad.Este giro en la política económica se conoció como la N.E.P. (Nueva Política Económica). Era una forma de economía mixta, con una agricultura privada, comercio privado legalizado. Por otro lado, el Estado siguió controlando la banca, el comercio exterior y la gran industria. Pero la industria y el comercio controlados por el Estado también sufrieron cambios: la industria se organizó en unidades autónomas.A partir de 1922 se comenzó a normalizar el comercio exterior. Se firmaron acuerdos comerciales con Gran Bretaña y las importaciones contribuyeron a la recuperación.La estrategia de la N.E.P. necesitaba una moneda estable para realizar las nuevas relaciones comerciales, pero el rublo había sufrido una gran devaluación. El chervonetz se estableció como la nueva moneda única.Hay que resaltar que la N.E.P. coincidió con la prohibición de todos los partidos políticos, excepto el Bolchevique.Durante la N.E.P., las cosechas mejoraron y la industria se recuperó.Tras la muerte de Lenin, hubo quienes defendían la continuación de la N.E.P. y otros que eran partidarios de eliminarla: la oposición de izquierdas. Éstos, además, defendían la reducción del sector privado.Este debate fue generando cambios y desde 1926 el Estado fue adoptando medidas para reducir el tamaño del sector privado.Paralelamente a esta estrategia de reducir el papel del comercio privado, y con el triunfo de Stalin, el Gobierno comenzó a elaborar el primer plan quinquenal (1928-1932), que buscaba reforzar el sector estatal.Durante 1929, las tensiones del programa de inversiones del plan quinquenal comenzaron a afectar a todos los sectores de la economía. En este contexto, Stalin optó por colectivizar el campesinado de forma general e inmediata

La colectivización.A partir de  1929, se reforzó la presión sobre los campesinos xra q ingresaran en los organismos colectivos y se establecieron planes d entrega d cereales.En determinadas zonas, los Kulak (campesinos acomodados) tuvieron q soportar grandes cargas en sus entregas d cereales.En 1930 se comenzaron las expropiaciones y deportaciones de Kulaks.Los campesinos fueron obligados a ingresar en granjas colectivas.A los campesinos q se mantuvieron  fuera d los koljoses(grands estatales)se les dio tierras d inferior calidad y se les impuso cuantiosas entregas forzosas.La colectivización y requisas coincidieron cn una época d buenas cosechas (1930-1931),q se aprovecharon xra aumentar las exportacions.Xro la desmoralización d los campesinos junto cn la ineficiencia d las granjas colectivas provocaron una época d escasez d 1932.El estado soviético reaccionó cn medidas +represivas y en 1933 el hambre enel campo fue terrible.Posteriormnt,se relajaron las condiciones Xra el campesinado,aunq la recuperación d la agricultura fue lenta.

El primer plan quinquenal.La ofensiva contra la N.E.P. y los mdos privados se reforzó cn el desarrollo del primer plan quinquenal (1928-1932). El objetivo central fue acelerar el proceso de industrialización. Hubo un crecimiento industrial muy significativo.Hubo 3 factores q determinaron el bajo nivel d vida d estos años.La excesiva inversión en la industria pesada,las consecuencias d la colectivización en la agricultura y el empeoramiento d la relación real d intercambio.Hubo un aumento dl proceso d industrialización xro un coste humano y económico desorbitado.

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