Formación y Expansión de los Reinos Cristianos en la Península Ibérica: Siglos VIII al XIII

Los Cristianos en la Edad Media: Primeros Núcleos de Resistencia

Cornisa Cantábrica

Zona poco romanizada y poco poblada, donde se formará el primer reino cristiano peninsular de la mano de Pelayo (noble de origen visigodo convertido en caudillo de un grupo de refugiados). Tras la batalla de Covadonga (722), se establecieron las bases del reino astur, que se independizará e iniciará su expansión hacia el oeste y el sur. En el siglo VIII, se estableció la capital en Oviedo. Con Alfonso II, se estableció el Fuero Juzgo, ratificando al reino como heredero de los visigodos. Alfonso III inicia la expansión hacia el Duero y traslada la capital a León, consolidando el dominio astur-leonés bajo el control de un conde: el condado de Castilla. Hacia el 950, aparece en Castilla una autonomía con características propias (gobierno, formas de vida y derecho) diferentes del reino astur-leonés.

Reinos y Condados Pirenaicos

La zona pirenaica fue una frontera entre los francos y los musulmanes. En 820, dominaron el condado aragonés y, en el 830, Arista se proclamó primer rey de Pamplona. Los francos tomaron Barcelona, creando la Marca Hispánica, integrada por once condados catalanes. Vifredo el Velloso expandió el condado de Barcelona, aunque su desvinculación de los francos no se produjo hasta el 988, cuando Borrell II rompió las relaciones vasalláticas que le unían a los francos.

Los diferentes territorios peninsulares mantendrán relaciones dinásticas y/o enfrentamientos que concluirían en:

  1. En 1135, se configura el reino de Navarra con las provincias vascongadas, que pasarán al Reino de Castilla en 1200.
  2. En 1137, se unen el condado de Barcelona con el Reino de Aragón, formando la Corona de Aragón.
  3. En 1139, se consolida el Condado de Portugal como reino independiente.
  4. En 1230, se unen definitivamente el reino de León y el de Castilla, formando la Corona de Castilla.

Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Principales Etapas de la Reconquista (Siglos XI-XIII)

La Reconquista es un periodo decisivo en la historia peninsular, donde se gestan las particularidades culturales, lingüísticas, institucionales e históricas de los reinos cristianos peninsulares. Se inicia en el siglo X, tras la victoria cristiana en Simancas, pero desde el siglo XI empezó la debilidad andalusí y comenzó la expansión cristiana, excepto la del reino de Navarra.

  • Siglo XI – Primera Mitad del Siglo XII
    • Castilla: consolida el valle del Duero, el del Tajo y Toledo. La entrada de los almorávides frenará el avance cristiano en Sagrajas.
    • Aragón: ocupa Huesca y Barbastro. En los 30 años siguientes, ocupa desde el valle del Ebro hasta Tortosa, la cuenca del Jalón y Jiloca, y toma Zaragoza en 1118. En 1137, tras la unión matrimonial del conde de Barcelona y la heredera de Aragón, se crea la Corona de Aragón.
    • Portugal: conquista Lisboa en 1147.

    En 1151, Castilla y Aragón superan sus disputas territoriales firmando el Tratado de Tudilén. Castilla anexiona Cuenca, y Aragón, Teruel.

  • 1151-1212
    • Castilla: ocupa el alto Guadiana y La Mancha.
    • Aragón: ocupa los cursos altos del Turia y del Júcar.
    • Portugal: ocupa Beja.

    En 1179, Castilla y Aragón firmaron el Tratado de Cazorla, que delimitó fronteras, y Castilla se atribuyó Murcia. El triunfo cristiano en las Navas de Tolosa (1212) consolidó el territorio castellano y el control del paso por Andalucía. El Tratado de Coimbra entre Castilla y Portugal delimitó las fronteras.

  • 1220-1264: en 1230, se unen Castilla y León, permitiendo la expansión por Extremadura y el valle bajo del Guadalquivir.
    • Castilla: ocupa Badajoz, Córdoba, Jaén, Sevilla, Cádiz y, en 1294, toma Tarifa; y Murcia entre 1243 y 1246.
    • Aragón: ocupa Valencia y Baleares.
    • Portugal: conquista el bajo Guadiana, el Algarve y el Alentejo, y ocupa Faro.

    El Tratado de Almizra de 1244 consigue que se superen rencillas territoriales en torno a Murcia y establece fronteras definitivas entre Castilla y Aragón.

Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Formas de Ocupación del Territorio, Repoblación y Organización Social

Reino de Castilla

  • Norte del Valle del Duero: las repoblaciones (procedimiento que se llama presura o aprisio: la ocupación de las tierras que inicialmente pertenecían al rey) se produjeron en los siglos IX y X. Se pobló con mozárabes del sur y con montañeses del norte (astures y cántabros). Así, los campesinos formaban comunidades de hombres libres con autoridades propias. En los núcleos urbanos, se utilizaron las cartas de población, que configuraron una sociedad libre donde predominaba el minifundio, pero hizo que desde el siglo X los nobles y los monasterios se apropiaran de las tierras y sometieran a los campesinos, debilitando la autoridad del rey.
  • Territorio entre los Ríos Duero y Tajo: se produjo entre los siglos XI y XII, y se organizó mediante concejos que impulsaban la creación de ciudades bien definidas, entregándoles un territorio bastante extenso (el alfoz), unos privilegios y libertades que se recogían en el Fuero o carta de población (documento otorgado por el rey). (Ejemplo del Fuero de Sepúlveda).

En Toledo, se utilizó el pacto de rendición, que obligaba a la población islámica a abandonar la ciudad, ya que era una zona densamente poblada con abundancia de presencia musulmana. Las casas y tierras vacantes se entregaron a la alta nobleza.

  • Sur del Tajo (Siglo XII): las Órdenes Militares tuvieron protagonismo. Dada la escasez de población, recibieron gran cantidad de señoríos en el norte de la actual Extremadura y en las tierras de la Mancha. En torno a los castillos, se aglutinó la población que trabajaba sus tierras en régimen feudal a cambio de protección.
  • Valles del Guadiana y del Guadalquivir: tuvieron lugar en el siglo XIII mediante repartimientos: las propiedades se distribuían en lotes de tamaño grande (donadíos) adjudicados a la nobleza y a los obispados, o de tamaño menor (heredamientos) para la nobleza de segundo orden y caballeros de las ciudades. Los campesinos recibían pequeñas parcelas. En las zonas próximas a Granada, la mayor parte de las tierras las recibieron las Órdenes Militares.

Corona de Aragón

Durante los siglos VIII y IX, las ciudades de la montaña fueron colonizando tierras y formando comunidades de aldeas libres.

  • Cataluña: se repobló igual que el valle del Duero. Se poblaron extensas tierras del interior con campesinos libres, propietarios de tierras libres o alodios. Sin embargo, la entrega de estas tierras a particulares (los honores) y el impulso de monasterios dio lugar en el siglo X a formas feudales que irán incrementándose, reduciendo a los campesinos a la servidumbre debido a las deudas de las tasas impuestas.
  • Valle del Ebro: las repoblaciones se produjeron en la primera mitad del siglo XII. Se desalojó el poder musulmán por pactos de capitulación, que hizo que la población musulmana o mudéjar fuera numerosa en el campo, cayendo bajo el control de la nobleza. Las ciudades las ocuparon mozárabes, mercaderes del norte y francos.
  • Valencia y Baleares (conquistada y repoblada por la nobleza catalana en régimen feudal): se utilizó el repartimiento.
  • Reino de Valencia: se entregaron las ciudades mediante pactos de capitulación, que permitieron la permanencia de la población musulmana, y el monarca promovió una colonización cristiana. Las tierras del interior se entregaron a los nobles aragoneses, mientras que la costa y las ciudades se repoblaron por catalanes.

Durante la Reconquista, se fue formando una sociedad feudal y estamental: estaba formada por estamentos a los que se accedía por asignación real, por profesión o por nacimiento, con obligaciones y privilegios recogidos en una ley específica o fuero del estamento. A lo largo de los siglos XI y XII, se aceleró el proceso de feudalización. Los campesinos pasaron a depender de los señores feudales, que adquirían nuevos privilegios que debilitaban el poder del monarca.

En general, los campesinos mantuvieron mayor grado de libertad. La nobleza nunca tuvo poder político equivalente al de la nobleza catalana, de modo que la autoridad del rey fue superior en Castilla.

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