Rasgos Fundamentales del Descubrimiento y Colonización de América
Dos series de textos jurídicos permiten abordar esta cuestión:
- Por un lado, los tratados destinados a organizar el reparto de las tierras descubiertas entre Castilla y Portugal: Tratado de Alcaçovas (1479) y Tratado de Tordesillas (1494).
- Por otro, las leyes que intentaron organizar la vida de los habitantes de los nuevos territorios: Leyes de Burgos (1512) y Leyes Nuevas (1542).
Contexto y Antecedentes
¿Por qué empezar en 1479 la explicación del descubrimiento de América? En realidad, hay que remontarse a 1453 y la caída de Constantinopla para encontrar el pistoletazo de salida a la empresa de búsqueda de nuevas rutas comerciales entre Europa Occidental y el Lejano Oriente.
Portugal y Castilla fueron los dos reinos que llevaron a cabo una carrera por llegar a ese destino, realizando los primeros descubrimientos en el océano Atlántico: las Azores y Cabo Verde para los portugueses, y las Canarias para los castellanos, como recoge el Tratado de Alcaçovas.
El Proyecto de Colón y el Papel de Portugal y Castilla
La primacía de Portugal en los descubrimientos geográficos en la costa africana (estableciendo un límite mediante un paralelo al sur de Canarias) hizo que su rey, Juan II, rechazara el proyecto presentado por el navegante genovés Cristóbal Colón. Este proponía llegar a Catay y Cipango (China y Japón) navegando hacia Poniente. Para Portugal, era cuestión de tiempo alcanzar la meta bordeando África, mientras fundaban factorías en sus costas.
Esta fue la razón por la que los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, finalmente aceptaron las condiciones de Colón (recogidas en las Capitulaciones de Santa Fe, 1492) y financiaron su proyecto. La certeza que Colón parecía tener sobre la existencia de tierra al otro lado del Atlántico ha sido origen de diversas teorías, difíciles de demostrar o refutar. Lo más aceptado es que «el más fecundo error de todos los tiempos«, como lo denominó Ranke, se basó en los cálculos del cosmógrafo florentino Toscanelli y en un grave error de cálculo de la circunferencia terrestre, lo que casi le cuesta un motín a bordo, como recoge en su Diario.
El Descubrimiento y la Legitimación
El 12 de octubre de 1492, la expedición desembarcó en la isla de Guanahani, bautizada como San Salvador. Era preciso legitimar la posesión de las tierras recién descubiertas. Esto se hizo en dos pasos:
- Obtener el refrendo papal a través de la bula Inter Caetera (1493), otorgada por el Papa Alejandro VI.
- Repartir el territorio con Portugal mediante la fijación de un meridiano que delimitaría las zonas de expansión de ambas coronas: el Tratado de Tordesillas (1494).
La Cuestión Indígena y la Legislación
La preocupación por el tratamiento de los nuevos súbditos estuvo presente en los Reyes Católicos, dada la obligación de adoctrinarlos en la fe cristiana impuesta por Alejandro VI en su bula. Esto suponía, de facto, la prohibición de esclavizarlos (práctica común en la época).
Las Leyes de Burgos (1512) instauraron el sistema de la encomienda: la Corona entregaba un grupo de indígenas a un colonizador para que, a cambio de su evangelización y protección, realizaran trabajos obligatorios en la propiedad del encomendero o le pagasen tributos. Su aplicación tropezó con enormes dificultades debido a la distancia de la metrópoli, la vastedad del territorio y la avidez de enriquecimiento de muchos colonizadores.
La defensa de los indígenas por parte de algunos misioneros, como Fray Bartolomé de las Casas, tanto en América como en la Corte, llevó al emperador Carlos V (nieto de los Reyes Católicos) a promulgar las Leyes Nuevas (1542). Estas leyes buscaban proteger a los indígenas y limitar el poder de los encomenderos, pero encontraron resistencias y dificultades de aplicación similares a las de 1512.
El Imperio Territorial de Felipe II
Principios Rectores del Reinado
«Reputación«, «conservación» y catolicismo fueron los tres principios que caracterizaron la política de Felipe II durante su reinado. Estos principios eran una continuación de la política de su padre, el emperador Carlos I (V del Sacro Imperio Romano Germánico), quien se los había recomendado en las Instrucciones que le escribió en 1543 al dejarle como gobernador de los reinos hispánicos.
La Herencia y la División del Imperio
Cuando Carlos I abdicó de sus cargos en Bruselas en 1556, se produjo un reparto de sus dominios entre su hermano Fernando y su hijo Felipe:
- Fernando I: Recibió el título de Emperador del Sacro Imperio y los territorios patrimoniales de los Habsburgo en Austria.
- Felipe II: Heredó las Coronas de Castilla y Aragón (con sus posesiones en Italia y América), además de los Países Bajos (Flandes) y el Franco Condado. Mantuvo siempre el anhelo de recuperar el Ducado de Borgoña, en posesión de Francia.
Logros del Reinado
Siguiendo sus principios rectores, el reinado de Felipe II cosechó importantes éxitos:
- Consolidación del dominio en Italia con la conquista de plazas fuertes en la Toscana.
- Victoria crucial contra el Imperio Otomano en la Batalla de Lepanto (1571), donde la Monarquía Hispánica lideró la Liga Santa.
- Incorporación del Reino de Portugal y su vasto imperio colonial a la Monarquía Hispánica (1580), logrando la unión ibérica.
- Importante victoria sobre Francia en la Batalla de San Quintín (1557), al inicio de su reinado.
Conflictos y Desafíos
El reinado también estuvo marcado por graves conflictos y dificultades:
- Inicio de la larga y costosa Guerra de Flandes (Guerra de los Ochenta Años) a partir de 1568.
- Sublevación de los moriscos en Granada (1568-1571).
- El desastre de la Gran Armada (mal llamada «Armada Invencible») en su intento de invadir Inglaterra (1588).
- Las Alteraciones de Aragón (1591), un conflicto constitucional y de poder con las instituciones aragonesas.
El mismo año de su muerte (1598), Felipe II firmó la Paz de Vervins con Francia, poniendo fin a otro largo conflicto con el reino vecino.