Etapas del Genocidio
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Diferenciar
Construcción del otro, visto como amenaza. Propaganda para la construcción del otro: diferenciar, dividir, consolidar el poder del estado nazi.
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Identificar
El genocidio no es solo matanza, es deshumanizar a las personas cortándoles los lazos sociales. Hostigamiento, identificar y distinguir en el espacio físico.
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Aislar
En 1938, fanáticos nazis queman sinagogas (Noche de los Cristales Rotos), separando físicamente a los judíos de la sociedad alemana.
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Romper los vínculos
Negación de trabajo y medicina. Selección de personas dentro del gueto.
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Destrucción física
Eliminación de la rutina. Construcción de una máquina que mata fácil, rápido y barato.
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Negación
Negar todo.
El estado realiza los genocidios para legitimar su poder, buscando a otro como amenaza.
El genocidio es un proceso de deshumanización de un grupo humano para destruir su identidad, su ser, nación, cultura e historia.
Se deben destruir los lazos sociales, comunitarios, históricos, culturales y familiares.
El Plan de Hitler
El rearme alemán implicaba una política de expansionismo territorial, llamado “espacio vital”.
Avanzó la producción bélica y se consolidaron las Fuerzas Armadas alemanas. Hitler tomó una serie de determinaciones:
Alianzas
En 1936, Hitler y Mussolini firmaron un pacto llamado Eje Roma-Berlín. El mismo año, Alemania y Japón firmaron otro pacto llamado Antikomintern, contra la URSS, al que Italia se adhirió al año siguiente.
Intervención en la Guerra Civil Española
Hitler prestó ayuda militar a Franco, no solo por afinidad ideológica, sino porque era una oportunidad para probar la capacidad bélica alemana.
Anexión de Austria
En Austria, la patria de nacimiento de Hitler, habían crecido notablemente las ideas nazis. Esta circunstancia fue aprovechada por Hitler para anexar Austria al Tercer Reich en 1938.
Ocupación de Checoslovaquia
Luego de anexar Austria, Hitler firmó con Gran Bretaña, Francia e Italia el Pacto de Múnich. Según este acuerdo, Hitler pudo ocupar los Sudetes, una región de Checoslovaquia, mientras que las potencias garantizaron la independencia del resto del territorio checoslovaco.
El primer ministro británico celebró el Pacto de Múnich como si fuera el punto final a las pretensiones expansionistas de Hitler.
Primera Etapa de la Segunda Guerra Mundial
El 1 de septiembre de 1939, tropas alemanas invadieron territorio polaco. Gran Bretaña y Francia reclamaron a Hitler el fin de esas operaciones y, ante su negación, declararon la guerra.
La guerra enfrentó a dos grandes bloques de potencias: los del Eje, integrado principalmente por Alemania, Italia y Japón, y los Aliados, inicialmente por Francia y Gran Bretaña, a quienes en 1941 se sumaría la URSS y Estados Unidos, entre otros.
En un mes, los alemanes se apoderaron de la mayor parte de Polonia. Luego, las tropas alemanas se dirigieron al oeste europeo, donde en pocos meses se apoderaron de Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica y Francia. En junio de 1940, los alemanes obligaron a Francia a firmar un armisticio, por el cual parte del norte del país quedaba bajo ocupación militar germana, mientras que en el sur se establecía un régimen colaboracionista, llamado República de Vichy.
Las victorias alemanas se produjeron mediante el concepto militar “guerra relámpago”. Consistía en el uso combinado de la aviación, la artillería y las unidades de tanques para realizar rápidos avances.
Y así dividir y cercar a las fuerzas enemigas, que eran derrotadas al concentrar un gran fuego en lugares estratégicos (cruces de rutas, puentes, ciertas ciudades, etc.).
A fines de 1940, ante la imposibilidad de una invasión marítima, Hitler inició el bombardeo sistemático de ciudades británicas. Por su parte, Mussolini invadió el norte de África y Grecia, abriendo así otros frentes de lucha.
Durante esta primera etapa, el curso del conflicto fue favorable a las fuerzas del Eje, que controlaban la mayor parte del territorio europeo y parte del norte de África.
Una Guerra Total
Una característica de esta guerra fue que los países contendientes la consideraron una guerra total, en la cual estaban involucrados todos los recursos humanos y materiales.
La guerra no solo implicó el uso de fuerzas militares en los frentes terrestres, marítimos y aéreos, sino también los recursos económicos, tecnológicos y políticos de los países enfrentados.
La guerra submarina y los bombardeos aéreos sobre complejos industriales, puertos, redes de transportes y ciudades no solo buscaban destruir la capacidad militar del enemigo, sino también afectar la moral de la población y su disposición a proseguir la lucha. En este sentido, surgió la noción de “frente interno”, es decir que, además de los frentes de combates entre tropas, la guerra incluía la actitud de la población civil. Cada estado utilizó la propaganda por todos los medios para mantener el apoyo de la población y la aceptación de las privaciones (por ejemplo, racionamiento de los alimentos y falta de combustibles).
Segunda Etapa de la Guerra (1941-1943)
En 1941 comenzó la segunda etapa de la guerra. Alemania rompió el pacto Ribbentrop-Mólotov e inició la invasión del territorio soviético, por lo que la URSS se sumó entonces a los Aliados.
La población soviética resistió a los nazis trasladando las industrias hacia el interior del territorio, destruyendo los recursos que pudieran servir al enemigo.
A fines de ese año, el ataque aeronaval japonés a la base estadounidense de Pearl Harbor, en Hawái, abrió un nuevo frente en el Pacífico y llevó a que Estados Unidos ingresara al bando aliado.
Tercera Etapa de la Guerra (1943-1945)
La tercera etapa se inició en 1943, con la victoria británica en la batalla de El Alamein, en el norte de África, la de los soviéticos en Stalingrado y el avance de los estadounidenses en el Pacífico sobre las islas controladas por los japoneses. A partir de ese momento, el curso de la guerra fue favorable a los Aliados. Las tropas aliadas desembarcaron en Sicilia, al sur de Italia, en 1943, y desde allí avanzaron hasta el norte de ese país. En abril de 1945, Mussolini fue encarcelado y fusilado. En junio de 1944, el desembarco en Normandía, al norte de Francia, permitió la liberación de París y dio comienzo al avance aliado hacia Berlín. Por su parte, las tropas soviéticas también avanzaron hacia la capital alemana desde el este. Finalmente, los soviéticos tomaron Berlín y se produjo la rendición alemana en mayo de 1945.
En Asia, la rendición de Japón se produjo luego de que Estados Unidos arrojara bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.
El Sistema Bipolar
El estado de tensión permanente entre los antiguos aliados desembocó en una división del mundo en dos grandes bloques antagónicos: el occidental o capitalista, liderado por Estados Unidos, y el oriental, socialista o comunista, encabezado por la Unión Soviética. El mundo vivió entonces en un estado de tensión permanente entre estos dos bloques, que recibió el nombre de Guerra Fría.
Ambos bloques actuaban según la hipótesis de que la guerra era posible o inevitable y, por ese motivo, formaron ejércitos poderosos y desarrollaron armamentos cada vez más destructivos. Las superpotencias nunca se enfrentaron de forma directa por el temor latente de una destrucción nuclear mutua. En cambio, midieron su poderío de forma indirecta en conflictos localizados o regionales que se desarrollaron en Asia, África y más tarde en América Latina.
Este sistema bipolar, llamado así por la existencia de dos “polos”, representados por las superpotencias, sobrevivió hasta la caída del Muro de Berlín, en 1989, y la disolución definitiva de la Unión Soviética, en 1991.