Isabel II (1830-1904)
Reina de España entre 1833, gracias a la publicación de la Pragmática Sanción por parte de su padre Fernando VII y que provocará la 1ª Guerra Carlista, y 1868, fecha en la que fue destronada por la llamada «Revolución Gloriosa». Su reinado se caracterizará por el cambio político profundo que trae consigo la Revolución liberal. La reina Isabel II, hija de Fernando VII y Mª Cristina de Borbón, es reina desde los 3 años, aunque no será declarada mayor de edad hasta los 13 años. Carece de una formación adecuada para ser reina; presenta grandes carencias intelectuales y escasos recursos para desarrollar correctamente la futura labor. Tampoco va a saber ser el árbitro entre las fuerzas políticas. La reina es un instrumento en manos del partido moderado al que siempre apoya. El sistema electoral favorece la victoria de los moderados. Los progresistas sólo pueden llegar al poder mediante la fuerza.
Jovellanos (1744-1811)
Ejemplo de ministro ilustrado del reinado de Carlos III, colaboró en la reforma de las estructuras agrarias basándose en las nuevas ideas fisiocráticas, entre otras actividades. Con la llegada de Carlos IV caerá en desgracia y será desterrado a su Asturias natal y después a Mallorca. Con la invasión francesa, participará en la Junta Central hasta que esta sea sustituida por la Regencia.
Junta Suprema Central (1808)
Se crea la Junta Suprema Central (septiembre de 1808), que se establecerá en Cádiz ante el avance de los franceses; presidida por Floridablanca, ministro de Carlos III y IV, aunque Jovellanos era su figura más representativa. La Junta Suprema Central se convierte en la legítima institución política que asume la soberanía en nombre del rey, dirige la guerra contra los franceses y convoca Cortes extraordinarias no estamentales, sino de representación nacional (mayo 1809), que era potestad del rey; todo ello supone un acto revolucionario. En 1810 cede el poder a una Regencia que actuará en nombre de Fernando VII.
Ley General de Ferrocarriles (1855)
Norma aprobada en 1855, durante el Bienio Progresista (1854-56), en la que se garantizaba un interés mínimo del 6% a los inversores en el ferrocarril, además de dar a las compañías constructoras grandes ventajas como la importación sin pagar aranceles o la gratuidad de las tierras comunales por donde pasase la línea férrea. Esta ley fue la causa del gran impulso en la construcción de la primera red ferroviaria española y contribuyó al desarrollo de un auténtico mercado nacional.
Librecambismo
Práctica económica definida por Adam Smith en el siglo XVIII, que constituye la base del liberalismo económico. Planteaba la libertad de mercado, bajo el lema «dejar hacer, dejar pasar», sin ningún tipo de intervención del Estado. Los intercambios quedarían regulados únicamente por la Ley de la Oferta y la Demanda. Se trató de imponer en España, por el gobierno del partido progresista, a finales del S. XIX, provocando el rechazo de la burguesía industrial catalana.
Motín de Aranjuez (marzo 1808)
Desde principios del siglo XIX la guerra con Gran Bretaña y las crisis de subsistencias hacen aumentar la oposición política al gobierno de Godoy e incluso a los reyes, Carlos IV y Maria Luisa de Parma, muy desprestigiados. Los privilegiados opuestos al primer ministro recibirán el apoyo del príncipe de Asturias (futuro Fernando VII). Mientras, por el Tratado de Fontainebleau las tropas francesas de Napoleón entran en España para ocupar Portugal. Godoy, alarmado por el comportamiento de las mismas, decide el traslado de la familia real a Andalucía, para pasar si fuera necesario a América. En ese momento estalla un motín popular en Aranjuez, residencia de los reyes; está organizado y financiado por los partidarios del propio heredero, contra el monarca y su ministro Godoy. Éste es encarcelado y Carlos IV se ve obligado a abdicar en su hijo Fernando VII. Estos incidentes evidencian la descomposición política de la monarquía española y permiten a Napoleón convertir a España en una monarquía satélite de Francia tras las abdicaciones de Bayona. La resistencia armada del pueblo español a la ocupación da lugar a una guerra de liberación, la Guerra de la Independencia.
Nacionalismo
Doctrina política, surgida tras la caída del imperio napoleónico, que defiende el derecho de los pueblos a formar naciones independientes y a crear su propio Estado. Este principio supone la afirmación de que toda nación debe poder constituir un Estado independiente, basado en la soberanía nacional, que hace posible que todos sus ciudadanos se sientan parte de la nación. En España surgieron, a finales del siglo XIX, movimientos reivindicativos de los llamados “derechos históricos” de catalanes y vascos, y en menor medida, de gallegos y valencianos.