Guerra Civil Española: Ayuda Internacional y Evolución Política Republicana

Las Ayudas a la República

La República debería haber recibido la ayuda de las democracias occidentales, pero el temor a que se desencadenara una guerra europea inclinó a los países democráticos a inhibirse en el conflicto español. La ayuda de la Unión Soviética fue la más importante y decisiva. El gobierno de México proporcionó alimentos, armas y apoyo diplomático (aportación inferior a la de la Unión Soviética). Debe destacarse la participación de las **Brigadas Internacionales**, en cuya creación también fue esencial la intervención de la Unión Soviética. Se trataba de cuerpos de voluntarios.

Gran Bretaña, Francia y el Comité de No Intervención

Gran Bretaña quería evitar que, como ocurrió en la 1ª Guerra Mundial, un conflicto local pudiera transformarse en una nueva guerra europea. Francia, gobernada por un Frente Popular bajo la dirección del socialista León Blum, pero las presiones británicas le obligaron a suspender en seguida la venta de armas a España. Francia propuso la creación del **Comité de No Intervención** para que el conflicto español no se internacionalizase y para ayudar a la República evitando que los sublevados recibieran ayuda militar del exterior. El primer paso fue la firma entre Francia y Gran Bretaña de un Pacto de No Intervención en el que se prohibía la venta de todo tipo de material militar destinado a España. Sin embargo, el Comité fue del todo ineficaz.

La Sociedad de Naciones y los Estados Unidos

La **Sociedad de Naciones** se había creado tras la 1ª Guerra Mundial como organismo encargado de velar por la resolución pacífica de los conflictos internacionales. Sin embargo, cuando estalló la guerra en España se encontraba sumida en una crisis. Estados Unidos interpretaba la guerra española como una prueba del avance del comunismo, por lo que su enfoque del conflicto se aproximaba más a los argumentos de los sublevados. Adoptó una política oficial de no intervención.

La Evolución Política Durante la Guerra

La España Republicana

La sublevación militar liberó todas las divergencias y tensiones internas. Los sindicatos y organizaciones obreras reclamaron la entrega de armas para defender la República, pero Casares Quiroga se negó a ello porque eso suponía traspasar de hecho el poder del Estado a los dirigentes sindicales y a los responsables de los partidos obreros. Giral ordenó la distribución de armas entre los obreros. En consecuencia, la sublevación militar supuso la desarticulación inmediata del Estado republicano. A partir de la aprobación del Estatuto de Autonomía en el resto de la zona republicana fueron las organizaciones obreras las que ejercieron realmente el poder.

Los Gobiernos de Largo Caballero

En septiembre se constituyó un nuevo gobierno presidido por **Largo Caballero**, el cual presentaba en su composición varias novedades sin precedentes:

  • Estaba presidido por un socialista y dirigente obrero.
  • Había ministros comunistas.
  • Era el primero con participación de anarquistas.
  • Una mujer ocupaba un ministerio (el de Sanidad), del que se hizo cargo la anarquista Federica Montseny.

Este nuevo gobierno se propuso dos objetivos: crear un verdadero ejército con mando unificado y restablecer el poder del Estado. Ante el avance de las tropas franquistas, el gobierno se trasladó a Valencia y la capital quedó bajo el mando de una Junta de Defensa a cargo del general Miaja. En Cataluña coexistían dos centros de poder: La Generalitat y el Comité Central de las Milicias Antifascistas. Se provocó la insurrección en mayo de 1937 de grupos anarquistas y del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista).

Los Gobiernos de Negrín

El presidente Azaña mandó formar nuevo gobierno al también socialista **Negrín**. Su nombramiento consistía en dar la máxima prioridad a la guerra. El único poder revolucionario que sobrevivía era el Consejo de Aragón, que fue disuelto de forma contundente en el verano de 1937.

Dos posibles estrategias ante la guerra:

  • La de Negrín, con el apoyo de los comunistas, que proponía continuar la resistencia a la espera de que estallara la guerra en Europa.
  • La de amplios sectores republicanos e incluso algunos socialistas que se inclinaban a favor de negociar una paz aceptable.

Finalmente se impusieron las tesis de Negrín y los comunistas, y la evolución de los acontecimientos no favorecía a la República:

  • La batalla del Ebro había dejado al ejército republicano maltrecho y desmoralizado.
  • Francia, Gran Bretaña, Alemania e Italia se habían reunido en la Conferencia de Munich y habían aceptado la anexión a Alemania de la región checoslovaca de los Sudetes.

El coronel Casado precipitó el final de la contienda al sublevarse contra el gobierno con la intención de negociar la paz con Franco.

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