Guerra de Independencia Española: Crisis, Levantamiento y Constitución de 1812

La Guerra de Independencia Española (1808-1814)

Crisis del Reinado de Carlos IV

La monarquía de Carlos IV se encontraba desprestigiada. El poder estaba en manos del primer ministro Manuel Godoy. Este ordenó medidas desamortizadoras, la venta de propiedades de la iglesia al mercado libre para afrontar la crisis financiera causada por las guerras contra Reino Unido y Francia. Estas medidas encontraron la oposición de la iglesia y la nobleza. Hubo un acercamiento a la Francia de Napoleón, que tuvo como consecuencia la derrota en la Batalla de Trafalgar (1805), donde fue destruida gran parte de la flota española. Se firmó el Tratado de Fontainebleau (1807), que permitía a las tropas francesas entrar en España para ocupar Portugal, quedándose con El Algarve. Otra crisis fue el Motín de Aranjuez, un levantamiento popular en Madrid promovido por la nobleza, liderada por el príncipe Fernando. El rey Carlos IV abdicó porque su hijo conspiraba contra él.

Napoleón convocó a la familia real española en Bayona, donde tuvieron lugar las Abdicaciones de Bayona, obligando a Carlos IV y Fernando VII a renunciar al trono en favor de su hermano José I. Ante la salida de la familia real y la presencia del ejército francés, la población se alzó en el Levantamiento del 2 de Mayo de 1808 en Madrid. El ejército francés, al mando del General Murat, reprimió y fusiló a la población. Así comenzó la guerra.

Etapas de la Guerra

  1. 1808: Victoria española en la Batalla de Bailén.
  2. 1808-1812: Napoleón dirigió la guerra personalmente contra el ejército inglés, liderado por el duque de Wellesley, con la colaboración del ejército español. Napoleón ocupó toda España, excepto Cádiz y Alicante.
  3. 1812-1814: Tras la derrota de Napoleón en Rusia, trasladó sus tropas a Europa. La victoria de las tropas angloespañolas en las Batallas de Ciudad Rodrigo y Los Arapiles obligó a José I a trasladarse a Valencia. Tras la derrota francesa en Vitoria, abandonó España. La guerra terminó con el Tratado de Valençay, que supuso la vuelta de Fernando VII. La victoria fue posible gracias a las guerrillas, que canalizaron la lucha del pueblo contra el invasor, usando tácticas de sorpresa gracias al conocimiento del terreno.

Organización Política: José I Bonaparte

Una minoría apoyó a José I y su gobierno, los llamados afrancesados, españoles que apoyaban al francés. Él defendía la ideología liberal moderada. Aprobaron el Estatuto de Bayona, una carta otorgada que reconocía derechos ciudadanos como la libertad de imprenta, de comercio y el habeas corpus. Los patriotas, defensores de la monarquía borbónica, se organizaron en Juntas de Defensa (locales y provinciales). Surgieron dos posturas:

  • Liberales: Vieron en la invasión la oportunidad para reformar la monarquía.
  • Absolutistas: Vieron en la invasión la oportunidad de volver al Antiguo Régimen.

Agrupados en la Junta Central, que en 1810 fue sustituida por el Consejo de Regencia, que sustituía al rey en su ausencia. Este consejo convocó las juntas en Cádiz, por no estar ocupada por Napoleón, tener un gran comercio marítimo, mucha burguesía, mentalidad liberal y diversidad cultural.

Las Cortes de Cádiz

Fueron convocadas por las Cortes generales y extraordinarias, cuya iniciativa partió de la Junta Central en enero de 1810. Las cortes se reunieron en San Fernando (Cádiz) por ser fácil de defender y estar libre de ocupación francesa. Primero se celebraron en el Teatro Cómico de la isla de San Fernando, luego en la plaza de San Felipe de Neri. La composición social de los diputados incluía miembros de los antiguos estamentos (nobles, eclesiásticos), con un papel destacado del clero, representantes de las clases medias urbanas (militares, magistrados y funcionarios) y de las profesiones liberales o de la actividad mercantil. La votación fue por diputados y no por estamentos. La burguesía no fue la única clase social protagonista de la revolución liberal. Parte del clero y de la nobleza la apoyaron, aunque la mayoría eran absolutistas. Ejemplo: Muñoz Torrero, representante del clero, apoyaba el liberalismo.

No había partidos políticos, pero se formaron tres grupos:

  1. Liberales: Defendían un cambio político para instaurar el régimen liberal en España, basado en las ideas de la Ilustración.
  2. Jovellanistas: Defendían un modelo liberal que reformara y modernizara España sin modificar las estructuras del Estado.
  3. Absolutistas: Partidarios de mantener el Antiguo Régimen.

El Labor Legislativo de las Cortes: Los Decretos

  1. Soberanía nacional.
  2. Igualdad ante la ley, fin de la sociedad estamental, igualdad entre españoles y americanos.
  3. Reformas: libertad de imprenta, abolición de la tortura, supresión de viejos tributos, la Inquisición, los señoríos jurisdiccionales y los antiguos consejos. Implantó la desamortización de bienes del clero, una nueva división provincial, creación de las diputaciones provinciales, reforma de Hacienda y libertad de comercio e industria.

La Constitución de 1812

Promulgada el 19 de marzo de 1812, conocida como La Pepa. Se inspiró en la Constitución de la Revolución Francesa y trató de establecer una sociedad moderna con derechos y garantías para sus ciudadanos:

  1. Soberanía nacional: residía en la nación.
  2. Sufragio universal masculino.
  3. División de poderes: según el principio de Montesquieu. El poder legislativo residía en las Cortes unicamerales, el poder ejecutivo en el rey y sus ministros, y el poder judicial era independiente.

La forma de gobierno era una monarquía moderada. El rey promulgaba las leyes y tenía derecho de veto transitorio. Con una confesionalidad católica. Reconocimiento de derechos individuales: libertad, igualdad ante la ley, propiedad privada, libertad económica. Apenas pudo aplicarse debido a la guerra. La restauración absolutista de 1814 la abolió, pero se convirtió en un modelo para las revoluciones liberales.

Conclusión

Tras el Tratado de Valençay en diciembre de 1813, Fernando VII regresó a España. En Valencia recibió el Manifiesto de los Persas, con el cual restauró el poder absolutista con el Decreto de Valencia (4 de mayo de 1814), que declaró nula la constitución y las Cortes de Cádiz. Hubo una represión contra los líderes de la revolución liberal.

Se inició una larga serie de pronunciamientos militares que caracterizaron el siglo XIX español.

El 1 de enero de 1820, hubo un pronunciamiento militar en Las Cabezas de San Juan (Sevilla), dirigido por Rafael del Riego, que debía reprimir la insurrección americana. La revolución se extendió por Andalucía, las tropas se sublevaron y obligaron a Fernando VII a poner de nuevo en vigor la Constitución de 1812 y las Cortes de Cádiz.

Se dio comienzo al Trienio Liberal (1820-1823).

En Europa, tras la caída de Napoleón, se formó la Santa Alianza (Austria, Rusia y Prusia), defensora del absolutismo. Decidieron crear un ejército europeo contra el liberalismo: Los Cien Mil Hijos de San Luis, que invadieron España en abril de 1823. El gobierno y las Cortes huyeron a Cádiz. Fernando VII restauró el absolutismo y ordenó la represión contra los liberales.

Ejemplos de represión:

  • Mariana Pineda: Ejecutada por bordar la bandera liberal española con las palabras «libertad, igualdad, ley».
  • General Torrijos: Protagonizó un intento de levantamiento liberal. Fue detenido en la playa de San Andrés (Málaga) y fusilado. Fue un símbolo de defensa del liberalismo.

Fernando VII estaba casado con María Cristina de Borbón y tenían una hija, Isabel. Ella tuvo problemas de sucesión. Fernando publicó la Pragmática Sanción, que derogaba la Ley Sálica (que impedía que una mujer heredara el trono). Fernando modificó esta ley para que, en caso de haber un varón y una mujer, el varón tuviera preferencia para heredar el trono, pero en ausencia de varón, la mujer podía reinar.

Surgieron dos bandos:

  • Absolutistas (carlistas): No aceptaban a María Cristina como reina y apoyaban a Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII.
  • Liberales (isabelinos): Apoyaban a la reina.

Con estas facciones se formó un clima de guerra civil. Tras la muerte de Fernando VII en 1838, comenzó la Guerra Civil.

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