La Guerra de la Independencia (1808-1813)
La Guerra de la Independencia comenzó el 2 de mayo de 1808 con el levantamiento de la población de Madrid contra las tropas francesas, que habían invadido España aprovechando el vacío de poder causado por la ausencia de Fernando VII. El movimiento se expandió rápidamente por todo el país, dando lugar a la creación de Juntas Locales y Provinciales que asumieron la soberanía popular y formaron la Junta Central Suprema como gobierno representativo. Estas Juntas defendían la independencia, pero también la necesidad de reformas profundas.
La guerra tuvo un componente interno de guerra civil, ya que los afrancesados (que apoyaban a José I y buscaban reformas bajo el modelo francés) confrontaron a los patriotas, un grupo heterogéneo que buscaba la independencia y la vuelta de Fernando VII. Entre los patriotas, coexistían absolutistas, liberales e ilustrados moderados.
Fases de la Guerra
- Primera fase (1808): Se caracterizó por victorias españolas como Bailén y el avance sobre Madrid, obligando a José I a refugiarse en el norte.
- Segunda fase (1808-1812): Napoleón entró en España con grandes fuerzas, logrando imponer a José I nuevamente en el trono. Los franceses ocuparon casi todo el territorio salvo Cádiz. En este período destacó la resistencia guerrillera y el apoyo británico liderado por Wellington. La Junta Central convocó las Cortes de Cádiz en 1810 para establecer un sistema político nuevo.
- Tercera fase (1812-1813): Coincidiendo con la retirada de tropas francesas para la invasión de Rusia, se produjo la ofensiva final hispano-británica, con victorias decisivas como Arapiles (1812) y Vitoria (1813), que culminaron con la expulsión de los franceses.
Las consecuencias fueron devastadoras: destrucción económica, caos político y el inicio del fin del Antiguo Régimen en España. La guerra también influyó en las colonias americanas, donde los movimientos de emancipación tomaron fuerza.
Reformas de las Cortes de Cádiz
La primera constitución española fue promulgada por las Cortes de Cádiz en 1812, en el contexto de la Guerra de la Independencia. Este texto representó una ruptura con el Antiguo Régimen al limitar el poder absoluto del monarca y afirmar la soberanía nacional.
Las Cortes fueron convocadas tras la disolución de la Junta Suprema Central (1810) y constituyeron una experiencia parlamentaria pionera en España. La elección de los 223 diputados se hizo mediante sufragio universal masculino entre cabezas de familia mayores de 25 años. Las sesiones tuvieron lugar en Cádiz, una ciudad libre del control francés, burguesa e influida por ideas modernas.
Corrientes Ideológicas en las Cortes
- Liberales: Buscaban reformas profundas inspiradas por la Ilustración y la Revolución Francesa.
- Serviles: Defensores del absolutismo.
- Americanos: Representantes de las colonias con preocupaciones territoriales y alianzas con los liberales.
- Ilustrados moderados: Favorables a reformas graduales sin romper con el Antiguo Régimen.
Antes de la Constitución, las Cortes aprobaron importantes “leyes de Cádiz”: la igualdad jurídica de los españoles, la libertad de prensa, la abolición de los señoríos y jurisdicciones nobiliarias, la supresión de la tortura (1811) y la eliminación de requisitos de nobleza para acceder a los colegios militares. También comenzó un proceso de desamortización de tierras pertenecientes a la nobleza, el clero y a las comunidades.
Estas reformas idearon un cambio estructural profundo, aunque su implementación fue limitada por la guerra. El trabajo de las Cortes marcó el inicio de la transformación ideológica y política en España.
La Constitución de Cádiz de 1812
La Constitución de Cádiz, conocida como “La Pepa” por ser aprobada el 19 de marzo de 1812, fue un texto fundamental para modernizar España durante la Guerra de la Independencia. Contenía 384 artículos que establecían principios avanzados como la separación de poderes, el sistema unicameral, impuestos únicos, la creación de una milicia nacional, y la promoción de la educación mediante escuelas elementales en todos los pueblos.
Principales Puntos de la Constitución
- Soberanía nacional e igualdad jurídica para los españoles de “ambos hemisferios”.
- Monarquía parlamentaria hereditaria con división de poderes:
- El legislativo recaía en las Cortes, que elaboraban las leyes, aprobaban presupuestos y precisaban la sanción del monarca para implementar leyes.
- El ejecutivo estaba en el rey, quien nombraba ministros responsables ante las Cortes.
- El judicial correspondía a tribunales civiles.
- Elección de las Cortes por sufragio universal masculino indirecto.
- Reconocimiento de derechos fundamentales como la libertad de expresión, imprenta y asociación.
- Declaración del catolicismo como religión oficial, manteniendo control sobre temas religiosos.
- Promoción de la educación, asegurando escuelas de primeras letras en todos los pueblos.
La Constitución fue derrogada por Fernando VII a su regreso en 1814, pero fue reinstaurada brevemente entre 1820 y 1823 tras el levantamiento de Riego. Se convirtió en un símbolo de los movimientos revolucionarios progresistas posteriores, influyendo en etapas como el Bienio Progresista (1854), la Gloriosa Revolución (1868) y las dos Repúblicas.
Además, las Cortes de Cádiz complementaron el texto constitucional con medidas como la abolición de la Inquisición y de la contribución a las órdenes religiosas, iniciando un proceso de ruptura con el Antiguo Régimen y modernización de España.