Historia de España: De la Dictadura de Primo de Rivera a la Democracia

De la Dictadura de Primo de Rivera a la Segunda República (1923-1931)

En este estado de crisis, el general Primo de Rivera da un golpe de estado en 1923 y se hace con el poder. Todo ello con el consentimiento del Rey, lo que le acarrea el descrédito ante su pueblo. Primo de Rivera pone fin a la sangrante Guerra de Marruecos y aprovecha la bonanza económica de los años 20, promoviendo numerosas obras públicas para absorber el paro. Pero esto lo hace dentro de un estado totalitario: las Cortes están disueltas, las libertades públicas se ven duramente reprimidas y el Ejército dirige el país. Dos problemas básicos quedan sin resolver: el movimiento obrero y el nacionalismo periférico.

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1931

En el Gobierno Provisional participan socialistas, regionalistas y republicanos. Se eligen Cortes Constituyentes y se elabora la Constitución de 1931: establece, por primera vez en nuestra historia, el sufragio auténticamente universal –es decir, también para las mujeres–, el derecho de Autonomía y el carácter laico del Estado, recoge derechos humanos y sociales, etc… (1931-1933)

La Guerra Civil Española (1936-1939)

La guerra civil: El Alzamiento triunfa en las regiones agrícolas: Andalucía, Castilla la Vieja y Galicia. Desde el primer momento el bando golpista contó con la firme ayuda de los fascismos italiano y alemán, mientras que el Reino Unido y Francia adoptan una hipócrita neutralidad que, a la larga, condenará a muerte a la República. La S.D.N. se muestra ante esta agresión, una vez más, impotente. El gobierno republicano sólo contará con la ayuda de la U.R.S.S. y de los voluntarios de las Brigadas Internacionales. Entre 1937 y 1938 las tropas de Franco conquistan todo el Norte peninsular y bombardean Madrid, Valencia, Guernica y Barcelona. Aunque fracasan en la toma de Madrid conquistan Teruel y Aragón, dividiendo en dos la zona republicana: un durísimo golpe para el gobierno legal que contaba con un ejército mal entrenado y peor abastecido que sufrió las divisiones políticas del gobierno; divisiones que ayudaron firmemente a la derrota republicana. En diciembre de 1938 Cataluña es conquistada y en marzo del 39 cae, por fin, Madrid. El 1 de abril de 1939 España entra en una nueva y larga dictadura.

El Franquismo (1939-1975)

Franquismo: El Estado franquista no es un Estado fascista, aunque sí totalitario: por supuesto, no hay libertades públicas; el partido único es la F.E.T. y de las J.O.N.S. que canaliza toda la vida política. El régimen cuenta con el apoyo del gran capital, la Iglesia y el Ejército. La guerra supuso un retroceso en la endeble modernización de la economía española. La población volvió al sector primario y se detuvo el crecimiento del terciario; la renta per cápita disminuyó. En la inmediata posguerra las condiciones no mejoraron. La Autarquía de los años 40 se caracteriza por el aislamiento internacional y la intervención estatal en un sistema económico devastado. Se imponen el racionamiento y surge, en consecuencia, el mercado negro.

La Transición Española y la Democracia (1975-1978)

España democrática: Desde la crisis general provocada por la elevación de los precios del petróleo en 1973, en los países occidentales se produjo un estancamiento económico con una fuerte inflación, donde la débil economía española dependiente en su mayor parte del intervencionismo del Estado, necesitaba un profundo cambio mayor que en otros países del entorno europeo. Para parar la grave crisis económica y social, los distintos grupos políticos, junto con los sindicatos, patronal y el gobierno, acordaron los Pactos de la Moncloa, que se firmaron el 27 de octubre de 1977 fruto del consenso, la solidaridad y el entendimiento.

  • Se tomaron medidas para que la subida de los salarios no superase la inflación que había llegado a un 29%,
  • se redujo la conflictividad laboral,
  • el Gobierno realizó importantes inversiones públicas en servicios sociales y obras de infraestructura junto con una moderna política fiscal.

En menos de un año los resultados se empezaron a notar: la inflación bajó 10 puntos, las empresas comenzaron a obtener beneficios, aumentó la reserva de divisas, pero no se consiguió paliar los efectos del desempleo de trabajadores que siguió creciendo, con la consiguiente conflictividad laboral y descontento social. Para elaborar la Constitución, norma básica y fundamental para el establecimiento y desarrollo de la democracia, se eligieron siete representantes de los distintos grupos políticos que formaban parte del Congreso de los Diputados (tres miembros de UCD, uno del PSOE, uno PCE, uno nacionalista Pacte Democrátic per Catalunya y uno de Alianza Popular), se les denominó los “padres de la Constitución”.

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