Historia de España: De la I República a la Industrialización

La Primera República (1873-1874)

La República tuvo que enfrentarse a las guerras carlista y cubana, las divisiones entre republicanos y los republicanos más radicales hicieron revueltas sociales y levantamientos como el de Cartagena. En enero de 1874, un golpe de estado del general Pavía disolvió las Cortes y entregó la presidencia del ejecutivo al general Serrano. Serrano intentó estabilizar un régimen republicano con carácter conservador y presidencialista, pero la base social que podía apoyarle se había decidido por el regreso de la monarquía.

La Restauración Monárquica (1874-1898)

En diciembre de 1874, el general Martínez Campos proclamó a Alfonso de Borbón, hijo de Isabel, como rey de España.

El Sistema Canovista

El nuevo sistema político, ideado por Antonio Cánovas del Castillo, tenía carácter conservador y sistema parlamentario liberal, pero escasamente democrático. Existían dos partidos:

  • El Partido Conservador: partidario del inmovilismo político, la defensa de la Iglesia y el orden social, liderado por Cánovas.
  • El Partido Liberal: liderado por Práxedes Mateo Sagasta, de reformismo de carácter más democrático, laico y social.

Ambos eran partidos notables. La estabilidad del sistema vino favorecida por la redacción de una nueva Constitución en 1876, que tenía un carácter moderado. También contribuyó la pacificación con el fin de la guerra carlista (1876) y la insurrección cubana (1878).

La alternancia en el poder

Conservadores y liberales se pusieron de acuerdo para alternarse en el poder (turno pacífico). Esto era posible gracias a un sistema de elecciones corrupto que manipulaba las elecciones, falsificaba actas y compraba votos (caciquismo).

Los Nacionalismos

Surgieron movimientos nacionalistas:

  • En Cataluña: organizaciones políticas que demandaban la autonomía.
  • En el País Vasco: la abolición de los fueros generó un movimiento de protesta que dio lugar a la creación del Partido Nacionalista Vasco.
  • En Galicia: el galleguismo se mantuvo durante mucho tiempo como un movimiento cultural con pocas repercusiones políticas.

La Crisis del 98

En 1895, estalló una nueva insurrección en Cuba por la incapacidad de la administración española para hacer reformas políticas en la isla. El conflicto acabó en 1898, cuando EEUU declaró la guerra a España. Después de una corta guerra, España fue derrotada y perdió sus últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Tras la derrota de 1898, como reacción, surgieron movimientos regeneracionistas que pedían una verdadera democratización del Estado y el fin del caciquismo y la corrupción.

Transformaciones en la agricultura

La reforma agraria liberal

Conjunto de reformas cuyo objetivo era la disolución del Antiguo Régimen en el campo y la introducción de formas de propiedad y producción capitalistas. Se realizó en España a lo largo de la primera mitad del siglo XIX. Se abolió el régimen señorial, se desvinculó la propiedad y se desamortizaron la mayoría de las tierras pertenecientes a la Iglesia y a los ayuntamientos. Estas reformas consolidaron la propiedad privada de la tierra. La producción agrícola aumentó. La reforma agraria no permitió a los campesinos acceder a la propiedad y la mayoría de ellos continuaron como jornaleros pobres o tuvieron que emigrar a las ciudades. En Extremadura, Castilla y Andalucía existían grandes latifundios, cuyos propietarios eran absentistas y basaban sus beneficios en el mantenimiento de unos salarios muy bajos. En la Submeseta Norte y en Galicia predominaba el minifundio.

Los inicios de la industrialización

Los problemas de la industrialización española

  • La escasa capacidad de compra.
  • La falta de inversiones y la ausencia de burguesía industrial en muchas regiones.
  • Los problemas de transporte por la inexistencia de buenas carreteras y el retraso del ferrocarril.
  • La escasez de fuentes de energía.
  • La posición alejada de España respecto de los núcleos más industrializados de Europa.

La industria española desde finales del siglo XIX

Expansión industrial y desequilibrios

Desde finales del siglo XIX, la industria se extendió por Cataluña, País Vasco y otras zonas del territorio. Se consolidó un sector industrial en Asturias y en la Comunidad Valenciana, y Madrid se convirtió en la tercera región industrial de España con la implantación de empresas españolas y extranjeras. La expansión industrial también se vio favorecida por un fuerte crecimiento demográfico. En 1930, la mayoría de la industria estaba en Cataluña, País Vasco y Madrid, cuyo PIB era bastante superior a la media española. Otras regiones, como Canarias, Galicia, Andalucía, etc., mantenían un sector agrario de estructura tradicional y un reducido peso de la industria en su economía. Su PIB era inferior a la media española.

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