La Primera República Española: Un Breve y Convulso Periodo
Contexto Histórico y Político
- Jurídico: Carácter legal.
- Histórico-literario: Subjetivo.
- Circunstancial: Objetivo.
- Historiográfico: Investigadora o científica, es posterior a los hechos.
- Época y lugar, autor, situación histórica y destino: Personal/público, secreto/privado y nacional/internacional.
La Primera República Española nació en un momento difícil: la Hacienda Pública sin fondos, dos guerras en curso (la Tercera Guerra Carlista y la de Cuba) y una creciente movilización de obreros y campesinos. Las Cortes se inauguraron el 1 de junio de 1873 y se proclamó la República Democrática Federal por mayoría. Su primer presidente fue Estanislao Figueras, quien pronto dimitió. El gobierno pasó entonces a Francisco Pi y Margall.
El proyecto de Constitución seguía la línea democrática de la de 1869. La República tendría un presidente y dos cámaras. Se declaraba la separación entre la Iglesia y el Estado, así como la libertad de culto. Se abolía la esclavitud en las colonias. El Estado era federal, con 17 estados, incluidos Cuba y Puerto Rico.
Sin embargo, la oposición de los republicanos centralistas, que buscaban la instauración por la lucha armada, impidió su aprobación. Finalmente, estalló un movimiento insurreccional promovido por los federales intransigentes: el Cantonalismo. Ante esto, Pi y Margall dimitió, sucediéndole Nicolás Salmerón, quien recurrió al ejército para restablecer el orden. Después dimitió y Emilio Castelar le sucedió, enfrentándose al Cantón de Cartagena y a los carlistas.
Castelar fue obligado a dimitir. El 3 de enero de 1874 finalizó la República con el Golpe de Estado de Pavía. Posteriormente, se produjo la Restauración borbónica en manos de Alfonso XII.
La Reforma Agraria del Siglo XIX: Transformaciones y Consecuencias
Abolición de los Señoríos y Desamortizaciones
La abolición de los señoríos significó que los antiguos señores viesen transformados sus antiguos señoríos en propiedades privadas. Los campesinos quedaron libres de las rentas señoriales, pero se agravó el problema del jornalismo y los arrendamientos a corto plazo. Se suprimieron los mayorazgos, lo cual permitió realizar ventas y herencias sin problemas.
La desamortización consistió en la expropiación por parte del Estado de bienes de la Iglesia o de los municipios y su posterior venta en subasta pública con el objeto de fomentar la propiedad privada, liberalizar el comercio de productos agrarios y sanear la Hacienda. La primera desamortización se produjo en 1798 (Godoy) en las Cortes de Cádiz, pero fue durante el reinado de Isabel II cuando hubo importantes desamortizaciones impulsadas por políticos progresistas:
Desamortización de Mendizábal (1836): Se llevó a cabo la venta de propiedades del clero regular para hacer frente a la deuda pública, conseguir fondos para la guerra y facilitar el acceso a la propiedad de la burguesía, que mejoraría la producción. Como consecuencia, se desarrolló en España una burguesía agraria que identificó sus intereses con los isabelinos. Además, la desamortización trajo consigo la ruptura de relaciones diplomáticas con Roma.
Desamortización de Espartero (1841): Afectó a bienes del clero secular.
Desamortización de Madoz (1855): Se vendieron bienes comunales de los municipios y eclesiásticos aún no desamortizados. Agravó la situación económica del campesinado.
Consecuencias del Proceso Desamortizador
- Desmantelamiento de la propiedad eclesiástica.
- Reparto inequitativo de la tierra entre la sociedad.
- No se resolvió el problema de la deuda pública.
- Aumento de la superficie de cultivo y la productividad.
- Surgimiento de un proletariado agrícola con duras condiciones de vida.
- Nacimiento de una burguesía agrícola.
Crecimiento Agrario
La agricultura durante el siglo XIX era la actividad económica más importante y ocupaba a dos tercios de la población. La reforma agraria aumentó el número de tierras trabajadas, lo que permitió un crecimiento de las cosechas y, por tanto, de la población. Sin embargo, esta reforma no se acompañó de una mejora en la técnica agraria ni de mecanización, por lo que los rendimientos seguían siendo mediocres. El minifundismo provocaba que la cosecha no fuese suficiente para alimentar a una familia, y el latifundismo hacía que los propietarios no estuviesen interesados en invertir en la propiedad. Los grandes cultivos eran: cereales, vid, maíz, patata y frutales.
El Movimiento Obrero en la España del Siglo XIX
Ludismo y Primeras Organizaciones Obreras
La introducción de máquinas en la industria textil en el primer tercio del siglo XIX produjo una respuesta violenta de los obreros, fenómeno conocido como ludismo. Pronto, los trabajadores comprendieron que el problema no estaba en las máquinas, sino en las condiciones laborales. Las primeras organizaciones obreras surgieron en Cataluña. Eran Sociedades de Socorro Mutuo que trataban de cubrir las necesidades de los afiliados.
Movimiento Campesino y Anarquismo
En cuanto al movimiento campesino, las desamortizaciones acentuaron los desequilibrios en el reparto de la propiedad, lo que tuvo como consecuencia levantamientos como los de Utrera y El Arahal, y la sublevación de Loja. Cataluña y Andalucía se convirtieron en el centro del anarquismo español. Los anarquistas eran partidarios de la destrucción del Estado y de cualquier otra forma de autoridad, y pretendían organizar la sociedad en base a la libre federación de comunas autónomas en las que existiría la propiedad colectiva. Se produjeron motines e incendios de cosechas, y el ministro Sagasta persiguió al anarquismo. Surgió en este contexto la Mano Negra, una organización anarquista implicada en incendios y asesinatos en Cádiz y Jerez. En la última década del siglo XIX, el anarquismo sostenía la «propaganda por el hecho», que se tradujo en atentados.
Socialismo y Fundación del PSOE
En 1879, Pablo Iglesias fundó en Madrid el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), influido por el marxismo francés. Pretendía la revolución social, la conquista del poder político por la clase obrera y reclamaba mejoras de tipo social y laboral.