Carlismo

El Carlismo fue una ideología política que defendía los valores de Dios, Patria y Rey, apoyando el absolutismo. Surge tras la muerte de Fernando VII cuando los partidarios de Carlos María Isidro lo quieren como rey. Consideraban a la Iglesia como institución vertebradora del orden social. Se oponían a la centralización política y al liberalismo. Cobraron fuerza en País Vasco, Navarra, parte de Cataluña, Aragón y Valencia. Sus miembros eran parte del clero y buena parte de la población agraria. Desconfiaban de la reforma agraria impulsada por los liberales pues temían verse expulsados de sus tierras. Ocasionaron tres guerras civiles:

• 1ª Guerra Carlista: La regente María Cristina se vio obligada a apoyarse en los liberales.
• 2ª Guerra Carlista: Durante la época moderada. Su origen fue el casamiento de Isabel II con Carlos Luis de Borbón (carlista).
• 3ª Guerra Carlista: Tras la Revolución de 1868 (La Gloriosa), el Carlismo resurgió con fuerza política. Acabó durante el reinado de Alfonso XII.

Progresismo

El Progresismo fue una tendencia dentro del liberalismo a partir del Trienio Liberal (1820-1823, reinado de Fernando VII). Apoyaban los siguientes principios: sufragio censitario más amplio, división de poderes, limitación de los poderes del rey y de la influencia de la Iglesia, además de implantar la Milicia Nacional. Los progresistas, con Mendizábal, querían un régimen liberal y fueron expulsados del sistema tras unas nuevas elecciones (moderados). Volvieron con otras elecciones en 1854 tras el pronunciamiento de O’Donnell (Unión Liberal).

Unionismo

El Unionismo, también conocido como Unión Liberal, fue una tercera vía dentro del liberalismo, considerada como parte del centro. No era claramente progresista pero tampoco moderada. Fue creado y dirigido por el general O’Donnell. Se basaba en una alianza entre progresistas tibios y moderados avanzados (acuerdo entre O’Donnell y Espartero). En 1854, O’Donnell protagonizó un pronunciamiento, obligando a Isabel II a aceptar el restablecimiento de la Milicia Nacional y un gobierno liberal presidido por Espartero y O’Donnell. Las nuevas Cortes redactaron una constitución que no se publicó. En 1858 se consolidó tras Isabel II nombrar a O’Donnell presidente del gobierno.

Pronunciamientos

Los Pronunciamientos eran golpes de estado, frecuentes durante el siglo XIX. Un claro ejemplo que representaba al ejército militar en la actividad política. Por ejemplo: O’Donnell en 1854, con el descontento de los moderados en Madrid, en Vicálvaro, la incorporación de los progresistas al movimiento y la publicación del Manifiesto de Manzanares con contenido reformista, desencadenó una revolución popular en ciudades con la intervención de demócratas, republicanos y la formación de juntas revolucionarias.

Sufragio Censitario

El Sufragio Censitario era un sistema que limitaba el derecho al voto. Se reflejaba a través de contribuciones, es decir, aquellos que poseían mayor número de propiedades eran aquellos que poseían más contribuciones. En este aspecto, los moderados presentaban sufragios mucho más restringidos que los progresistas. Se utilizó durante la Constitución de 1837.

Moderantismo

El Moderantismo o liberalismo moderado fue una tendencia dentro del liberalismo apoyada por las élites sociales. Sus principios eran: sufragio censitario muy restringido, Estado confesional hacia la religión católica y un rey que poseyera muchos poderes. Uno de sus líderes más destacados fue Narváez. Su objetivo era clausurar la etapa revolucionaria e implantar un nuevo régimen basado en la autoridad, el orden y la represión. Crear un sistema liberal moderado que garantizase el dominio de la oligarquía. En la Constitución de 1845 se asentaron estos principios. Además, la ley facilitaba la intromisión del gobierno en las elecciones y el falseamiento de las mismas. El decreto del 45′ reguló la libertad de imprenta, pasando a control gubernativo. También se promulgó una nueva ley electoral.

Revolución Liberal

La Revolución Liberal fue una revuelta para sustituir los principios del Antiguo Régimen e implantar el liberalismo. El liberalismo se apoyaba en los principios de soberanía nacional, sufragio y división de poderes. Apareció en España por primera vez en 1812 con la Constitución de Cádiz. María Cristina quiso un acuerdo con los absolutistas pero la expansión territorial carlista lo impidió y no pudo atraer a los liberales. La monarquía isabelina quería más apoyos, nombró un gobierno con Martínez de la Rosa que propuso el Estatuto Real en 1834. El malestar social crecía. En 1835 las protestas derivaron en asaltos y quemas de conventos. La regente formó un nuevo gobierno liberal progresista con Mendizábal. Sus objetivos eran: 1) derrotar al Carlismo (con ayuda del Reino Unido, Francia y Portugal) y 2) transformar el Estado en sentido liberal, convocando Cortes para reformar el Estatuto Real. El proyecto de reforma de Mendizábal ahondó la división entre moderados y progresistas. María Cristina le destituyó y dio el gobierno a los moderados, lo que alarmó a los progresistas. Tuvieron el poder Calatrava y Mendizábal como ministro de Hacienda. Se instauró un nuevo orden liberal.

Desamortización

La Desamortización fue la principal acción de reforma agraria liberal, un proceso por el que se expropiaban tierras pertenecientes a la Iglesia, ayuntamientos u otras instituciones y se vendían en subasta pública. Sus principales objetivos eran aumentar el número de propietarios y la producción, y conseguir financiación para el Estado y la Hacienda. Las más importantes de esta época fueron: la de Mendizábal (1835, durante la regencia de María Cristina: tierras eclesiásticas) y la de Madoz (1855, Bienio Progresista: tierras civiles).

Milicia Nacional

La Milicia Nacional fue un cuerpo armado de voluntarios que se comprometían a la defensa de la Constitución. Asociado a los sectores más progresistas del liberalismo. Junto con las revueltas populares se quiso conseguir un cambio político.

Camarillismo

El Camarillismo fue la influencia de grupos cerrados cercanos a la reina para que legislara en su beneficio. Provocó el desprestigio de la reina debido a su parcialidad política frente a los moderados. Durante la década moderada, en 1846, la vida política no se desarrollaba en las Cortes sino alrededor de la corte y a partir de la influencia de las distintas camarillas que buscaban el favor real o gubernamental, al margen de la vida parlamentaria. Esto fue un problema de la década moderada.

Cantonalismo

El Cantonalismo fue un fenómeno complejo desarrollado durante la I República. Mezclaba aspiraciones propiciadas por federales intransigentes con las aspiraciones de la revolución social inspiradas en las nuevas ideas internacionalistas. Provocó una gran crisis para el gobierno. La proclamación de cantones independientes, con sus gobiernos autónomos y su propia legislación, fue la consecuencia de aplicar de forma radical y directa la estructura federal desde abajo, impulsada, al mismo tiempo, por el deseo de avanzar en reformas sociales y satisfacer aspiraciones populares.

República Unitaria

La República Unitaria, también llamada república censitaria, apoyaba la idea de que solo existieran unas leyes e instituciones para todo el país. Su principal representante fue Emilio Castelar (durante la I República), sucedido por Salmerón, quien dimitió al negarse a firmar dos penas de muerte a cantonalistas (carácter conservador). Castelar consiguió plenos poderes de las Cortes, que no tardó en cerrar, y gobernó por decreto, lo que le permitió restablecer la autoridad y reorganizar el ejército frente a los carlistas. Se enfrentó a los federales que, al reabrirse las Cortes en 1874, le retiraron la confianza (120 votos contra 100).

República Federal

La República Federal se apoyaba en la idea de que cada autonomía poseyera sus propias leyes e instituciones y fueran ellas mismas las que decidieran unirse o no a las leyes e instituciones del Estado regional. Su principal representante fue Pi y Margall. La república federal en España se impulsaba desde abajo. En 1873, el cantón de Cartagena se proclamó como estado independiente. El movimiento se extendió a otras poblaciones y se proclamaron cantones en Sevilla, Cádiz, Granada, Málaga, Bailén, Andújar… Pi y Margall se opuso a sofocar la revuelta por las armas y dimitió, siendo sustituido por Salmerón.

Abolicionismo

El Abolicionismo fue la doctrina que propugnaba la anulación de leyes, preceptos o costumbres que se consideraban atentatorios a principios éticos y morales. El término se aplicó principalmente a la corriente que propugnaba la abolición de la esclavitud. En España, durante el movimiento revolucionario, se formaron unas juntas que pedían la abolición de los impuestos de consumo, la abolición de la pena de muerte y la abolición de la esclavitud. Esto ocurrió en 1868.

Gobierno Provisional

Con el acuerdo de la Junta de Madrid se nombró un Gobierno Provisional. Este gobierno se estableció tras el exilio de la reina Isabel II con la Revolución Gloriosa, hasta la llegada del rey Amadeo de Saboya. En este gobierno, el general Prim fue proclamado jefe de gobierno mientras que el general Serrano fue el regente del reino. Frenó el proceso revolucionario y restableció el orden. Promulgó decretos democratizadores y aceptó demandas populares como la supresión de los consumos. Esta regencia, desde el principio, presentó fuertes oposiciones como la de los carlistas, moderados y republicanos, además de una alta conflictividad social.

Quintas

Las Quintas eran un sistema de reclutamiento de soldados. Denominado así porque se llamaba a filas a un hombre de cada cinco. Eran mayores de 18 años, varones. Este sistema era muy impopular, ya que ofrecía la posibilidad a los seleccionados de librarse del servicio militar a cambio del pago de una importante suma de dinero. De este modo, los ricos se libraban de contribuir personalmente al ejército y condenaba a las clases más humildes a cargar con todo el peso de la defensa de la patria. Aparecen durante la década moderada para nutrir al ejército de soldados.