La Nacionalidad Catalana
Este texto político-historiográfico, perteneciente a la obra «La Nacionalidad Catalana», aborda el concepto de nacionalismo y el pannacionalismo (aspiración a la unificación de territorios con la misma nacionalidad bajo un único Estado). También se refiere al Estado federal como posible solución en Estados con diversas nacionalidades. Desde la Primera República, el catalanismo viró hacia el federalismo, transformándose de fenómeno cultural a político. La idea central es que la nacionalidad catalana implica el derecho a un Estado Catalán. Durante más de 600 años, Cataluña fue una entidad independiente y soberana con lengua, leyes y gobierno propios. En 1715, tras la Guerra de Sucesión, perdió sus fueros, privilegios y derechos históricos. El texto propone el federalismo como sistema idóneo para España, respetando la unidad política y las distintas nacionalidades. Concluye afirmando que el nacionalismo catalán no ha sido separatista, a diferencia del vasco, que considera desintegrador.
Manifiesto de UGT
Este texto histórico-político, dirigido a la sociedad española en marzo de 1917 durante la crisis de la Restauración canovista bajo Alfonso XIII, expone el manifiesto conjunto de UGT y CNT, proponiendo una huelga general para solucionar las miserias de las clases populares. El texto señala que, pese a las advertencias sindicales, la miseria del proletariado aumenta por el paro y la subida de precios. Ambas fuerzas sindicales se unen para que la huelga sea un éxito, adoptando medidas para ello. Ante el paro, la carestía y la inacción del gobierno, la huelga general busca reivindicar los derechos del proletariado. Esta huelga coincidió con otras protestas, derivando hacia posturas políticas y evidenciando la crisis del liberalismo español sin una alternativa clara.
Manifiesto de Primo de Rivera
Este texto trata del golpe de Estado de 1923 por el general Primo de Rivera, buscando restablecer el sistema de la Restauración. Primo de Rivera justifica la dictadura militar como medida extrema, alegando la necesidad de corregir las «desdichas e inmoralidades» desde 1898 (desastre del 98). El texto expone sus objetivos: gobernar con militares y civiles que compartan su «moral y doctrina». Con un lenguaje enérgico, apela al «pueblo sano», no corrompido políticamente, y alude a la tragedia de Marruecos (desastre de Annual). El 13 de septiembre de 1923, con el apoyo de Alfonso XIII, Primo de Rivera proclamó la dictadura para acabar con la Restauración, el problema de Marruecos, los desórdenes públicos, el terrorismo y el anticlericalismo.
Manifiesto de Alfonso XIII
Este texto público de Alfonso XIII, publicado en ABC el 17 de abril de 1931, explica su decisión de suspender el poder real y abandonar España debido a la pérdida del apoyo popular. El rey pide disculpas por sus errores: la gestión del problema marroquí, los problemas coloniales, sociales y de orden público (huelgas de 1929) y el apoyo a la dictadura de Primo de Rivera. Alfonso XIII argumenta que se marcha para evitar una guerra civil, priorizando la paz sobre su permanencia en el poder. Reconoce la soberanía popular y suspende el ejercicio del poder real mientras «habla la Nación», dando paso a la Segunda República, con sus partidos y la Constitución de 1931, en un intento de construir una democracia real.
El Problema Agrario
Este texto político, extraído de «Causas de la guerra en España» (1939), de Manuel Azaña, justifica la reforma agraria. Azaña destaca la implantación pacífica de la República, enfocada en satisfacer las necesidades del pueblo. Para solucionar los problemas agrarios, Azaña considera crucial abordar la estructura de la propiedad, con minifundios (Galicia, Asturias) y latifundios (Extremadura, Andalucía). Plantea el problema de los braceros como objetivo prioritario. La reforma agraria consistió en la redistribución de la propiedad mediante expropiaciones con indemnizaciones, buscando satisfacer a los jornaleros sin tierras.
Resolución de la ONU sobre las Relaciones con España
Este documento histórico-político, una resolución de la ONU del 12 de diciembre de 1946, declara el carácter fascista y no representativo del régimen franquista, impidiendo su admisión en la ONU. El texto señala el gobierno autoritario de Franco y la represión de la oposición. La ONU considera que el régimen, surgido de un golpe de Estado y una guerra civil, no representa al pueblo español. Recomienda la retirada de embajadores de Madrid, imponiendo un bloqueo diplomático y económico, aunque atenuado por el apoyo de Argentina. Este aislamiento se produce tras la Segunda Guerra Mundial, en un contexto internacional hostil al régimen franquista por su apoyo al Eje.
La Constitución de 1978
Este texto jurídico-político presenta artículos de la Constitución Española de 1978, elaborada por la Comisión de Asuntos Constitucionales y publicada en diciembre de 1978. El texto aborda la libertad individual y la organización territorial, estableciendo un Estado monárquico y democrático (artículo 1: libertad, justicia, igualdad, pluralismo político). La Constitución devuelve la soberanía al pueblo con una Monarquía Parlamentaria. Fruto del consenso político tras las elecciones de 1977, busca la convivencia pacífica. Aprobada por mayoría absoluta, transformó el marco político franquista en una democracia monárquica con libertades y progreso.
El Mensaje de la Corona
Este texto público es una declaración de Juan Carlos I, proclamado rey el 22 de noviembre de 1975 tras la muerte de Franco. Franco, según la ley de 1947, eligió a Juan Carlos como sucesor, esperando la continuidad del régimen. Sin embargo, Juan Carlos, usando términos como «esfuerzo común», «voluntad colectiva» y «consenso», manifiesta su intención de instaurar una democracia. Acepta los regionalismos, buscando ser «el Rey de todos a un tiempo y de cada uno en su cultura». Se compromete a reformar las Fuerzas Armadas y a reconocer las libertades individuales.
Manifiesto de la Junta Democrática
Este texto político, del 29 de julio de 1974, durante el declive del franquismo, expone las propuestas de la Junta Democrática para la transformación democrática de España. Inicialmente, planteaba una ruptura democrática, pero la situación (asesinato de Carrero Blanco, tensiones entre inmovilistas y aperturistas, nombramiento de Arias Navarro) llevó a una ruptura pactada. Esta postura facilitó la llegada al poder de Juan Carlos I, quien nombró a Adolfo Suárez para iniciar la transición a la democracia.