La Monarquía Visigoda (Siglos V-VII)
El Imperio romano fue invadido en el siglo V d.C. por los pueblos bárbaros. Los visigodos llegaron a Hispania, tras fundar el reino de Tolosa, como federados (aliados) del Imperio para expulsar a suevos, vándalos y alanos. En 507, al ser derrotados por los francos en la batalla de Vouillé, se establecen definitivamente en la Península, fundando el Reino visigodo de Toledo, donde permanecerán hasta la llegada de los musulmanes en 711.
Entre los siglos VI y VII llevaron a cabo una importante tarea de homogeneización:
- Leovigildo alcanzó la unificación territorial al derrotar a suevos y bizantinos (s. VI).
- Recaredo la religiosa, con la conversión del arrianismo al catolicismo (589), con lo que consiguió el apoyo de la Iglesia.
- Recesvinto la jurídica, con el Liber Iudiciorum (s. VII).
Se trataba de una monarquía electiva, que dependía del apoyo de la aristocracia y los obispos, lo que evidenciaba su debilidad. Eran frecuentes las disputas entre los nobles por el control del trono. De hecho, una de ellas, entre los seguidores de Witiza y Rodrigo, desencadenó su caída en 711 cuando los musulmanes vencieron a este último en la batalla de Guadalete.
Para gobernar, el rey se apoyaba en el Officium Palatinum, compuesto por el Aula Regia, órgano de asesoramiento formado por miembros de la alta nobleza, y los Concilios de Toledo, asambleas presididas por el rey formadas por altos cargos de la nobleza y la Iglesia que tomaban las decisiones políticas y religiosas más importantes.
Al-Ándalus: Evolución Política (711-1492)
En 711 los musulmanes, llamados por los seguidores del hijo de Witiza y dirigidos por Tariq, derrotan a Rodrigo en Guadalete y en cuatro años conquistan la Península. Desde entonces, al-Ándalus pasó por distintas etapas:
- Emirato dependiente de Damasco (711-756): se integró como provincia del Califato Omeya de Damasco y concluyó el avance musulmán en Covadonga y Poitiers.
- Emirato independiente de Bagdad (756-929): Abderramán I llegó a la Península y se autoproclamó emir independiente de Bagdad, aunque mantenía la obediencia religiosa. Etapa de inestabilidad política: luchas internas entre árabes y bereberes, revueltas de muladíes y mozárabes, y desobediencia de los gobernadores de las marcas.
- Califato de Córdoba (929-1031): etapa de mayor esplendor económico y cultural. Abderramán III se proclama califa, pacifica Al-Ándalus y frena a los cristianos del norte. Al-Hakam II impulsa la cultura y la paz. La minoría de edad de Hisham II fue aprovechada por Almanzor para asumir el gobierno efectivo y protagonizar numerosas campañas de saqueo contra los cristianos. Su muerte (1002) abrió un periodo de enfrentamientos que desembocó en la disolución del califato en 1031.
- Reinos de Taifas (Siglos XI-XIII): El poder se disgregó en reinos independientes, taifas, intermitentes en los siglos XI, XII y XIII. Contrastó su gran desarrollo cultural y artístico con su debilidad militar y el pago de parias a los reinos cristianos. Dicha debilidad supuso la toma de Toledo por Alfonso VI (1085) y la posterior invasión de almorávides y almohades.
- Reino Nazarí de Granada (1238-1492): La derrota de éstos en las Navas de Tolosa (1212) abrió las puertas a la conquista de la mayor parte del territorio andalusí, dejando aislado al Reino nazarí de Granada (1238-1492) que sobrevivió hasta su conquista definitiva en 1492 gracias a su orografía, las disputas entre los reinos cristianos y las parias pagadas a Castilla.
Los Reinos Cristianos: Evolución de la Conquista y Organización Política
Los primeros núcleos de resistencia cristiana surgieron en la cordillera Cantábrica y los Pirineos. En la zona cántabra surgió el Reino Astur, que se extendió al valle del Duero, formando el Reino de León, del que se independizaría el condado de Castilla en el siglo X. Los territorios del área pirenaica, tras la muerte de Carlomagno, fueron desvinculándose del control carolingio y originando el reino de Pamplona, los condados aragoneses y los condados catalanes.
Evolución de la Conquista
- Hasta el siglo X los cristianos avanzaron por territorios casi despoblados del valle del Duero y del Ebro, frenándose en el siglo X por la creación del Califato.
- Desde el XI la crisis del califato favoreció el avance cristiano:
- Hasta mediados del XII, Castilla y León ocupa el valle del Tajo; y el reino de Aragón y los condados catalanes el valle del Ebro.
- Desde mediados XII: León se expande por Extremadura y Castilla por La Mancha; Aragón por Teruel.
- La victoria de Alfonso VIII en las Navas de Tolosa (1212) abre las puertas al valle del Guadalquivir y Murcia, mientras Aragón conquista Valencia y Baleares.
Organización Política
El gobierno de los reinos cristianos se organizó en torno al rey. Sus reinos eran patrimoniales y su poder supremo, aunque se veía limitado por la autonomía de los señoríos, los privilegios de nobleza y el clero, y los privilegios de las ciudades (fueros). Le asesoraba la Curia Real, pero desde 1188 en el Reino de León, y desde el XIII en el resto de reinos, los reyes convocaban a la Curia y a los burgueses: eran las Cortes que asesoraban al rey, éste escuchaba sus peticiones y votaban impuestos extraordinarios. La administración territorial estaba a cargo de los condes y la local de los concejos. En la Corona de Aragón cada uno de los núcleos que la integraban mantenía sus instituciones.
Modelos de Repoblación y Organización Estamental
Paralelamente al avance militar, tuvo lugar un proceso de repoblación (ocupación y colonización de las tierras conquistadas). Sigue cuatro modelos:
- Presura (s. VIII-X): ocupación, por campesinos libres o monasterios y nobles. En el valle del Duero y sur de Pirineos.
- Concejil (s. XI-XII): las villas y su territorio recibieron del rey fueros o cartas puebla con privilegios para sus habitantes. Entre el Duero y el Tajo, y en el valle del Ebro.
- Órdenes militares (XII-XIII): tierras poco pobladas, fronterizas y con escasas ciudades de los valles del Júcar, Turia y Guadiana, el territorio se dividió en encomiendas dirigidas por un comendador.
- Repartimiento (mediados del s. XIII): reparto de grandes extensiones territoriales entre la nobleza que participó en la conquista. Valle del Guadalquivir y litoral levantino.
Organización Estamental
La organización social estuvo marcada por la aparición del régimen señorial: el rey daba un señorío o territorio a particulares o instituciones a cambio de su obediencia y servicio. Hasta el s. XII eran señoríos territoriales, desde entonces se convirtieron en señoríos jurisdiccionales. La sociedad estamental se dividía en tres estamentos: nobleza, clero y pueblo llano. Se caracterizaba por fuertes vínculos de dependencia, movilidad social casi inexistente y desigualdad jurídica. Nobleza y clero eran estamentos privilegiados, mientras el pueblo llano no tenía privilegios. Los primeros tenían relaciones de vasallaje entre sí, y los últimos una relación de servidumbre con su señor feudal; estableciéndose una estructura piramidal donde el rey dependía de los nobles.