La Segunda República Española: Un Periodo de Transformación
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII intentó restaurar la normalidad constitucional, pero la situación política y social era insostenible. Los gobiernos de Berenguer y Aznar convocaron elecciones municipales en febrero de 1931, buscando un respaldo popular que no llegó.
Proclamación de la II República
El 12 de abril de 1931, las elecciones municipales dieron un claro triunfo a los republicano-socialistas en las principales ciudades. El 14 de abril se proclamó la II República Española y Alfonso XIII se exilió. Los firmantes del Pacto de San Sebastián formaron un gobierno provisional, representando a las fuerzas republicano-socialistas. Monárquicos, comunistas, anarquistas y nacionalistas vascos quedaron inicialmente al margen.
Las Cortes Constituyentes y la Constitución de 1931
Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes para aprobar medidas urgentes, encontrando la oposición de grandes propietarios agrícolas, la oligarquía financiera, parte del ejército y la Iglesia. Las elecciones generales del 28 de junio dieron nuevamente la victoria a los republicano-socialistas.
Las Cortes republicanas nombraron a Alcalá Zamora jefe del gobierno y elaboraron la Constitución de 1931, considerada la más democrática y progresista de la época, basada en la libertad de expresión. Su aprobación generó discrepancias entre la derecha y la izquierda. La aprobación de los artículos religiosos provocó la dimisión de Alcalá Zamora, siendo sustituido por Manuel Azaña.
Fuerzas Políticas en la II República
La actividad política fue intensa durante estos años. En la izquierda destacaron:
- Radical-socialistas
- Acción Republicana
- Esquerra Republicana
- PSOE y UGT (dirigida por Largo Caballero)
- PCE
- CNT y la Federación Anarquista Ibérica (FAI)
En la derecha sobresalieron:
- Partido Radical (dirigido por Lerroux)
- Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA)
- Lliga Regionalista
- PNV
- Renovación Española (dirigido por Calvo Sotelo)
- Las JONS y Falange Española (dirigida por Primo de Rivera)
Etapas de la II República
El Bienio de Izquierdas (1931-1933)
Este periodo se caracterizó por una serie de reformas:
- Reforma religiosa: Se limitó la influencia de la Iglesia, separándola del Estado. Se prohibió a las órdenes religiosas la enseñanza y se limitó la posesión de sus bienes mediante la Ley de Congregaciones.
- Reforma militar: La disminución del presupuesto militar generó descontento entre los africanistas, quienes lo vieron como una amenaza a la tradición militar.
- Reforma agraria: Se pretendía eliminar el latifundismo en el centro y sur de España para mejorar las condiciones de vida de los campesinos. Se aprobaron decretos para proteger a los campesinos pobres y se aumentó el salario mínimo. La Ley de Reforma Agraria, realizada por el Instituto de la Reforma Agraria, permitía expropiar bienes de la nobleza con indemnización.
- Reforma educativa: Se promovió una educación laica y liberal, creando escuelas y plazas de maestros, incrementando sus salarios y adoptando un modelo de enseñanza mixto, laico, obligatorio y gratuito.
- Reforma laboral: Largo Caballero impulsó reformas en las condiciones laborales, aprobando la Ley de Contratos de Trabajo, la Ley de Jurados Mixtos, estableciendo un horario laboral y aumentando los sueldos.
El Bienio Conservador o Negro (1933-1936)
En las elecciones de 1933, la derecha, organizada, ganó debido a la desunión de la izquierda. El gobierno de Lerroux frenó la reforma agraria, provocando huelgas campesinas. El PSOE se radicalizó, con Largo Caballero e Indalecio Prieto defendiendo la necesidad de estabilizar la República.
El Frente Popular (1936)
El Frente Popular ganó las elecciones, obteniendo mayoría en las principales ciudades y zonas industriales. El gobierno estuvo formado por republicanos, con el apoyo parlamentario de socialistas y otros. Manuel Azaña fue nombrado presidente y Casares Quiroga jefe de gobierno.
El Golpe de Estado y el Inicio de la Guerra Civil
La noche de las elecciones, Franco declaró el Estado de guerra. En marzo, un grupo de generales acordó un alzamiento, liderado por Mola. La conspiración contó con el apoyo de nazis y fascistas. El asesinato del monárquico Calvo Sotelo aceleró el plan golpista, y la sublevación comenzó en Marruecos el 17 de julio de 1936, dando origen a la Guerra Civil Española.