1. La Península Ibérica antes de la Conquista Musulmana
1.1 Prehistoria
El Paleolítico comenzó en la península en el 1,23 millones de años a. C. Gracias a yacimientos históricos como Atapuerca, sabemos que era una civilización nómada de cazadores y recolectores. Destacan las pinturas de Altamira. El Neolítico comenzó en el 6.000 a. C. y duró hasta el 800 a. C. Era una civilización productora de alimentos que practicaba el megalitismo. Crearon los primeros utensilios como hachas, azadas de piedra y molinos. Algunos yacimientos son las cuevas de Nerja (Málaga) y Carigüela (Granada). La Edad de los Metales comenzó con la metalurgia del bronce, con culturas como la talayótica (Islas Baleares) y la de El Argar (Almería). En el Bronce Final, las sociedades estaban más jerarquizadas.
1.2 Pueblos Prerromanos y Colonizadores
Durante el I milenio a. C. y la Edad del Hierro convivieron en la península pueblos autóctonos y colonizadores. Los pueblos prerromanos incluyen íberos, celtas y tartessos. Los íberos se localizaban en el oeste y sur, con una población política aristocrática, una economía agraria y basada en el comercio y la metalurgia del hierro. Los celtas, ubicados en el noreste, tenían un régimen aristócrata con un jefe al mando, eran ciudades-estado. Los tartessos se desarrollaron en el valle del Guadalquivir entre los siglos XI y VI a. C., con una economía minera y comercial. Entre los pueblos colonizadores destacan los fenicios, griegos y cartagineses. Los fenicios, en el siglo VI a. C., establecieron factorías en lugares como Cádiz, Málaga e Ibiza, impulsados por el interés comercial. Los griegos llegaron en el siglo VII a. C., fundando colonias como Ampurias e introduciendo la moneda y la escritura. Por último, los cartagineses, con intereses comerciales y militares, se establecieron durante el siglo III a. C., con Cartagena como su centro y expandiéndose hacia el sur y el suroeste de la península.
1.3 La Hispania Romana
La Hispania romana fue una de las provincias más importantes del Imperio romano, con un contexto geopolítico debido a su disposición estratégica en el Mediterráneo occidental. La conquista de la península ibérica se dio en varias fases desde la Segunda Guerra Púnica, pasando por la consolidación de la presencia romana, hasta la finalización de las guerras cántabras (29-19 a. C.). La economía fue de tipo colonial, caracterizada por la exportación de recursos naturales como metales y productos agrícolas, que abastecían a Roma. La sociedad era jerárquica, con una élite romanizada que adoptaba las costumbres y la lengua latina, mientras que la población local se mantenía en un estatus inferior. La romanización fue un proceso profundo que se reflejó en la construcción de infraestructuras como calzadas y ciudades, así como en la adaptación de la cultura y religión romana. Personajes como Séneca o el emperador Trajano ilustran la integración de esta provincia en el imperio. Sin embargo, en el siglo III, el imperio atravesó una grave crisis política y económica que afectó también a Hispania, provocando un debilitamiento de las estructuras imperiales y la fuerte presión de pueblos germánicos en las fronteras.
1.4 El Reino Visigodo
Tras la crisis del siglo III en Roma, comienzan las invasiones germánicas. En el 409, llegan a la península los vándalos (noroeste) y alanos (sur). Los visigodos pactaron con Roma en el 416 para enfrentarse a ellos. Esto da lugar al nacimiento del reino de Tolosa. En el 476, cae el Imperio romano de Occidente y en el 507, llegan los francos, derrotan a los visigodos y estos se trasladan al reino de Toledo. A finales del siglo VI, Leovigildo y Recaredo someten a los suevos. En el siglo VII, Suintila somete a los bizantinos y a los vascones. En el 589, Recaredo convierte a los hispanos al catolicismo, en el III Concilio de Toledo. Una minoría de 100.000 visigodos domina a unos 7 millones de hispanorromanos. En el 654, Recesvinto crea un conjunto de leyes visigodas. Empezaron a darse relaciones de dependencia prefeudal. Instituciones como el Aula Regia y el Oficio Palatino ayudaron a gestionar el reino. El arte visigodo era una fusión de influencias romanas y germánicas. Se da una crisis e invasión musulmana en la península, acabando con la monarquía visigoda.
2. Al-Ándalus y la Reconquista
2.1 La Conquista Musulmana y el Al-Ándalus
Los musulmanes llegaron a la península en el 711, derrotando al rey Rodrigo en la batalla de Guadalete, debido a la inestabilidad política del reino visigodo. Aprovechando la fragilidad, los musulmanes desarrollaron una serie de pactos, logrando una conquista rápida gracias a la Guerra Santa, que duró 4 años, controlando casi toda la península. El Emirato dependiente de Damasco (711-756) es la primera etapa de evolución. Se caracteriza porque no pudieron continuar por el resto de Europa, ya que su avance se vio frenado por los francos en la batalla de Poitiers. Abd al-Rahman I se refugió en Al-Ándalus, donde se hizo con el poder. El Califato de Córdoba fue la edad de oro de Al-Ándalus. Abd al-Rahman III dio el paso definitivo para la independencia al proclamarse califa, lo cual desencadenó una crisis. Tras desaparecer el califato, aparecen los reinos de taifas en un estado de debilidad que facilitó la conquista de Toledo en 1085 para los cristianos. Los almorávides y almohades llegan a la península, pero son derrotados en 1212 en las Navas de Tolosa. Finalmente, el reino de Granada es conquistado en 1492.
2.2 Economía, Sociedad y Cultura de Al-Ándalus
La economía de Al-Ándalus se basaba en la agricultura intensiva, el comercio y la artesanía. La sociedad estaba estratificada, con árabes en la cúspide, seguidos de bereberes, muladíes y judíos. La cultura floreció en ciudades como Córdoba, que se convirtió en un centro intelectual, destacando en ciencias, filosofía y literatura. Se promovió el estudio del Corán, pero también se tradujeron obras clásicas al árabe. Los judíos fueron clave en la economía de Al-Ándalus, destacando como comerciantes, prestamistas y artesanos. Socialmente, ocupaban una posición intermedia entre musulmanes y cristianos. Contribuyeron con obras artísticas en sinagogas y manuscritos, y en el ámbito científico y cultural, figuras como Maimónides impulsaron la medicina, la filosofía y las matemáticas, integrando conocimientos árabes, griegos y latinos.
2.3 La Reconquista
Los primeros núcleos de resistencia cristiana son: el reino astur-leonés, que nace tras Covadonga en 722 y traslada su capital de Oviedo a León; el condado de Castilla, que pertenecía al reino de León, nace en el siglo X entre Burgos, Cantabria y Vizcaya, experimentando una gran expansión territorial; el reino de Pamplona, vinculado al reino franco, en el siglo IX se independiza y se convierte en el reino de Navarra; el reino de Aragón se divide en 3 condados: Aragón, Sobrarbe y Ribagorza; y, por último, los condados catalanes, Wifredo los une en el siglo IX, mientras que Borrel, en el X, los desvincula de los francos. La Reconquista, el proceso mediante el cual los cristianos recuperaron los territorios conquistados por los musulmanes, podemos dividirla en 4 fases: 1ª fase, en el siglo XI, Alfonso VI toma Toledo y parte del Ebro; 2ª fase, en el siglo XII, en el oeste hubo una expansión y en el este, la toma de Zaragoza; 3ª fase, en el siglo XIII, los musulmanes se debilitan tras las Navas de Tolosa (1212); termina con la toma de Granada en 1492. Se da la unión de Castilla y León y el comienzo del parlamentarismo. Aragón se une a los condados catalanes en 1137, y Portugal se independiza en 1139.
2.4 La Repoblación y la Sociedad Feudal
La repoblación consistía en organizar y atraer población a los territorios reconquistados por los cristianos. Se puede dividir en 3 fases: presura, entre los siglos VIII y X, en el norte del Duero y al pie de los Pirineos, los campesinos empezaron a ocupar tierras sin poblar; concejo, entre los siglos XI y XII, entre el Duero y el Tajo, se daban cartas pueblas, que garantizaban privilegios a los municipios; y repartimiento, siglo XIII, entre el Guadalquivir, se entregaron tierras a la Iglesia, nobleza, etc. La sociedad feudal estamental se basaba en el régimen señorial. Se dividía en grupos privilegiados (nobleza y clero) y no privilegiados (campesinos, artesanos, judíos…). Además, desde el siglo XI surge una burguesía. La monarquía de Aragón está influenciada por el pactismo. Mientras que en Castilla las Cortes son unitarias, en Aragón hay 3: Cataluña, Aragón y Valencia. Debido al crecimiento urbano, surge en Castilla el corregidor. El Concejo de la Mesta, institución creada en 1273 por Alfonso X, tenía la intención de regular la producción de lana.