Historia de la Segunda República Española (1931-1936)

Proclamación de la Segunda República

El día que se celebró la República, 12 de abril de 1931, ganó el Partido Republicano. Alfonso XIII decide abdicar y exiliarse. El 14 de abril se proclamó la República y se estableció un gobierno provisional que convocó elecciones a Cortes Constituyentes el 18 de junio. Durante este gobierno se aprobó la Constitución de 1931, y se nombraron presidentes de la República a Niceto Alcalá Zamora y presidente de gobierno a Manuel Azaña.

Las reformas del bienio reformista (1931-1933)

El gobierno liderado por Manuel Azaña estaba integrado en su mayoría por republicanos de izquierda y socialistas. Su objetivo era hacer unas reformas.

  • Reforma religiosa: limitaron el dominio de la iglesia, se les prohibió impartir sus enseñanzas, se les confiscaron todas las propiedades y quedaron sometidos al pago de impuestos igual que los demás ciudadanos.
  • Reforma del ejército: creó un ejército profesional con la reducción de militares que prometían su adhesión a la República creándose la Guardia de Asalto.
  • Reforma agraria: eran decretos que pretendían ayudar a los arrendatarios y a los campesinos, sin guerra. Se elaboró una ley de reforma agraria que consistía en la expropiación sin indemnización de las tierras de la alta nobleza.
  • Reforma del estado centralista: consistía en la facultad de todas aquellas regiones nacionalistas podían tener una organización propia y acceder a la autonomía, se promulgó el Estatuto de Autonomía de Cataluña dando lugar a la Generalitat.

Los problemas de la coalición republicana-socialista

La aplicación de estas reformas encontró varios inconvenientes, sobre todo por parte de la iglesia, los grandes propietarios y el ejército. Los de la derecha decidieron reorganizarse en contra de las nuevas medidas gubernamentales y en 1933 crearon la Confederación Española de Derechos Autónomos (CEDA). A la vez cobraban fuerza los grupos fascistas como la Junta Ofensiva Nacional-Sindicalistas (Sons) y la Falange Española que tenía de jefe a José Primo de Rivera, ambos partidos eran minoritarios pero realizaron una actividad de máxima agitación en contra de lo que ellos consideraban la evolución del marxismo y el peligro de una revolución bolchevique. Todo esto provocó un fallido golpe de estado encabezado por el general José Sanjurjo.

BIENIO conservador (1933-1935)

Los sectores contrarios intentaron acabar con la coalición republicano-socialista, en otoño de 1933 Manuel Azaña acabó dimitiendo como jefe de gobierno y el presidente Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó elecciones en noviembre. Estas elecciones se caracterizaron por ser las primeras en las que las mujeres votaron. La CEDA obtuvo los mejores resultados quedando el gobierno en manos del Partido Republicano (Alejandro Lerroux), fue conocido como el Bienio Negro. En octubre de 1934 se produjo una revolución por parte de los partidos de izquierda quienes consideraron la entrada de la CEDA como una deriva al fascismo, se esclareció el crecimiento del desempleo dando lugar a una revolución social en Asturias y un movimiento separatista por parte del Estado Catalán del gobierno ante el temor de que el Estatuto creado en el primer bienio fuera revocado. La CEDA aumentó su influencia en el gobierno y de esta manera fueron nombrados como ministro de Defensa a Gil Robles y como jefe del Estado Mayor a Francisco Franco. La crisis del gobierno estalló en 1935. El gobierno de Lerroux se vio afectado por una serie de escándalos de corrupción perdiendo su credibilidad hasta que fue destituido. En febrero se convocaron nuevas elecciones lo que dio lugar a la formación de dos bloques visiblemente opuestos: los de la derecha y los de la izquierda.

El triunfo del Frente Popular (1936)

Para presentarse a las elecciones los partidos de izquierda (republicanos, comunistas y socialistas) se agruparon en lo que fue denominado como Frente Popular consiguiendo la victoria. Manuel Azaña fue proclamado de nuevo presidente de la República y Santiago Casares Quiroga jefe de gobierno. Entre sus acciones destacó: la absolución de los presos de la revolución de octubre de 1934, la aprobación del Estatuto Catalán que fue anulado con anterioridad y el traslado de los generales Francisco Franco a Canarias y Emilio Mola a Navarra para evitar organizar alzamientos militares, aunque no se atrevió a destituirlos. Los planes para acabar con la República fueron dirigidos por los militares que contaron con la ayuda de los fuerzas políticas de la derecha, así como también establecieron contacto con Alemania nazi y la Italia fascista. El 14 de julio se produjo el asesinato del líder derechista José Calvo Sotelo por un grupo de izquierda y que acabó desencadenando el estallido de la Guerra Civil el 17 de julio de 1936.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *