I. Los Inicios de la Transición
La transición española se inicia en noviembre de 1975, con la muerte de Franco y la proclamación de Juan Carlos I como rey de España, y concluyó en octubre de 1982 con la llegada del PSOE al poder. Institucionalmente, el periodo termina con la aprobación de la Constitución en diciembre de 1978.
1. Las Condiciones de la Democracia Postfranquista
La llegada de la democracia se produjo en un momento histórico que reunía las condiciones favorables para ello:
- Un nivel de renta bastante aceptable.
- Notable modernización.
- La mayoría deseaba un régimen de libertades.
- El contexto internacional era también favorable. El mundo estaba entrando en un período de distensión generada por el comienzo de la era de la coexistencia pacífica.
A pesar de ello, las dificultades para implantar la democracia eran considerables.
2. El Gobierno de Arias Navarro
El 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos I asumió el título de Rey y la Jefatura del Estado. El Rey se encontró con todo el poder que estaba en manos de Franco. El 4 de diciembre, confirmó como presidente de gobierno a Carlos Arias Navarro, quien formó gobierno con algunos reformistas como Manuel Fraga, José María de Areilza, Antonio Garrigues y Alfonso Osorio. En esta primera fase de la transición, el gobierno y la oposición democrática defendían proyectos políticos antagónicos.
El gobierno de Arias Navarro realizó en un principio tres actuaciones:
- Concedió un indulto parcial.
- Permitió un mayor grado de libertad.
- Practicó una represión cada vez más selectiva, dirigida fundamentalmente a los comunistas.
Se planteó a medio plazo ampliar las libertades y los derechos civiles y ensanchar las bases del parlamentarismo español para dar cabida sólo a las fuerzas antifranquistas moderadas. No consideró la posibilidad de transformar el franquismo en un sistema auténticamente democrático. Lo único que pretendía era perfeccionar el régimen franquista; en la práctica, fue un gobierno muy controlado por los sectores más inmovilistas del franquismo.
Las reformas se canalizaron a través de modificaciones de algunas leyes fundamentales y otras ordinarias:
- Modificaciones de las Leyes Fundamentales para crear un parlamento bicameral (no llegó a realizarse).
- La legislación ordinaria se modificó para reconocer ciertos derechos. Así se aprobó en 1976 la Ley de Reunión y Manifestación y la Ley sobre el Derecho de Asociación Política.
Ante la lentitud de las reformas y la paralización del cambio, el Rey pidió a Arias Navarro que presentara su dimisión, lo que se produjo el 1 de julio de 1976.
Por otra parte, la oposición siguió reivindicando, desde la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática, la implantación de un gobierno provisional que provocara la ruptura con el régimen franquista. El proceso de unificación de la oposición se concretó con la fusión de ambas asociaciones en marzo de 1976, creando la Coordinadora Democrática, a la que en octubre del mismo año se adhirieron otras organizaciones formando la Plataforma de Organismos Democráticos.
La oposición jugó un papel trascendental en la transición. Pidió la ruptura mediante grandes movilizaciones populares. No fue capaz de derribar el gobierno de Arias, pero sí lo debilitó.
II. El Encauzamiento de la Transición
1. El Gobierno Reformista de Adolfo Suárez
El 3 de julio de 1976, el rey designó como presidente de gobierno a Adolfo Suárez, que provenía del franquismo y era ministro del gobierno anterior. Era un joven desconocido que fue recibido por la oposición con muchos recelos y muy bien por los franquistas.
El nuevo gobierno planteó un programa de gobierno basado en:
- Contemplaba que la soberanía residía en el pueblo y se fijaba el 30 de junio como fecha tope para celebrar unas elecciones generales.
- Concedió una amplia amnistía por la que todos los presos por motivos políticos fueron excarcelados.
El Gobierno de Adolfo Suárez se proponía el paso de la dictadura a la democracia sin ruptura. Era necesario un proceso de cambios políticos. Estos cambios políticos se harían desde la legalidad franquista y a través de los canales institucionales que la misma establecía. El gobierno intentó aislar a la extrema derecha y contar con el apoyo y el respaldo del mayor número de franquistas y de los llamados poderes fácticos. Entre estos poderes, el más peligroso para los planes de Adolfo Suárez era el ejército. Para ello, contó con la fidelidad del mismo al rey y con la labor del general Gutiérrez Mellado. Se modernizó el ejército y se contrarrestó a los sectores más duros del mismo. También se recabó el apoyo de la oposición democrática, pidiéndole que abandonaran su línea rupturista. El gobierno bajó los niveles de represión y comenzó a conectar con los líderes no comunistas.
La Ley para la Reforma Política
El instrumento legal para lograr la transición a la democracia fue la Ley para la Reforma Política, que recogía los siguientes aspectos fundamentales:
- Reconocía la soberanía popular.
- Afirmaba y reconocía la inviolabilidad de los derechos individuales.
- Creaba unas Cortes democráticas de carácter bicameral elegidas por sufragio universal.
Después de no pocos debates y dificultades, las mismas Cortes franquistas aprobaron la ley el 18 de noviembre de 1976. El 15 de diciembre de ese mismo año, los españoles aprobamos la ley en referéndum, en el que votó el 77,7% del censo y el 94,2% del mismo votó afirmativamente.
La oposición democrática (socialistas, comunistas y nacionalistas) solicitaron a los españoles la abstención. La extrema derecha y la extrema izquierda recomendaron el voto negativo.
2. La Construcción de la Democracia
1. La Política del Consenso
El gobierno salió reforzado del referéndum del 15 de diciembre. Pero la actitud cada vez más violenta de la ultraderecha, las acciones terroristas de ETA y, a veces, la de pequeños grupos de extrema izquierda dibujaban un futuro incierto. El mes de enero de 1977 fue terrible:
- Asesinato de un joven, Arturo Ruiz, a manos de unos incontrolados mientras asistía a una manifestación en pro de la amnistía.
- Asesinato de 5 abogados de CC.OO. a manos de ultraderechistas.
- Tres policías asesinados por los GRAPO.
- Secuestros del presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol y Urquijo, y del teniente general Emilio Villaescusa.
El gobierno y la oposición intensificaron sus contactos. La oposición aceptó el camino de las reformas para implantar la democracia, pero exigió que ésta fuera igual que las de Europa Occidental.
2. Las Elecciones Generales
El gobierno se propuso realizar unas elecciones generales el 15 de junio de 1977, en las que se elegirían unas Cortes Constituyentes. Antes de realizar la convocatoria de elecciones, tomó una serie de medidas que normalizaran la vida política del país:
- Suprimió el TOP (Tribunal de Orden Público), que era el responsable de la represión política; concedió una nueva amnistía; aprobó la normativa electoral que establecía un sistema proporcional corregido (Ley D’Hont).
- Legalización de todos los partidos políticos, incluido el PCE. Se decretó la desaparición del Movimiento Nacional y se reconoció el derecho a crear libremente sindicatos y organizaciones empresariales.
- Restablecimiento de las relaciones diplomáticas con México y los países del Este.
Las elecciones celebradas el 15 de junio de 1977 no dieron mayoría absoluta a ningún partido:
- La Unión de Centro Democrático (UCD), partido creado por Adolfo Suárez, fue el partido más votado. Estuvo cerca de la mayoría absoluta.
- El PSOE, liderado por Felipe González, se convirtió en el primer partido de la oposición.
- El PCE de Santiago Carrillo; Alianza Popular de Manuel Fraga y el Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galván se quedaron a considerable distancia.
- El PNV de Xavier Arzallus y el PDC de Jordi Pujol destacaron entre las fuerzas nacionalistas.
El parlamento aparecía ideológicamente dividido en dos bloques muy equilibrados. El de la derecha superaba ligeramente al de la izquierda.
3. El Proceso Constituyente
A pesar de que la elaboración de la Constitución fue el eje de la vida política hasta diciembre de 1978, el parlamento abordó otros asuntos importantes:
- Se comenzó la reforma de la organización territorial: del Estado centralizado franquista se fue pasando al Estado descentralizado de las autonomías. Se aprobaron las preautonomías.
- Todos los partidos firmaron los Pactos de la Moncloa para afrontar la grave crisis económica.
- Se aprobaron medidas de reforma fiscal.
- Las Cortes aprobaron una nueva amnistía.
A la vez, un grupo de siete miembros comenzó a redactar la Constitución. Después de complicados debates, las Cortes la aprobaron el 31 de octubre de 1978. Por primera vez en la historia de España, el texto constitucional respondió a una negociación entre todos los partidos y fue un pacto entre todos ellos.
4. La Constitución de 1978
La Constitución fue definitivamente aprobada por el pueblo español en referéndum el 6 de diciembre de 1978. En ella se proclama la voluntad de alcanzar una democracia avanzada y propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Sus principios fundamentales son:
- Estado social y democrático de derecho.
- La monarquía parlamentaria.
- Estado autonómico.
El texto constitucional incorpora, junto a los derechos políticos tradicionales, un catálogo de derechos sociales que suponen una apuesta por el Estado del bienestar en el marco de una economía de mercado.
La Constitución recoge la división de poderes:
- Las Cortes, formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado, son el órgano supremo de la soberanía popular y la manifestación del poder legislativo.
- El gobierno detenta el poder ejecutivo, dirige las administraciones civil y militar y conduce la política interior y exterior.
- El poder judicial se configura como protector de las leyes y propulsor de la justicia.
El Rey es el jefe del Estado, pero sólo tiene funciones representativas. Establece también la creación del Tribunal Constitucional.
Los Padres de la Constitución
- Gabriel Cisneros (UCD)
- José Pedro Pérez Llorca (UCD)
- Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (UCD)
- Miquel Roca Junyent (PDC)
- Manuel Fraga (AP)
- Gregorio Peces Barba (PSOE)
- Jordi Solé Tura (PCE)
III. La Debilidad de la Nueva Democracia
La aprobación de la Constitución fue un gran avance en el proceso de democratización, pero ahora era necesario desarrollarla y aplicar una política que acabara con las instituciones y prácticas autoritarias que aún pervivían. Por otro lado, la UCD daba signos de agotamiento.
1. Las Elecciones de 1979
Una vez aprobada la Constitución, Adolfo Suárez convocó elecciones generales para el 1 de marzo de 1979 y municipales para el 3 de abril. La oposición democrática reclamaba desde hacía tiempo su celebración, ya que los ayuntamientos aún estaban en manos de los alcaldes franquistas.
Las elecciones generales arrojaron un resultado muy similar a las de 1977 (ganó UCD con 168 escaños y el PSOE con 121). En las municipales ganó también UCD, pero el PSOE, con un pacto con el PCE y los nacionalistas, le arrebataron la mayoría de las grandes y medianas ciudades.
2. El Deterioro Político
El consenso que había caracterizado todo el período anterior se fue diluyendo. La dinámica gobierno-oposición, como en cualquier democracia, fue ganando terreno. Suárez, sin mayoría absoluta, empezaba a tener problemas para sacar adelante sus propuestas.
En esta etapa se aprueban los estatutos de autonomía de Cataluña y País Vasco. Pero el intento de encauzar el desarrollo autonómico por una vía más lenta para el resto de autonomías (salvo en Galicia) acarreó no pocos problemas al gobierno (referéndum de Andalucía).
La política educativa también causó complicaciones. La Ley de Universidades no salió adelante y la Ley de Centros Docentes fue denunciada al Tribunal Constitucional por la oposición.
Las elecciones al parlamento catalán y al del País Vasco supusieron la derrota del partido de Suárez.
En 1980, el PSOE presentó una moción de censura al gobierno de UCD. El 29 de enero de 1981, Suárez dimitió como presidente de gobierno y renunció a la dirección de UCD.
El 23 de febrero de 1981, cuando se desarrollaba en el Congreso la votación que iba a nombrar a Leopoldo Calvo-Sotelo presidente de gobierno, el teniente coronel Antonio Tejero irrumpió en el Congreso. El golpe de Estado, encabezado por el general Milans del Bosch y Alfonso Armada, estaba en marcha. La decisiva intervención del Rey acabó con la intentona.
3. El Mandato de Calvo Sotelo
La intentona militar demostró la gran fragilidad de la democracia española. Por ello, Calvo Sotelo inició una política de consenso con el PSOE:
- El gobierno delimitó al máximo el número de responsables del golpe de Estado (32 militares y un civil).
- El 22 de junio de 1981 se aprobó la Ley de Divorcio y el 30 de junio la LOAPA, una ley que pretendía limitar las competencias de las autonomías.
- En política exterior, el parlamento aprobó la entrada en la OTAN con la oposición del PSOE.
Calvo Sotelo disolvió las Cortes y convocó elecciones generales para el 28 de octubre de 1982. El PSOE logró un triunfo espectacular consiguiendo la mayoría absoluta. La coalición AP-PDP (Alianza Popular y Partido Demócrata Popular) quedaron en segundo lugar. Los nacionalistas se mantuvieron y el PCE se hundió.
IV. La Llegada del PSOE al Poder (1982-1986)
Con la llegada del PSOE al poder se inicia una larga etapa en la que se cierra la transición y se inaugura una nueva en la que se consolida la democracia. Por primera vez desde la II República, hay un gobierno de izquierdas en el país.
1. La Estrategia de la Moderación y del Pacto
Los socialistas habían ido evolucionando a lo largo de la transición. Su programa había ido moderándose desde que en el congreso de 1979 habían abandonado el marxismo y se habían abierto a otras corrientes progresistas. No era, como en el pasado, un partido mayoritariamente de obreros y campesinos, sino que se había convertido en un partido en el que la mayoría pertenecía a la clase media.
Para las elecciones de 1982, el PSOE había elaborado un programa de grandes reformas, pero en el que no cuestionaba el modelo de sociedad occidental. Una vez instalado en el poder, los socialistas se dirigieron a todas las clases de la sociedad y no pretendieron romper el entendimiento con los poderes económicos tradicionales.
2. La Política del Cambio
El gobierno socialista apostó por una mayor apertura y liberalización de la economía y acometió una política de ajustes con el objetivo de rebajar la inflación. Intensificaron el proceso de reconversión industrial, desmantelando industrias completamente obsoletas. También avanzaron en la flexibilización del mercado de trabajo.
3. Las Reformas
El objetivo de estas reformas fue profundizar en la democracia y extender el Estado del bienestar. Las reformas se concretaron en:
- Impulsar una legislación sobre derechos y libertades: objeción de conciencia, hábeas corpus; la situación de la mujer; el aborto; derecho de reunión y libertad sindical.
- La reforma de las Fuerzas Armadas redujo el ejército y lo hizo más operativo. Impuso la supremacía del poder civil sobre el militar.
- El mapa autonómico se cerró en 1983.
- Ley de Reforma Universitaria y Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE).
- Ley General de Sanidad, que aprobaba la cobertura universal.
4. Política Exterior
Tiene dos vertientes muy claras:
- Entrada en la Comunidad Europea: el 1 de enero de 1986.
- Permanencia en la OTAN: mediante un referéndum.
- Estrecharon los lazos con Iberoamérica y el Mediterráneo.
- Reconocimiento del Estado de Israel.
V. El Asentamiento del PSOE (1986-1993)
El primer gobierno del PSOE pudo presentar, al fin de la legislatura, unos resultados políticos bastante satisfactorios. España, una vez saneada su economía, aprovechó la expansiva coyuntura internacional que se vivió a mitad de los ochenta. La prosperidad económica permitió al segundo gobierno socialista ampliar el Estado del bienestar:
- Universalización de la cobertura sanitario-farmacéutica; el seguro de desempleo se extendió al 60% de parados y las pensiones llegaron a casi 8 millones de pensionistas.
- Grandes inversiones en educación. La LOGSE extendió la edad obligatoria de escolarización hasta los 16 años.
- Notable subida de impuestos para hacer frente al incremento del gasto público.
- Medidas de carácter monetarista para bajar la inflación.
Durante los dos gobiernos socialistas se abordaron también otras cuestiones:
- Se acordó el sistema de financiación de las comunidades autónomas, la aprobación de los pactos antiterroristas de Madrid y Ajuria-Enea y la aprobación de la Ley de Huelga y de Seguridad Ciudadana.
- En política exterior, España presidió por primera vez la UE, intervino en la I Guerra del Golfo, en la de Bosnia y se celebró en Madrid la Conferencia de Paz sobre Oriente Medio.
A partir de 1992, la economía española dio síntomas de recesión y el desgaste y el descontento social aumentaron. Así, hubo una huelga general el 14 de diciembre de 1988 y el desencanto se generalizó debido a los casos de corrupción en que se vieron involucrados altos cargos socialistas.
VI. El Declive de los Socialistas (1993-1996)
Esta situación llevó a Felipe González a adelantar las elecciones al 6 de junio de 1993. El PP e IU endurecieron sus críticas y el PSOE pasaba por serios apuros.
El resultado de las elecciones, sin embargo, fue favorable a los socialistas, que vencieron sin mayoría absoluta:
- El PSOE obtuvo 159 diputados.
- El PP obtuvo 141.
- IU y los nacionalistas de CiU y PNV mantuvieron sus posiciones.
Felipe González formó un nuevo gobierno, con el apoyo de los nacionalistas catalanes, que dedicó su máximo esfuerzo a luchar contra la crisis económica y lograr la convergencia para que España entrara en el euro:
- Pactó una política con CiU de ajuste y rigor presupuestario.
- Mayor liberalización del mercado de trabajo, que aumentaba la precariedad del empleo. Los sindicatos respondieron con una nueva huelga general el 24 de enero de 1994.
La mejora económica fue perceptible al año siguiente, pero España seguía sin cumplir los requisitos de Maastricht para entrar en el euro.
La actividad parlamentaria continuó: Ley del Jurado, nuevo Código Penal, Estatutos de Autonomía de Ceuta y Melilla, abolición de la pena de muerte en tiempos de guerra, la Ley del Voluntariado y la Ley del Cable se aprobaron durante esta legislatura.
Sin embargo, los escándalos continuaron estando presentes en la vida política. Estos escándalos fueron aprovechados por el partido de la oposición (el PP estaba ya dirigido por José María Aznar) con el fuerte respaldo de algunos medios de comunicación. El asunto de los GAL, grupo terrorista creado para acabar con ETA, que salpicó a altos cargos del gobierno, incluso a Felipe González, fue el más importante. Estos escándalos obligaron al gobierno a convocar nuevas elecciones para 1996.
VII. El PP en el Gobierno (1996-2004)
Las elecciones del 3 de marzo de 1996 tuvieron un 77% de participación y dieron como resultado la victoria del PP, pero con una ventaja muy reducida con el PSOE.
La recuperación económica, iniciada en 1995, se consolidó en los años de mandato del PP. José María Aznar inició una política antiinflacionista y de rigor presupuestario, llevada a cabo por su ministro Rodrigo Rato. El crecimiento español estuvo por encima del 3% y permitió cumplir los requisitos de convergencia para entrar en el euro. El 1 de enero de 1999, España pudo incorporarse a los países fundadores del euro.
El gobierno del PP aceleró el proceso de privatización de empresas públicas como Repsol, Endesa o Telefónica y prosiguió con la liberalización de los mercados del gas, electricidad y petróleo. También inició el proceso de flexibilización del mercado laboral e incrementó la estabilidad en el empleo.
La política exterior de los populares se basó en las mismas líneas que las anteriores de los socialistas:
- En 1997, España se integró en la estructura militar de la OTAN.
- En 1999, participamos en la guerra de Kosovo.
- En Latinoamérica, Aznar reconsideró su inicial política de dureza con Cuba.
En política interior, el gobierno culminó el proceso de profesionalización de las Fuerzas Armadas, anulando el servicio militar obligatorio a partir de 2003. En septiembre de 1998, debido a los importantes éxitos en la lucha antiterrorista, ETA declara una tregua.
Las Elecciones del Año 2000
El 12 de marzo de 2000 se celebraron nuevas elecciones que trajeron la victoria del PP por mayoría absoluta. Esto provocó la dimisión de Joaquín Almunia, candidato del PSOE. El PP obtuvo 183 diputados, por lo que podía gobernar cómodamente. José María Aznar gobernaba sus últimos 4 años, ya que había prometido no volver a presentarse a unas nuevas elecciones. Por otro lado, el PSOE elegía, en un congreso muy reñido, a un nuevo líder, José Luis Rodríguez Zapatero.