Las Colonias Británicas en América del Norte
Siglo XVIII: Gran Bretaña poseía 13 colonias en América del Norte. Existía un creciente descontento contra el dominio británico que finalmente produjo una sublevación.
Causas de la Revolución Americana
- Difusión de las ideas ilustradas y liberales, que crearon las bases ideológicas de la Revolución.
- Aumento de tributos sobre los colonos.
- Restricciones a las actividades comerciales de los colonos.
1773: En Boston, los colonos arrojan un cargamento de té inglés al mar (Motín del Té).
1776: Thomas Jefferson redacta la Declaración de Independencia y se produce la guerra contra los británicos.
Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1776-1783)
Los colonos, liderados por George Washington, recibieron ayuda de Francia y España.
Tras la victoria, Gran Bretaña firmó el Tratado de Versalles (1783) reconociendo la independencia de los Estados Unidos.
Nuevo Estado y Constitución de 1787
Las 13 colonias se unieron para formar los Estados Unidos de América. Se aprobó la Constitución de 1787, basada en los principios de:
- Soberanía nacional
- Separación de poderes
- Sufragio y derechos y libertades individuales
Se estableció una república federal. El gobierno federal se encargaba de la política exterior, la defensa y las finanzas.
- Legislativo: Cámara de Representantes y Senado.
- Ejecutivo: Presidente (elegido cada 4 años).
- Judicial: Tribunal Supremo.
1788: George Washington se convierte en el primer presidente.
Impacto de la Revolución Americana
- Propagación de la Ilustración y el liberalismo frente al despotismo.
- Influencia sobre la Revolución Francesa.
- Ejemplo para la emancipación de América Latina.
La Revolución Francesa
1789: Francia era gobernada por Luis XVI. Existía un aumento del descontento contra la monarquía absoluta y el Antiguo Régimen.
Causas de la Revolución Francesa
- Difusión de las ideas ilustradas (soberanía nacional, separación de poderes, críticas contra el absolutismo y la sociedad estamental).
- Desigualdad de la sociedad estamental.
- Malas cosechas que encarecieron el precio de los alimentos.
- Crisis financiera, que llevó a la intención de que los privilegiados pagasen impuestos.
Estallido de la Revolución
Los privilegiados se negaron a pagar impuestos y reclamaron la convocatoria de los Estados Generales (asamblea que representaba a los tres estamentos para debatir la situación del país).
Los representantes del estado llano exigieron el voto por persona y no por estamento. El monarca se negó y los diputados del estado llano se trasladaron a la sala del Juego de Pelota y se autoproclamaron Asamblea Nacional.
París asaltó la fortaleza de la Bastilla, símbolo del absolutismo. Los campesinos atacaron castillos y quemaron títulos nobiliarios. Luis XVI aceptó la Asamblea Constituyente.
1789: Se decretó la abolición de los privilegios señoriales y se redactó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. También se promulgó la Constitución Civil del Clero, que estableció la separación entre Iglesia y Estado.
Asamblea Legislativa (1791-1792)
Proceso reformista para convertir a Francia en una monarquía constitucional. La Asamblea Constituyente logró su objetivo en 1791.
Se eligió una nueva cámara llamada Asamblea Legislativa, encargada de promulgar leyes revolucionarias. Surgieron diferentes corrientes políticas:
- Girondinos: Liberales moderados, partidarios de la república moderada y el sufragio censitario o restringido.
- Jacobinos: Radicales, partidarios de la república y el sufragio universal masculino.
- Monárquicos: Partidarios de la monarquía constitucional.
Francia enfrentaba diversos problemas:
- Descontento popular por el alto precio de los alimentos.
- Enemigos de la Revolución.
- Guerra contra Austria.
La familia Real huyó al extranjero y en 1792 París derrocó a la monarquía.
La Convención (1792-1794)
Se convocaron elecciones mediante sufragio universal masculino. Se constituyó una asamblea llamada Convención, que proclamó la república. Se pueden distinguir dos etapas:
- Girondina: Juicio y ejecución de Luis XVI. Guerra contra Francia. En el interior se formó el Comité de Salvación Pública y la Revolución se radicalizó.
- Jacobina: 1793, los jacobinos controlaron la Convención, apoyados por los sans-culottes (grupos humildes) dirigidos por Robespierre. Se instauró una dictadura que ejecutó a muchos opositores (Época del Terror). Se llevaron a cabo reformas sociales como la redistribución de la propiedad agraria, la educación primaria gratuita y la fijación de precios máximos. Se aprobó la Constitución de 1793 (soberanía popular y sufragio universal masculino). Los moderados dieron un golpe de Estado en 1794 y Robespierre y sus colaboradores fueron ejecutados.
República Moderada. El Directorio (1795-1799)
Tras el golpe de Estado, la burguesía conservadora volvió a controlar la Convención. Se promulgó la Constitución de 1795 (sufragio censitario). Se concedió el poder ejecutivo al Directorio, un gobierno colegiado de 5 miembros. El poder legislativo recayó en dos cámaras: el Consejo de los Quinientos y el Consejo de Ancianos.
El Directorio intentó regresar a la moderación de 1791. Los republicanos radicales protagonizaron la Conspiración de los Iguales, que trató de implantar la propiedad colectiva.
1799: Napoleón Bonaparte dio un golpe de Estado que derrocó al Directorio y estableció el Consulado (el poder pasó a manos de Napoleón, Ducos y Sieyès), aunque Napoleón pronto se deshizo de los otros dos.
Importancia de la Revolución Francesa
Repercusiones:
- Fin del Antiguo Régimen, acabando con el absolutismo, la sociedad estamental y los privilegios feudales.
- Influyó en las revoluciones liberales del siglo XIX.
El Imperio Napoleónico y la Restauración
1802: Napoleón se proclamó cónsul vitalicio. Llevó a cabo diversas reformas:
- Políticas: Autorizó el regreso de exiliados y firmó un Concordato con la Iglesia que reconoció el catolicismo como religión oficial. En 1804 promulgó el Código Civil.
- Administrativas: Estableció un modelo centralizado, dividiendo Francia en departamentos provinciales gobernados por un prefecto.
- Educativas: Impulsó la enseñanza en toda Francia, creando una red de liceos o institutos de enseñanza media.
Napoleón desarrolló una política expansionista que provocó numerosas guerras. En 1804 se hizo coronar emperador.
La Caída de Napoleón
Napoleón intentó vencer a Reino Unido mediante un bloqueo continental. Las conquistas napoleónicas desarrollaron los sentimientos nacionales contra el dominio francés.
El fracaso de la campaña de Rusia en 1812 debilitó su poderío. La nueva coalición europea le derrotó en 1813 y Napoleón se vio obligado a abdicar y fue desterrado a la isla de Elba.
1815: Napoleón recuperó el poder durante un breve periodo (Imperio de los Cien Días). Fue definitivamente derrotado en Waterloo y desterrado a la isla de Santa Elena, donde murió en 1821.
El Congreso de Viena
Las potencias vencedoras contra Napoleón se reunieron en 1815 en el Congreso de Viena para reorganizar Europa y la política internacional (Austria, Rusia, Prusia y Reino Unido).
El responsable del Congreso fue Metternich, impulsor de la Restauración.
Principios básicos:
- Restauración del absolutismo: Poder absoluto de los soberanos.
- Legitimismo monárquico.
- Equilibrio internacional.
- Intervencionismo: Se creó la Santa Alianza (Austria, Rusia y Prusia) y la Cuádruple Alianza (+ Reino Unido).
- Sistema de congresos: Celebración de congresos para resolver problemas internacionales.
1820: En el Congreso de Troppau se decidió actuar contra los liberales.
1822: El Congreso de Verona acordó enviar los Cien Mil Hijos de San Luis, dirigidos por el duque de Angulema, para intervenir en España.
Liberalismo y Nacionalismo
El Liberalismo
El liberalismo, basado en las ideas de Locke y la Ilustración, defendía:
- La separación de poderes.
- La soberanía nacional y el sufragio para elegir a los gobernantes.
- Una Constitución.
- Un Parlamento que limitase los poderes del rey.
Hubo dos tipos de liberalismo: el liberalismo moderado (sufragio censitario, soberanía compartida entre el rey y el parlamento) y el liberalismo progresista (sufragio universal masculino y soberanía popular –la soberanía reside en los ciudadanos que expresan su voluntad a través del sufragio universal-).
El Nacionalismo
El nacionalismo es una ideología que defiende el derecho de los pueblos a formar su propio Estado. Se pueden distinguir dos corrientes:
- Liberal: Basada en la soberanía nacional y la voluntad del pueblo.
- Conservadora: Basada en la confluencia de la lengua, la raza o la tradición.
El nacionalismo podía ser una ideología:
- Disgregadora en estados con culturas diferentes (como Grecia).
- Integradora en zonas donde existía un solo pueblo dividido en Estados (como Alemania).
Oleadas Revolucionarias
El liberalismo y el nacionalismo provocaron tres oleadas revolucionarias:
- Revoluciones de 1820: En España y Nápoles, los monarcas aceptaron constituciones liberales. Grecia logró su independencia.
- Revoluciones de 1830: En Francia, se proclamó la Segunda República. El sobrino de Napoleón, Luis Napoleón Bonaparte, fue elegido presidente, dio un golpe de estado y en 1852 se proclamó emperador como Napoleón III. La revolución llegó al resto de Europa. En los Estados alemanes se eligió un Parlamento por sufragio universal; en el Imperio austriaco cayó Metternich y el emperador abdicó; en Roma se proclamó una república.
- Revoluciones de 1848: Se produjeron revoluciones en Francia, Italia, Alemania y el Imperio austriaco. Se lograron algunos avances liberales, pero en general las revoluciones fueron derrotadas.
La Europa de las Naciones
Unificación de Italia
A mediados del siglo XIX, Italia se encontraba dividida en varios Estados: el reino de las Dos Sicilias al sur, los Estados Pontificios en el centro y el reino del Piamonte en el noroeste.
El primer ministro piamontés, Camilo Benso, conde de Cavour, consiguió unificar Italia en varias etapas:
- Anexión de Lombardía tras derrotar a Austria con el apoyo de Francia.
- Incorporación del reino de las Dos Sicilias, conquistado por Giuseppe Garibaldi. Los ducados de Parma, Módena y Toscana y los Estados Pontificios votaron su anexión al Piamonte.
- Incorporación de Véneto tras la derrota austriaca en la guerra austro-prusiana de 1866.
- Incorporación de Roma en 1870 y proclamación como capital del nuevo reino de Italia.
Unificación de Alemania
Alemania estaba fragmentada en numerosos Estados. Se estableció una unión aduanera (Zollverein). El canciller prusiano Otto von Bismarck logró que Prusia unificase Alemania en varias etapas:
- Guerra de los Ducados (1864): Prusia y Austria derrotaron a Dinamarca e incorporaron los ducados de Schleswig y Holstein.
- Guerra Austro-prusiana (1866): Prusia derrotó a Austria y unificó los Estados del norte de Alemania en la Confederación Alemana del Norte.
- Guerra Franco-prusiana (1870-1871): Prusia derrotó a Francia. Los Estados del sur de Alemania se unieron a la Confederación y se constituyó el Segundo Reich alemán, con el rey de Prusia como emperador (káiser).
La Crisis del Antiguo Régimen en España
La Monarquía de Carlos IV
Al morir Carlos III le sucedió su hijo Carlos IV. Poco después estalló la Revolución francesa y, tras la ejecución de Luis XVI, España declaró la guerra a Francia.
La guerra fue negativa para España. El ministro Manuel Godoy firmó la Paz de Basilea (1795). La flota hispano-francesa fue derrotada en la batalla de Trafalgar (1805). En 1807, Godoy firmó el Tratado de Fontainebleau, que autorizó al ejército de Napoleón a invadir Portugal atravesando España. Esto desencadenó el Motín de Aranjuez (1808). Godoy fue obligado a dimitir y Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII.
Napoleón aprovechó la situación e hizo firmar a Carlos IV y a Fernando VII las Abdicaciones de Bayona, en las que ambos renunciaban al trono y aceptaban a José Bonaparte como rey de España.
La Guerra de la Independencia (1808-1814)
La entrada de las tropas francesas en España provocó un levantamiento popular en Madrid el 2 de mayo de 1808, que dio inicio a la Guerra de la Independencia.
Aprovechando la ausencia del monarca, se crearon juntas de defensa que organizaban la resistencia en cada territorio. Estas juntas fueron coordinadas por la Junta Suprema Central.
El ejército español derrotó a los franceses en la batalla de Bailén (1808). Numerosos grupos guerrilleros ofrecieron resistencia a la ocupación francesa. Zaragoza y Gerona fueron sometidas a largos sitios.
En 1812, el ejército aliado anglo-hispano-portugués, al mando del duque de Wellington, derrotó a los franceses en la batalla de Arapiles. Con el Tratado de Valençay (1813), Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
José Bonaparte contó con escaso apoyo entre los españoles. La Junta Suprema Central asumió la legitimidad política.
En 1810, la Junta se trasladó a Cádiz, la única ciudad española no ocupada por los franceses. Convocó la reunión de las Cortes, que se autoproclamaron representantes de la nación española.
La presencia de numerosos diputados liberales en las Cortes llevó a la voluntad de acabar con el Antiguo Régimen. Los diputados serviles o absolutistas, por el contrario, querían el regreso de Fernando VII y el mantenimiento del absolutismo.
En 1812, las Cortes aprobaron la primera Constitución española, que establecía la soberanía nacional, la división de poderes, el sufragio universal masculino y la igualdad ante la ley, suprimiendo la monarquía absoluta.
Se suprimieron la Inquisición, los señoríos y los gremios, y se proclamó la libertad de industria y comercio. Se puede considerar que la Constitución de 1812 marcó el fin del Antiguo Régimen en España.
La Resistencia Absolutista
La Restauración de la Monarquía Absoluta (Sexenio Absolutista)
Tras la Guerra de la Independencia, Fernando VII regresó a España en 1814. Restauró la monarquía absoluta, aboliendo la Constitución de 1812. Se inició el Sexenio Absolutista (1814-1820). Los liberales fueron perseguidos.
Los liberales organizaron diversos pronunciamientos militares para restablecer el liberalismo. En 1820, la sublevación del teniente coronel Rafael del Riego proclamó la Constitución de Cádiz.
El Trienio Liberal (1820-1823)
Durante tres años, los liberales gobernaron España. Se eligieron nuevas Cortes, que restablecieron la Constitución de 1812.
En el Congreso de Verona (1822), las potencias absolutistas europeas decidieron intervenir en España. En 1823, los Cien Mil Hijos de San Luis, dirigidos por el duque de Angulema, derrotaron a los liberales y restablecieron a Fernando VII como monarca absoluto.
El Fin del Absolutismo (Década Ominosa)
La restauración del absolutismo dio paso al periodo de la Década Ominosa (1823-1833).
La monarquía llevó a cabo una severa represión contra el liberalismo. Algunos liberales fueron ejecutados.
La guerra contra Napoleón había provocado la bancarrota de la Real Hacienda.
Los sectores más radicales del absolutismo, conocidos como apostólicos, creían que el rey era demasiado moderado y apoyaron a Carlos María Isidro, hermano del monarca, como candidato al trono.
Ello dio origen a un conflicto sucesorio, ya que el rey solo tuvo hijas y la ley sálica impedía reinar a las mujeres. Fernando VII anuló la ley sálica mediante la Pragmática Sanción, concediendo el derecho sucesorio a su hija Isabel.
1833: Fallece Fernando VII. Isabel, que era menor de edad, fue proclamada reina de España. La regencia fue asumida por su madre, María Cristina, que tuvo que afrontar la oposición de los carlistas, partidarios de Carlos María Isidro. Para ello, se alió con los liberales.
La Independencia de América
A primeros años del siglo XIX, surgieron movimientos independentistas en la América española. Las causas de estos movimientos fueron:
- El descontento de los criollos (descendientes de españoles nacidos en América) con el monopolio del poder político y económico por parte de los peninsulares (españoles nacidos en la Península).
- La creciente autonomía económica de las colonias americanas, que intensificó las relaciones comerciales entre los colonos y Europa, especialmente con Gran Bretaña.
- La difusión de las ideas ilustradas y liberales.
- El ejemplo de las colonias inglesas de Norteamérica, que habían logrado su independencia en 1783.
- El vacío de poder producido en España tras la invasión napoleónica.
Desarrollo del Proceso Independentista
Simón Bolívar y José de San Martín lideraron la revuelta independentista en Sudamérica. Se consiguió la independencia total en la batalla de Ayacucho (1824).
En México, la independencia se proclamó en 1821. En Centroamérica, las colonias españolas se independizaron en 1823.
El Estado Liberal en España
La Primera Guerra Carlista (1833-1839)
María Cristina asumió la regencia y tuvo que hacer frente a los carlistas con el apoyo de los liberales.
El carlismo era un movimiento diverso que luchó a favor de la monarquía absoluta, la religión católica y los fueros vascos y navarros. Su lema era “Dios, Patria, Rey, Fueros”. Adquirió gran poder en el norte y noreste de España. Le apoyaban la pequeña nobleza rural, el campesinado y parte del clero. Los carlistas estuvieron bajo el mando del general Tomás de Zumalacárregui. En 1839, fueron obligados a firmar el Convenio de Vergara, que puso fin a la guerra.
La Implantación del Liberalismo
Al apoyar a los liberales moderados, María Cristina promulgó el Estatuto Real de 1834, una carta otorgada (no una constitución) que implantó un régimen liberal moderado. Pero en 1836 los progresistas accedieron al poder y redactaron la Constitución de 1837 (soberanía nacional, derechos individuales). También llevaron a cabo la desamortización de Mendizábal, que expropió tierras al clero para venderlas y conseguir un mayor uso de las mismas, así como obtener ingresos para el Estado.
El general Baldomero Espartero asumió la regencia en 1840, pero se vio obligado a dimitir en 1843.
La Época Isabelina (1843-1868)
En 1843, Isabel II fue declarada mayor de edad y comenzó a reinar. Se consolidaron los fundamentos del Estado liberal. Surgieron dos partidos políticos principales:
- Moderados: Liderados por el general Ramón María Narváez, representaban a la alta burguesía y parte de las clases medias. Defendían un liberalismo conservador.
- Progresistas: Dirigidos por Baldomero Espartero, representaban a la pequeña burguesía y las clases populares. Defendían un liberalismo más avanzado.
Se pueden distinguir tres etapas políticas durante el reinado de Isabel II:
- Década Moderada (1844-1854): Los moderados organizaron el Estado liberal. Se aprobó la Constitución de 1845 (soberanía compartida entre la Corona y las Cortes, sufragio muy restringido). Se promulgaron el Código Penal y se creó la Guardia Civil. Se firmó un concordato con la Santa Sede que declaraba a España como católica.
- Bienio Progresista (1854-1856): Los progresistas, con el apoyo de la Unión Liberal, liderada por el general Leopoldo O’Donnell, consiguieron el poder tras la Vicalvarada. Se restableció la Constitución de 1837 y se llevó a cabo una nueva desamortización, la de Madoz (1855), que puso en venta las tierras de los ayuntamientos y otras instituciones.
- Crisis de la Monarquía Isabelina (1856-1868): Se produjeron alternancias en el poder entre los moderados y la Unión Liberal. Surgieron nuevos grupos políticos, como los demócratas (que defendían el sufragio universal masculino) y los republicanos (que defendían la abolición de la monarquía). La creciente oposición a la reina Isabel II desembocó en la Revolución de 1868.
El Sexenio Democrático (1868-1874)
La Revolución de 1868
En 1866, las fuerzas políticas democráticas firmaron el Pacto de Ostende para derribar a la monarquía de Isabel II.
En septiembre de 1868, se produjo la Revolución de 1868 o La Gloriosa. La sublevación de militares como Juan Prim, Francisco Serrano y Juan Bautista Topete provocó el exilio a Francia de Isabel II. Se creó un gobierno provisional dirigido por Prim y Serrano. Se convocaron nuevas Cortes Constituyentes, que aprobaron la Constitución de 1869 (sufragio universal masculino).
La Monarquía Democrática (1871-1873)
Tras buscar un nuevo rey entre las casas reales europeas, Amadeo de Saboya fue elegido rey de España. Al llegar a España, se encontró con que su principal valedor, el general Prim, había sido asesinado. Tuvo que enfrentarse a la oposición de:
- Los moderados, defensores de la restauración de Isabel II.
- Los carlistas, partidarios de Carlos VII, pretendiente carlista al trono.
- Los republicanos, que querían acabar con la monarquía.
En 1873, el rey Amadeo I renunció al trono y España proclamó la república.
La Primera República (1873-1874)
La Primera República española se caracterizó por la división entre los republicanos unitarios (partidarios de un Estado centralizado) y los republicanos federalistas (defensores de la descentralización administrativa). Se pueden distinguir tres periodos:
- República Federal (febrero-junio de 1873): Presidida por Estanislao Figueras y Francesc Pi i Margall. Se aprobó la Constitución de 1873 (soberanía popular y estructura federal para el Estado). La República Federal tuvo que enfrentarse a graves problemas: conflictos bélicos (la Tercera Guerra Carlista), la oposición monárquica dirigida por Antonio Cánovas del Castillo para restaurar la monarquía borbónica, y la inestabilidad social provocada por el creciente movimiento obrero y el impulso del cantonalismo (proceso revolucionario que llevó a la proclamación de cantones independientes en diversas ciudades).
- República Unitaria (junio de 1873-enero de 1874): Presidida por Nicolás Salmerón y Emilio Castelar. Se suspendió la Constitución de 1873 y se intentó restablecer el orden. En enero de 1874, se produjo un golpe de Estado militar del general Manuel Pavía.
- Directorio Republicano (enero-diciembre de 1874): El general Pavía disolvió las Cortes y entregó el poder al general Francisco Serrano, que estableció una dictadura republicana. En diciembre de 1874, el general Arsenio Martínez Campos proclamó rey de España a Alfonso XII, hijo de Isabel II, dando inicio a la Restauración borbónica.