Historia del Sexenio Revolucionario en España

Sexenio Revolucionario

1. Revolución Gloriosa 1868

Se inició con un pronunciamiento militar que pronto adquirió un carácter revolucionario. Esta revolución estuvo dirigida por la mediana y pequeña burguesía culta, pero sin el apoyo de los más descontentos de la nación, quizá el golpe no hubiera triunfado tan fácilmente. En el campo español, el rentero se había convertido en jornalero. En la ciudad, al desaparecer los gremios y convertirse el artesano en proletario, bajará su nivel de vida. Además, la crisis del 66 había hecho aumentar el paro; y por último, los impuestos de consumo gravaban mucho a las clases populares de las ciudades.

Los generales se levantaron en Cádiz y pronto la revolución se extendió por Andalucía. Las fuerzas leales a la reina se organizaron en Madrid y marcharon al encuentro de los sublevados, pero fueron derrotados en Alcolea del Campo por Serrano. Esta batalla forzó a Isabel II a exiliarse. Se creó un gobierno provisional cuya figura más importante será Prim; la primera tarea fue restablecer el orden público. La segunda fue convocar Cortes Constituyentes para redactar una nueva constitución.

2. Constitución del 69

Fue una constitución redactada por progresistas, demócratas y liberales unionistas. Es la primera Constitución democrática de España: sufragio universal directo, derechos y libertades del individuo: libertad de imprenta, religiosa, de enseñanza, reunión y asociación. Se proclama la soberanía nacional. Se establece como forma de gobierno la monarquía. Pero como no deseaban la vuelta de los Borbones, Prim tuvo que buscar por todas las familias reales europeas un rey para la corona española: al final aceptó a Amadeo de la casa de los Saboya.

El centro de poder serán las Cortes, compuestas de Congreso y Senado, que gozan de iniciativa legislativa y controlan al gobierno. El rey ve recortados sus poderes: sigue siendo inviolable y tiene poder ejecutivo; sin embargo, estos son controlados por las Cortes y el rey solo puede disolver las Cortes una vez por legislatura. Se consagra la autonomía judicial y se crea un sistema de oposiciones para los jueces.

3. Regencia de Serrano y Gobierno de Prim

Con la nueva Constitución, España salía de una regencia presidida por Serrano, mientras que Prim se convertía en jefe de gobierno. El gobierno era una coalición que representaba a los tres partidos más importantes de la revolución: unionistas, progresistas y demócratas. Muchos republicanos no acataron la proclamación de la monarquía por parte de las Cortes y protagonizaron manifestaciones y motines. Prim consiguió restablecer el orden.

Otro problema va a ser la rebelión cubana. Aunque los criollos temían las revoluciones por miedo a la sublevación de los esclavos negros, cada vez soportaban peor al gobierno de la metrópoli y pedían una autonomía. Se veían excluidos de los cargos públicos y se sentían discriminados por la política económica de España, que les prohibió comerciar con Estados Unidos. El conflicto duró 10 años.

El reinado de Don Amadeo

Don Amadeo hubiera sido un buen rey constitucional. Sin embargo, su reinado estuvo lleno de problemas y conflictos que le llevaron a renunciar a la corona. La gran desgracia del nuevo rey fue el asesinato de Prim, poco antes de su llegada. Prim se había mostrado como líder fundamental de la Gloriosa y había mantenido a los tres partidos protagonistas de la revolución unidos. Su muerte deshará la coalición.

La entrada del joven rey en Madrid fue bastante triste, pues la iglesia y parte de la nobleza le hicieron el vacío, ya que los Saboya le habían arrebatado al Papa los Estados Pontificios. Además, su primer acto fue presidir los funerales de Prim. Por tanto, el reinado se abría con las peores perspectivas: búsqueda de responsabilidades por la muerte de Prim; división de los progresistas entre sagastinos y radicales: este hecho romperá la coalición gubernamental, provocando cambios de gobierno y la convocatoria de tres elecciones generales en menos de dos años.

La antigua unión liberal y la burguesía en su conjunto van a empezar a poner los ojos en el partido alfonsino, creado por Cánovas del Castillo, buscando una monarquía de orden que proteja sus negocios tanto en la península como en Cuba. La guerrilla carlista, la sublevación republicana en el Ferrol, la guerra que no acababa en Cuba y la extensión y actividad del movimiento obrero desacreditaron a la monarquía Saboya. Los únicos logros importantes fueron la abolición de la esclavitud en Puerto Rico y la reducción del presupuesto de la iglesia. También se intentó poner fuera de la ley al movimiento obrero, pero fue parado por el Tribunal Supremo.

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