Evolución Económica de Francia hasta 1870
Contexto Previo a la Revolución Industrial
La introducción de nuevas técnicas industriales en Francia fue tardía, debido a la agitación política y económica de la época. La Revolución Francesa de 1789 trajo consigo una serie de cambios significativos. La industrialización en Francia fue un proceso lento debido a varias dificultades:
- Una parte importante de la población rural estaba inmersa en una economía autosuficiente, con poca demanda de bienes de consumo.
- La división de la tierra y la eliminación del mayorazgo resultaron en una pequeña propiedad que dominaba las áreas rurales, impidiendo la introducción de nuevas tecnologías.
- El control de la tierra por superiores dificultaba la obtención de recursos naturales, a pesar de su abundancia.
- Las deficientes comunicaciones fragmentaban el comercio interior.
- La diversidad de unidades de medida y monedas entre regiones complicaba las transacciones.
- La carencia de depósitos de carbón y los bajos beneficios del mineral de hierro limitaban el desarrollo industrial.
En cuanto al sistema financiero y monetario, Francia quedó rezagada con respecto a Inglaterra. Se pueden identificar varias etapas:
- 1721: Una gran quiebra provocó la devaluación del dinero, generando rechazo hacia la idea de un banco.
- 1767: Se creó la Caisse d’Escompte, un organismo financiero que proporcionaba liquidez a los gobernantes. Sin embargo, los billetes perdieron valor y la población buscó refugio en monedas de oro y plata.
- 1800: Napoleón fundó el Banco de Francia, enfocado principalmente en el ahorro, lo que generó problemas para el desarrollo. John Law, quien defendía que el dinero es como la sangre para la economía, había creado la Banque Royale en 1716.
Francia intentaba emular los logros ingleses, pero aún se encontraba en un período de pre-industrialización, con una industria manufacturera estancada. La Revolución Francesa interrumpió este proceso.
Etapas del Desarrollo Económico
Estancamiento Económico (1789 – 1830)
Este período estuvo marcado por la Revolución Francesa, la dictadura de Robespierre y el ascenso de Napoleón. La economía se orientó hacia actividades bélicas, paralizando el país. El nuevo gobierno emitió asignados, pero los campesinos carecían de recursos para adquirirlos. La introducción de innovaciones agrícolas fue lenta debido al bajo poder adquisitivo de los campesinos. La división de la tierra se intensificó debido a las herencias, disminuyendo la eficiencia del trabajo campesino. Se estableció el Banco de Francia (1800) para financiar los proyectos expansionistas de Napoleón, unificando la moneda y los billetes para dotar a los bancos de mayor liquidez.
Difusión Tecnológica y Consolidación de la Industrialización (1830 – 1848)
La paz política y social de este período facilitó la entrada de capital y tecnología. El algodón superó a la lana, y la mano de obra en la industria aumentó, junto con su remuneración, gracias a la llegada de tecnología británica. Esto provocó la decadencia del sector textil artesanal y el empobrecimiento de los artesanos. Se establecieron nuevas estructuras para la red de transportes, favoreciendo el crecimiento del mercado nacional. La industrialización se asentó sobre bases sólidas: ausencia de barreras internas, una única moneda y la aparición del ferrocarril. El primer ferrocarril fue construido en 1827 en el trayecto Loire-St Étienne, seguido por el primer ferrocarril de pasajeros en 1837 entre París y Saint Germain. En 1842, la ley de ferrocarriles en Francia estipuló que las compañías privadas francesas, junto con el Estado, serían responsables de los ferrocarriles, garantizando el capital invertido y un mínimo beneficio. Sin embargo, el control de la burguesía frenó el desarrollo económico y empresarial. A nivel demográfico, Francia tenía una población de 26 millones de habitantes, pero las guerras napoleónicas causaron la muerte de más de 2 millones de personas.
Fase de Gran Crecimiento Económico y Desarrollo Industrial (1848 – 1870)
Luis Napoleón Bonaparte, sobrino nieto de Napoleón, fue el presidente de la II República, y posteriormente Napoleón III. Desde 1848 hasta 1870, fecha de su abdicación, se produjo un gran crecimiento económico. El gobierno fue autoritario en lo político, pero impulsó un despegue económico, transformando la economía tradicional mediante un gran desarrollo industrial. Se llevó a cabo la demolición del París medieval para crear grandes avenidas y obras públicas, impulsando la economía. En la década de 1850, surgieron las grandes superficies comerciales. La construcción del ferrocarril, con más de 25,000 kilómetros en 1870, unificó el mercado nacional. La fabricación de locomotoras impulsó la industria siderúrgica francesa. Francia e Inglaterra firmaron el tratado Cobden-Chevalier en 1860, aumentando la competitividad, la eficiencia técnica y la adopción de nuevas tecnologías. Este tratado eliminó los derechos de aduana para las importaciones de productos y materias primas entre los países firmantes, estableciendo que si uno de los países establecía relaciones con un tercero, el otro también se beneficiaría. Francia estableció acuerdos con Holanda, Bélgica, la península escandinava, Alemania, Italia y otros países, excepto Rusia. A pesar de la preferencia de los empresarios franceses por el proteccionismo, el tratado promovió el librecambismo, lo que obligó a las empresas a ser más competitivas, impulsando así un gran desarrollo económico.