Tema 14.2 (primera parte) La Segunda República: la Constitución de 1931 y el bienio reformista. La política de reformas. Las realizaciones culturales
.Durante la Restauración, el movimiento republicano (surgido en el Siglo XIX) no había representado una amenaza seria para la monarquía española, tras la experiencia fallida de la I República. Sin embargo, el fracaso de la dictadura de Primo de Rivera favorecíó el auge de los republicanos. En 1926 los republicanos de Lerroux y de Azaña formaron la Alianza Republicana. En 1930, Alianza Republicana llegó a un pacto (Pacto de San Sebastián) con algunos miembros del socialismo y del nacionalismo catalán. El objetivo del pacto era derrocar a Alfonso XIII y proclamar la República. Los republicanos, además, consideraron imprescindible contar con el apoyo del PSOE; con ellos llegaron a otro pacto, tras el cual se constituye el gobierno provisional de la República, en el que el liberal Alcalá Zamora ocuparía la presidencia de la República, los socialistas tres carteras ministeriales (entre ellas Trabajo – que se encomendó a Largo Caballero-), correspondiendo el resto de carteras a los republicanos (Azaña en Guerra, Lerroux en Asuntos Exteriores).En Enero de 1930 dimitía Primo de Rivera. Los gobiernos de Berenguer y Aznar fueron incapaces de volver a la situación anterior a la dictadura. La colaboración de Alfonso XIII con Primo de Rivera le había desacreditado. En esta situación, el gobierno provisional organizó un Golpe de Estado, que llevó a cabo el día 12 de Diciembre de 1930 el capitán Fermín Galán en Jaca, que fracasó por falta de apoyos, siendo fusilado. A raíz de ello, fueron detenidos los miembros del gobierno provisional, menos Lerroux.En Febrero de 1931 dimite el general Berenguer. El gobierno de Aznar decidíó convocar elecciones municipales, que tendrían lugar el 12 de Abril. Los republicanos obtuvieron un contundente éxito en las capitales de provincias, aunque no en el medio rural. El gobierno se sintió desautorizado. El rey tomó personalmente la decisión de exiliarse, para no provocar derramamientos de sangre. El día 14 de Abril de 1931, se proclamó la República.El gobierno provisional fue confirmado como el primero de la República. Sus principales decisiones políticas fueron la creación de los jurados mixtos agrarios por Largo Caballero, y la reforma del ejército: Azaña afrontó el problema del exceso de oficiales, cuyos sueldos absorbían una parte importante del presupuesto militar, lo que impedía poder llevar a cabo la modernización del ejército. Para reducir su número, ofrecíó a todos los militares la opción de prometer fidelidad al nuevo régimen, o pasar al retiro. Asimismo, se redactó el Estatuto de Nuria, que supónía conceder la autonomía a Cataluña. Fue aprobado en referéndum.Los medios católicos eran contrarios a los principios de la democracia liberal, mientras que la tradición republicana española era marcadamente anticlerical, ya que veía en la Iglesia el principal obstáculo al progreso. El gobierno puso fin a la enseñanza religiosa obligatoria. Y al poco tiempo se produjo un grave estallido de anticlericalismo callejero: la quema de conventos, sobre todo en Madrid. Estos incidentes provocaron el distanciamiento entre la República y la Iglesia.El 28 de Junio de 1931 se celebraron elecciones a Cortes. La coalición gubernamental obtuvo un éxito rotundo. Los socialistas obtuvieron 115 diputados, y fueron la candidatura más votada. Se acordó la continuación del gobierno provisional. Tras un breve gobierno de Alcalá Zamora, Azaña fue nombrado presidente del gobierno. Se iniciaba así el bienio reformista.La ruptura del Pacto de San Sebastián se produjo en el curso de los debates constitucionales. Alcalá Zamora quería una constitución moderada. Los debates de la comisión constitucional, presidida por el socialista Jiménez de Asúa, revelaron las divergencias existentes entre los partidos. Uno de los aspectos más debatidos fue el de las autonomías. La Constitución reconocíó el derecho del voto a la mujer; su principal defensora fue la diputada radical Clara Campoamor. El más conflictivo de los debates fue el de la cuestión religiosa. El proyecto establecía la plena libertad de conciencia, y la separación de Iglesia y Estado, pero también la disolución de los jesuitas, y la prohibición a todas las órdenes a dedicarse a la enseñanza. La Constitución introducía la posibilidad de acceso a la autonomía de las regiones, un conjunto de derechos y libertades amplio para los ciudadanos, la posibilidad de que el presidente de la República pudiese disolver el parlamento, unas Cortes unicamerales, y el sufragio universal. Instituyó también un Tribunal de Garantías Constitucionales. El procedimiento de reforma era muy rígido.Azaña dio una orientación netamente de izquierdas a su gobierno. Llevó a cabo una decidida política de reformas: promoción de la enseñanza pública y laica, democratización del ejército, puesta en marcha de la autonomía catalana, y reforma de la estructura de la propiedad agraria. La ley de Reforma Agraria se propónía el reparto de los latifundios entre los campesinos. La derecha se opónía al proyecto. Surgieron numerosos incidentes violentos y huelgas, y sólo tras la fracasada insurrección de Sanjurjo se llegó a aprobar la Ley, que sin embargo no contentó a los campesinos. Se decretó la disolución de la Compañía de Jesús, y las Cortes aprobaron la Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas, que implicaba la suspensión de todo subsidio público a la Iglesia Católica, y el cierre de sus centros educativos, excepto los seminarios. Para sustituirlos, el gobierno hizo un esfuerzo de formación acelerada de maestros, y de construcción de escuelas. Las llamadas misiones pedagógicas recorrieron toda España, con el fin de hacer llegar la cultura a los sectores más humildes de la población. Se promulgó la ley del divorcio. Estas medidas aumentaron los sentimientos antirrepublicanos de los católicos. Se aprobó el estatuto de Cataluña (sept. 1932), que fue considerado por bastantes militares como un ataque a la unidad de España. El estatuto finalmente aprobado atribuía menos competencias a la Generalitat que el Estatuto de Nuria.El general Sanjurjo protagonizó una insurrección militar conservadora. Fracasó: controló Sevilla, pero falto de apoyos fue detenido y condenado a muerte, aunque luego fue indultado. Además, durante el bienio progresista se produjeron varias insurrecciones anarquistas importantes. El gobierno creó la Guardia de Asalto para reprimirlas. En Enero de 1933 se produjo la tragedia de Casas Viejas: varios cenetistas que habían atacado un cuartel de la Guardia Civil perecieron en la represión posterior al ataque. La conflictividad social y los sucesos de Casas Viejas mermaron la credibilidad de Azaña. Alcalá Zamora forzó su dimisión en Septiembre de 1933.En las elecciones de Noviembre de 1933, el electorado no volvíó a confiar en quienes habían gobernado la república durante el primer bienio. Las elecciones fueron ganadas por la CEDA, coalición dirigida por Gil Robles que aglutinaba a sectores conservadores católicos.Los intelectuales tuvieron un gran protagonismo durante la Segunda República. Muchos de los dirigentes republicanos y socialistas, como Manuel Azaña y Julián Besteiro, pertenecieron al mundo de la cultura,. Otros, como Ortega y Gasset, Antonio Machado o Gregorio Marañón, apoyaron expresamente al nuevo régimen creando la Agrupación al Servicio de la República. El apoyo unánime se fue resquebrajando con el paso del tiempo.La generación del 27 pasó al primer plano durante el periodo republicano. El grupo de poetas fue excepcional: Dámaso Alonso, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Miguel Hernández, y García Lorca. La Residencia de Estudiantes de Madrid y el Ateneo fueron importantes centros intelectuales durante la República
.Durante la Restauración, el movimiento republicano (surgido en el Siglo XIX) no había representado una amenaza seria para la monarquía española, tras la experiencia fallida de la I República. Sin embargo, el fracaso de la dictadura de Primo de Rivera favorecíó el auge de los republicanos. En 1926 los republicanos de Lerroux y de Azaña formaron la Alianza Republicana. En 1930, Alianza Republicana llegó a un pacto (Pacto de San Sebastián) con algunos miembros del socialismo y del nacionalismo catalán. El objetivo del pacto era derrocar a Alfonso XIII y proclamar la República. Los republicanos, además, consideraron imprescindible contar con el apoyo del PSOE; con ellos llegaron a otro pacto, tras el cual se constituye el gobierno provisional de la República, en el que el liberal Alcalá Zamora ocuparía la presidencia de la República, los socialistas tres carteras ministeriales (entre ellas Trabajo – que se encomendó a Largo Caballero-), correspondiendo el resto de carteras a los republicanos (Azaña en Guerra, Lerroux en Asuntos Exteriores).En Enero de 1930 dimitía Primo de Rivera. Los gobiernos de Berenguer y Aznar fueron incapaces de volver a la situación anterior a la dictadura. La colaboración de Alfonso XIII con Primo de Rivera le había desacreditado. En esta situación, el gobierno provisional organizó un Golpe de Estado, que llevó a cabo el día 12 de Diciembre de 1930 el capitán Fermín Galán en Jaca, que fracasó por falta de apoyos, siendo fusilado. A raíz de ello, fueron detenidos los miembros del gobierno provisional, menos Lerroux.En Febrero de 1931 dimite el general Berenguer. El gobierno de Aznar decidíó convocar elecciones municipales, que tendrían lugar el 12 de Abril. Los republicanos obtuvieron un contundente éxito en las capitales de provincias, aunque no en el medio rural. El gobierno se sintió desautorizado. El rey tomó personalmente la decisión de exiliarse, para no provocar derramamientos de sangre. El día 14 de Abril de 1931, se proclamó la República.El gobierno provisional fue confirmado como el primero de la República. Sus principales decisiones políticas fueron la creación de los jurados mixtos agrarios por Largo Caballero, y la reforma del ejército: Azaña afrontó el problema del exceso de oficiales, cuyos sueldos absorbían una parte importante del presupuesto militar, lo que impedía poder llevar a cabo la modernización del ejército. Para reducir su número, ofrecíó a todos los militares la opción de prometer fidelidad al nuevo régimen, o pasar al retiro. Asimismo, se redactó el Estatuto de Nuria, que supónía conceder la autonomía a Cataluña. Fue aprobado en referéndum.Los medios católicos eran contrarios a los principios de la democracia liberal, mientras que la tradición republicana española era marcadamente anticlerical, ya que veía en la Iglesia el principal obstáculo al progreso. El gobierno puso fin a la enseñanza religiosa obligatoria. Y al poco tiempo se produjo un grave estallido de anticlericalismo callejero: la quema de conventos, sobre todo en Madrid. Estos incidentes provocaron el distanciamiento entre la República y la Iglesia.El 28 de Junio de 1931 se celebraron elecciones a Cortes. La coalición gubernamental obtuvo un éxito rotundo. Los socialistas obtuvieron 115 diputados, y fueron la candidatura más votada. Se acordó la continuación del gobierno provisional. Tras un breve gobierno de Alcalá Zamora, Azaña fue nombrado presidente del gobierno. Se iniciaba así el bienio reformista.La ruptura del Pacto de San Sebastián se produjo en el curso de los debates constitucionales. Alcalá Zamora quería una constitución moderada. Los debates de la comisión constitucional, presidida por el socialista Jiménez de Asúa, revelaron las divergencias existentes entre los partidos. Uno de los aspectos más debatidos fue el de las autonomías. La Constitución reconocíó el derecho del voto a la mujer; su principal defensora fue la diputada radical Clara Campoamor. El más conflictivo de los debates fue el de la cuestión religiosa. El proyecto establecía la plena libertad de conciencia, y la separación de Iglesia y Estado, pero también la disolución de los jesuitas, y la prohibición a todas las órdenes a dedicarse a la enseñanza. La Constitución introducía la posibilidad de acceso a la autonomía de las regiones, un conjunto de derechos y libertades amplio para los ciudadanos, la posibilidad de que el presidente de la República pudiese disolver el parlamento, unas Cortes unicamerales, y el sufragio universal. Instituyó también un Tribunal de Garantías Constitucionales. El procedimiento de reforma era muy rígido.Azaña dio una orientación netamente de izquierdas a su gobierno. Llevó a cabo una decidida política de reformas: promoción de la enseñanza pública y laica, democratización del ejército, puesta en marcha de la autonomía catalana, y reforma de la estructura de la propiedad agraria. La ley de Reforma Agraria se propónía el reparto de los latifundios entre los campesinos. La derecha se opónía al proyecto. Surgieron numerosos incidentes violentos y huelgas, y sólo tras la fracasada insurrección de Sanjurjo se llegó a aprobar la Ley, que sin embargo no contentó a los campesinos. Se decretó la disolución de la Compañía de Jesús, y las Cortes aprobaron la Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas, que implicaba la suspensión de todo subsidio público a la Iglesia Católica, y el cierre de sus centros educativos, excepto los seminarios. Para sustituirlos, el gobierno hizo un esfuerzo de formación acelerada de maestros, y de construcción de escuelas. Las llamadas misiones pedagógicas recorrieron toda España, con el fin de hacer llegar la cultura a los sectores más humildes de la población. Se promulgó la ley del divorcio. Estas medidas aumentaron los sentimientos antirrepublicanos de los católicos. Se aprobó el estatuto de Cataluña (sept. 1932), que fue considerado por bastantes militares como un ataque a la unidad de España. El estatuto finalmente aprobado atribuía menos competencias a la Generalitat que el Estatuto de Nuria.El general Sanjurjo protagonizó una insurrección militar conservadora. Fracasó: controló Sevilla, pero falto de apoyos fue detenido y condenado a muerte, aunque luego fue indultado. Además, durante el bienio progresista se produjeron varias insurrecciones anarquistas importantes. El gobierno creó la Guardia de Asalto para reprimirlas. En Enero de 1933 se produjo la tragedia de Casas Viejas: varios cenetistas que habían atacado un cuartel de la Guardia Civil perecieron en la represión posterior al ataque. La conflictividad social y los sucesos de Casas Viejas mermaron la credibilidad de Azaña. Alcalá Zamora forzó su dimisión en Septiembre de 1933.En las elecciones de Noviembre de 1933, el electorado no volvíó a confiar en quienes habían gobernado la república durante el primer bienio. Las elecciones fueron ganadas por la CEDA, coalición dirigida por Gil Robles que aglutinaba a sectores conservadores católicos.Los intelectuales tuvieron un gran protagonismo durante la Segunda República. Muchos de los dirigentes republicanos y socialistas, como Manuel Azaña y Julián Besteiro, pertenecieron al mundo de la cultura,. Otros, como Ortega y Gasset, Antonio Machado o Gregorio Marañón, apoyaron expresamente al nuevo régimen creando la Agrupación al Servicio de la República. El apoyo unánime se fue resquebrajando con el paso del tiempo.La generación del 27 pasó al primer plano durante el periodo republicano. El grupo de poetas fue excepcional: Dámaso Alonso, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Miguel Hernández, y García Lorca. La Residencia de Estudiantes de Madrid y el Ateneo fueron importantes centros intelectuales durante la República