Conceptos Clave de la Historia
Arte Rupestre
El arte rupestre es todo dibujo o boceto prehistórico que existe en algunas rocas y cavernas. En un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre las paredes de cavernas, covachas, abrigos rocosos e, incluso, farallones o barrancos, entre otros.
Mudéjar
Mudéjar designa a los musulmanes que permanecieron viviendo en territorio conquistado por los cristianos, y bajo su control político, durante el proceso de avance de los reinos cristianos hacia el sur (denominado Reconquista), que se desarrolló a lo largo de la Edad Media en la Península Ibérica.
Francisco Pizarro
Francisco Pizarro fue el explorador y conquistador español del Perú,3 gobernador de Nueva Castilla (actual territorio peruano) con sede de gobierno en la Ciudad de los Reyes (Lima). Es recordado por haber logrado imponerse sobre el Imperio incaico con ayuda de diversos cacicazgos locales, conquistando el mencionado estado imperial, cuyo centro de gobierno se ubicaba en el hoy Perú, y estableciendo una dependencia española sobre él.
Valido
El valido fue una figura política propia del Antiguo Régimen en la Monarquía Hispánica, que alcanzó su plenitud bajo los llamados Austrias menores en el siglo XVII. No puede considerarse como una institución, ya que en ningún momento se trató de un cargo oficial, puesto que únicamente servía al rey mientras este tenía confianza en la persona escogida.
Gremio
El gremio era un tipo de asociación económica de origen europeo, implantada también en las colonias, que agrupaba a los artesanos de un mismo oficio. Apareció en las ciudades medievales y se extendió hasta fines de la Edad Moderna, cuando fueron abolidas. Tuvo como objetivo conseguir un equilibrio entre la demanda de obras y el número de talleres activos, garantizando el trabajo a sus asociados, su bienestar económico y los sistemas de aprendizaje. Se ha sostenido que el gremio fue un precedente de los colegios profesionales y los sindicatos modernos.
Organización Política e Instituciones en la Época de los Reyes Católicos
Los Reyes Católicos se convierten en un modelo de Monarquía Autoritaria, al menos en Castilla. Todo ello es posible gracias al aumento de impuestos, que permite pagar un gran ejército permanente y modernizarlo. Buscan además la unidad religiosa de sus súbditos, a través del Tribunal de la Inquisición y la expulsión de judíos y mudéjares. Entre las medidas de organización política que adoptan los monarcas destacan las que afectan al gobierno central de los reinos, las Cortes, a la administración de justicia y al orden interno de Castilla, así como algunas instituciones de Aragón. Los Reyes Católicos crearon y potenciaron los primeros organismos de poder al servicio directo de los monarcas. Controlaron la administración real a través de un cuerpo de funcionarios, compuesto por personas de confianza de los reyes. Dispusieron de un ejército permanente centralizado y al servicio de la monarquía. Cuentan con una diplomacia a su servicio. La hacienda real se nutre del cobro de rentas eclesiásticas y son los reyes los que nombran los cargos eclesiásticos.
Instituciones de la Monarquía
- Los virreyes: Representante del rey, gobernando como máxima autoridad allí donde se encuentre. Aparecen en la Corona de Aragón, gracias al carácter pactista de la monarquía, y dado que los reyes estaban frecuentemente fuera de sus reinos tuvieron necesidad de nombrarlos.
- Los consejos: Eran un órgano colegiado, que, como su nombre indica, orientaba, aconsejaba, a los reyes. Sus dictámenes no eran vinculantes ya que los monarcas se reservaban la decisión final. Había Consejos territoriales, los cuales ejercían su función sobre un reino o territorio determinado, como el Consejo de Castilla y el de Aragón. Había otros especializados en una determinada área de gobierno; como el Consejo de Cruzada, el de Órdenes Militares, el de la Inquisición y el de la Santa Hermandad.
El Ocaso del Imperio Español en Europa
El reinado de Felipe III significa una época de paz motivada por la muerte de Isabel de Inglaterra y la propia ruina financiera de la Corona española. Esta tendencia se rompe en los años 20, ya en el reinado de Felipe IV, cuando los españoles entran en el conflicto religioso alemán apoyando a la otra gran dinastía Habsburgo europea, la austriaca, al mismo tiempo que se retoman las hostilidades contra los holandeses. Los tratados de paz firmados al cabo de treinta años de lucha significan la independencia holandesa y la consagración de Francia como gran potencia europea tras la Paz de Westfalia (1648).
El Tratado de los Pirineos (1659) supondrá la entrega a Francia de Cerdaña, Artois y Rosellón y algunas plazas flamencas. En 1668 se producirá la independencia portuguesa y después la pérdida del Franco-Condado (1678), signos del inicio de la decadencia de los Austrias españoles.