La Batalla de las Navas de Tolosa: Un Hito en la Reconquista

La Batalla de las Navas de Tolosa, acaecida en 1212, fue un enfrentamiento crucial entre las fuerzas cristianas y musulmanas. Se libró cerca de la localidad jienense del mismo nombre. El poderío almohade, demostrado en las décadas precedentes, llevó a los reinos de Castilla (Alfonso VIII), Navarra (Sancho VII) y Aragón (Pedro II) a coaligarse. Apoyados por caballeros franceses y portugueses, se enfrentaron al ejército almohade, dirigido por Miramamolín. La victoria cristiana marcó el fin del dominio almohade en la península, la división del territorio en nuevos reinos de taifas y el gran avance de la Reconquista en el siglo XIII. Este avance redujo el territorio musulmán al Reino Nazarí de Granada, finalmente conquistado por los Reyes Católicos en 1492.

Las Cortes Medievales: Instituciones de Representación Estamental

Las Cortes Medievales fueron instituciones políticas de carácter estamental donde se reunían los representantes de los tres estamentos de la sociedad medieval: nobleza, clero y pueblo llano. Surgieron en León y Castilla en el siglo XII, cuando los representantes de algunas ciudades y villas se sumaron a la curia regia (órgano consultivo compuesto por miembros de la alta nobleza y alto clero). En Aragón surgieron en el siglo XIII y en Navarra en el XIV. Eran convocadas por el rey y su principal función era votar la aprobación de nuevos impuestos y presentar sus peticiones al monarca. En Aragón y Navarra tuvieron, además, durante la Edad Media, determinadas funciones legislativas, aunque con el tiempo perdieron poder.

Formación y Estructura de la Corona de Aragón

La formación de la Corona de Aragón fue un proceso histórico iniciado tras la muerte de Alfonso I el Batallador (1104-1134). Los nobles aragoneses proclamaron rey a su hermano Ramiro II el Monje, mientras que los nobles navarros eligieron a García Ramírez, lo que determinó la separación del Reino de Navarra.

Ramiro II acordó el matrimonio de su hija Petronila, de apenas un año de edad, con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona (1137). Esta unión dio lugar al nacimiento de la Corona de Aragón. Alfonso II (1157-1196) fue el primer rey de la nueva Corona, al heredar el reino de su madre y las tierras patrimoniales de la casa del conde de Barcelona, su padre. Esta unión aumentó su fortaleza y propició la expansión hacia el sur frente al Estado Andalusí.

A partir del siglo XIII, el floreciente comercio internacional en el Mediterráneo, con el consiguiente desarrollo de la burguesía, el arraigo de las estructuras feudales y el poder nobiliario, impulsaron el pactismo. Este sistema limitaba las atribuciones del monarca.

Cada reino (Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca) tenía sus propias Cortes y, a diferencia de Castilla, gozaban de cierta función legislativa y votaban los impuestos. En el siglo XIV se creó en Cataluña una delegación permanente de las Cortes, la Generalitat, con la función de recaudar impuestos y velar por el cumplimiento de las leyes.

La Unión Dinástica de Castilla y Aragón bajo los Reyes Católicos

La unión entre el Reino de Castilla y la Corona de Aragón fue un acontecimiento histórico ocurrido durante el reinado de los Reyes Católicos (1479-1504). El matrimonio entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, en 1469, y su posterior ascenso al trono de sus respectivos reinos, dio origen a la Monarquía Hispánica. Se trató de una unión dinástica en la que cada reino conservó sus propias leyes, instituciones, lengua, costumbres, moneda y fronteras. Sin embargo, ambos monarcas actuaron conjuntamente en el gobierno de sus dominios y persiguieron objetivos comunes:

• La unidad peninsular, plasmada en la conquista de Granada y de Navarra.
• La unidad religiosa, que trataron de conseguir con la expulsión de los judíos y la conversión de los musulmanes.
• La instauración de una monarquía autoritaria, que afianzase su poder sobre la nobleza.

La consecución de un estado moderno, fuerte y poderoso, se vio favorecida además por el descubrimiento de América durante su reinado.

Incorporación de Navarra a la Corona de Castilla en el Siglo XVI

La incorporación de Navarra a la Corona de Castilla fue un acontecimiento histórico que tuvo lugar en las Cortes de Burgos de 1515. Allí se decidió la anexión del Reino de Navarra a Castilla y el respeto a sus fueros e instituciones, que se mantuvieron prácticamente íntegras hasta la Ley de Fueros de 1841 (Ley Paccionada). El origen de la incorporación está en la conquista del reino, realizada en 1512 por un ejército mandado por el Duque de Alba y apoyado por un sector de la nobleza navarra (beaumonteses) enemistado con los monarcas, Juan de Albret y Catalina de Foix. La invasión se produjo por la firma del tratado de Blois, una alianza entre los reyes de Navarra y el rey de Francia, con el que Fernando el Católico mantenía una dura pugna por la hegemonía en Europa.