Fundamentos Ideológicos del Franquismo
El franquismo se estableció como una dictadura que concentró los poderes absolutos en la figura de Franco, consolidando un carácter antidemocrático en las instituciones y perpetuando la represión iniciada durante la Guerra Civil.
La principal característica del régimen fue su adaptación a diferentes contextos y la distribución de poder entre diversas «familias», con un objetivo claro: la concentración del poder y la permanencia en el tiempo, ambos logrados por Franco.
Una Ideología con Raíces Españolas
El franquismo se distanció de las corrientes ideológicas del siglo XIX (liberalismo, nacionalismo, marxismo, anarquismo, etc.) y buscó reemplazarlas por otras consideradas netamente españolas. En este proceso, diferentes grupos aportaron distintos elementos:
- Los carlistas, opositores al liberalismo durante el siglo XIX, introdujeron el ultracatolicismo.
- Los católicos, que habían experimentado el anticlericalismo del movimiento obrero español y del liberalismo progresista, posicionaron a la religión católica como elemento central del Estado, siguiendo el modelo de los Reyes Católicos (de cuyo escudo se tomaron las flechas y el yugo para incorporarlas al nuevo escudo).
Se consideraron «antiespañolas» la democracia, el liberalismo y la autonomía regional. Estas etapas históricas comenzaron a ser valoradas por historiadores afines al régimen. Esto se combinó con la idea de Imperio para España, promovida por los falangistas. Los militares aportaron principios de orden, jerarquía, disciplina y, sobre todo, nacionalismo español. Se popularizó el lema “España: una, grande y libre”, que reflejaba la unidad frente a los separatismos, la grandeza asociada a la idea de imperio y la liberación de ideologías consideradas «extranjeras» (judíos, masones y comunistas). Se promovió la idea de “España como reserva espiritual de Occidente”.
Se puso especial énfasis en suprimir los elementos de identidad de las diferentes nacionalidades: se prohibió el uso de lenguas distintas al castellano, se abolieron los órganos de autogobierno y se empleó propaganda para desacreditar los sentimientos nacionalistas.
Las Familias Políticas del Régimen
Las organizaciones que habían apoyado a la República fueron prohibidas, y sus dirigentes perseguidos, encarcelados o ejecutados. Tampoco se permitieron los partidos de derecha, incluso aquellos que habían respaldado la sublevación. Solo la Falange y sus organizaciones (Milicias, Frente de Juventudes, Sección Femenina, Organización Sindical) tenían carácter legal y capacidad de acción. Es significativo que se prohibiera a la prensa definir a la Falange como partido, y se estableciera la denominación de Movimiento para todo el entramado de instituciones falangistas.
Una característica peculiar de la dictadura fue que Franco no solo se apoyó en la Falange, sino que también buscó colaboradores entre grupos ideológicos o corporativos distintos, que conformaron las denominadas familias del régimen.
1. Los Falangistas
En 1939, el partido se había transformado significativamente respecto a la República. Tras la muerte de José Antonio, se incorporaron muchas personas ajenas a las ideas originales, convirtiéndose en una cantera de dirigentes para la dictadura, sometida a la jefatura del Caudillo. La disciplina y la lealtad a Franco eran fundamentales para el ascenso.
El Nacionalsindicalismo: En la formación inicial del Estado franquista, Franco se inspiró en el fascismo italiano. La Falange, el partido fascista español, aportó un importante componente ideológico, incluyendo ideas como el hipernacionalismo, la ética de la violencia y la represión, el machismo, la concepción de España como Imperio, la exaltación del líder, la dirección paternalista de la sociedad, la organización sindical en sindicatos verticales, y el adoctrinamiento político de la juventud (OJE) y la mujer (Sección Femenina).
Durante los años cuarenta, especialmente al inicio de la Segunda Guerra Mundial, con Serrano Súñer como principal colaborador de Franco, la Falange ocupó aproximadamente un tercio de los altos cargos, direcciones generales y ministerios. Posteriormente, la derrota de las potencias fascistas redujo su influencia, disminuyendo la presencia de falangistas en los sucesivos gobiernos de Franco.