Ideologías en el siglo XIV: Liberalismo y Nacionalismo
El liberalismo en el siglo XIV tuvo sus orígenes en la Ilustración y la Revolución Francesa. Su idea básica era garantizar la libertad del individuo frente a cualquier intromisión del Estado. Sus principios fundamentales incluían la división de poderes, la existencia de una constitución, la soberanía nacional y el control del gobierno por parte del parlamento.
Por otro lado, el nacionalismo se refería al estado tangible, es decir, al aparato político-administrativo, mientras que la nación se refería a lo intangible, como idiomas, tradiciones, costumbres y religión. En el siglo XIX, se creía que cada nación debía tener su propio estado.
Consulado y Imperio
El Consulado (1800-1804) fue estipulado en una nueva constitución y restableció las relaciones con la Iglesia Católica a través de un concordato que admitía la tolerancia religiosa. También promulgó el código civil. En 1804, Napoleón se coronó emperador y promulgó el código penal. Sin embargo, su imperio comenzó a declinar debido a las dificultades en España, la posibilidad de ocupar Rusia y la coalición europea. Finalmente, fue derrotado en la batalla de Waterloo.
Congreso de Viena y siglo XIX
Las potencias que vencieron a Napoleón se reunieron en el Congreso de Viena en 1815. Las medidas tomadas incluyeron la restauración de la monarquía absolutista y la remodelación del mapa europeo. También se creó la Santa Alianza, un tratado de ayuda mutua entre Austria, Rusia y Prusia. En el siglo XIX, se produjeron varios movimientos nacionalistas en Grecia, Bélgica, Austria-Hungría, Italia y Alemania, que buscaban la independencia y la unificación de sus territorios.
Revolución Industrial
La Revolución Industrial fue un proceso de transformaciones tecnológicas, económicas y sociales que tuvo lugar desde mediados del siglo XVIII. Gran Bretaña fue el primer país en experimentar estas transformaciones. Las causas de la Revolución Industrial incluyeron el crecimiento demográfico, la revolución agrícola y una nueva mentalidad. La expansión de la Revolución Industrial se dio gracias al liberalismo económico y se extendió a países como Bélgica, Francia, Alemania, Italia, España y Rusia.
Segunda Revolución Industrial
- Fuentes de energía: electricidad y petróleo.
- Nuevas industrias: metalúrgica, industria del automóvil, bienes de equipo y química.
- Procesos productivos: fabricación en serie y organización empresarial.
- Movimientos obreros: búsqueda de soluciones a los problemas de los trabajadores.