Principales Ideologías de los Movimientos Sociales del Siglo XIX

Las corrientes ideológicas del siglo XIX criticaban el capitalismo, aunque ofrecían distintas soluciones para los problemas sociales.

Socialismo Utópico

Este término se utilizó para definir las doctrinas opuestas al capitalismo que defendían la igualdad y la solidaridad. En la Francia del siglo XIX, surgieron pensadores de la clase media y la nobleza que observaron las contradicciones generadas por la industrialización.

Sus teorías proponían soluciones y modelos de sociedad, calificados por Marx como utópicos (una sociedad perfecta en un lugar inexistente, algo bueno y conveniente pero imposible).

Destacan:

• Saint-Simon: defensor del progreso tecnológico.
• Louis Blanc: defensor del socialismo democrático y de Estado. Proponía talleres sociales de carácter cooperativo.

Todos criticaban el sistema capitalista y defendían la evolución social frente a la revolución. Propugnaban métodos pacíficos, la bondad y la concordia.

Socialismo Científico (Marxismo)

Sus principales ideólogos fueron Karl Marx y Friedrich Engels, quienes divulgaron sus ideas en publicaciones, en un inicio, ilegales.

Al principio, Marx se movió en círculos liberales, pero llegó a la conclusión de que el liberalismo era incapaz de resolver las contradicciones del capitalismo.

Su visión económica de la historia, conocida como materialismo histórico, afirma que la economía determina la historia. Los cambios económicos son los detonantes de los movimientos sociales y culturales.

Define la historia como una «lucha entre opresores y oprimidos». Dentro de la lucha de clases, diferencia entre:

• Lucha económica: para mejorar las condiciones de vida.
• Lucha política: para conseguir el poder.
• Lucha ideológica: para la concienciación de la clase trabajadora.

La tesis de la dictadura del proletariado ha de ser transitoria. El objetivo es tomar el poder político para transformar el sistema capitalista, buscando que desaparezcan las clases sociales y que la propiedad de los medios de producción sea pública.

Estas ideas dieron lugar a la creación de partidos socialistas (Partido Socialista Francés, Partido Laborista Británico…).

Anarquismo

Surge en el siglo XIX como doctrina política y filosófica. Defiende la libertad individual, rechazando la idea de sujetarse a leyes o instituciones.

• Proudhon, en su obra «¿Qué es la propiedad?», afirma que es un robo.
• Stirner propugnó el yo individual, siendo solo deseable la asociación si se consigue una mayor afirmación de sí mismo.
• Bakunin, considerado como el creador del anarquismo, rechaza cualquier forma de poder o autoridad.

La sociedad ideal que defienden se basa en personas libres, sin Estado ni líderes institucionales, integrada por pequeñas células autogestionadas. Si es necesario elegir autoridades, se haría por sufragio universal y con libertad para separarse, federarse o evolucionar.

En un modelo de anarco-colectivismo se colectivizarían los instrumentos de trabajo, el capital y la tierra, y se repartirían los frutos del trabajo según el esfuerzo de cada uno.

Kropotkin defendió el anarco-comunismo. Propone la colectivización de los instrumentos de trabajo y el reparto de los bienes según la necesidad y no el rendimiento: «de cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades».

El anarquismo es hostil a las agrupaciones colectivas como los sindicatos obreros, solo los ve útiles como instrumentos de la lucha revolucionaria, no como organizaciones de la sociedad anarquista.

Los sindicatos anarcosindicalistas tienen como medio de lucha la presión y el boicot económico. Algunos defienden la vía pacífica, otros la violencia.

Se pueden distinguir diferentes tipos de acciones: individualistas, mutualistas, revolucionarias y anarcosindicalistas.

Similitudes y Diferencias entre Marxismo y Anarquismo

Ambos buscan la igualdad económica y social. El anarquismo quiere la abolición del Estado y una sociedad de abajo a arriba (federaciones de asociaciones obreras). El marxismo quiere que el Estado sea el único propietario de la tierra y del capital, explotado por asociaciones agrícolas e industriales.

La Primera Internacional

En 1864, en Gran Bretaña, se funda la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), conocida como la Primera Internacional. Marx se encargó de la redacción del manifiesto inaugural y los estatutos.

Dentro de la AIT convivían dos concepciones políticas principales: la marxista (liderada por Marx) y la anarquista (liderada por Bakunin). Se acordó utilizar la huelga como elemento de presión para que los gobiernos tomaran medidas.

Los enfrentamientos entre ambas corrientes llevaron a la división en el Congreso de La Haya en 1872, con la expulsión de la AIT de los anarquistas, quienes convocaron otro congreso y rechazaron los postulados marxistas.

El lema de la reunión fue: «Proletarios de todos los países, uníos», un llamamiento a la unión de diferentes corrientes e intereses.

La AIT se disolvió al no poder evitar la guerra franco-prusiana y el fracaso de la experiencia obrera de la Comuna francesa. Su sede se trasladó de Londres a Nueva York.

La Segunda Internacional

En 1889, con motivo del centenario de la Revolución Francesa, se reunieron en París diversos socialistas, entre ellos Pablo Iglesias (fundador del Partido Socialista Obrero Español, PSOE), y acordaron crear la Segunda Internacional.

Los movimientos sindicales y los partidos socialistas dificultaban la creación de una organización unitaria. Decidieron colaborar e invitaron a organizaciones anarquistas a participar.

Se declaró el 1 de mayo como Jornada Internacional del Trabajo.

Hubo enfrentamientos entre dos corrientes:

• Reformismo: postulaban participar en la política gubernamental.
• Revisionismo: ante la resistencia del capitalismo, la ausencia de crisis y la mejora de la clase obrera, propusieron la revisión de las ideas marxistas. Defendían reformas al capitalismo a través de la vía pacífica y democrática. Fueron los precursores de los socialdemócratas.

Los marxistas que no aceptaron las posturas revisionistas fueron expulsados en el congreso de Ámsterdam de 1904.

En 1914, al no poder evitar el estallido de la Primera Guerra Mundial, la organización desapareció.