El Período entre Guerras
1. Los Felices Años Veinte
Entre 1924 y 1929, la economía pasó por una etapa conocida como los felices años veinte. Afectó a Europa y, sobre todo, a Estados Unidos. Las bases de esta prosperidad económica fueron tres:
- a. El desarrollo de la industria fue posible gracias al nuevo sistema de producción en cadena, que permitía fabricar muchos productos, como automóviles, en menor tiempo por la especialización de los operarios.
- b. El aumento del consumo se debió a la publicidad y a las facilidades de compra por la venta a plazos y los créditos bancarios.
- c. Las inversiones en bolsa se convirtieron en una forma muy rápida de conseguir dinero tanto para particulares como para empresas. Compraron acciones, lo que provocó su subida.
Este período fomentó el sistema capitalista, que permitió aumentar el nivel de vida y disfrutar de bienes y servicios.
2. La Crisis de 1929: El Crac de la Bolsa de Nueva York
La prosperidad económica finalizó en 1929. Se inició en EE. UU. una crisis económica provocada por el exceso de producción en relación con el consumo. Durante la I Guerra Mundial, hubo una superproducción de productos necesarios para los países en guerra; tras finalizar la contienda, se convirtieron en stocks, y las empresas sufrieron grandes pérdidas.
En octubre de 1929, el miedo a perder todas las inversiones hizo caer las acciones y se dio el conocido jueves negro, la quiebra o crac de la Bolsa de Nueva York, con el consiguiente hundimiento de las empresas y la ruina de muchos inversores.
Consecuencias de la Crisis
- En la economía, la producción agraria e industrial descendió. El comercio exterior pasó a ser proteccionista.
- La población detuvo su crecimiento; las migraciones disminuyeron.
- En política, la democracia quedó desprestigiada y favoreció el auge de los totalitarismos y políticas extremas.
Propuestas de Solución
- Algunos países promovieron la autarquía, explotando los recursos propios y comprando poco a otros países.
- Keynes, economista inglés, creía en la estimulación de las inversiones, el empleo y el consumo mediante la intervención del Estado en la economía.
- Roosevelt, presidente de EE. UU., puso en marcha unas medidas sociales y económicas conocidas como el New Deal, que incluía el control de los bancos, créditos a bajo interés, subvenciones en agricultura e industria, reducción de la jornada laboral, salarios mínimos, etc.
3. Ascenso de los Totalitarismos
La catástrofe de la I Guerra Mundial y las dificultades de la posguerra crearon opiniones contrarias al sistema democrático, al considerar que había fracasado. Aún así, en los países europeos de mayor tradición liberal, como Reino Unido y Francia, junto a EE. UU., mantuvieron el sistema democrático y el Parlamento. Frente a ello, los Estados del centro y sur de Europa adoptaron regímenes autoritarios con la figura de un único jefe o totalitarios en la figura de un partido. Tuvieron el apoyo de la clase media, que estaba muy descontenta por el descenso de su nivel de vida.
Rasgos de los Totalitarismos
- Sistema político autoritario: El Estado concentró todo el poder y lo ejerció mediante un líder carismático que exigía obediencia ciega: Mussolini en Italia y Hitler en Alemania.
- Control económico y social: El Estado dirigía la economía y se proclamó anticapitalista y anticomunista. Controlaba toda la sociedad, la educación y censuró los medios de comunicación.
- Rechazo de la igualdad: Defendieron la superioridad de los miembros del partido único sobre los demás, la de los hombres sobre las mujeres y la de unas razas sobre otras.
- Pensamiento irracional: Proclamaron el fanatismo y la obediencia ciega, reforzados con símbolos, escudos, cantos y uniformes.
- Ultranacionalismo: Exaltaron la grandeza de la propia nación y reclamaron territorios para lograr su unidad o para dotarla de un espacio vital.
- Militarismo: Defendieron la fuerza y la guerra como instrumentos de poder, prestigio y progreso de los pueblos.
4. El Fascismo en Italia
Las causas que favorecieron el nacimiento del fascismo en Italia fueron el descontento por los acuerdos de paz tras la I Guerra Mundial, la crisis económica, la inflación, el paro y el malestar social. El fascismo fue obra del periodista Benito Mussolini, quien en 1921 fundó el Partido Nacional Fascista, que contaba con grupos paramilitares, o camisas negras, dedicados a reprimir al movimiento obrero. Así se ganó el apoyo de los grandes propietarios, de la pequeña burguesía, de la iglesia y del rey Víctor Manuel III.
Mussolini, para reclamar el poder y presionar al gobierno, organizó la Marcha sobre Roma con sus “camisas negras”, logrando que el rey le nombrase jefe del gobierno.
Una vez en el poder, implantó una dictadura fascista. Asumió todo el poder, prohibió los partidos políticos, dirigió la economía y controló todos los aspectos de la economía y la sociedad.
5. El Nazismo en Alemania
Las causas que favorecieron el nazismo en Alemania fueron el descontento existente en la República de Weimar por la humillación sufrida en el Tratado de Versalles y la situación de la posguerra: crisis económica, paro y un malestar social importante. El nazismo surgió en torno al antiguo soldado Adolf Hitler y al Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes, fundado en 1920, que contaba con la organización paramilitar de la SA, o Sección de Asalto, que se dedicaba a combatir a los comunistas.
Se ganó el apoyo de las clases medias arruinadas por la crisis y de los capitalistas contrarios al comunismo. En las elecciones de 1932, el Partido Nazi consiguió millones de votos y en 1933 Hitler fue nombrado canciller de Alemania. Una vez en el poder, puso fin a la República y proclamó el Tercer Reich alemán, implantando una dura dictadura, disolviendo y prohibiendo el resto de partidos y sindicatos y anulando los derechos y libertades. También controló la economía, la educación y el arte mediante la propaganda y la censura. Adoptó una política militarista basada en el rearme, el rechazo del Tratado de Versalles, etc. Todo ello desembocó en la II Guerra Mundial.