1. Causas de la Revolución (Zarista)
Rusia era, a principios del siglo XX, un extenso imperio gobernado por los zares de la dinastía Romanov, y existía un malestar generalizado.
Descontrol Político:
Se debía al gobierno autocrático de los zares.
Descontento Económico:
Se debía al contraste existente entre la rica minoría, dueña de la tierra y de las fábricas, y la miseria del campesinado y del proletariado industrial.
2. Revoluciones de 1905 y 1917
En 1905, una revolución obligó al zar a crear un parlamento o Duma y a emprender algunas reformas. En 1917, la revolución burguesa de febrero depuso al zar Nicolás II e implantó una república. El gobierno provisional, liberal y burgués, prometió reformas; pero su lentitud y la decisión de continuar en la guerra mundial provocaron su caída. La Revolución Bolchevique de octubre de 1917, organizada por los marxistas radicales o bolcheviques, llevó al poder a su dirigente Lenin. En 1918, los bolcheviques adoptaron el nombre de Partido Comunista.
3. Consecuencias de la Revolución (URSS)
El gobierno de Lenin creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), integrada por Rusia y otras repúblicas asiáticas, y adoptó una Nueva Política Económica (NEP) que combinaba elementos comunistas y capitalistas. El gobierno de Stalin (1927-1953), sucesor de Lenin, inició una nueva etapa: el estalinismo. En ella se impuso un sistema político totalitario que reprimió cualquier oposición mediante purgas. La economía pasó a manos del Estado, que planificaba cada rama productiva mediante planes quinquenales.
4. Los Felices Años 20
La economía del período 1924-1929 pasó por una etapa de prosperidad conocida como los felices años 20. Afectó a Europa y, sobre todo, a EEUU, que tras la Primera Guerra Mundial se convirtió en la primera potencia económica mundial.
El Desarrollo de la Industria:
Gracias al nuevo sistema de producción en cadena.
Incremento del Consumo:
Inversiones en Bolsa:
Forma rápida de conseguir dinero para los particulares, las empresas y los bancos. Todos ellos invirtieron su dinero en la compra de acciones, haciendo subir su precio sin parar. La prosperidad de este período fomentó la confianza en el sistema capitalista.
5. Crisis de 1929 (Crac)
Durante la Primera Guerra Mundial, la agricultura y la industria estadounidense habían aumentado sin descanso su producción para abastecer a los países beligerantes. Pero, al finalizar la contienda, estos redujeron la demanda, lo que originó la acumulación o stocks de productos agrícolas y artículos industriales sin vender. Con ello, su precio bajó, y las empresas sufrieron importantes pérdidas. El 24 de octubre de 1929, conocido como el Jueves Negro, el temor a un descenso aún mayor llevó a los inversores a la venta masiva de acciones, sin que hubiese nadie para comprarlas. El resultado fue el desplome de su precio y la quiebra o crac de la Bolsa de Nueva York; muchas empresas se hundieron.
6. Economía y Depresión
La quiebra de la bolsa provocó una depresión general. Millones de personas perdieron su dinero y sus ahorros. Numerosos bancos quebraron. Muchas industrias y agricultores se arruinaron ante el descenso de sus ventas y la falta de créditos. La crisis se difundió desde EEUU al resto del mundo, transformándose así en una crisis total: la Gran Depresión.
Consecuencias de la Crisis: En la economía, la producción agraria e industrial descendió al decrecer la demanda. La población detuvo su crecimiento. En la sociedad, crecieron el paro y las desigualdades; el optimismo de los felices años 20 fue sustituido por el pesimismo y la falta de confianza en el progreso. En la política, la depresión desprestigió a la democracia.
Propuestas de Solución: La mayoría de los países adoptó las ideas del economista británico John Maynard Keynes, consistentes en estimular la inversión, el empleo y el consumo mediante la intervención del Estado en la economía. Este fue el caso de EEUU, donde el presidente Roosevelt puso en marcha el New Deal, que incluía el control de los bancos, obligándoles a conceder créditos a bajo interés; subvenciones a la agricultura y a la industria para disminuir la producción; y reducción de la jornada laboral.
7. Crisis de la Democracia y Ascenso de los Totalitarismos
En el período de entreguerras, la catástrofe que supuso la Primera Guerra Mundial y las dificultades de la posguerra ayudaron a formar una corriente de opinión contraria al sistema democrático, al considerar que el parlamentarismo había fracasado.
Rasgos del Totalitarismo: Un sistema político autoritario, control económico y social, rechazo de la igualdad, pensamiento irracional, ultranacionalismo y militarismo.
8. El Fascismo en Italia
Las causas: descontento por los acuerdos de paz tras la Primera Guerra Mundial; la crisis económica, el paro, la inflación y el malestar social. El fascismo fue obra del periodista Benito Mussolini, quien en 1921 fundó el Partido Nacional Fascista, que contaba con grupos paramilitares (camisas negras) dedicados a reprimir al movimiento obrero. Así, se ganó el apoyo de los grandes propietarios, de la pequeña burguesía, de la Iglesia y del rey Víctor Manuel III. Para presionar al gobierno, organizó una Marcha sobre Roma con sus camisas negras, logrando que el rey le nombrase jefe del gobierno. Una vez en el poder, Mussolini implantó una dictadura fascista. Para ello, asumió todo el poder; restringió las libertades; prohibió los partidos políticos; dirigió la economía; y controló todos los aspectos sociales.
9. El Nazismo en Alemania
Causas: humillación sufrida en el Tratado de Versalles, crisis económica, paro y un malestar social manifestado en movimientos revolucionarios. El nazismo surgió en torno al antiguo soldado Hitler y al Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes. Se ganó el apoyo de buena parte de las clases medias por la crisis económica de 1929 y de los capitalistas contrarios al comunismo. En las elecciones de 1932, el Partido Nazi consiguió 13.8 millones de votos; y en 1933 Hitler fue nombrado canciller de Alemania. Proclamó el III Reich alemán e implantó una férrea dictadura. Controló la economía, dirigió la educación, la cultura y el arte mediante la propaganda y la censura; buscó la cohesión social en torno a la idea de la superioridad de la raza aria y la persecución de los judíos; y adoptó una política militarista basada en el rearme, el rechazo del Tratado de Versalles y las reivindicaciones territoriales.