Invasiones Bárbaras (Siglo V)
A comienzos del siglo V, el Imperio Romano, debilitado, fue invadido por pueblos denominados bárbaros. En 409, suevos, vándalos (asdingos y silingos) de origen germano, y alanos de origen asiático, cruzaron los Pirineos y saquearon Hispania. Se asentaron en diversas provincias: suevos en Gallaecia, alanos en Lusitania y Cartaginensis, y vándalos en la Bética, quienes luego migraron al norte de África. Los visigodos, federados de Roma, llegaron para pacificar la región, expulsando a la mayoría excepto a los suevos, que formaron un reino independiente.
Reino Visigodo: Instituciones y Cultura
Origen y Asentamiento
Los visigodos, originarios del sur de Escandinavia, eran un pueblo bárbaro romanizado. Practicaban el arrianismo, variante del cristianismo considerada herética. En 418, firmaron un foedus (pacto) con Roma, estableciéndose en territorio romano. Tras la caída del Imperio Romano de Occidente en 476, fijaron su reino en Tolosa (actual Francia). Derrotados por los francos en 507, se trasladaron a Hispania, estableciendo su capital en Toledo.
Unificación de Hispania
Los visigodos buscaron unificar Hispania mediante:
- Unificación Territorial: Leovigildo conquistó el reino suevo en 585. Suintila expulsó a los bizantinos del sur en 624.
- Unificación Religiosa: Recaredo se convirtió al catolicismo en el III Concilio de Toledo (589).
- Unificación Jurídica: Recesvinto promulgó el Liber Iudiciorum o Fuero Juzgo en 654, unificando las leyes para visigodos e hispanorromanos.
Organización Política
La monarquía visigoda era electiva. El rey, con amplios poderes, se apoyaba en el Officium Palatinum, que incluía el Aula Regia (consejo real) y los Concilios, asambleas de obispos y nobles.
Divisiones Territoriales
El territorio se dividía en provincias gobernadas por duces, delegados del rey, asistidos por comes.
Cultura y Arte
La cultura visigoda se centró en lo religioso. San Isidoro de Sevilla destacó con su obra Etimologías, preservando el legado romano. En arquitectura, sobresalen iglesias rurales como San Juan de Baños (Palencia), San Pedro de la Nave (Zamora) y Quintanilla de las Viñas (Burgos). La orfebrería visigoda es notable, especialmente las coronas votivas, como la de Recesvinto, hallada en el Tesoro de Guarrazar (Toledo).