La Caída del Bloque Comunista y la Transformación de Europa del Este

La URSS y el Bloque Comunista

Tras la Segunda Guerra Mundial, el comunismo se extendió rápidamente, alcanzando el poder en países de Europa del Este, denominadas democracias populares. Sus características principales eran la colectivización de la tierra, la nacionalización de la industria y el transporte, y la planificación estatal. Estos países estaban unidos por el Pacto de Varsovia y el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). En 1949, liderados por Mao Zedong, los comunistas se hicieron con el poder en China, estableciendo la República Popular China. Con la muerte de Stalin en 1953, la dictadura se suavizó en la URSS y Kruschev fomentó la coexistencia pacífica. Sin embargo, en 1964, el PCUS lo derrocó e impuso a Brezhnev.

Economía Centralizada

El bloque soviético creó en 1949 el CAME, que buscaba la integración económica de los países miembros y la organización de los intercambios comerciales. El desarrollo económico se centró en la industria pesada. La baja productividad y los excesivos gastos militares provocaron la caída del modelo y la inviabilidad de estos regímenes.

Primeras Protestas contra Moscú

Algunos países se movilizaron contra el régimen. Las más importantes fueron en la República Democrática Alemana (1953), Hungría (1956) y Checoslovaquia (1968), y fueron sofocadas por las tropas del Pacto de Varsovia. Estas protestas contra los regímenes fueron en aumento.

Hundimiento de la URSS

En 1985, Mijaíl Gorbachov, secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, anunció medidas reformistas: la perestroika (reestructuración) y la glasnost (transparencia). Estas dieron lugar a un parlamento democrático que eligió a Gorbachov como presidente de la URSS. Diversas nacionalidades, especialmente en los países bálticos, exigían independencia. En 1991, se produjo un golpe de estado por parte de los defensores del antiguo sistema soviético. Gorbachov fue detenido, mientras que en Moscú, Boris Yeltsin se enfrentó al golpe y logró detenerlo. Ante la independencia de varias repúblicas, Gorbachov intentó crear una confederación de estados independientes, pero fracasó y dimitió. Yeltsin declaró la disolución de la URSS en diciembre de 1991.

Nueva Federación Rusa

Rusia, principal heredera de la URSS y una de las principales potencias mundiales, inició una serie de reformas económicas bajo el liderazgo de Yeltsin para privatizar la economía. Esto provocó una gran inflación, una profunda depresión económica y el surgimiento de numerosas mafias. En 1993, se estableció una constitución de carácter democrático. En las primeras elecciones de 1996, Yeltsin obtuvo la mayoría, teniendo que enfrentarse a la crisis económica y la independencia de Chechenia. Por cuestiones de salud, abandonó su cargo en 1999, siendo sustituido por Vladimir Putin, quien continuó la política de Yeltsin.

Transformaciones Políticas en Europa Central

Las medidas de apertura política de Gorbachov tuvieron eco en el resto de países del bloque del Este, y durante 1989 cayeron muchos gobiernos, iniciándose la transición a la democracia. En Polonia, existía un movimiento de oposición al comunismo representado por el sindicato Solidaridad, con influencia católica, liderado por Lech Walesa. Ante la presión social, el presidente Jaruzelski convocó elecciones, ganadas por Solidaridad, iniciando el camino hacia la democracia con Walesa como presidente. En Hungría, la transición fue más sencilla, con la apertura de las fronteras, muchos alemanes orientales pasaron a occidente. En 1989, el presidente de la RDA, Erich Honecker, dimitió y cayó el Muro de Berlín.

En Checoslovaquia, tras la Revolución de Terciopelo de 1989 y la caída del régimen, se produjo en 1993 la separación de la República Checa y Eslovaquia. Bulgaria y Rumanía siguieron el ejemplo, aunque con más violencia, como la ejecución del dictador Nicolae Ceaușescu. En Yugoslavia, la muerte del mariscal Tito en 1980 produjo la fragmentación del territorio.

Problemas de la Transición en Países Comunistas

El proceso de transición no fue fácil y los países se encontraron con problemas comunes. El tránsito a la economía de mercado produjo inflación, aumento del paro y una recesión económica que generó pobreza y nostalgia por el antiguo régimen.

Guerra en la Antigua Yugoslavia

En Yugoslavia, también desapareció la nación. Fundada tras la Primera Guerra Mundial con diferentes países, tras la Segunda Guerra Mundial, el mariscal Tito fundó la República Federativa Socialista de Yugoslavia con seis repúblicas (Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Macedonia) y dos provincias autónomas (Vojvodina y Kosovo), estableciendo un régimen socialista neutral, no sometido a la URSS. La muerte de Tito en 1980 inició la lucha por dominar la federación. El 25 de junio de 1991, Eslovenia declaró su independencia, seguida de Croacia. Serbia no lo reconoció e inició un enfrentamiento armado para apoyar a los serbios que vivían allí. En Bosnia también se declaró la independencia, pero los serbios eran numerosos y provocaron una guerra civil. La crueldad de esta guerra impulsó la intervención de la OTAN y Estados Unidos, que querían la creación de una república de Bosnia-Herzegovina con tres regiones autónomas. El conflicto reapareció en 1998 en Kosovo, poblada mayoritariamente por albanos. La OTAN intervino militarmente en 1999, expulsando al ejército serbio y estableciendo un protectorado de la ONU. En 2008, Kosovo proclamó su independencia, pero no ha sido reconocida por Serbia ni por muchos otros países. En Serbia, dimitió el presidente Slobodan Milošević y tuvo que responder ante el Tribunal Internacional de La Haya por crímenes de guerra. Yugoslavia desapareció en 2006 cuando Montenegro se separó de Serbia.

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