Durante más de tres años, las Cortes desarrollaron una intensa actividad legislativa. Aprobaron una serie de leyes y decretos, así como la primera Constitución de la España contemporánea, lo que permitió sentar las bases de un nuevo sistema liberal y acabar con el Antiguo Régimen.
Contexto Histórico
Para poder entender plenamente las características esenciales de la Constitución de 1812 debemos tener en cuenta que las ideas revolucionarias francesas y los principios liberales se fueron expandiendo por toda Europa y llegaron también a España, después de la Revolución Francesa de 1789.
En 1808, tras la entrada de las tropas de Napoleón en la Península Ibérica y debido al proceso histórico en el que se desarrollaron acontecimientos como el Proceso de El Escorial, el Motín de Aranjuez y las Aboliciones de Bayona, estalló la Guerra de la Independencia. En estos años, José I regresó a Madrid siendo el monarca que gobernó durante la guerra.
La oposición política a la invasión francesa provocó la formación de Juntas Locales y Provinciales, para organizar de esta manera la resistencia. En las islas, primero se creó una en La Laguna pero, al no haber sido esta decisión consultada con Las Palmas, estos no lo aceptaron dando así origen al pleito insular entre las dos islas que se ha arrastrado hasta la actualidad. La necesidad de coordinar las labores de las Juntas llevó a la formación de la «Junta Central Suprema» que intentó gobernar el país durante esta guerra. Esta Junta reconoció como rey legítimo de España a Fernando VII y asumió el poder político hasta su regreso. Ante el avance francés, en 1810, la «Junta Central Suprema» abandonó Madrid y se estableció en Cádiz (única ciudad no controlada por los franceses y defendida desde la bahía por las flotas británicas). Así se terminaron de organizar las Cortes, que se convocaron en Cádiz. Estas Cortes, llamadas Cortes de Cádiz aprobaron el 19 de marzo de 1812, la primera constitución liberal en España, siendo un texto de contenido muy avanzado para la época, que se convirtió en una referencia no solo en la Península sino también en Europa y América. Aunque más tarde fuera abolida y posteriormente reinstaurada en el Trienio Liberal.
Características Esenciales de la Constitución de 1812
Entre sus características esenciales podemos destacar:
- Principio de Soberanía Nacional: según el cual el poder reside en la nación, se opone a la monarquía absolutista.
- División de Poderes:
- El poder legislativo recae en unas Cortes unicamerales y el rey.
- El poder judicial queda depositado en los tribunales de justicia.
- El poder ejecutivo queda con limitaciones en manos del rey, el monarca no podía disolver las Cortes.
- El nuevo Derecho de Representación: a través de representantes elegidos por el pueblo. Por lo tanto los diputados representaban a los ciudadanos, no a los estamentos. Habían cuatro diputados canarios.
- La Declaración de Igualdad de todos los Ciudadanos ante la Ley: esto supone el fin de las diferencias estamentales con sus privilegios fiscales y jurídicos.
- Se recogen Derechos Individuales como: el derecho a la educación, la libertad de imprenta, derecho a la propiedad privada, inviolabilidad del domicilio, derecho de reunión y de asociación, igualdad de derechos para los ciudadanos de las colonias americanas.
- Se recoge el Concepto de Nación Española: que se define como la “reunión de todos los españoles de ambos hemisferios”: los territorios peninsulares y las colonias americanas. Se declaró que la nación era libre e independiente y no podía ser propiedad de ninguna familia.
- Se proclama el Catolicismo: como única confesión permitida.
- Se reorganiza el Territorio: creando provincias y municipios.
- La Constitución también propone como Forma de Gobierno la Monarquía Constitucional.
- Como defensa del régimen liberal se creó también, la Milicia Nacional: su objetivo era velar por el orden público y político. Tuvo gran protagonismo en la vida local de las pequeñas poblaciones sobre todo en el Trienio Liberal (1820-1823).
Amplia Labor Legislativa
Las Cortes de Cádiz también llevaron a cabo una amplia labor legislativa, cuyo objetivo fundamental era eliminar el Antiguo Régimen y establecer un sistema liberal y democrático, por eso aprobaron leyes que impusieron lo siguiente:
- Supresión de los Señoríos Territoriales y Jurisdiccionales.
- Abolición de los Gremios.
- Libertad de Trabajo.
- Abolición del Tribunal de la Inquisición.
El Retorno al Absolutismo
Pero todo este esfuerzo fue en vano, pues al volver Fernando VII al trono, se restableció el absolutismo haciendo que volviésemos al punto de partida.