La Constitución de 1869
Se trata de un texto jurídico, en concreto, la primera constitución democrática de la historia de España. Se publicó el 5 de junio de 1869, en un contexto de decadencia del partido progresista y ascenso del partido demócrata, que carecía de gran peso social. Ambos partidos, junto con la Unión Liberal tras la muerte de O’Donnell, se unieron en el Pacto de Ostende para derrocar a Isabel II. La revolución de 1868, impulsada por militares y juntas locales y provinciales, buscó la expulsión de la monarca en un contexto de crisis económica y política.
Contexto Histórico y Político
Tras la huida de Isabel II a Francia, se estableció un gobierno provisional liderado por Prim, encargado de disolver las juntas. La Constitución fue redactada por unas Cortes elegidas por sufragio universal, compuestas por una coalición monárquico-democrática, republicanos y carlistas. Para el análisis del texto, se utilizará el método lógico, que permite agrupar las ideas con claridad.
Principios Fundamentales de la Constitución
1. Amplia Declaración de Derechos y Libertades Individuales
Esta declaración, más precisa que las anteriores, recoge derechos no considerados previamente, como la libertad de residencia, inviolabilidad del correo, derecho de reunión y asociación, juicio por jurados y libertad de enseñanza. Además, se contemplaba la posibilidad de integrar nuevos derechos.
2. Desarrollo del Sufragio Universal y Defensa de la Soberanía Nacional
Se establece el sufragio universal y directo para hombres mayores de 25 años y se mantiene la defensa de la soberanía nacional, aspectos limitados en constituciones anteriores.
3. División de Poderes y Descentralización
El poder reside en las Cortes, compuestas por dos cámaras colegisladoras (Congreso de los Diputados y Senado) elegidas por sufragio universal. El Senado, sin embargo, tenía un sesgo elitista y conservador.
4. Monarquía Constitucional
El ejecutivo sigue la fórmula británica de «el rey reina, pero no gobierna». El poder ejecutivo es ejercido por ministros responsables ante las Cortes, limitándose el monarca a sancionar y promulgar leyes.
5. Independencia y Democratización de la Justicia
Se regula la carrera judicial por oposiciones, garantizando la independencia de los jueces. Se introduce el juicio por jurado, democratizando la justicia.
Características del Marco Histórico
El mayor logro de la Revolución de 1868 fue el establecimiento del sufragio universal, base para la elección de las Cortes que redactaron la Constitución. El debate principal se centró en la forma de Estado: monarquía o república. La coalición revolucionaria estableció una monarquía democrática, reconociendo una amplia gama de derechos (reunión, asociación, libertad religiosa, enseñanza, inviolabilidad de correspondencia y domicilio).
Organización del Estado
La Constitución de 1869 estableció una monarquía constitucional donde la soberanía reside en la nación. El poder legislativo, elegido por sufragio universal masculino, se componía de un Congreso (con número variable de diputados por provincia según población) y un Senado (con número fijo de miembros). El Rey, jefe del Estado, ejercía el poder ejecutivo y sancionaba leyes. El poder judicial era independiente, y el gobierno local quedaba en manos de ayuntamientos democráticos.
Desarrollo Legislativo y Legado
Las Cortes desarrollaron una gran actividad legislativa: Registro Civil, nuevo Código Penal, legalización del matrimonio civil y Ley Orgánica del Poder Judicial. Algunas características clave fueron: amplia declaración de derechos, soberanía nacional, poder ejecutivo limitado, poder legislativo electivo, libertad de cultos, sufragio universal masculino, derecho de reunión y asociación, y la posibilidad de elegir entre monarquía y república.
Limitaciones y Conclusiones
La Constitución de 1869 se configuró desde el liberalismo democrático, pero su Código Civil, elaborado posteriormente en 1889, no fue tan liberal. La Revolución de 1868 no se considera un proceso revolucionario completo, ya que su objetivo principal fue derrocar a Isabel II, sin determinar una nueva situación política posterior.