La Constitución Española: Un Viaje a Través de la Historia

La Constitución Española: Un Viaje a Través de la Historia

Norma Suprema del Estado de Derecho

La Constitución, también llamada Carta Magna o Ley Fundamental, es la norma suprema de un Estado de derecho. En ella se establecen las relaciones entre los poderes del Estado y se reconocen los derechos fundamentales de los ciudadanos.

España ha tenido numerosas constituciones a lo largo de su historia. La primera, un hito fundamental para la historia de España, fue la de 1812. Le siguieron las de 1837, 1845, 1869 y 1876, dos cartas otorgadas en 1808 y 1834, y dos proyectos de constituciones no natas: la progresista de 1856 y la republicana de 1873. Cada una de ellas presenta características propias que dependen del tipo de gobierno en España o de la ideología del grupo dominante para gobernar y/o reinar de la manera más acorde a los ideales del periodo histórico.

La Constitución de 1812: Un Hito Fundamental

La historia del constitucionalismo español se inició en Cádiz con la promulgación de la primera constitución el 19 de marzo de 1812, conocida como «La Pepa».

Aunque apenas pudo aplicarse debido al contexto de guerra, su espíritu y su programa fueron una referencia durante toda la historia contemporánea de España. Se convirtió en un mito para el liberalismo universal y un modelo para las revoluciones liberales.

La Alternancia entre Progresistas y Moderados

A partir de entonces, la historia política de España estuvo marcada por la alternancia de progresistas y moderados. Cada una de estas tendencias apostó por un modelo de constitución diferente. La historia constitucional del siglo XIX es una historia pendular entre opciones de derecha e izquierda.

La Constitución de 1876: Un Pilar de la Restauración Borbónica

Si repasamos la vigencia de las constituciones de uno y otro signo, comprobamos que, frente a la constante vigencia de las constituciones conservadoras, las de carácter progresista, liberal o democrático han tenido una existencia efímera.

Destacamos la Constitución de 1876, uno de los pilares de la Restauración borbónica, que ha sido hasta el momento la de mayor vigencia (47 años) en la historia contemporánea de España, pues duró hasta 1923. Su principal logro fue la estabilidad de la que había carecido el país desde 1808.

Los Vaivenes Constitucionales del Siglo XX

Los vaivenes constitucionales se repitieron en el siglo XX, y se debieron a la inestabilidad política, el atraso, el intervencionismo del ejército en política y los intereses de los grupos más poderosos.

La Restauración Borbónica: El Proyecto de Cánovas del Castillo

Antonio Cánovas del Castillo fue el político encargado de restaurar la monarquía borbónica en Alfonso XII, el hijo de Isabel II. Fue el resultado de un largo proceso de maniobras diplomáticas, la más importante de las cuales fue la abdicación de Isabel II en su hijo.

Se creó el «partido alfonsino», de carácter conservador, bajo el lema «paz y orden», con el apoyo de las clases moderadas, medias y altas y los terratenientes de las Antillas (esclavistas).

A pesar de que Alfonso XII llegó al poder a través del pronunciamiento del general Martínez Campos, Cánovas deseaba un ejército subordinado al poder civil. Las ideas principales del proyecto restaurador se presentaron en el Manifiesto de Sandhurst, en diciembre de 1874 (Monarquía constitucional y tradición católica).

El Proyecto de Cánovas: Una Monarquía como Base

El proyecto de Cánovas pretendía que la monarquía fuese la base y los partidos un instrumento a su servicio (dos partidos mayoritarios con alternancia en el poder).

  • Partido Conservador: dirigido por Cánovas del Castillo, representando el sector más conservador de la Restauración.
  • Partido Liberal: dirigido por Sagasta, representando el sector progresista de la Restauración.

Las bases ideológicas del sistema político de Cánovas se basaban en el pragmatismo, la soberanía compartida rey-Cortes frente a la soberanía nacional y el pesimismo, basado en el estudio de la historia de la decadencia de España.

La Constitución de 1876: Un Pacto entre Conservadores y Liberales

La Constitución de 1876 era una síntesis y un punto medio entre las constituciones de 1845 y 1869. Mostraba el espíritu de partida: el pacto. Los puntos más polémicos quedaban en manos de los gobiernos de turno (el sufragio o la cuestión religiosa).

Los rasgos más importantes eran:

  • La soberanía compartida rey-Cortes.
  • El derecho al sufragio se dejaba pendiente a leyes posteriores.
  • Se declaraba el Estado confesional con libertad religiosa.

La Monarquía: Centro del Sistema

La monarquía cumplía un triple papel en este sistema político:

  • Era expresión de la continuidad histórica.
  • Era la garantía del orden social.
  • El monarca era la piedra angular del sistema.

Las Bases Sociales y Políticas: El Caciquismo

: El régimen era oligárquico, caciquil y corrupto. 1 grupo reducido dominaba el sistema, mientras q la «España real» (clases medias y populares) quedaba excluida. El caciquismo se basaba en las relaciones d patronazgo y clientelismo, q ya existían en el Sexenio. Sus 3 ejes eran: los altos cargos en Madrid, los gobernadores civiles en las provincias y los «caciques» en los pueblos

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