La Construcción del Estado Liberal en España: De la Restauración a la Segunda República

Caciquismo en La Rioja durante la Restauración

Durante la Restauración y el reinado de Alfonso XII, La Rioja participó en el sistema político caciquil. En 1885, la región contaba con 178.000 habitantes. La capital experimentó un crecimiento notable, beneficiándose de numerosas infraestructuras y obras públicas, como mejoras en el seminario, el Palacio de Espartero, las Redondas y el Teatro Bretón. La industria también se desarrolló, y la región contaba con más de 50 periódicos. Políticamente, La Rioja fue un feudo del Partido Liberal de Práxedes Mateo Sagasta, incluso tras su muerte, gracias a la influencia de su familia y herederos políticos.

Causas del Golpe de Estado de Primo de Rivera

El golpe de estado de Primo de Rivera se justificó con el argumento de que el régimen constitucional estaba bloqueado, desprestigiado y existía un peligro de revolución social. Primo de Rivera concibió su acción como indispensable y criticó la vieja política. En su manifiesto, anunció que acabaría con la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional. Las principales causas del golpe fueron:

  1. Agotamiento del sistema canovista (corrupción).
  2. Crisis económica tras la Primera Guerra Mundial (hundimiento del sector exterior y aumento de la deuda pública).
  3. Amenazas obreras: aumento de la conflictividad social, Trienio Bolchevique, aumento de huelgas.
  4. Aumento del problema territorial (independentismo catalán y vasco).
  5. Crisis marroquí: desastre de Annual.

Construcción del Estado Liberal: Isabel II

Durante el reinado de Isabel II se consolidó el sistema político liberal en España. Dos partidos liberales, moderados y progresistas, lucharon por el poder. Fuera del sistema quedaban los absolutistas (carlistas), que reclamaban el trono para Don Carlos, lo que provocó tres guerras civiles.

Oposición al Liberalismo: Guerras Carlistas y la Cuestión Foral

Tras la muerte de Fernando VII, María Cristina asumió la regencia en nombre de su hija Isabel II. La época fue turbulenta, ya que los partidarios del hermano de Fernando, Don Carlos, abogaban por mantener los privilegios del pasado. Estos se alzaron contra los partidarios de Isabel II (isabelinos), iniciando así las guerras carlistas.

María Cristina pactó con los liberales para conservar el trono, imponiéndose el régimen liberal. La primera guerra carlista (1833-1839) contó con el apoyo de propietarios rurales, bajo clero y campesinado. Zumalacárregui fue el estratega principal en la primera fase. En la segunda, fracasaron en una expedición a Madrid. Después se trasladaron al Maestrazgo, donde se hizo fuerte Cabrera. El carlismo se dividió entre intransigentes y transicionistas. La superioridad de los isabelinos, al mando de Espartero, llevó a firmar la paz con el Convenio de Vergara (1839) entre el general Maroto y Espartero. La guerra volvería a encenderse al fracasar la boda entre el pretendiente carlista e Isabel II (1846-1849) y durante el Sexenio Revolucionario (1872-1876).

El Proceso de Revolución Liberal

El triunfo de los partidarios de Isabel II y María Cristina asentó el liberalismo en España. El absolutismo no regresó, y los liberales se enfrentaron por un mayor o menor liberalismo. Se produjo un gran avance del capitalismo industrial y financiero.

Regencia de María Cristina

La regencia comenzó con Bermúdez como primer ministro. La reina encargó a Martínez de la Rosa el Estatuto Real de 1834, una serie de leyes que ella otorgaba al pueblo, muy alejadas de los planteamientos progresistas de la Constitución de 1812. Ante la presión liberal, la reina llamó a Mendizábal, quien inició una reforma agraria entre 1835 y 1837: la desamortización. Se produjo el Motín de la Granja, en el que un grupo de sargentos dio un golpe de estado y pidió la Constitución de 1812.

La Crisis de la República de Izquierdas

Tras dos años, los síntomas de inestabilidad en el gobierno eran patentes. La reforma agraria originó levantamientos anarquistas. Esta violencia hizo dimitir a Azaña en 1933, y Alcalá Zamora convocó elecciones.

La Oposición Conservadora

La oposición conservadora se organizó en varios partidos. Las JONS se fusionaron con la Falange Española (fundada por Primo de Rivera), el partido monárquico de Calvo Sotelo, partidario del golpe de estado y un régimen autoritario, y la CEDA (Gil Robles), no tan radical pero católica. La izquierda estaba desunida, y las medidas del gobierno habían abierto brechas en la sociedad. La derecha se reorganizó y estaba dispuesta a presentar la batalla electoral.

El Bienio de Derechas

Las elecciones del 19 de noviembre de 1933 fueron las primeras en las que votaron las mujeres. La izquierda fue derrotada, y el partido más votado fue la CEDA. Sin embargo, al alegar que no estaba preparada para gobernar, se encargó del gobierno el Partido Radical de Lerroux. En este periodo se frenaron las reformas iniciadas: la Ley de Reforma Agraria se suspendió y se quiso frenar el desarrollo del Estatuto de Cataluña. Cuando el gobierno de Lerroux dio entrada a tres ministros de la CEDA, estalló la Revolución de Octubre de 1934.

La Revolución de Octubre de 1934

La izquierda creyó que con la entrada de ministros de la CEDA se quería acabar con la República. Por ello, se convocaron huelgas, sobre todo en Asturias y Cataluña. En Cataluña, Companys proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. La rebelión catalana fue fácilmente reprimida por el general Batet, y el Estatuto, suspendido. En Asturias, se quería establecer un estado proletario. Para ello, se unieron comunistas y anarquistas en la UHP. Los trabajadores ocuparon Oviedo y proclamaron la República Socialista. El ejército controló rápidamente la situación al mando de Franco, quien dejó muchos muertos.

Más tarde se sucedieron gobiernos de coalición entre radicales y la CEDA, caracterizados por ser conservadores, suspender el Estatuto de Cataluña, la reforma agraria, etc. Varios escándalos salpicaron al gobierno, como el del estraperlo. Alcalá Zamora no quiso dar el poder a Gil Robles y, ante la indignación de la derecha, convocó elecciones generales en 1936.

El Frente Popular

A las elecciones del 16 de febrero de 1936 concurrieron todas las fuerzas obreras unidas en el Frente Popular. En su programa eran protagonistas: amnistía para los detenidos en 1934, legislación social, enseñanza y reforma agraria. La derecha se presentó separada: Bloque Nacional, CEDA y Falange Española. Los resultados fueron equilibrados, pero como la izquierda estaba unida, se encargó a Azaña que formara gobierno.

Antecedentes de la Guerra Civil

Tras las elecciones, se produjo una radicalización de las posturas. Había mucha tensión política. Desde el momento del triunfo del Frente Popular, se estuvo gestando un golpe de estado. Franco lo intentó en marzo, y Mola asumió la dirección. El plan era un pronunciamiento de todas las guarniciones, contando con el ejército de África. Se contaba con el apoyo civil de la CEDA, falangistas, carlistas, banqueros, etc., además de Alemania e Italia. En la calle, el ambiente era irrespirable, y los asesinatos políticos eran frecuentes. El asesinato del teniente Castillo por agentes de la derecha provocó el desquite de la izquierda con el asesinato de Calvo Sotelo. Esto provocó que el 17 de julio de 1936 se sublevara la guarnición de Melilla.

La Dictablanda

La Dictablanda fue el periodo posterior a la dictadura de Primo de Rivera, ocupado por el general Dámaso Berenguer. El rey había perdido capital político protegiendo a la dictadura, y este nuevo intento no le valió. Berenguer buscó la normalización del país y la vuelta a la situación constitucional, prometiendo convocar elecciones. Pero la situación hizo que aumentaran los conflictos sociales. Los republicanos trabajaron para la caída de la monarquía (Pacto de San Sebastián). En marzo, Berenguer convocó elecciones, pero no tuvo el apoyo ni siquiera de los monárquicos. Dimitió en febrero y dejó el cargo al almirante Aznar, quien formó un gobierno de concentración monárquica y puso un nuevo calendario electoral. Las elecciones del 12 de abril supusieron la victoria republicano-socialista, y el rey abandonó España el 14 de abril.

Movimiento Obrero durante la Restauración

El movimiento obrero creció en España a partir de 1868 por la precariedad a la que estaban sometidos los trabajadores: bajos salarios, explotación, ausencia de derechos, etc. Fanelli fundó los primeros núcleos anarquistas de la AIT. Estos formaron periódicos y crearon congresos. En 1871, el movimiento se dividió en anarquistas (Bakunin) y socialistas (Marx). En España, con Cánovas del Castillo, actuaban en la clandestinidad.

Movimiento de Inspiración Marxista

En 1879 se formó el PSOE, presidido por Pablo Iglesias. No fue legalizado hasta 1881 con Sagasta. Fundaron la UGT. Tuvo un lento desarrollo porque querían actuar de forma legal. Impulsó las casas del pueblo y reivindicó la jornada de 8 horas.

Movimiento de Inspiración Anarquista

Los anarquistas defendían la libertad absoluta sin ningún tipo de jerarquía. La bondad de la sociedad libre obraría como la naturaleza. Les faltó organización, lo que les llevó a dividirse. Los anarquistas catalanes usaron la violencia y perpetraron muchos atentados.

La Llegada de la Segunda República

La Segunda República supuso el primer intento de instaurar en España un sistema democrático moderno. Por primera vez, las clases medias llegaron al poder político. La oligarquía quería conservar el poder tradicional, y la masa obrera intentaba la revolución. La situación internacional no era favorable para la República: económicamente, Europa vivía la crisis del 29; políticamente, se vivía el ascenso de los totalitarismos.

La Caída de la Monarquía de Alfonso XIII y la Proclamación de la Segunda República

Gobierno Provisional

En 1930, Primo de Rivera dimitió. La monarquía se quedó sola. Republicanos, catalanistas de izquierdas y el PSOE firmaron el Pacto de San Sebastián para implantar una república y acordaron un gobierno provisional. De aquí derivaron dos líneas de acción que acabaron fracasando (levantamiento de Jaca). Mientras tanto, Alfonso XIII convocó elecciones municipales para aclarar la situación antes de convocar elecciones legislativas. Las primeras se celebraron el 12 de abril de 1931 y, aunque salieron más concejales monárquicos que republicanos, estos triunfaron en una España progresivamente urbana. Conocidos los resultados, miles de personas se manifestaron en favor de la república. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República, y el rey abandonó España. El gobierno provisional convocó Cortes Constituyentes para dotar al país de un nuevo marco constitucional. A las elecciones concurrieron numerosos partidos:

  • Partidos de izquierda: PSOE, Izquierda Republicana, Partido Radical Socialista…
  • Partidos de centro: Partido Radical, Partido Republicano Progresista (Niceto Alcalá Zamora)…
  • Partidos de derecha: Partido Republicano Conservador (Maura), Acción Popular, Falange Española, PNV, Lliga Regionalista de Catalunya.

El Periodo Constituyente

La coalición republicano-socialista obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones. Se elaboró una nueva Constitución. Mientras tanto, el gobierno provisional gobernó y calmó los ánimos de los más radicales de ambos lados, aunque estaba más comprometido con la izquierda.

  • Medidas para paliar la miseria de los campesinos: El ministro de Trabajo, Largo Caballero, tomó medidas anticipándose a una reforma agraria: Decreto de Laboreo Forzoso (terratenientes obligados a dar trabajo a los jornaleros) y Decreto de Términos Municipales (preferencia a trabajadores censados en un municipio). Se complementaron con otras medidas como el seguro de accidentes o la jornada de 8 horas.
  • Reforma educativa: Se intentó acabar con el analfabetismo y promover la enseñanza laica. Para ello, se crearon 70.000 escuelas. Esto trajo novedades como las aulas mixtas y la no obligatoriedad de la religión, a lo que se opusieron la Iglesia y los conservadores.

Constitución de 1931

Fue difícil aprobar la Constitución por la cuestión religiosa, la autonomía, etc. Sus principales puntos eran:

  1. Definía a España como una república de trabajadores de toda clase.
  2. La existencia de un estado integral se hacía compatible con la autonomía de municipios y regiones. Se abría la posibilidad de que las regiones tuvieran un Estatuto de Autonomía, manteniendo la unidad de España.
  3. Presidencia de la República cada 6 años.
  4. Principios políticos: separación de poderes, igualdad ante la ley, libertad de culto, amplia declaración de derechos, separación Iglesia-Estado…
  5. Se establecía la propiedad privada.
  6. Cuestión religiosa: en la izquierda existía un fuerte anticlericalismo, por lo que la tensión entre el gobierno y la Iglesia fue evidente. Ambas partes actuaron radicalmente (quema de conventos).

Tras la redacción de la Constitución, Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y Manuel Azaña, presidente del gobierno.

El Bienio Reformista (1931-1933)

Los vencedores de las elecciones (republicanos y socialistas) se vieron atacados por la derecha con golpes de estado (Sanjurjo fue el más importante) y por la izquierda con acusaciones de que las reformas eran pocas y lentas (los anarquistas, sobre todo). El gobierno trató de solucionar los problemas del país:

  1. Problema religioso: El gobierno, anticlerical, quería restringir el poder de la Iglesia, que se oponía a la República. La tensión fue constante.
  2. La enseñanza: El analfabetismo afectaba al 30% de la población. Se quería una enseñanza laica, pública, mixta, gratuita y obligatoria, y se pretendía llevarla al campo.
  3. Cuestión militar: El ejército era fiel a la monarquía, lo que suponía un problema para la República. Azaña exigió lealtad a la República y a la Constitución, y procedió a una depuración pacífica reduciendo el número de oficiales, estableciendo la jubilación anticipada y suprimiendo la Academia Militar de Zaragoza.
  4. El problema regional: La Constitución mencionaba la posibilidad de que las regiones tuvieran autonomía. Cataluña, tras un referéndum, creó el Estatuto en 1932, por el que la Generalitat tendría facultades legislativas. En el País Vasco, el nacionalismo no era tan mayoritario, y el Estatuto Vasco no llegó hasta 1936.
  5. La problemática social: La República vivió lo peor de la crisis del 29, con un aumento del paro y el cierre de empresas. El gobierno creó leyes para proteger a los trabajadores. Se reguló el derecho a huelga y se establecieron normas de contratación. Los anarquistas se opusieron porque consideraban las normas insuficientes.
  6. El problema agrario: El gobierno provisional ya había aprobado unos decretos para favorecer al campesinado. Desde el primer momento en el nuevo gobierno se discutió en las Cortes la Ley de Reforma Agraria, que preveía la expropiación con indemnización de las grandes fincas que no fueran cultivadas por sus dueños. Para ello, se creó el IRA. La reforma fue muy lenta por muchos problemas. Además, contra la reforma agraria se levantaron partidos de derechas y anarquistas.

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