La Crisis de la Restauración en España (1898-1923)

Intentos de Modernización: El Regeneracionismo

Tras la crisis de 1898, Joaquín Costa y los regeneracionistas fundaron un nuevo partido político: la Unión Nacional. Con el objeto de llevar a cabo una política regeneracionista basada en:

  • Un gobierno autoritario que controlase los gastos presupuestarios.
  • Que realizase un conjunto de obras públicas, especialmente hidráulicas.
  • Que aprobase reformas en el campo de la industria, el comercio y la agricultura.
  • Que llevase a cabo una descentralización administrativa.
  • Que intentase acabar con el caciquismo.

Sin embargo, este partido nunca llegó a gobernar y terminó disolviéndose poco después. No obstante, algunas de sus ideas fueron desarrolladas por el Partido Conservador y el Partido Liberal que se turnaban en el poder. Tras la dimisión de Sagasta en diciembre de 1902, se inició un periodo de fuerte inestabilidad ministerial. Esta sucesión de gobiernos fue la consecuencia de la práctica del turno de poder, aunque también influyeron en la misma las intromisiones del rey en la vida política y los fuertes enfrentamientos internos entre los dirigentes, destacando dentro del Partido Conservador y del Partido Liberal.

Tras estos gobiernos, conservadores o liberales, tuvieron que hacer frente a los mismos problemas sin llegar a resolverlos:

1º. El Nacionalismo Catalán

Es decir, el deseo de los nacionalistas catalanes de conseguir una autonomía política.

2º. El Problema Religioso

Es decir, el enfrentamiento entre los defensores de la secularización de la sociedad y los que se oponían a la misma. Este enfrentamiento se va a poner de manifiesto, por ejemplo, con la Ley de Asociaciones de Canalejas o con el tema de la secularización de los cementerios o del matrimonio católico o con el tema de la libertad de cultos.

3º. El Problema Militar

Es decir, el intervencionismo del ejército en la vida política. Este intervencionismo se puso de manifiesto en varias ocasiones, como por ejemplo cuando en 1905 algunos militares atacaron las redacciones de la revista satírica “Cut-Cut” o al periódico catalanista “La Voz de Cataluña”. O en 1906, cuando consiguieron que se aprobase la Ley de Jurisdicciones. O en 1917, con la aparición de las Juntas de Defensa. O en 1923, con el golpe de estado de Primo de Rivera.

4º. La Cuestión Social

Es decir, el problema derivado de las duras condiciones de vida y laborales de los obreros. Y vinculado a ello, el desarrollo de las organizaciones obreras y el desarrollo del terrorismo social que enfrentó violentamente a empresarios, obreros y gobierno.

El Gobierno de Maura y la Semana Trágica

En 1907, Maura volvió a gobernar. Maura intentó llevar a cabo una política regeneracionista (“Gobierno largo de Maura”). Durante este mandato se aprobaron numerosas leyes, entre ellas destacan en el plano económico-social: la Ley de Protección a la Industria Nacional, la Ley de Colonización y Repoblación Interior, la Ley de Sindicatos Agrarios, la creación del Instituto Nacional de Previsión, el plan para reconstruir la Marina de Guerra tras el desastre de 1898 y de expansión de la Marina Mercante, la Ley de Regulación del Mercado del Vino… etc. En otros aspectos, Maura reorganizó la policía y persiguió con éxito el bandolerismo meridional. También Maura reformó la Ley Electoral introduciendo como novedad el voto obligatorio. También reguló los Juzgados Municipales para que su nombramiento dependiese de las Audiencias y no de los políticos. No obstante, el proyecto de reforma que mayor repercusión tuvo fue el proyecto de reforma de la administración local. Este proyecto pretendía fomentar la autonomía municipal, eliminar el caciquismo, potenciar las diputaciones provinciales frente al centralismo, permitir la asociación regional y sobre todo permitir la creación de mancomunidades de diputaciones y mancomunidades de ayuntamientos. El proyecto fue rechazado tanto por la oposición como por algunos miembros del bloque del Partido Conservador y al final no fue aprobado. El gobierno de Maura tuvo que hacer frente a los sucesos de la “Semana Trágica” en 1909. El detonante de la crisis fue la guerra de Marruecos, aunque existieron otros motivos como el terrorismo, las tensiones sociales, el anticlericalismo y el catalanismo. La huelga general convocada esos días en Barcelona degeneró en un violento motín anticlerical y en un violento enfrentamiento entre la policía y los huelguistas. Este enfrentamiento fue reprimido con gran dureza.

La “Semana Trágica” tuvo consecuencias:

  1. Provocó la crisis parlamentaria y la caída del gobierno de Maura al no apoyar el Partido Liberal la represión emprendida tras los sucesos de Barcelona.
  2. Provocó un cambio de estrategia en el Partido Socialista. Hasta entonces este partido se había negado a colaborar con los republicanos. Ahora, tras los sucesos de Barcelona, el Partido Socialista formó una alianza electoral con los republicanos (“Unión Republicana-Socialista de 1909”) consiguiendo poco después, por primera vez, un diputado en el Parlamento.
  3. Provocó en el terreno educativo una polémica al defender el Ministro de Gobernación, De la Cierva, el cierre de las escuelas laicas (“La Escuela Moderna”) de Ferrer Guardia. Estas escuelas fueron cerradas por considerarlas responsables morales de los sucesos de la “Semana Trágica”.

Reformas de Canalejas y Asesinato

No obstante, poco después Maura fue sustituido por Canalejas, que llevó a cabo una política reformista. Entre las medidas aprobadas destacaron la abolición del impuesto de consumos, la ley regulando la jornada minera, la ley reformando el sistema de reclutamiento militar eliminando la redención total por el pago de una cantidad de dinero. Canalejas también aprobó la ley creando las Diputaciones Provinciales de Comercio. Canalejas continuó con la guerra de Marruecos e intentó aprobar la Ley de Mancomunidades de Diputaciones y Ayuntamientos. También tuvo que enfrentarse al problema religioso. Este problema elevaba la tensión política al defender unos y oponerse otros a la secularización de la sociedad. Las tensiones se intensificaron cuando en 1910 se discutió en el Senado el proyecto de las congregaciones religiosas ya existentes en España. La ley impedía el establecimiento de nuevas congregaciones sin la autorización del gobierno. Por otro lado, se establecía que la ley quedaría sin efecto si en el plazo de 2 años el gobierno no aprobaba una nueva Ley de Asociaciones, como así ocurrió más tarde. En 1912, Canalejas fue asesinado. Canalejas fue sustituido por Romanones (cacique de Guadalajara) y este fue sustituido por Dato. Ambos gobiernos tuvieron los mismos problemas. Con el gobierno de Dato se aprobó la Ley de Mancomunidades de Diputaciones y Ayuntamientos, y se tomó la decisión de mantener la neutralidad de España en la I Guerra Mundial. Esta decisión favoreció las exportaciones españolas aunque como contrapartida dio lugar a la aparición del problema de las subsistencias.

Crisis y Quiebra del Sistema de la Restauración (1917)

A lo largo de 1917, se desarrolló la mayor crisis del sistema canovista desde la crisis de 1898. La crisis giró en torno a 3 problemas:

  1. El problema militar con la aparición de las Juntas de Defensa.
  2. El problema catalán con la convocatoria de la Asamblea de Parlamentarios.
  3. El problema social con la convocatoria en agosto de 1917 de una huelga general.

La crisis de 1917 puso de manifiesto el desgaste del gobierno canovista. No fue una crisis más, sino que fue la crisis del sistema, por eso la única solución fue la formación de un gobierno de concentración nacional que estuvo presidido por García Prieto y luego Maura. Estos dos gobiernos de concentración tuvieron que hacer frente a los mismos problemas que afectaban a España desde principios de siglo (problema social, problema militar, catalanismo… etc.) Junto a esto, el gobierno también tuvo que hacer frente a otros problemas planteados durante el periodo que duró la I Guerra Mundial a pesar de la neutralidad española (problema de las subsistencias o el ataque de los submarinos alemanes a los barcos españoles o a problemas coyunturales como la gripe española de 1918 que provocó miles de muertos).

Conflictividad Social y la Guerra de Marruecos

En los años siguientes, se sucedieron diferentes gobiernos sin que ninguno llegase a solucionar los graves problemas del país. Dentro de ellos, en España, el problema planteado por la guerra de Marruecos y el problema social resultado de las difíciles condiciones de vida y laborales de los obreros que provocó una fuerte agitación social y el desarrollo del terrorismo social. Dentro del numeroso conjunto de huelgas de estos años destaca el conflicto de la Canadiense. Tras solucionarse el conflicto de esta empresa se estableció en España la jornada laboral de 8 horas diarias en 1919. A pesar de esta mejora, la conflictividad laboral continuó en aumento. Por otro lado, en diciembre de 1919 el Partido Socialista Obrero Español convocó un congreso para decidir si continuaba en la II Internacional como un partido socialdemócrata o abandonaba esta asociación y se asociaba a la III Internacional de inspiración comunista. Un sector minoritario de este partido abandonó el PSOE en 1920 y creó el PCE que se unió a la III Internacional.

La Guerra de Marruecos y el Desastre de Annual

España, desde la firma de la Entente Cordiale de 1904 y la Conferencia Internacional de Algeciras de 1906, comenzó a ejercer un protectorado sobre una pequeña franja costera del norte de Marruecos. La ocupación de este territorio se desarrolló con muchas dificultades dando lugar a una guerra que se va a prolongar hasta la dictadura de Primo de Rivera. Dentro de esta guerra destacan los sucesos ocurridos en 1909 que dieron lugar al estallido de la “Semana Trágica” de Barcelona. Más tarde, en 1921, durante el gobierno de Allende Salazar, se produjeron varios desastres bélicos que culminaron en el Desastre de Annual. Los siguientes gobiernos de España estuvieron condicionados por el tema de las responsabilidades políticas y militares por el Desastre de Annual. Para estudiar las responsabilidades militares se creó una comisión que estuvo presidida por el general Picasso (“Expediente Picasso”). A su vez, para estudiar las responsabilidades políticas se creó en el verano de 1923 una comisión parlamentaria, pero esta no pudo hacer nada ya que en septiembre de 1923, Primo de Rivera dio un golpe de estado.

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