La Crisis de la Restauración y el Ascenso del Catalanismo (1898-1930)

1. El Impacto del Desastre del 98 (1898-1902)

La pérdida de las colonias en 1898, conocida como el Desastre del 98, sumió a España en una profunda crisis. Este trauma marcó el inicio de una decadencia del poder estatal, caracterizada por la división de los partidos gobernantes y la inestabilidad política.

En este contexto surgió la Generación del 98, con figuras como Pío Baroja, Antonio Machado y Miguel de Unamuno. Inspirados por el regeneracionismo, una corriente crítica al sistema político imperante, estos artistas plasmaron en sus obras la desilusión y el deseo de cambio de la época.

1.1 El Regeneracionismo

El regeneracionismo fue un movimiento político nacionalista y reformista que ganó fuerza tras el Desastre del 98. Sus principales teóricos, Joaquín Costa, Lucas Mallada y Ricardo Macías Picavea, abogaban por la regeneración del país a través de la reforma del Estado y el fomento de la riqueza.

A pesar de su impacto inicial, el movimiento adolecía de ambigüedad en sus propuestas, oscilando entre soluciones democráticas y autoritarias. Esta falta de claridad, junto con la resistencia al cambio de las élites, impidió la concreción de reformas profundas. El único intento serio de implementar medidas regeneracionistas provino de Francisco Silvela, pero su gobierno fue efímero.

2. Las Crisis Políticas de la Restauración

2.1 Los Problemas de España

A principios del siglo XX, España se enfrentaba a una serie de problemas que lastraban su desarrollo:

  • A) Retraso económico y cultural: España estaba a la zaga del resto de Europa en términos económicos y de desarrollo social.
  • B) Corrupción política: El sistema político de la Restauración era corrupto y poco representativo. El caciquismo, la manipulación electoral y la falta de libertades lastraban la participación ciudadana.
  • C) Ejército debilitado: La derrota en Cuba había minado la moral del ejército, que además sufría de falta de modernización y exceso de mandos.
  • D) Tensiones nacionalistas: El auge de los nacionalismos periféricos, especialmente en Cataluña y País Vasco, representaba un desafío a la idea de España como nación única e indivisible.

2.2 La Crisis del Civilismo (1902-1907)

Este período estuvo marcado por la alternancia de gobiernos conservadores y liberales. La llegada al poder de los liberales en 1905 desencadenó una crisis política. Tras los ataques de oficiales del ejército a la sede de dos publicaciones catalanistas, Cu-Cut! y La Veu de Catalunya, el gobierno cedió a las presiones militares y aprobó la Ley de Jurisdicciones. Esta ley, que otorgaba a la jurisdicción militar el control de los delitos contra la patria, supuso un duro golpe al civilismo y a las libertades.

Como respuesta a la Ley de Jurisdicciones, las fuerzas catalanistas se unieron en la coalición Solidaritat Catalana, que obtuvo una victoria arrolladora en las elecciones de 1907. Sin embargo, la coalición se disolvió poco después debido a las diferencias ideológicas entre sus miembros.

2.3 La Crisis del Pacto del Pardo (1907-1912)

Durante esta etapa, los conservadores liderados por Antonio Maura y los liberales de José Canalejas intentaron, sin éxito, renovar el sistema político y afrontar los problemas del país.

Maura intentó acabar con el caciquismo, reformar la administración local y la ley electoral, y descentralizar el poder. Sin embargo, su proyecto se vio truncado por la oposición de liberales, republicanos y socialistas, que forzaron su dimisión. Esta alianza entre liberales y partidos no dinásticos supuso la ruptura del Pacto del Pardo, que había garantizado la estabilidad política durante décadas.

Canalejas, por su parte, intentó implementar un programa regeneracionista que incluía la limitación del poder de la Iglesia, la creación de un nuevo sistema educativo y la reforma del servicio militar. Sin embargo, su labor reformista se vio truncada en 1912 cuando fue asesinado por un anarquista.

2.4 La Crisis Múltiple de 1917 (1912-1918)

En 1917, la crisis del sistema político de la Restauración alcanzó su punto álgido con la triple conmoción revolucionaria: el movimiento militar de las Juntas de Defensa, la Asamblea de Parlamentarios y la huelga general.

  • Juntas de Defensa: Este movimiento militar, liderado por el coronel Benito Márquez, reivindicaba mejoras salariales y una mayor participación del ejército en la vida política.
  • Asamblea de Parlamentarios: En protesta por el cierre de las Cortes por parte del gobierno, 69 diputados y senadores se reunieron en Barcelona para exigir la formación de unas Cortes Constituyentes.
  • Huelga general: Convocada en agosto de 1917 por la UGT y la CNT, la huelga general paralizó el país y puso de manifiesto el descontento social con la situación política y económica.

2.5 La Descomposición del Sistema (1918-1923)

Tras la crisis de 1917, el sistema político de la Restauración entró en una fase de descomposición caracterizada por la inestabilidad gubernamental, la violencia social y el auge del nacionalismo.

El enfrentamiento entre el Sindicato Único y el Sindicato Libre, la crisis económica y el desastre de Annual en Marruecos (1921), donde el ejército español sufrió una humillante derrota a manos de los independentistas rifeños, agravaron la crisis.

En este contexto de caos e ingobernabilidad, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de Estado en septiembre de 1923, poniendo fin a la Restauración e instaurando una dictadura.

3. La Evolución del Catalanismo Político y la Mancomunidad

3.1 La Formulación Ideológica

La obra La Nacionalitat Catalana (1906) de Enric Prat de la Riba se convirtió en el manifiesto ideológico del catalanismo político. En ella, Prat de la Riba defendía la existencia de una nación catalana diferenciada de España, sentando las bases para la reivindicación de la autonomía.

3.2 Los Partidos Políticos en Cataluña

A principios del siglo XX, el catalanismo político se articulaba en tres grandes bloques:

  1. Catalanismo conservador: Representado por la Lliga Regionalista, liderada por Prat de la Riba, y la Unió Catalanista. La Lliga sufrió dos escisiones que dieron lugar al Centre Nacionalista Republicà y a Acció Catalana (1922).
  2. Catalanismo de izquierdas: Con figuras como Domènec Martí i Julià, defendía la liberación nacional y social de Cataluña. En este contexto surgieron partidos como el Partit Republicà Català (1917) y Estat Català, fundado por Francesc Macià desde el independentismo radical. Estas dos formaciones serían claves en la creación de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en 1931.
  3. Republicanismo lerrouxista: El Partido Republicano Radical, liderado por Alejandro Lerroux, combinaba un discurso republicano y anticlerical con un fuerte anticatalanismo.

3.3 La Mancomunidad de Cataluña

La Mancomunidad de Cataluña, creada en 1914, supuso un paso importante en la consecución del autogobierno catalán. Impulsada por Enric Prat de la Riba, la Mancomunidad unificaba las cuatro diputaciones catalanas (Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona) bajo un único órgano de gobierno.

A pesar de sus limitadas competencias y recursos, la Mancomunidad llevó a cabo una importante labor en materia de educación, cultura e infraestructuras. Se impulsó la enseñanza en catalán, se crearon bibliotecas y museos, y se mejoraron las comunicaciones y el suministro de agua y electricidad.

La dictadura de Primo de Rivera, con su carácter centralista y autoritario, supuso un duro golpe para la Mancomunidad. En 1925, la Mancomunidad fue finalmente suprimida, poniendo fin a una década de autogobierno catalán.

4. La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

La dictadura de Primo de Rivera se caracterizó por su carácter autoritario, su nacionalismo español y su programa regeneracionista.

4.1 Apoyo y Oposición

Primo de Rivera contó con el apoyo del rey Alfonso XIII, parte del ejército, la Iglesia, la burguesía industrial y financiera, y amplios sectores de la población rural, especialmente en Castilla.

La oposición a la dictadura provino de las clases medias urbanas, estudiantes, intelectuales (como José Ortega y Gasset o Miguel de Unamuno), y los nacionalismos periféricos. El PSOE y la UGT mantuvieron una postura ambigua, colaborando con la dictadura en sus inicios pero distanciándose a partir de 1929. La CNT, por su parte, fue duramente reprimida.

4.2 La Dictadura en Acción

Durante el Directorio Militar (1923-1925), Primo de Rivera suspendió la Constitución, prohibió los partidos políticos y sindicatos, y limitó las libertades civiles. Se estableció un sistema de gobierno autoritario basado en la Unión Patriótica, un partido único creado por el régimen.

En el ámbito económico, la dictadura impulsó una política intervencionista con el objetivo de modernizar el país. Se llevaron a cabo importantes obras públicas, como la construcción de carreteras, ferrocarriles y pantanos.

En política exterior, el principal éxito de la dictadura fue la pacificación de Marruecos, conseguida gracias al desembarco de Alhucemas en 1925.

4.3 El Directorio Civil y la Caída de la Dictadura

En 1925, Primo de Rivera intentó dotar al régimen de una apariencia de normalidad con la creación del Directorio Civil. Se elaboró un proyecto de Constitución, que nunca llegó a entrar en vigor, y se intentó crear un parlamento corporativista.

Sin embargo, la dictadura se enfrentaba a una creciente oposición interna y externa. La crisis económica de 1929, que golpeó duramente a España, debilitó aún más al régimen.

Finalmente, ante la falta de apoyos y la presión de la oposición, Primo de Rivera presentó su dimisión al rey el 28 de enero de 1930. Su caída marcó el inicio de una nueva etapa de inestabilidad política que culminaría con la proclamación de la Segunda República en 1931.

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