La Crisis de los Años Treinta
En los últimos años de la década de 1920, la economía europea se recuperó de las crisis de posguerra, en gran parte gracias a la ayuda financiera de Estados Unidos. Esto generó una relación de dependencia de Europa respecto a la economía estadounidense.
Causas de la Crisis
Varios fueron los motivos que condujeron a esta grave crisis económica:
- La sociedad de consumo en Estados Unidos: En la década de 1920, en Estados Unidos surgió la sociedad de consumo, donde las compras se solían realizar a través del crédito fácil.
- La superproducción: Las industrias producían más artículos de los que el mercado podía vender.
- Los bajos precios de los productos agrícolas.
- La especulación en la bolsa: Los capitales disponibles no se invirtieron en la producción de bienes, sino en la bolsa con fines especulativos, debido a la subida del valor de las acciones y a los altos beneficios que proporcionaban.
El Crack de la Bolsa de Nueva York
Las acciones estaban muy sobrevaloradas. En octubre de 1929, los inversores, conscientes de esta situación, comenzaron a vender masivamente sus acciones en Wall Street (sede de la Bolsa de Nueva York). Se vendieron trece millones en un solo día, lo que provocó la caída en picado de su valor. Millones de personas perdieron sus fortunas o sus ahorros. Este evento se conoce como el crack de la Bolsa de Nueva York.
La Gran Depresión
El efecto del crack de la Bolsa de Nueva York se extendió a la Bolsa de Londres y después a las del resto de Europa y a Japón, lo que tuvo grandes consecuencias:
- Proteccionismo: Estados Unidos defendió sus productos frente al exterior, política que fue imitada por el resto de las naciones. Este proteccionismo influyó negativamente en las relaciones comerciales y en la economía.
- Repatriación de capitales: Los estadounidenses recuperaron los capitales invertidos en Europa, lo que agravó aún más la crisis europea.
- Disminución de las inversiones: Las inversiones cesaron o se redujeron notablemente.
El Ascenso de los Totalitarismos
En las décadas de 1920 y 1930 se implantaron en algunos países de Europa regímenes totalitarios que sustituyeron a las democracias.
Causas del Ascenso de los Totalitarismos
El ascenso de los totalitarismos en la Europa de la posguerra se explica por la crítica situación que vivió este continente, caracterizada por:
- La recuperación tras una terrible guerra.
- La preocupación ante la posibilidad de que estallara una revolución obrera similar a la que había triunfado en Rusia.
- El temor a la crisis económica iniciada en 1929.
Todo ello llevó al desgaste del sistema liberal y a que se desconfiara de él, al considerarlo culpable de la situación. En algunos países se vio como única salida a la crisis la implantación de gobiernos autoritarios.
El Totalitarismo Fascista
Los totalitarismos de corte fascista, sobre todo el italiano y el alemán, consiguieron el apoyo de todas las clases sociales y lograron crear un verdadero movimiento de masas. En ambos casos implantaron un Estado totalitario centralizado que tenía al Partido como principal instrumento organizativo. Se oponían a la democracia liberal.
Los métodos de actuación de los regímenes fascistas se fundamentaban en:
- Rendir culto a un líder carismático, del que emanaba el poder y que representaba a la nación.
- Establecer una jerarquización social en clases, divididas en corporaciones según su trabajo.
- Exaltar el militarismo, que impregnaba la sociedad civil.
- Recurrir al revanchismo y justificar la guerra como medio para impulsar la expansión territorial de carácter imperialista.
- Mostrar un arraigado nacionalismo, que reforzaba el sentimiento de unidad nacional y que degeneró en racismo.
El Fascismo Italiano
Durante el periodo de entreguerras se produjo en Italia una situación de desorden social e inestabilidad política, provocada por intentos revolucionarios, que debilitó al sistema democrático y favoreció la subida al poder de Benito Mussolini (1922), quien estableció un sistema político totalitario denominado fascismo, caracterizado por:
- En política interior: Se impuso el poder absoluto de Mussolini y del Partido Fascista. El Gran Consejo Fascista sustituyó al Parlamento.
- En política exterior: La ideología ultranacionalista se tradujo en una actuación agresiva frente a otras naciones.
- En economía: Se impuso un sistema autárquico e intervencionista por parte del Estado.
- En la sociedad: Se fomentó el corporativismo y se suprimieron los derechos laborales (las huelgas estaban prohibidas).
El Totalitarismo Nazi
Los efectos de la crisis económica dejaron a Alemania en una difícil situación económica y social en la década de 1930: seis millones de parados, empobrecimiento de las clases medias, temor de industriales y banqueros a una revolución, huelgas obreras e inestabilidad política. En 1933, el líder nacionalista Adolf Hitler ganó las elecciones apoyado por los partidos de derecha, formó gobierno, impuso la dictadura, liquidó la República de Weimar y fundó el III Reich alemán. Hitler unió el deseo revanchista frente a los vencedores de la Primera Guerra Mundial a las medidas para la recuperación económica, impregnadas de un racismo antisemita (animadversión a los judíos) y de un exaltado pangermanismo.
El régimen totalitario nazi de Hitler se caracterizó por:
- En política interior: Se impuso el control del Partido Nazi, cuyos instrumentos fueron una implacable policía política (Gestapo) y diversas fuerzas paramilitares, como las SA.
- En política exterior: Se centró en denunciar el Tratado de Versalles (Alemania abandonó la Sociedad de Naciones en 1933). A la vez, se plantearon reivindicaciones territoriales, lo que produjo enfrentamientos con los países vecinos y puso en peligro la paz internacional.
- En economía: Se aplicó una política autárquica mediante la inversión en obras públicas (autopistas, puertos…). La producción industrial fue intervenida y orientada a cubrir las necesidades militares. Las consecuencias de esta política fueron la eliminación del desempleo y el logro del pleno empleo en 1938.
- En la sociedad: Se fomentó una política natalista con el fin de incrementar la reserva de soldados y se militarizó a los obreros, a cambio de proporcionarles estabilidad en el trabajo.
En 1938, Alemania había salido de la crisis económica, pero había sentado las bases para algo peor: la guerra.