LAS GUERRAS COLONIALES Y LA CRISIS DE 1898
En Cuba había tantos intereses económicos, ya que era la productora mundial de azúcar y tabaco, e interés sociales por parte de los emigrantes españoles. Tras la Paz de Zanjón en 1879, los cubanos esperaban del gobierno español una serie de reformas que les otorgasen los mismos derechos de representación política en las cortes que al resto de españoles, la participación en el gobierno de la isla, la libertad de comercio y la abolición de la esclavitud.Se crearon dos partidos siguiendo el modelo bipartidista español: el Partido Autonomista integrador por mayoría cubana, y Unión Constitucional, un partido españolista que contaban con mayoría española de los integrantes en la isla que propugnaba una serie de reformas sin llegar a la independencia. En 1888, durante el gobierno de Sagasta se abolió la esclavitud, y se propuso un proyecto de reforma del estatuto colonial de Cuba pero no prospero por la fuerte presión de los intereses económicos españoles. En 1893, un intelectual, José Martí, fundo el Partido Revolucionario Cubano cuyo objetivo era la consecución de la independencia. Este partido contó con el apoyo de EEUU, ya que el presidente norteamericano, McKinley, deseaba anexionarse Cuba. En 1879 se produjo un nuevo intento de levantamiento contra la presencia española en la isla que dio lugar a la llamada Guerra Chiquita. Los cubanos fueron derrotados al año siguiente por la falta de apoyos. Pero pocos años después, el Grito de Baire en febrero de 1895 inicio un levantamiento generalizado, liderado por los militares Maceo y Máximo Gómez. Cánovas envió un ejército al mando de Martínez Campos, el cual fue sustituido por Weyler por no controlar la situación. Este inicia una dura represión a los campesinos separándoles de las guerrillas. Tras el asesinato de Cánovas en 1897, el nuevo gobierno envía al general Blanco, además la población española estaba dispuesta a ir a la guerra (Pi y Margal, los anarquistas, los socialistas, intelectuales como Unamuno…). Se empleo una estrategia de coalición decretando la autonomía de Cuba, el sufragio universal masculino, la igualdad de derechos entre insulares y peninsulares y la autonomía arancelaria. Pero las reformas llegaron demasiado tarde ya que los sublevados contaban con el apoyo estadounidense. En 1898 EEUU interviene en Cuba con el objetivo de defender los intereses norteamericanos. El incidente del acorazado estadounidense Maine, que estallo en el puerto de la Habana, culpó falsamente a los agentes españoles del hecho y se envió a España un ultimátum exigiendo la retirada de Cuba. El gobierno español amenazo con declarar la guerra en caso de invasión de la isla. Así comenzaba la guerra hispano-norteamericana. El almirante Cervera partió hacia Cuba pero fue rápidamente derrotado en la batalla de Santiago.
Otra colonia española fue Filipinas de la cual se importaban productos pues servía de mercado con los chinos y los pueblos orientales. El conflicto cubano se extendió en Filipinas, donde en el año 1896 se produjo una rebelión. El independentismo encabezado por José Rizal se endureció con la creación de la Liga Filipina. El general García Polavieja reprimió a los sublevados. En 1897 el gobierno liberal español nombro general a Primo de Rivera quien negoció con los principales jefes de la insurrección dando como resultado una pacificación momentánea. Pero EEUU intervino, al mismo tiempo que en Cuba, en Filipinas. Allí derroto al ejército español en la batalla de Cavite. En diciembre de 1898 se firmo la Paz de Paris por la cual España se comprometía ha abandonar Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que pasaron a ser protectorado estadounidense.La derrota y la consiguiente pérdida de las colonias fueron conocidas en España como el “desastre del 98”. Aunque la crisis del sistema político, de la sociedad y de la cultura española ya estaba anunciada, el desastre se convirtió en símbolo de la primera gran crisis del sistema político de la Restauración. España se desmoronó por la crisis moral e ideológica, la llegada de soldados heridos y más de 120000 muertos. Se generó una crisis económica, pues subieron los precios de los alimentos por la perdida de un mercado de importaciones. Hubo un gran desprestigio militar derivado de la dureza de la derrota. El ejército no estaba preparado para esa guerra. Los militares a partir del siglo XX harán una campaña colonizadora para conquistar territorios africanos y así conseguir prestigio. La crisis estimuló el crecimiento de los movimientos nacionalistas, sobre todo en el País Vasco y Cataluña, donde se denunció la incapacidad de los partidos dinásticos. El desastre del 98 significo el fin del sistema de la Restauración, tal como lo había diseñado Cánovas, y la aparición de una nueva generación de políticos, intelectuales, científicos, empresarios… que empezaron a actuar en el nuevo reinado de Alfonso XIII. Se profundizaron las críticas al sistema. Los intelectuales regeneracionistas, como J. Costa, critican el sistema de la Restauración por corrupto y fraudulento y proponen cambiar la situación con programas basados en la reorganización política, la dignificación de la vida parlamentaria y la reforma educativa.