La Crisis del 98 y la Dictadura de Primo de Rivera en España

El Desastre Colonial y la Crisis del 98

1. Conflicto Cubano

La falta de autonomía en Cuba provocó un aumento del independentismo. Figuras como José Martí lideraron la lucha, con base en la parte oriental de la isla y el apoyo del campesinado. El Partido Revolucionario Cubano (PRC) se enfrentó a la dura represión del general Weyler. La intervención de Estados Unidos en la guerra (apoyando a los independentistas) llevó a la derrota española.

2. Insurrección Filipina

José Rizal y el Katipunan iniciaron un levantamiento en Filipinas. El fusilamiento de Rizal intensificó la lucha. El general Polavieja intentó sofocar la rebelión, pero finalmente España perdió el control de la colonia frente a las fuerzas del Frente Patriótico Revolucionario (FPR) lideradas por Emilio Aguinaldo, quien luego recibiría el apoyo de Estados Unidos.

3. Conflicto Hispano-Norteamericano

Estados Unidos, bajo la presidencia de McKinley, ocultó sus ambiciones imperialistas en el Caribe. La guerra fue rápida y contundente. La flota estadounidense, liderada por el almirante Dewey, destruyó la escuadra española en la batalla de Cavite. El 1 de julio, las tropas estadounidenses desembarcaron en Cuba y tomaron posiciones estratégicas como El Caney y la Loma de San Juan. La batalla naval de Santiago de Cuba selló la derrota española.

4. Consecuencias de la Guerra

El Tratado de París (1898) puso fin al conflicto. España perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Las consecuencias fueron devastadoras, tanto a nivel humano como económico. España tuvo que pagar una indemnización de 2 millones de pesetas. En agosto, se repatriaron los soldados españoles. La Restauración se debilitó, aunque el gobierno de Sagasta se mantuvo en el poder. Pronto se suspendieron las Cortes y se convocaron elecciones, que dieron la victoria a los conservadores (1899) liderados por Silvela.

Se intentó una política de Unión Nacional, apoyada por las Cámaras de Comercio y la Liga Nacional de Productores, pero fracasó. El Regeneracionismo de Silvela y Polavieja intentó reformar el sistema tributario, pero la huelga fiscal obligó a Polavieja a dimitir. Las medidas regionalistas de Durán y Bas encontraron oposición en el gobierno. En 1900, Silvela dimitió y Sagasta formó su último gobierno.

La Dictadura de Miguel Primo de Rivera

1. Causas

a) Contexto Internacional

La Primera Guerra Mundial (1918) provocó una crisis en las democracias liberales. El parlamentarismo se vio afectado por discusiones inútiles y los partidos liberales se centraron en sus propios intereses. El Estado se enfrentó a dos frentes: el socialismo, inspirado en la Revolución Rusa y la «dictadura del proletariado», y el fascismo, un movimiento autoritario que atraía a las clases medias temerosas del comunismo. Ambos frentes se caracterizaban por un fuerte nacionalismo.

b) Crisis de la Restauración

El reinado de Alfonso XIII estuvo marcado por diversos problemas:

  1. Problema político: El Regeneracionismo fracasó en su intento de reformar el sistema. La desintegración de los partidos del turno y el activo papel político del rey impidieron la integración del PSOE, los nacionalistas catalanes y vascos, y los republicanos.
  2. Problema social: La España oficial ignoraba la realidad de la España profunda, sumida en la miseria. Las leyes sociales llegaron tarde, lo que provocó huelgas y revueltas. La inflación y el estancamiento de los salarios en 1917 impulsaron la creación de sindicatos. La UGT, la CNT y el PSOE se radicalizaron, y una escisión del PSOE dio lugar a la creación del PCE (Partido Comunista de España).
  3. Problema militar: El ejército necesitaba una reforma urgente. El número de oficiales era excesivo y el ascenso era rápido para los «africanistas» (militares con experiencia en la Guerra de Marruecos). Las críticas al desastre del 98 y la Guerra de Marruecos llevaron al ejército a un mayor protagonismo político (Juntas de Defensa de 1917).
  4. Problema nacionalista: Los partidos nacionalistas catalanes y vascos se enfrentaron a la postura centralista del gobierno y el ejército.
  5. Problema religioso: Los partidos liberales intentaron recortar el poder e influencia social de la Iglesia, lo que generó tensiones.

2. Golpe de Estado y Ascenso de Primo de Rivera

En este contexto, Primo de Rivera publicó un manifiesto en Barcelona (13 de septiembre de 1923) en el que pedía la formación de un directorio militar. Contó con el apoyo de la mayoría de los capitanes generales y del rey Alfonso XIII, quien lo nombró presidente del gobierno el 15 de septiembre. Este hecho marcó el fin del sistema canovista. Primo de Rivera había ascendido en el ejército por su valor en las guerras coloniales. En 1922 fue destituido de la capitanía general de Madrid.

3. Directorio Militar (1923-1925)

El Directorio Militar, formado por nueve generales, suprimió las instituciones del sistema canovista y declaró el estado de excepción. El gobierno civil fue sustituido por militares. El pueblo se mostró dividido ante el golpe, con el apoyo de algunos sectores y la oposición de otros, como los anarquistas. La UGT colaboró inicialmente con la dictadura a cambio de mejoras laborales. Primo de Rivera prometió que su gobierno sería temporal y que acabaría con el caciquismo, la farsa electoral, el desorden público y la guerra de Marruecos. Su discurso se basaba en el regeneracionismo.

Para controlar el problema social, se nombró a Martínez Anido como jefe de la Guardia Civil. En Marruecos, se llegó a un acuerdo con Francia para retirarse de las posiciones poco seguras y se lanzó una contraofensiva con el desembarco de Alhucemas. La falta de libertades y democracia preocupó a intelectuales y estudiantes.

4. Directorio Civil (1925-1930)

El éxito en Marruecos permitió a Primo de Rivera afianzarse en el poder. Se estableció una nueva estructura: la dictadura militar fue sustituida por un Directorio Civil, con un Consejo de Ministros presidido por el propio Primo de Rivera y con José Calvo Sotelo como ministro de Hacienda. Con este cambio, se pretendía salvar el prestigio del ejército, terminar con la guerra de Marruecos y obtener el reconocimiento de la mayoría de la población.

El dictador se marcó dos objetivos principales: crear un órgano periodístico propio (el diario La Nación) y un partido que aglutinara a sus partidarios (la Unión Patriótica). Para ello, se rodeó de colaboradores afines al régimen y creó la Unión Patriótica en julio de 1926. El partido se dotó de unos estatutos y un reglamento interno, con tres órganos principales: el jefe (Primo de Rivera), la Junta Directiva y el Comité Ejecutivo. La Unión Patriótica estaba integrada por católicos, funcionarios y antiguos caciques. Su principal problema era la dependencia del dictador.

a) Política Socio-Laboral

El régimen estableció un modelo de relaciones laborales basado en la eliminación de conflictos y la intervención del Estado. Se integró a los sectores moderados del movimiento obrero en organismos oficiales. Se creó la Organización Corporativa Nacional, que establecía la fundación de comités paritarios en cada oficio, formados por patronos y obreros. En caso de desacuerdo, se recurría al arbitraje y la decisión de los representantes del Estado.

La promulgación del Código de Trabajo tuvo buena acogida. Se establecieron medidas como el seguro de maternidad, la regulación de la emigración y las ayudas a las familias numerosas. La UGT y el PSOE apoyaron inicialmente estas medidas, pero la dictadura entró en crisis cuando dejaron de hacerlo. La CNT fue perseguida y sus líderes fueron fusilados. El PCE, por su parte, defendía la revolución y la transformación radical del sistema.

b) Política Económica

El Estado intervino directamente en la economía para fomentar la actividad económica. Las principales actuaciones fueron:

  • Protección de la industria nacional mediante la concesión de préstamos y ayudas.
  • Concesión de monopolios, como el de Tabacos en Ceuta y Melilla a Juan March, y la creación de CAMPSA, controlada por un consorcio de 41 bancos españoles.
  • Realización de obras públicas, especialmente en infraestructuras hidráulicas y carreteras. La financiación de estas obras se realizó mediante deuda pública, lo que provocó un déficit crónico. El problema agrícola no se abordó.

5. Caída de la Dictadura

a) Intento de Institucionalización

Primo de Rivera intentó institucionalizar la dictadura mediante la creación de una Asamblea Nacional Consultiva, formada por miembros de la Unión Patriótica, representantes de la administración y miembros de la «clase política». Se elaboró un proyecto de Constitución con un marcado carácter autoritario, pero fue rechazado por la falta de apoyo de la Corona y de otros sectores políticos.

b) Oposición al Régimen y Caída de la Dictadura

Intelectuales como Miguel de Unamuno criticaron duramente la dictadura. El Ateneo de Madrid fue clausurado y la oposición al régimen se intensificó. Los republicanos, agrupados en el partido Alianza Republicana y con el apoyo de intelectuales, buscaban la caída de la dictadura y la monarquía, y la proclamación de una república.

La oposición también surgió dentro del ejército. Algunos generales, con el apoyo de republicanos y figuras políticas de la Restauración, planearon un golpe de Estado conocido como la «Sanjuanada». El levantamiento fracasó debido a la falta de coordinación y a la reacción del gobierno. Primo de Rivera modificó el sistema de ascensos en el ejército, lo que generó malestar entre los militares. En enero de 1929, se produjo un nuevo pronunciamiento militar liderado por el general Sánchez Guerra. El plan consistía en expulsar a Alfonso XIII y convocar Cortes Constituyentes para decidir la forma de gobierno del país. El golpe fracasó por las indecisiones de los conspiradores.

Los estudiantes universitarios se declararon en huelga en protesta por la falta de equivalencia entre los títulos universitarios españoles y los extranjeros. La huelga fue duramente reprimida y la Universidad de Madrid fue cerrada. El movimiento se extendió y profesores e intelectuales como José Ortega y Gasset renunciaron a sus cátedras. El gobierno cedió ante la presión y la amenaza de un escándalo internacional. Los estudiantes y profesores exigían el fin de la monarquía y la instauración de una república.

En 1929, la Asamblea Nacional Consultiva elaboró un nuevo proyecto de Constitución, que también fue rechazado. Primo de Rivera, sin apoyos y ante una grave crisis económica que comenzó a finales de 1929, presentó su dimisión al rey en enero de 1930, tras perder el apoyo de los altos mandos militares. Alfonso XIII nombró al general Dámaso Berenguer como nuevo jefe del gobierno, iniciándose así la llamada «dictablanda».

La caída de la dictadura de Primo de Rivera abrió un periodo de inestabilidad política que culminaría con la proclamación de la Segunda República en abril de 1931.

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