La Crisis del Siglo XVII
Los Validos y el Declive de la Monarquía
Tras la muerte de Felipe II en 1598, los monarcas renunciaron a gobernar personalmente, delegando en ministros omnipotentes conocidos como validos. Muchos de ellos abusaron de su poder, aumentando la corrupción e ineficacia de la administración.
Felipe III y el Duque de Lerma
Felipe III (1598-1621) tuvo un reinado pacífico, pero bajo su mandato se produjo la expulsión definitiva de los moriscos (1609). El gobierno quedó en manos de su valido, el duque de Lerma.
Felipe IV y el Conde-Duque de Olivares
Durante el reinado de Felipe IV (1621-1665), el poder recayó en el poderoso valido, el conde-duque de Olivares. Su gobierno se caracterizó por el autoritarismo y la centralización.
La Guerra de los Treinta Años
Uno de los acontecimientos clave del siglo fue la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), un conflicto religioso y político que enfrentó a protestantes y católicos. España apoyó al Imperio, pero sufrió derrotas como la batalla de Rocroi (1643). La guerra concluyó con la Paz de Westfalia (1648), que reconoció la soberanía de los estados y su religión.
La Independencia de Portugal y los Países Bajos
Dos años después de la Paz de Westfalia, España reconoció la independencia del norte de los Países Bajos. La guerra con Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos (1659), en la que España cedió territorios y reconoció la hegemonía francesa en Europa.
Los Levantamientos de Portugal y Cataluña
En 1640, el conde-duque de Olivares intentó centralizar la monarquía, lo que provocó el levantamiento de Portugal y Cataluña. Portugal proclamó rey al duque de Braganza, logrando su independencia definitiva en 1652.
La revuelta de Cataluña se originó por la exigencia de alojar tropas y contribuir a los gastos militares. Los desmanes de los soldados reales provocaron la rebelión, que contó con el apoyo de Francia. El conflicto finalizó en 1652 con la rendición de Barcelona.
El Reinado de Carlos II y la Guerra de Sucesión
La dinastía concluyó con Carlos II (1665-1700), un monarca incapaz conocido como»el Hechizad». En su testamento, legó el trono a Felipe de Anjou, pero el Archiduque Carlos de Austria también reclamó el trono, lo que desencadenó la Guerra de Sucesión.
Crisis Social y Económica
El siglo XVII se caracterizó por una profunda crisis social y económica en Europa. En los territorios hispánicos, esta crisis fue aún más grave, provocando la pérdida de la hegemonía política europea.
- Disminución de la población: La población disminuyó de ocho a siete millones debido a la emigración, las guerras, la expulsión de los moriscos y las epidemias.
- Declive de la agricultura: La agricultura empeoró su situación, con la reducción del ganado y la destrucción provocada por las guerras.
- Aumento de los gastos públicos: Los gastos de la corte y las guerras aumentaron, mientras que la llegada de metales preciosos americanos disminuyó.
- Crisis menos intensa en la Corona de Aragón: La Corona de Aragón sufrió la crisis con menor intensidad.