En 1902, con 16 años, es coronado Alfonso XIII. En su diario deja constancia de su interés por intervenir en política y de su carácter mesiánico, de “salvador” de los males de España en sintonía con el regeneracionismo derivado del 98.
Debilidad de los Partidos Dinásticos
Los dos partidos dinásticos, conservadores y liberales intentarán continuar el sistema, pero su propia debilidad interna, y los sucesivos problemas relacionados con las cuestiones religiosa, militar, catalana y marroquí, supondrá su desaparición ya entrado el siglo XX.
Antonio Maura y la «Revolución desde Arriba»
Destaca en el partido conservador la figura de Antonio Maura, el cual, desde el poder intentará lo que él mismo denominará “revolución desde arriba” y que no es sino un intento regeneracionista de modernizar y mejorar democráticamente el estado. Su renuncia por los sucesos de la semana trágica de Barcelona, acabarán con su reforma.
José Canalejas y la «Revolución Social»
En el partido liberal sobresale José Canalejas que intentará lo contrario, la “revolución social” o desde abajo. Abolirá la “redención en metálico” militar, el impuesto de consumos y querrá impedir la implantación de nuevas órdenes religiosas con su “ley del candado”. Su prematura muerte asesinado por el anarquismo en 1912 también supondrá el fin de las reformas.
Tres Golpes al Sistema
Por su importancia destacan tres hechos que supondrán un duro golpe para el sistema.
La Semana Trágica de Barcelona (1909)
En primer lugar la “semana trágica” de Barcelona del verano de 1909. Será un levantamiento popular, apoyado por el movimiento obrero, por parte de los reservistas movilizados para acudir a la guerra de Marruecos en donde se venían producido graves enfrentamientos como los del barranco del lobo entre soldados españoles y rebeldes rifeños. Tras la quema de conventos y graves disturbios el motín será dominado por el ejército y será ejecutado como “responsable intelectual” Ferrer y Guardia, intelectual anarquista que dirigía la “Escuela Moderna” y que ya había sido acusado con motivo del intento de magnicidio sobre Alfonso XIII y su reciente esposa, Eugenia de Battemberg. Su ejecución supondrá la primera oleada internacional de protestas frente a las embajadas españolas en Europa.
Problemas del Ejército Español
La semana trágica sacó a la luz los problemas del ejército español, enfrentado internamente entre “africanistas” y “peninsulares”, con escaso presupuesto y atrasado, demasiados oficiales y furibundamente antinacionalista, hecho acentuado tras la aprobación de la “Ley de Jurisdicciones” (1906).
La Primera Guerra Mundial y el Descontento Social
La Iª Guerra Mundial (1914-18) supuso un gran beneficio global para España, que al mantenerse neutral pasó a ser suministradora de los países contendientes, pero este beneficio fue muy desigual. La inflación se disparó al tiempo que los salarios populares se mantuvieron perdiendo mucho poder adquisitivo. Llegados al verano de 1917 el descontento social era imparable. En ese verano confluyeron 3 movimientos en 1.
- En junio muchos oficiales militares iniciaron un movimiento de tipo “juntista” en reclamación de mejoras de todo tipo. Estas juntas fueron reconocidas por el presidente Eduardo Dato y esto “recordó” a los militares que aún podían “intervenir” en decisiones políticas.
- En julio el nacionalismo y el republicanismo convocó una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona exigiendo elecciones constituyentes que cambiaran el sistema político. Fue disuelta por la policía, pero quedó patente el descontento y la fuerza creciente de la oposición.
- En Agosto, emulando los sucedido en Rusia, UGT y CNT declaran la “huelga general revolucionaria” iniciando el camino hacia la revolución marxista. El ejército y la práctica totalidad de la clase política reaccionan con miedo la huelga es reprimida violentamente.
Los «Años de Plomo»
Tras este verano “revolucionario”, el sistema no puede ni siquiera mantener el orden público ni la normalidad institucional. Se suceden los llamados “años de plomo” en los que grupos anarquistas y pistoleros encuadrados en el “sindicato libre”, financiado por la patronal, se enfrentarán en las calles hasta la llegada de Miguel Primo de Rivera.
El Desastre de Annual y la Dictadura de Primo de Rivera
Por último, desde la creación del Protectorado español de Marruecos en 1906 (Conferencia de Algeciras), su explotación y dominio –cuestión marroquí- había sido un gran problema. En 1921, el ejército, alentado por Alfonso XIII, inicia una gran operación, mal diseñada, que conducirá al llamado desastre de Annual y los sucesos del Monte Arruit. La Comisión Picasso (por el nombre del general instructor) elabora un informe que denuncia la incompetencia militar y la injerencia Real, pero antes de que se haga público, el capitán general de Barcelona, Migue Primo de Rivera, se pronuncia con éxito en septiembre del año 1923 (imitando el ejemplo de Mussolini en Italia). Cuenta con el apoyo tácito del Rey. Es el fin del sistema canovista y el inicio de una dictadura de corte semi-fascista que se mantendrá hasta la proclamación de la 2ª República en 1931.