La crisis del sistema de la Restauración y la caída de la monarquía (1902-1931)

Bloque 9.

LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1902-1931)

1-DEFINE EN QUÉ CONSISTIÓ EL “REVISIONISMO POLÍTICO” INICIAL DEL REINADO DE ALFONSO XIII, Y LAS PRINCIPALES MEDIDAS ADOPTADAS

2-REPRESENTA UNA LÍNEA DEL TIEMPO DESDE 1902 HASTA 1931, SITUANDO EN ELLA LOS PRINCIPALES ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS.

3-ESPECIFICA LA EVOLUCIÓN DE LAS FUERZAS POLÍTICAS DE OPOSICIÓN AL SISTEMA: REPUBLICANOS Y NACIONALISTAS.

4-EXPLICA LAS REPERCUSIONES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y LA REVOLUCIÓN RUSA EN ESPAÑA.

5-ANALIZA LAS CAUSAS, PRINCIPALES HECHOS Y CONSECUENCIAS DE LA INTERVENCIÓN DE ESPAÑA EN MARRUECOS ENTRE 1904 Y 1927.

6-ANALIZA LA CRISIS GENERAL DE 1917: SUS CAUSAS, MANIFESTACIONES Y CONSECUENCIAS.

7-DESCRIBE LA EVOLUCIÓN DE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA, DESDE EL DIRECTORIO MILITAR AL DIRECTORIO CIVIL Y SU FINAL.

8-EXPLICA LOS FACTORES DE LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA DE ESPAÑA EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX.

1-DEFINE EN QUÉ CONSISTIÓ EL “REVISIONISMO POLÍTICO” INICIAL DEL REINADO DE ALFONSO XIII, Y LAS PRINCIPALES MEDIDAS ADOPTADAS

A principios del siglo XX el sistema político de la Restauración seguía vigente. Sus fundamentos eran una monarquía liberal -pero no democrática- que descansaba en la Constitución de 1876. Este sistema había funcionado con bastante estabilidad gracias al pacto entre los dos grandes partidos dinásticos (Conservador y Liberal) para alternarse pacíficamente en el gobierno.

Pero a finales del siglo XIX, una corriente ideológica, el regeneracionismo, denunció los vicios del sistema, dominado por una oligarquía, y realizó una serie de propuestas para la modernización política, social y económica de España.

Cuando Alfonso XIII accedió al trono en 1902, los partidos dinásticos habían optado por líderes regeneracionistas: Maura en el Conservador y Canalejas en el Liberal. En el llamado “gobierno largo” de Maura (1907 – 1909), este puso en marcha su “revolución desde arriba”. Se trataba de hacer hondas reformas del sistema liberal-parlamentario, pero sin alterar las bases del régimen.

Su programa más importante fue el proyecto de ley de administración local, que contemplaba una mayor autonomía para las corporaciones locales y la posibilidad de crear mancomunidades locales y provinciales. Su programa incluyó otras disposiciones, como una política de intervención estatal y de protección y fomento de la industria nacional; y medidas sociales, como la creación del Instituto Nacional de Previsión, la ley de descanso dominical y la legalización de la huelga.

Por su parte, Canalejas, emprendió el intento más importante de regeneración del sistema para lograr su progresiva democratización y ampliar sus bases sociales. Intentó la secularización del Estado (“Ley del Candado” 1910) y la intervención en materia social (reducción de la jornada laboral; ley de accidentes de trabajo; prohibición del trabajo femenino nocturno; supresión del impuesto de consumos por otro progresivo de las rentas urbanas; desaparición de la redención en metálico del reclutamiento, etc).

No obstante los programas expuestos, los partidos dinásticos continuaron dominando el espectro político español, recurriendo al caciquismo para perpetuarse e impedir el acceso de otros partidos a la escena política española. Asimismo, ambos partidos -conservador y liberal- empezaron su descomposición interna y sus escisiones, que culminarán a partir de 1917 con la formación de breves gobiernos de concentración, hasta su desaparición en 1923 con el golpe militar de Primo de Rivera.

2-REPRESENTA UNA LÍNEA DEL TIEMPO DESDE 1902 HASTA 1931, SITUANDO EN ELLA LOS PRINCIPALES ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS.

3-ESPECIFICA LA EVOLUCIÓN DE LAS FUERZAS POLÍTICAS DE OPOSICIÓN AL SISTEMA: REPUBLICANOS Y NACIONALISTAS.

Los partidos excluidos del sistema habían tenido muy poco peso desde el comienzo de la Restauración, pero en los inicios del siglo XX su fuerza y sus apoyos comenzaron a aumentar.

Los republicanos

En las primeras décadas del siglo XX la oposición más importante era el republicanismo. Representaba la aspiración de los intelectuales y de sectores de las clases medias a una democratización política, que identificaban con el régimen republicano. Conoció una renovación ideológica con la inclusión de las doctrinas del nuevo liberalismo democrático, más sensible a las reformas sociales, para intentar mejorar la vida de las clases medias y obreras. El impulso regenerador y unificador llegó en 1903 con la formación de la Unión Republicana, cosechando un notable éxito electoral en las grandes ciudades. Las divergencias en este partido terminaron por dividir de nuevo al republicanismo; en 1908 se escindió el sector radical liderado por Lerroux, que formó el partido radical.

Los nacionalistas

El nacionalismo catalán

El catalán era el nacionalismo de mayor relevancia en las primeras décadas del siglo XX. Estuvo dominado por la Lliga Regionalista, fundada en 1901. Esta formación política consideraba que se debía compatibilizar la regeneración política y la modernización económica con su reivindicación de la autonomía de Cataluña. Este era el partido de la burguesía catalana y no contó con el apoyo de la clase obrera, ya que no atendía a las reformas sociales. Practicó una política pactista colaborando en ocasiones con los partidos del turno (Conservadores y Liberales).

El nacionalismo vasco

Tras la muerte de Sabino Arana en 1903, fundador y líder del PNV (Partido Nacionalista Vasco), se inició un duro y largo enfrentamiento entre el sector independentista y defensor de las ideas aranistas, y otro más moderado, liberal y posibilista que optaba por la autonomía vasca dentro de España (sector que acabó triunfando).

Con la nueva estrategia del sector autonomista, el nacionalismo vasco, se extendió desde Vizcaya al resto de las provincias vascas, se aproximó a la burguesía industrial, amplió sus bases sociales y se consolidó como la fuerza mayoritaria en el País Vasco.

4-EXPLICA LAS REPERCUSIONES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y LA REVOLUCIÓN RUSA EN ESPAÑA.

Los efectos políticos y sociales de la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) y la crisis de 1917 constituyeron un punto de inflexión en el régimen de la Restauración. Su impacto fue decisivo en la crisis de la monarquía liberal.

El impacto de la Primera Guerra Mundial

Cuando estalló la Gran Guerra, el gobierno español declaró la neutralidad, que fue respaldada por todos los partidos. A pesar de la neutralidad oficial, las fuerzas políticas y los sectores sociales mejor informados y con inquietudes políticas se dividieron en dos bandos, los aliadófilos y los germanófilos.

Se puede decir que los sectores más conservadores de España simpatizaron, por lo general, con los Imperios Centrales, representantes del orden y de la autoridad, mientras que los sectores más liberales y la izquierda se inclinaron con los aliados, que representaban los principios democráticos. Solo los anarcosindicalistas y una minoría socialista calificaron la guerra como un enfrentamiento entre imperialismos, sin decantarse por unos o por otros.

La neutralidad favoreció una espectacular expansión de la economía. España se convirtió en abastecedora de los países beligerantes, a los que suministró materias primas y productos industriales. Sin embargo, mientras la burguesía industrial y financiera se enriqueció con los beneficios extraordinarios de la guerra, las clases trabajadoras sufrieron un fuerte descenso de su nivel de vida, a pesar del alza de los salarios, por la escase

z y por la subida vertiginosa de los precios de los productos de primera necesidad (que se exportaban a precios desorbitados para abastecer a los países en guerra, en detrimento de desabastecer al mercado nacional, con la consiguiente subida de precios para productos de primera necesidad). 

Esta situación agravó las diferencias sociales de la época y provocó una gran agitación social y el auge del movimiento obrero. Este clima de extrema tensión social intensificó el número de huelgas. El punto culminante de este clima llegó con la convocatoria de la Huelga General del verano de 1917, con aspiraciones de revolucionaria e impulsada fundamentalmente por los socialistas

El impacto de la Revolución Rusa. Influyó sobre todo en las organizaciones políticas y sindicales (se habla de una etapa conocida como Trienio Bolchevique para definir a esta etapa), pero también en las clases conservadoras, que a partir de entonces comienzan a temer que la expansión de los postulados de la revolución rusa, el comunismo soviético, llegue también a nuestro país.

En el partido socialista, PSOE, el triunfo de la revolución bolchevique en Rusia y la fundación de la III Internacional en 1919, dividieron al partido. Una minoría prosoviética, favorable al ingreso en la Internacional Comunista, fundó en 1921 el Partido Comunista de España (PCE).

También contribuyó la revolución rusa, debido a la crisis social, agudizada por la recesión económica de posguerra, al enorme crecimiento de los sindicatos y radicalizó las posturas de las clases trabajadoras. Así, la UGT casi duplica el número de sus afiliados de 160.000 en 1916 a 240.000 en 1921 y, su presencia en el medio rural, sobre todo en Andalucía; y la anarcosindicalista CNT que pasó de 80.000 afiliados en 1916 a 600.000 en 1920; de ellos, más de la mitad procedían de Cataluña.

  1. ANALIZA LAS CAUSAS, PRINCIPALES HECHOS Y CONSECUENCIAS DE LA INTERVENCIÓN DE ESPAÑA EN MARRUECOS ENTRE 1904 Y 1927.

España, tras el desastre del 98, intentó recuperar el prestigio nacional maltrecho y poner fin al “aislamiento exterior”. Por ello, Marruecos fue el eje de la política exterior del primer tercio del siglo XX.  La oportunidad para hacerse con nuevas colonias se produce en la Conferencia de Algeciras de 1906 que reparte Marruecos entre potencias europeas. De este reparto, a España le corresponde el 20% del dominio político y el 10% del económico (muy por detrás de la parte asignada a Francia o incluso a Alemania)  Empresarios españoles invertirán en Marruecos (minas de hierro y líneas de ferrocarril) y serán los grandes interesados en la presencia militar española en el territorio (presencia militar que garantiza sus inversiones).

La expansión colonial española en Marruecos influirá en la política española a partir de entonces, obligando a una permanente presencia militar y un importante gasto económico en ésta. Asimismo, estará presente puntualmente en momentos muy concretos con ocasión de matanzas de gran repercusión en la vida española, como la Semana Trágica de 1909 o el desastre de Annual de 1921 (que influyó decisivamente en la dictadura de Primo de Rivera). España se va a ver abocada a una guerra muy costosa para mantener bajo dominio español este territorio marroquí: desde el año 1909 a 1927 «lo de Marruecos» ha costado a España millares de vidas y una sangría de dinero. Fue una guerra muy impopular entre el pueblo español.

Esta guerra de Marruecos marca además dos momentos especialmente problemáticos de la historia reciente de España: 1. en el año 1909 una acción bélica de los marroquíes que, causa 500 muertos españoles en el Barranco del Lobo, ocasiona de rebote la Semana Trágica de Barcelona. El citado hecho bélico provoca la movilización de tropa desde España, pero el sistema de reclutamiento es muy «curioso»: • pagando 1500 pesetas al Estado un joven puede librarse del servicio militar. Por este procedimiento, muchos jóvenes españoles con recursos económicos se libraban de luchar en la guerra. A causa de estos «soldados de cuota» el ejército nunca contaba con efectivos suficientes, por lo que la mínima situación bélica hacía imprescindible el llamamiento a los reservistas, los cuales, ya casados y con hijos, lógicamente protestaban al llegarles la orden de movilización. En el año 1909, en Barcelona, anarquistas y socialistas se oponen al embarque de los reservistas hacia Marruecos y durante una semana dominan la ciudad provocando una insurrección (barricadas, quema de iglesias, asalto a armerías …). El balance final será de 100 muertos y 300 heridos. La represión del gobierno será terrible, fundamentalmente con los anarquistas. Desde el poder se culpará injustamente de lo sucedido a un maestro, Francisco Ferrer i Guardia, fundador de la Escuela Moderna. Lo condenarán y fusilarán días más tarde. 2. En 1921 tiene lugar el desastre de Annual: los marroquíes consiguen aislar en la posición de Annual a las tropas españolas. El general Silvestre (amigo personal del Rey) ordena la retirada de esta posición sitiada, retirada que termina en desastre: las tropas españolas sufren unas 12.000 bajas y se anulan las conquistas obtenidas en los 12 años anteriores por el ejército español en Marruecos. En España se reaccionó con asombro e ira. Cae el gobierno y se piden responsabilidades, nombrándose una comisión para su estudio. El problema marroquí, insoluble, y en concreto el debate sobre las responsabilidades, constituye una motivación decisiva para el acceso de Primo de Rivera al poder en 1923. 3. Finalmente, en 1925 termina la guerra de Marruecos con el desembarco hispano-francés en la bahía de Alhucemas. Tras esta operación militar conjunta se detiene al líder de las tribus rebeldes y concluye el enfrentamiento militar que duraba ya veinte años

  1. ANALIZA LA CRISIS GENERAL DE 1917: SUS CAUSAS, MANIFESTACIONES Y CONSECUENCIAS.

En medio de un clima de tensiones sociales y políticas derivado de las consecuencias de la IGM, en el verano de 1917 el sistema político de la Restauración atravesó por una de sus situaciones más críticas al confluir tres tipos de conflictos. Estos serían, de modo resumido, los hechos más destacados: 

a.- La crisis militar: Juntas de Defensa.

Uno de los factores que explican el malestar de los militares fue el proyecto de reforma militar, que pretendía modernizar el ejército mediante una reducción del excesivo número de oficiales. Otro motivo era el sistema de ascensos, en su mayoría por méritos de guerra, lo cual favorecía a los militares que servían en África frente a los peninsulares. El conflicto surgió entre los jóvenes oficiales peninsulares de algunos cuerpos, que exigían el establecimiento de la “escala cerrada”, es decir, que los ascensos fueran por rigurosa antigüedad.

El descontento cristalizó en la formación de las Juntas de Defensa, que se extendieron a todo el ejército. En junio de 1917 presentaron un ultimátum al gobierno conocido como “el manifiesto de las Juntas”. En el largo pulso entre el gobierno y las Juntas, estas, con el apoyo del rey, lograron imponer sus demandas.

b.- La crisis política: la Asamblea de Parlamentarios.

El lenguaje regeneracionista de las Juntas fue interpretado por diversos y heterogéneos grupos de la oposición (catalanistas, republicanos y socialistas) como una señal inminente de la quiebra del régimen y la oportunidad para una reforma o una revolución democrática.

Cambó, líder de la Lliga, tomó la iniciativa. Ante la suspensión de las garantías constitucionales, la imposición de la censura de prensa y el cierre de las Cortes decretado por el gobierno conservador de Dato, convocó a todos los senadores y diputados españoles a una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona en julio de 1917.

La Asamblea acordó la formación de un gobierno provisional, la celebración de las Cortes Constituyentes que reformasen la constitución para aprobar la autonomía para Cataluña. Pero el reducido apoyo de los grupos políticos (solo asistieron 70 parlamentarios de un total de 760, en su mayoría republicanos y socialistas.) y el rechazo de la Juntas a sus pretensiones permitieron al gobierno disolverla.

c.- La crisis social: huelga general de agosto.

En el verano de 1917, se añadió un tercer desafío, el del movimiento obrero y su disposición a lanzarse a una huelga general. En marzo de 1917 las dos grandes organizaciones sindicales, UGT y CNT, suscribieron un manifiesto convocando una huelga general. Para los dirigentes socialistas la huelga general, en caso de producirse, debería servir para derrocar al régimen e implantar una república democrática. 

Finalmente, en agosto de 1917 estalló la huelga general, pero solo tuvo una especial incidencia en los centros industriales de Madrid, Barcelona, el País Vasco y Asturias, donde se produjeron los incidentes más graves. Apenas tuvo impacto en las zonas rurales.

El ejército cumplió la orden de disparar contra los obreros, y se produjeron 71 muertos y 2.000 detenidos en todo el país. Los miembros del comité de huelga fueron detenidos y condenados a cadena perpetua, que no llegaron a cumplir, pues al año siguiente salieron elegidos diputados.

  1. DESCRIBE LA EVOLUCIÓN DE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA, DESDE EL DIRECTORIO MILITAR AL DIRECTORIO CIVIL Y SU FINAL.

La dictadura de Primo de Rivera fue un régimen con un vago programa regeneracionista inspirado en el modelo intervencionista y corporativista de los regímenes autoritarios en auge en la Europa de entreguerras (especialmente el italiano de Musolini). En 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera acaudilló un pronunciamiento militar contra el gobierno constitucional, sin hallar prácticamente oposición. Primo presentó la dictadura como algo transitorio, “hasta que se extirpasen los males del país”. El rey Alfonso XIII le llamó para formar un nuevo gobierno y le concedió el cargo de presidente y de ministro único (Directorio Militar).

Directorio Militar (1923-1925):

• Gobierno de militares

• Suspensión de la Constitución y gobierno mediante decreto

• Solución militar al problema marroquí

• Represión contra el anarquismo

• Permisividad hacia los socialistas

El Directorio Militar proclamó el Estado de Guerra durante dos años, suspendió la Constitución de 1876, disolvió las Cortes, prohibió las actividades de los partidos políticos y de los sindicatos. Impuso el orden público con duras medidas represivas contra la CNT y el PCE. También se reprimió cualquier manifestación de nacionalismo, lo que conllevaría una radicalización del nacionalismo catalán hacia posturas separatistas.

Los ayuntamientos fueron disueltos y sustituidos por juntas de “vocales asociados” elegidos por los mayores contribuyentes, estrechamente vinculados al sistema caciquil. Sí tuvo Primo de Rivera éxito en la guerra marroquí: en 1925, España y Francia acordaron una ofensiva militar conjunta. El desembarco de las tropas españolas en Alhucemas alcanzó sus objetivos iniciales y un año después quedó sometido todo el protectorado.

Directorio Civil (1925-1930):

• Primo de Rivera (con problemas de enfrentamiento dentro del ejército, en el que se había basado para gobernar en los años anteriores) decide fundar un partido político propio para asegurar su poder en el futuro (la Unión Patriótica).

• Escoge como ministros a gestores civiles para llevar los asuntos del Estado.

• Acomete una importante obra de construcción de carreteras, desarrollo industrial y minero y la electrificación del país

En esta segunda fase de la dictadura, Primo sustituyó el Directorio Militar por un gobierno civil con clara intención de permanecer en el poder, y afirmó su voluntad de construir un régimen inspirado en las dictaduras autoritarias de la Europa de entreguerras, especialmente la Italia fascista de Mussolini. Impulsó desde el poder la formación de un gran partido de derechas, la Unión Patriótica (1924). Carente de un programa y una ideología definida, fue solo un instrumento de propaganda gubernamental para asegurar el apoyo popular al régimen. 

En 1926 anunció la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva, compuesta por representantes del Estado y de la administración y de la Unión Patriótica, y encargada de elaborar una nueva “constitución”. Sin embargo, además de estar bajo control del gobierno, sus funciones eran meramente consultivas.

La dictadura se benefició de la coyuntura expansiva internacional de los años veinte. Su política económica se caracterizó por el intervencionismo estatal y el nacionalismo económico. Sus objetivos fueron impulsar la industria nacional mediante unos elevados aranceles proteccionistas y la concesión de ayudas a las grandes empresas. También se crearon grandes monopolios estatales como CAMPSA (Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos) y Telefónica. El fomento de las obras públicas fue uno de los aspectos más destacados de esta etapa.

La escasa conflictividad social del periodo se explica en parte por la represión, pero también gracias al desarrollo de una amplia política social y de una legislación laboral, basada en la intervención y mediación por parte del Estado y en la integración de las organizaciones obreras moderadas y reformistas. Su puesta en práctica contó con la colaboración de los socialistas, que la consideraron ventajosa para consolidar tanto al partido como al sindicato.

El Final de la dictadura. A partir de 1926, la dictadura empezó a perder apoyos y arreciaron las críticas y la oposición. Así, encontramos el alejamiento de muchos de los militares con el régimen. Por otra parte, fue en aumento el ascenso de los partidos republicanos y la oposición al régimen de intelectuales, periodistas, …, que se enfrentaron al dictador, a pesar de la rígida censura. Primo de Rivera, falto de apoyos, incluso del grueso de los militares y del rey, cuya imagen había quedado ligada al régimen dictatorial, presentó su dimisión en enero de 1930.

  1. EXPLICA LOS FACTORES DE LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA DE ESPAÑA EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX.

En el primer tercio del siglo XX se produjo en nuestro país la transición demográfica, aunque con retraso respecto a otros países de Europa occidental, en los que este proceso tuvo lugar en el último tercio del siglo XIX. En España, la caída de las tasas de mortalidad y de natalidad fue simultánea, mientras que en los países industrializados la reducción de la mortalidad precedió a al descenso de la natalidad. Pese a todo, el descenso más rápido de la mortalidad que de la natalidad explica que la población experimentase un importante crecimiento. Esta fue la clave la modernización demográfica de España que se prolongaría hasta la segunda mitad del siglo XX.

El crecimiento de la población. 

Desde fines del siglo XIX comenzó el descenso de la tasa de mortalidad (del 29%o en 1900 al 17%o en 1930) y en particular de la mortalidad infantil (de 204 fallecidos de menos de un año por cada mil nacidos en 1900 a 117 en 1930), y como consecuencia aumentó la esperanza de vida al nacer (de 35 años en 1900 a 50 en 1930).

Los factores que contribuyeron a ese descenso fueron: la práctica desaparición de mortalidad catastrófica, con la excepción de la letal epidemia de gripe de 1918, y la mejora de las necesidades básicas (alimentación, vestido y vivienda), así como de los servicios públicos higiénicos y sanitarios, de limpieza, alcantarillado y agua potable. Estas mejoras atenuaron e incluso acabaron con las enfermedades infectocontagiosas (diarreas y gastroenteritis) que causaban la mayor parte de las defunciones, sobre todo en la infancia.

Por su parte, el descenso de las tasas de natalidad fue más lento (del 34%o en 1900 al 28%o en 1930) y se debió a la modernización de la vida urbana y la incipiente incorporación de la mujer al trabajo no doméstico, hecho que favoreció el control de la natalidad con medidas anticonceptivas elementales.

El tardío, pero intenso descenso de la mortalidad elevó las tasas de crecimiento natural a nivel de las europeas del siglo XIX (por encima del 1% anual).

Los movimientos migratorios y el proceso de urbanización.

Los movimientos migratorios tanto interiores como exteriores se multiplicaron a partir de fines del XIX. En los primeros años del siglo XX aumentó de forma muy notable la emigración a ultramar, teniendo un espectacular aumento hasta 1914 (Cuba, Argentina). El proceso migratorio interior estuvo íntimamente relacionado con el progreso del sector industrial y terciario y con el desarrollo urbano de este periodo.

El proceso de urbanización comenzó en la segunda mitad del siglo XIX y se aceleró a partir de las décadas de 1910 y 1920 por el desarrollo de la industria. En 1930 Madrid y Barcelona superaban ya el millón de habitantes y diez capitales de provincia, los 100.000 habitantes. Entre 1900 y 1930 la población urbana creció, pero todavía estábamos lejos de la tasa de urbanización de los principales países industriales europeos.

La modernización demográfica y económica se reflejó también en la distribución de la población activa con un descenso en la agricultura y una creciente mano de obra industrial y de servicios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *